melchor rodriguez
Madmaxista
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El sector gallego del automvil no capta inversiones desde el ao 2006
FUGA DE EMPRESAS A PORTUGAL
El sector gallego del automóvil no capta inversiones desde el año 2006
El suelo gratis en el país luso supone un ahorro medio por planta de 20 millones en relación al área de Vigo
El 27% de las empresas que suministran a la planta viguesa de Citroën ya están en Portugal
M. Sío Dopeso 30/8/2009
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La red de proveedores de la planta de PSA Peugeot-Citroën de Vigo se extiende cada vez más por Portugal a lo largo de una decena de polígonos asentados en el eje atlántico. Ya son cerca de una treintena las industrias de componentes que están asentadas o a punto de echar a rodar en el país vecino para servir a la planta gallega, a quien pasan una factura anual de cerca de 220 millones de euros.
Las facilidades que ofrecen las áreas industriales portuguesas y las dificultades y falta de atractivo que tras*mite Galicia al nuevo inversor explican que cada vez más proveedores se asienten en el país vecino, en donde, además de numerosos polígonos con parcelas y superficie disponible a precio irrisorio, o incluso gratis, las empresas disfrutan de ventajosas condiciones fiscales y se ven favorecidas porque la mano de obra resulta hasta un 30% más barata.
La evolución del ritmo de captación de proveedores de Citroën por parte de Portugal es directamente proporcional a la debilitación de la inversión extranjera del sector en Galicia. Un ejemplo: en el 2005 el número de auxiliares de Citroën asentadas en el norte luso se reducía a 10. Hoy ya hay 24 a pleno rendimiento y cuatro en construcción en Valença. Pero tal vez lo más significativo sea que desde el año 2006 (año de instalación de las multinacionales Benteler Ibérica y Denso) la automoción gallega ha dejado de atraer inversión extranjera hasta tal punto que, en el año 2008 y lo que va del 2009 no costa ni un solo euro de entrada en el registro del Ministerio de Industria. Gestamp, Delphimetal, Antolín, Hutchinson, Faurecia, Simoldes, Yazaki o Dayco-Ensa tuvieron claro que la distancia entre sus fábricas y el cliente (Citroën) supondría un coste, pero el importe siempre sería inferior a la inversión en suelo que requeriría instalarse cerca de la fábrica de coches, en caso de que hubiera suelo.
200 euros frente a ocho
Los datos que aporta el sector no dejan lugar a dudas sobre la diferencia de rentabilidad que ofrece una misma inversión hecha al uno y otro lado de la frontera. «El metro cuadrado de suelo industrial en el área de Vigo se está pagando a 200 euros, mientras que en Portugal te lo ofrecen a 8 euros o cantidades insignificantes a cambio de que garantices empleo en la zona», explica un empresario del sector. La misma fuente nos invita a hacer el cálculo: «Un empresario que lleve su inversión a Portugal, en una parcela de 100.000 metros cuadrados se ahorra 20 millones de euros, que puede destinar a maquinaria o personal», asegura. Otra de las ventajas que ofrece el país vecino, según reconocen los propios empresarios gallegos del sector, es que la oferta de suelo es lo suficientemente amplia como para permitir la expansión de las empresas sin necesidad de desembolsar fuertes inversiones, algo que en Galicia es impensable. «Cuando una multinacional se implanta en un sitio lo hace pensando en amortizar el gasto lo antes posible y se guarda terreno para seguir creciendo. Eso aquí es imposible, entramos con calzador y eso genera incertidumbre», afirma el experto en el sector.
Según los datos que maneja la Confederación de Empresarios de la Provincia de Pontevedra, en la actualidad ya hay más de 70 industrias instaladas en el norte de Portugal que funcionan, fundamentalmente, para abastecer el mercado industrial del área metropolitana viguesa.
80 auxiliares en Galicia
La mayoría de estas firmas ubicadas en suelo luso están vinculadas a la industria del gallega de componentes del automóvil. Las 25 que están operativas y los cuatro nuevos proyectos en construcción suponen casi el 27% de la red de proveedores instalados en la región lusogalaica, ya que la comunidad gallega concentra a 80 auxiliares de Citroën. Son las integradas en Ceaga, el Clúster de Empresas de Automoción de Galicia.
Además de la pérdida de nuevas implantaciones o del desvío de firmas a Portugal, la falta de atractivo para el inversor extranjero ligado al fenómeno de la deslocalización ya le ha costado al sector la pérdida de cuatro multinacionales en el último año. Se trata de Valeo, Draka Cables, Prevent y ahora Treves (auxiliares de cableado y textil), que han optados por desmantelar sus naves y llevarse la producción a países más rentables, como jovenlandia.
«El que se va al país vecino a montar una fábrica ya no vuelve»
«El que se va al país vecino a montar una fábrica ya no vuelve»
Las empresas alertan de que Galicia ya no es competitiva porque la inversión no retorna
M.?S. Dopeso 30/8/2009
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Las multinacionales lo tiene claro. Hacen números y las cuentas les cuadran sí, pero al otro lado de la frontera. Embraer, Dayco, Antolín o Lauack ya han confirmado que en los próximos tres años inyectarán 250 millones de euros que crearán mil empleos en Portugal.
A estos proyectos se acaba de unir Nissan (en alianza con Renault), que ha anunciado una inversión de 700 millones de euros para construir la primera fábrica de baterías de iones de litio, con el fin de impulsar el lanzamiento de automóviles de emisiones cero en Europa. El macroproyecto, que se situará al norte de Lisboa, permitirá la creación de 800 empleos directos y de 2.500 puestos de trabajo adicionales, vinculados con la cadena de suministro.
Portugal está en racha, mientras Galicia se ha convertido en un lugar invisible para las multinacionales en expansión que, aunque pocas, alguna queda. Los empresarios de Galicia alertan de que la comunidad ha perdido competitividad porque la inversión necesaria es mucho más elevada que en el país vecino, y la amortización del esfuerzo realizado resulta cada vez más complicada.
Alberto Cominges, gerente de Ceaga (Clúster de Empresas de Automoción de Galicia) reconoce que Portugal se ha convertido en un serio competidor para Galicia y que, a la hora de tomar decisiones empresariales, pesa más la cabeza que el corazón: «A muchas de las industrias que se han instalado en Portugal les hubiera gustado estar en Galicia, pero no es competitivo, ni en materia de suelo ni en retorno de la inversión».
Cominges recuerda que el sector que gestiona lleva años alertando del riesgo que ahora se constata. «En los últimos cinco años, Ceaga se ha hartado de decir que hacía falta suelo competitivo. Se han hecho polígonos y ahora lo que va a pasar es que va a haber una bolsa de suelo industrial espectacular en Galicia que no va a salir al mercado porque las empresas no pueden asumir su coste», afirma Alberto Cominges.
Juan Martínez, presidente de la empresa consignataria Vasco Gallega, asegura que el coste del suelo más bajo que en Galicia es un condicionante muy importante para las empresas, pero subraya que hay factores igual de relevantes para una multinacional que inclinan la balanza hacia Portugal. «Tan importante como el precio del suelo son las conexiones de los polígonos con las vías de alta capacidad, y el Gobierno luso está haciendo una red de plataformas logísticas impresionantes -con capital español, porque está implicada Itínere- que suponen un elemento fundamental de competitividad por su conexión con los puertos», explica el experto en logística.
Conflictividad cero
Juan Martínez añade un elemento más a favor del país vecino, que hasta ahora nadie había reflejado, y que guarda relación con la sensación de seguridad del inversor. «No es solo que tengan salario más bajos, es que allí no existe la fuerza sindical que existe en España. En algunos casos, como el vivido recientemente [en relación al conflicto del metal de Pontevedra] suponen un lastre y un condicionante negativo que perjudica para atraer inversiones», afirma el empresario.
Desde el otro lado de la frontera, la situación de Galicia se ve como una oportunidad, Así lo cree el presidente de la Cámara municipal de Valença, José Luis Serra. Asegura que las empresas de automoción instaladas en su localidad componen ya un pequeño clúster que da apoyo, en su totalidad, a la planta de PSA Peugeot-Citroën de Vigo.
Precisamente por esta dependencia, Serra reconoce que se llegó a temer lo peor hace unos meses, como consecuencia de la crisis del sector que también afectó a la factoría gallega. «Superado el crítico momento que atravesó el sector en el primer trimestre del año, la industria del norte presenta claros síntomas de recuperación favorecidos por la llegada de nuevas inversiones que van a generar más de 500 puestos de trabajo, lo que colocará de nuevo al municipio en tasas de desempleo insignificantes», asegura el portavoz municipal, que abre de par en par las puertas de la nueva plataforma logística de Valença. Este proyecto, presentado el pasado mes de julio, supone una inyección de 200 millones de euros para levantar un macropolígono que abarca una superficie total de 135 hectáreas y creará cerca de 2.500 puestos de trabajo directos.
Una encuesta publicada esta semana por el instituto oficial de estadística luso revela que el clima económico portugués ha vuelto a mejorar por cuarto mes consecutivo y los analistas dan por finalizado ya el período de recesión. Dicen los empresarios gallegos que «hoy más que nunca, menos mal que nos queda Portugal».
Trabajadores menos productivos, pero con salarios ms bajos
Trabajadores menos productivos, pero con salarios más bajos
30/8/2009
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El inversor es consciente de las debilidades del país vecino. Los empresarios reconocen que la productividad de las plantillas es manifiestamente mayor en Galicia que en Portugal, sin embargo, aseguran que el coste de la mano de obra (hasta un 30%) más bajo de los operarios lusos lo compensa. Otro factor en contra de Portugal es la lentitud burocrática y las promesas no siempre cumplidas en materia de incentivación fiscal de las Administraciones.
FUGA DE EMPRESAS A PORTUGAL
El sector gallego del automóvil no capta inversiones desde el año 2006
El suelo gratis en el país luso supone un ahorro medio por planta de 20 millones en relación al área de Vigo
El 27% de las empresas que suministran a la planta viguesa de Citroën ya están en Portugal
M. Sío Dopeso 30/8/2009
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La red de proveedores de la planta de PSA Peugeot-Citroën de Vigo se extiende cada vez más por Portugal a lo largo de una decena de polígonos asentados en el eje atlántico. Ya son cerca de una treintena las industrias de componentes que están asentadas o a punto de echar a rodar en el país vecino para servir a la planta gallega, a quien pasan una factura anual de cerca de 220 millones de euros.
Las facilidades que ofrecen las áreas industriales portuguesas y las dificultades y falta de atractivo que tras*mite Galicia al nuevo inversor explican que cada vez más proveedores se asienten en el país vecino, en donde, además de numerosos polígonos con parcelas y superficie disponible a precio irrisorio, o incluso gratis, las empresas disfrutan de ventajosas condiciones fiscales y se ven favorecidas porque la mano de obra resulta hasta un 30% más barata.
La evolución del ritmo de captación de proveedores de Citroën por parte de Portugal es directamente proporcional a la debilitación de la inversión extranjera del sector en Galicia. Un ejemplo: en el 2005 el número de auxiliares de Citroën asentadas en el norte luso se reducía a 10. Hoy ya hay 24 a pleno rendimiento y cuatro en construcción en Valença. Pero tal vez lo más significativo sea que desde el año 2006 (año de instalación de las multinacionales Benteler Ibérica y Denso) la automoción gallega ha dejado de atraer inversión extranjera hasta tal punto que, en el año 2008 y lo que va del 2009 no costa ni un solo euro de entrada en el registro del Ministerio de Industria. Gestamp, Delphimetal, Antolín, Hutchinson, Faurecia, Simoldes, Yazaki o Dayco-Ensa tuvieron claro que la distancia entre sus fábricas y el cliente (Citroën) supondría un coste, pero el importe siempre sería inferior a la inversión en suelo que requeriría instalarse cerca de la fábrica de coches, en caso de que hubiera suelo.
200 euros frente a ocho
Los datos que aporta el sector no dejan lugar a dudas sobre la diferencia de rentabilidad que ofrece una misma inversión hecha al uno y otro lado de la frontera. «El metro cuadrado de suelo industrial en el área de Vigo se está pagando a 200 euros, mientras que en Portugal te lo ofrecen a 8 euros o cantidades insignificantes a cambio de que garantices empleo en la zona», explica un empresario del sector. La misma fuente nos invita a hacer el cálculo: «Un empresario que lleve su inversión a Portugal, en una parcela de 100.000 metros cuadrados se ahorra 20 millones de euros, que puede destinar a maquinaria o personal», asegura. Otra de las ventajas que ofrece el país vecino, según reconocen los propios empresarios gallegos del sector, es que la oferta de suelo es lo suficientemente amplia como para permitir la expansión de las empresas sin necesidad de desembolsar fuertes inversiones, algo que en Galicia es impensable. «Cuando una multinacional se implanta en un sitio lo hace pensando en amortizar el gasto lo antes posible y se guarda terreno para seguir creciendo. Eso aquí es imposible, entramos con calzador y eso genera incertidumbre», afirma el experto en el sector.
Según los datos que maneja la Confederación de Empresarios de la Provincia de Pontevedra, en la actualidad ya hay más de 70 industrias instaladas en el norte de Portugal que funcionan, fundamentalmente, para abastecer el mercado industrial del área metropolitana viguesa.
80 auxiliares en Galicia
La mayoría de estas firmas ubicadas en suelo luso están vinculadas a la industria del gallega de componentes del automóvil. Las 25 que están operativas y los cuatro nuevos proyectos en construcción suponen casi el 27% de la red de proveedores instalados en la región lusogalaica, ya que la comunidad gallega concentra a 80 auxiliares de Citroën. Son las integradas en Ceaga, el Clúster de Empresas de Automoción de Galicia.
Además de la pérdida de nuevas implantaciones o del desvío de firmas a Portugal, la falta de atractivo para el inversor extranjero ligado al fenómeno de la deslocalización ya le ha costado al sector la pérdida de cuatro multinacionales en el último año. Se trata de Valeo, Draka Cables, Prevent y ahora Treves (auxiliares de cableado y textil), que han optados por desmantelar sus naves y llevarse la producción a países más rentables, como jovenlandia.
«El que se va al país vecino a montar una fábrica ya no vuelve»
«El que se va al país vecino a montar una fábrica ya no vuelve»
Las empresas alertan de que Galicia ya no es competitiva porque la inversión no retorna
M.?S. Dopeso 30/8/2009
Valoración (0 votos)
Las multinacionales lo tiene claro. Hacen números y las cuentas les cuadran sí, pero al otro lado de la frontera. Embraer, Dayco, Antolín o Lauack ya han confirmado que en los próximos tres años inyectarán 250 millones de euros que crearán mil empleos en Portugal.
A estos proyectos se acaba de unir Nissan (en alianza con Renault), que ha anunciado una inversión de 700 millones de euros para construir la primera fábrica de baterías de iones de litio, con el fin de impulsar el lanzamiento de automóviles de emisiones cero en Europa. El macroproyecto, que se situará al norte de Lisboa, permitirá la creación de 800 empleos directos y de 2.500 puestos de trabajo adicionales, vinculados con la cadena de suministro.
Portugal está en racha, mientras Galicia se ha convertido en un lugar invisible para las multinacionales en expansión que, aunque pocas, alguna queda. Los empresarios de Galicia alertan de que la comunidad ha perdido competitividad porque la inversión necesaria es mucho más elevada que en el país vecino, y la amortización del esfuerzo realizado resulta cada vez más complicada.
Alberto Cominges, gerente de Ceaga (Clúster de Empresas de Automoción de Galicia) reconoce que Portugal se ha convertido en un serio competidor para Galicia y que, a la hora de tomar decisiones empresariales, pesa más la cabeza que el corazón: «A muchas de las industrias que se han instalado en Portugal les hubiera gustado estar en Galicia, pero no es competitivo, ni en materia de suelo ni en retorno de la inversión».
Cominges recuerda que el sector que gestiona lleva años alertando del riesgo que ahora se constata. «En los últimos cinco años, Ceaga se ha hartado de decir que hacía falta suelo competitivo. Se han hecho polígonos y ahora lo que va a pasar es que va a haber una bolsa de suelo industrial espectacular en Galicia que no va a salir al mercado porque las empresas no pueden asumir su coste», afirma Alberto Cominges.
Juan Martínez, presidente de la empresa consignataria Vasco Gallega, asegura que el coste del suelo más bajo que en Galicia es un condicionante muy importante para las empresas, pero subraya que hay factores igual de relevantes para una multinacional que inclinan la balanza hacia Portugal. «Tan importante como el precio del suelo son las conexiones de los polígonos con las vías de alta capacidad, y el Gobierno luso está haciendo una red de plataformas logísticas impresionantes -con capital español, porque está implicada Itínere- que suponen un elemento fundamental de competitividad por su conexión con los puertos», explica el experto en logística.
Conflictividad cero
Juan Martínez añade un elemento más a favor del país vecino, que hasta ahora nadie había reflejado, y que guarda relación con la sensación de seguridad del inversor. «No es solo que tengan salario más bajos, es que allí no existe la fuerza sindical que existe en España. En algunos casos, como el vivido recientemente [en relación al conflicto del metal de Pontevedra] suponen un lastre y un condicionante negativo que perjudica para atraer inversiones», afirma el empresario.
Desde el otro lado de la frontera, la situación de Galicia se ve como una oportunidad, Así lo cree el presidente de la Cámara municipal de Valença, José Luis Serra. Asegura que las empresas de automoción instaladas en su localidad componen ya un pequeño clúster que da apoyo, en su totalidad, a la planta de PSA Peugeot-Citroën de Vigo.
Precisamente por esta dependencia, Serra reconoce que se llegó a temer lo peor hace unos meses, como consecuencia de la crisis del sector que también afectó a la factoría gallega. «Superado el crítico momento que atravesó el sector en el primer trimestre del año, la industria del norte presenta claros síntomas de recuperación favorecidos por la llegada de nuevas inversiones que van a generar más de 500 puestos de trabajo, lo que colocará de nuevo al municipio en tasas de desempleo insignificantes», asegura el portavoz municipal, que abre de par en par las puertas de la nueva plataforma logística de Valença. Este proyecto, presentado el pasado mes de julio, supone una inyección de 200 millones de euros para levantar un macropolígono que abarca una superficie total de 135 hectáreas y creará cerca de 2.500 puestos de trabajo directos.
Una encuesta publicada esta semana por el instituto oficial de estadística luso revela que el clima económico portugués ha vuelto a mejorar por cuarto mes consecutivo y los analistas dan por finalizado ya el período de recesión. Dicen los empresarios gallegos que «hoy más que nunca, menos mal que nos queda Portugal».
Trabajadores menos productivos, pero con salarios ms bajos
Trabajadores menos productivos, pero con salarios más bajos
30/8/2009
Valoración (0 votos)
El inversor es consciente de las debilidades del país vecino. Los empresarios reconocen que la productividad de las plantillas es manifiestamente mayor en Galicia que en Portugal, sin embargo, aseguran que el coste de la mano de obra (hasta un 30%) más bajo de los operarios lusos lo compensa. Otro factor en contra de Portugal es la lentitud burocrática y las promesas no siempre cumplidas en materia de incentivación fiscal de las Administraciones.