llevo desde niño intentando comprender el desconcertante mundo que me rodea .
Cuando llegué a conclusiones a través de mi propia experiencia y el paso de los años , un día se me ocurrió leer a Séneca .
Me quedé sobresaltado porque decía justo lo que yo había concluido después de mucho ensayo y error .
Lo que pasa es que lo dejó escrito hace 2.000 años .
Si lo hubiese leído a los 25 , me habría ahorrado muchos palos de ciego.
“No tenemos poco tiempo, sino que perdemos mucho”.
Séneca en su libro sobre la brevedad de la vida, reprocha a los seres humanos su poco interés por vivir vidas plenas, dedicando el exiguo tiempo de que disponen a metas tan banales como la consecución de fortuna y riquezas, la protección de las posesiones o el asalto al poder.
‘Es exigua la parte de vida que vivimos’. En verdad, todo el espacio restante no es vida, sino tiempo”.
“Haz memoria de cuándo estuviste seguro de tu propósito, cuántos días se desarrollaron como los habías programado, cuándo dispusiste de ti mismo, cuándo permaneció tu rostro inmutable y tu ánimo indemne, qué has hecho en tan largo tiempo, cuántos saquearon tu vida sin que sintieras la pérdida, cuánto se llevó el dolor vano, la alegría estulta, el ávido deseo, los cumplidos, y qué poco ha quedado de lo tuyo. Comprenderás que mueres antes de tiempo.”
Frente a quienes se quejan de lo corta que es la vida, él rebate que no lo es; simplemente, no la aprovechamos lo suficiente.
Séneca anima al lector a sacar chispas a su tiempo mediante la búsqueda del conocimiento y la quietud. “el camino a la renuncia y la aceptación que, desde la quietud, alcance a discernir, a vislumbrar al menos, la verdad”.