VendettaV
Madmaxista
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El alza fiscal dispara el contrabando de tabaco, que en Cádiz llega al 40% - elEconomista.es
Centro de Sevilla a las 10:00 de la mañana. Los funcionarios que desayunan en los bares en torno al ayuntamiento reciben la habitual visita del vendedor ambulante de Marlboro de contrabando. Un paquete, en torno a cuatro euros. 75 céntimos más barato que en el estanco, después de la cuarta subida impositiva aprobada por el Gobierno desde que llegó al poder.
La casuística de cómo y dónde se vende tabaco al margen del canal oficial es infinita y las cajetillas piratas representan ya el 12 por ciento del mercado nacional, según el cálculo de la Policía Nacional y el servicio de Aduanas. Pero en zonas fronterizas con lugares de menor fiscalidad como Cádiz (con Gibraltar), Norte de Cataluña (con Andorra) o Canarias (con su régimen fiscal propio), el mercado de contrabando alcanza entre el 30 y el 40%, sobre todo en el caso andaluz.
Cádiz, de hecho, ha visto cómo la multinacional Altadis, heredera de la antigua Tabacalera, anunciaba el mes pasado el cierre de su planta en la zona franca de la capital gaditana. El pavoroso aumento del tabaco ilegal en esta provincia, junto a los menores costes de producir en Polonia (donde se trasladará el volumen que hasta ahora se producía en Cádiz), han sido factores determinantes para dejar de producir cigarrillos en esta ciudad después de tres siglos.
Las causas de este fenómeno
"Llevo treinta años como estanquero y el último año y medio ha sido el peor de toda mi experiencia por la caída del negocio", relata José Bermúdez, presidente de la Asociación Provincial de Estanqueros de Cádiz. "El tabaco que llega de Gibraltar y el paro que tenemos aquí nos está matando", explica.
De 350 estancos operativos hace cuatro años en la provincia, donde el porcentaje de paro (40 por ciento) coincide con el que representa el tabaco ilegal sobre el total, se ha pasado a 310. "Y, en La Línea de la Concepción, ya sólo quedan 3 desde los 12 que llegó a haber. Cuatro de cada cinco personas de este municipio viven del contrabando con Gibraltar, así es imposible", lamenta.
La colonia británica es, de hecho, el principal foco de entrada en España de tabaco, de contrabando, a un precio con el que los estanqueros no pueden competir. "Un cartón de Fortuna cuesta en Gibraltar 25 euros, nosotros lo vendemos a 42 euros", ejemplifica el estanquero gaditano. Entre 2006 y 2012, el tabaco que la industria vende a comerciantes de Gibraltar (con 29.000 habitantes censados) se ha multiplicado por 3,5, hasta 139 millones de cajetillas. "Cada habitante, niños incluidos, tendría que fumarse 12 cajetillas al día si se consumiera dentro del peñón", ironiza Bermúdez.
Los representantes de las asociaciones de estanqueros de toda Andalucía se reunieron a mediados de junio con la delegada del Gobierno en la comunidad, Carmen Crespo, para trasladarle su profunda preocupación por el deterioro de la situación. Crespo se comprometió a estudiar a fondo las denuncias y a convocarles a una próxima reunión para presentar medidas concretas.
En esa reunión, también se puso de manifiesto que se estaba fortaleciendo una vía de entrada de tabaco de contrabando desde Canarias a Andalucía: vía líneas de tras*porte regular de pasajeros y mercancías entre las islas y Huelva o Cádiz. Manuel Martínez, presidente de los estanqueros onubenses, relató cómo en un reciente trayecto del que pidió datos a la naviera, 220 personas viajaron de Huelva para Canarias sin vehículo, pero volvieron todas en el barco con coche, el medio preferido para camuflar el tabaco. Lo que también da idea del grado de sofisticación de las mafias de este producto.
Fuerte crecimiento
Canarias tiene un régimen fiscal especial que, pese a haberse endurecido para el tabaco procedente del exterior con el objetivo de mantener las tres fábricas existentes, provoca que un tercio (32,5 por ciento) de las cajetillas de contrabando que circulan en la España peninsular y Baleares procedan del archipiélago, según cálculos de abril de la propia industria tabaquera. Una cifra que ha crecido además casi diez puntos desde el 23 por ciento de inicios de 2012.
Las islas apenas tienen dos millones de habitantes, pero una masa de 11 millones de turistas. Su situación entre África y Europa le origina un sistema fiscal simpático frente a otras áreas de la UE. Si a ello se suma que el rescate de Portugal eliminó los incentivos de zonas como Madeira o Azores, el resultado es que Canarias es un refugio para el sector tabaquero, legal (hay tres fábricas que han reabierto desde la instauración del sistema fiscal en 2002) e ilegal: los turistas -que no siempre lo son- compran y se llevan de las islas 1.050 millones de cajetillas al año.
Centro de Sevilla a las 10:00 de la mañana. Los funcionarios que desayunan en los bares en torno al ayuntamiento reciben la habitual visita del vendedor ambulante de Marlboro de contrabando. Un paquete, en torno a cuatro euros. 75 céntimos más barato que en el estanco, después de la cuarta subida impositiva aprobada por el Gobierno desde que llegó al poder.
La casuística de cómo y dónde se vende tabaco al margen del canal oficial es infinita y las cajetillas piratas representan ya el 12 por ciento del mercado nacional, según el cálculo de la Policía Nacional y el servicio de Aduanas. Pero en zonas fronterizas con lugares de menor fiscalidad como Cádiz (con Gibraltar), Norte de Cataluña (con Andorra) o Canarias (con su régimen fiscal propio), el mercado de contrabando alcanza entre el 30 y el 40%, sobre todo en el caso andaluz.
Cádiz, de hecho, ha visto cómo la multinacional Altadis, heredera de la antigua Tabacalera, anunciaba el mes pasado el cierre de su planta en la zona franca de la capital gaditana. El pavoroso aumento del tabaco ilegal en esta provincia, junto a los menores costes de producir en Polonia (donde se trasladará el volumen que hasta ahora se producía en Cádiz), han sido factores determinantes para dejar de producir cigarrillos en esta ciudad después de tres siglos.
Las causas de este fenómeno
"Llevo treinta años como estanquero y el último año y medio ha sido el peor de toda mi experiencia por la caída del negocio", relata José Bermúdez, presidente de la Asociación Provincial de Estanqueros de Cádiz. "El tabaco que llega de Gibraltar y el paro que tenemos aquí nos está matando", explica.
De 350 estancos operativos hace cuatro años en la provincia, donde el porcentaje de paro (40 por ciento) coincide con el que representa el tabaco ilegal sobre el total, se ha pasado a 310. "Y, en La Línea de la Concepción, ya sólo quedan 3 desde los 12 que llegó a haber. Cuatro de cada cinco personas de este municipio viven del contrabando con Gibraltar, así es imposible", lamenta.
La colonia británica es, de hecho, el principal foco de entrada en España de tabaco, de contrabando, a un precio con el que los estanqueros no pueden competir. "Un cartón de Fortuna cuesta en Gibraltar 25 euros, nosotros lo vendemos a 42 euros", ejemplifica el estanquero gaditano. Entre 2006 y 2012, el tabaco que la industria vende a comerciantes de Gibraltar (con 29.000 habitantes censados) se ha multiplicado por 3,5, hasta 139 millones de cajetillas. "Cada habitante, niños incluidos, tendría que fumarse 12 cajetillas al día si se consumiera dentro del peñón", ironiza Bermúdez.
Los representantes de las asociaciones de estanqueros de toda Andalucía se reunieron a mediados de junio con la delegada del Gobierno en la comunidad, Carmen Crespo, para trasladarle su profunda preocupación por el deterioro de la situación. Crespo se comprometió a estudiar a fondo las denuncias y a convocarles a una próxima reunión para presentar medidas concretas.
En esa reunión, también se puso de manifiesto que se estaba fortaleciendo una vía de entrada de tabaco de contrabando desde Canarias a Andalucía: vía líneas de tras*porte regular de pasajeros y mercancías entre las islas y Huelva o Cádiz. Manuel Martínez, presidente de los estanqueros onubenses, relató cómo en un reciente trayecto del que pidió datos a la naviera, 220 personas viajaron de Huelva para Canarias sin vehículo, pero volvieron todas en el barco con coche, el medio preferido para camuflar el tabaco. Lo que también da idea del grado de sofisticación de las mafias de este producto.
Fuerte crecimiento
Canarias tiene un régimen fiscal especial que, pese a haberse endurecido para el tabaco procedente del exterior con el objetivo de mantener las tres fábricas existentes, provoca que un tercio (32,5 por ciento) de las cajetillas de contrabando que circulan en la España peninsular y Baleares procedan del archipiélago, según cálculos de abril de la propia industria tabaquera. Una cifra que ha crecido además casi diez puntos desde el 23 por ciento de inicios de 2012.
Las islas apenas tienen dos millones de habitantes, pero una masa de 11 millones de turistas. Su situación entre África y Europa le origina un sistema fiscal simpático frente a otras áreas de la UE. Si a ello se suma que el rescate de Portugal eliminó los incentivos de zonas como Madeira o Azores, el resultado es que Canarias es un refugio para el sector tabaquero, legal (hay tres fábricas que han reabierto desde la instauración del sistema fiscal en 2002) e ilegal: los turistas -que no siempre lo son- compran y se llevan de las islas 1.050 millones de cajetillas al año.