silenus
Será en Octubre
Con un presunto bichito super contagioso que ha causado miles de muertes por ahí, hoygan...
España registra un exceso de 80.202 muertes desde el inicio del el bichito
Pues nada, para el señor menestro de Sanidad las elecciones puñeteronómicas hay que 'celebrarlas' sí o sí:
El PSC, aislado defendiendo las elecciones el 14-F para proteger el «efecto Illa»
El PSC, aislado defendiendo las elecciones el 14-F para proteger el «efecto Illa»
A dos días para que los partidos catalanes se reúnan para decidir si se posponen las elecciones autonómicas del 14-F por la expansión del cobi19, las distintas formaciones empiezan a clarificar sus posiciones. En estos momentos, el PSC y los comunes son los únicos dispuestos a mantener la fecha actual: el segundo domingo de febrero. Los de Iceta buscan proteger la posición de su candidato, Salvador Illa, que ha prometido que no dimitirá de su cargo como ministro de Sanidad hasta que empiece la campaña, mientras que los de Iglesias quieren sortear el desgaste electoral que supone estar en estos momentos en la sala de máquinas del Gobierno.
En las últimas horas, buena parte de las formaciones han deslizado -en público o en privado- sus opiniones contrarias a mantener la fecha actual. Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, ha pedido hoy en TV3 un acuerdo para atrasar los comicios y celebrarlos «cuando pase la tercera ola, y no en medio». «Somos conscientes de que alargar este Govern es malo para Cataluña, pero lo primero es la vida», ha apuntado en una entrevista en la que ha acusado a los socialistas catalanes de no querer atrasar las elecciones por miedo a que su cambio de candidato sea «insostenible». Según Arrimadas, el pico de contagios de la tercera ola coincidiría con el comienzo de la campaña.
En el otro extremo del espectro político catalán, la candidata de la CUP, Dolors Sabater, se ha mostrado también favorable de tumbar la fecha actual. En unas declaraciones al canal de información continua de TV3, anoche, señaló que al aplazamiento debía ser inmediato y urgente «por responsabilidad» ante el aumento de contagios. Esta será la posición de la CUP en la reunión de partidos y el gobierno catalán del viernes en la que, previsiblemente, se decidirá el futuro de las elecciones.
Aunque de forma más discreta, los partidos que conforman el gobierno catalán, Junts y ERC, también están moviendo sus posiciones hacia la defensa de posponer las elecciones. Así, fuentes de ERC consultadas por ABC apuntaban esta semana a que su posición también estaba basculando hacia la idea de postergar las elecciones, especialmente teniendo en cuenta los malos datos sobre la evolución de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo en Cataluña. En Junts, por su parte, se ha ido mutando la posición, aunque siempre han sido mayoría los partidarios de aplazar los comicios con la idea de ganar tiempo para consolidar su campaña y su candidata, Laura Borràs.
La posición del PSC y el Gobierno
Este panorama deja al PSC y los comunes solos defendiendo la fecha actual. Ya ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Illa asumió que el mes de enero «será muy complicado», pero descartó que la situación de la tercera ola recomiende ir a una estrategia de confinamiento estricto que haría inviable la campaña y las elecciones. «Las comunidades autónomas han tomado medidas adecuadas para reducir el aumento de casos. Sabemos lo que hay que hacer y estamos haciéndolo», defendió.
A su vez, el PSC ha defendido estos días que no hay motivo para aplazar las elecciones mientras la gente tiene que ir a trabajar. Hoy mismo, la dirigente socialista Eva Granados ha dicho en el Parlament que sin un confinamiento domiciliario el aplazamiento «no está justificado». En la misma dirección se ha expresado el Gobierno. No en vano, desde el equipo de Illa se ha venido explicando que ellos solo entenderían el aplazamiento electoral en caso de producirse un confinamiento domiciliario. Y en tanto que este extremo es rechazado su postura se mantiene contraria al aplazamiento.
Posponer las elecciones dejaría a Illa como uno de los grandes damnificados. No en vano, el PSC buscaba llegar al 14-F con el impulso producido por su candidatura. Pero este efecto sorpresa, que se acompaña de un efecto «luna de miel» en las encuestas, se vería lastrado si el proceso se alarga hasta el verano. Un retraso de las elecciones también alteraría sustancialmente los planes del Gobierno. Fuentes del Ejecutivo venían siendo muy claras respecto a que, por una cuestión de plazos, la decisión sobre los indultos a los presos del 1-O tendría que esperar a después de los comicios. Algo que les permitía centrar la campaña en el anhelo de recoger importantes bolsas de votantes huérfanos de Ciudadanos.
Podemos ha mantenido un notable silencio en esta cuestión pero la candidata de los de Iglesias en Cataluña, Jéssica Albiach, ha señalado este miércoles en la sesión parlamentaria de la Diputación Permanente que ve bien la decisión adoptada y defendida por los sindicatos y la patronal, que en las últimas horas se han posicionado a favor de la celebración de las elecciones autonómicas el 14-F al no ver razones para su suspensión.
El PP, a favor de la nueva fecha
Más allá de las conjeturas y los cálculos, desde el PP catalán, según fuentes del partido consultadas por ABC, se impone la idea de que las elecciones, finalmente, se aplazarán. Los de Alejandro Fernández, candidato popular a la Generalitat, opinan que una suspensión no tendrá consecuencias electorales para ellos, pero sí han mostrado preocupación por «el miedo» que en la población mayor (de más de 70 años) se pueda generar al acudir a votar con un alto índice de contagio de el bichito-19.
Este panorama confuso es el que encontrarán los partidos catalanes en su reunión del viernes en Barcelona. En la cita deberán debatir una solución consensuada aunque la decisión final la adoptará el gobierno catalán mediante un decreto que puede ser impugnado luego ante la Junta Electoral. En estos momentos, según ha podido saber este diario, la fecha con la que se trabaja en los partidos de la oposición, en caso de aplazamiento electoral, es la del 30 de mayo, es decir, dos meses y medio después del 14-F.
Recordemos en Francia:
La exministra de Sanidad de Macron le critica por autorizar las municipales
Francia echa el cierre y Macron retrasa la segunda vuelta de las elecciones municipales
Hace solo unos meses el tiparraco decía esto:
Illa: ''No será una Navidad normal, sino diferente y con distancia''
O sea, que hizo falta distanciar a las familias en Navidad nada menos, pero las elecciones sí pueden hacerse con "normalidad"?
Y con las cifras de ayer:
España seguirá sin confinarse pese a tener el dato de nuevos contagios más alto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo
Esto ya es SURREALISTA.
España registra un exceso de 80.202 muertes desde el inicio del el bichito
Pues nada, para el señor menestro de Sanidad las elecciones puñeteronómicas hay que 'celebrarlas' sí o sí:
El PSC, aislado defendiendo las elecciones el 14-F para proteger el «efecto Illa»
El PSC, aislado defendiendo las elecciones el 14-F para proteger el «efecto Illa»
A dos días para que los partidos catalanes se reúnan para decidir si se posponen las elecciones autonómicas del 14-F por la expansión del cobi19, las distintas formaciones empiezan a clarificar sus posiciones. En estos momentos, el PSC y los comunes son los únicos dispuestos a mantener la fecha actual: el segundo domingo de febrero. Los de Iceta buscan proteger la posición de su candidato, Salvador Illa, que ha prometido que no dimitirá de su cargo como ministro de Sanidad hasta que empiece la campaña, mientras que los de Iglesias quieren sortear el desgaste electoral que supone estar en estos momentos en la sala de máquinas del Gobierno.
En las últimas horas, buena parte de las formaciones han deslizado -en público o en privado- sus opiniones contrarias a mantener la fecha actual. Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, ha pedido hoy en TV3 un acuerdo para atrasar los comicios y celebrarlos «cuando pase la tercera ola, y no en medio». «Somos conscientes de que alargar este Govern es malo para Cataluña, pero lo primero es la vida», ha apuntado en una entrevista en la que ha acusado a los socialistas catalanes de no querer atrasar las elecciones por miedo a que su cambio de candidato sea «insostenible». Según Arrimadas, el pico de contagios de la tercera ola coincidiría con el comienzo de la campaña.
En el otro extremo del espectro político catalán, la candidata de la CUP, Dolors Sabater, se ha mostrado también favorable de tumbar la fecha actual. En unas declaraciones al canal de información continua de TV3, anoche, señaló que al aplazamiento debía ser inmediato y urgente «por responsabilidad» ante el aumento de contagios. Esta será la posición de la CUP en la reunión de partidos y el gobierno catalán del viernes en la que, previsiblemente, se decidirá el futuro de las elecciones.
Aunque de forma más discreta, los partidos que conforman el gobierno catalán, Junts y ERC, también están moviendo sus posiciones hacia la defensa de posponer las elecciones. Así, fuentes de ERC consultadas por ABC apuntaban esta semana a que su posición también estaba basculando hacia la idea de postergar las elecciones, especialmente teniendo en cuenta los malos datos sobre la evolución de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo en Cataluña. En Junts, por su parte, se ha ido mutando la posición, aunque siempre han sido mayoría los partidarios de aplazar los comicios con la idea de ganar tiempo para consolidar su campaña y su candidata, Laura Borràs.
La posición del PSC y el Gobierno
Este panorama deja al PSC y los comunes solos defendiendo la fecha actual. Ya ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Illa asumió que el mes de enero «será muy complicado», pero descartó que la situación de la tercera ola recomiende ir a una estrategia de confinamiento estricto que haría inviable la campaña y las elecciones. «Las comunidades autónomas han tomado medidas adecuadas para reducir el aumento de casos. Sabemos lo que hay que hacer y estamos haciéndolo», defendió.
A su vez, el PSC ha defendido estos días que no hay motivo para aplazar las elecciones mientras la gente tiene que ir a trabajar. Hoy mismo, la dirigente socialista Eva Granados ha dicho en el Parlament que sin un confinamiento domiciliario el aplazamiento «no está justificado». En la misma dirección se ha expresado el Gobierno. No en vano, desde el equipo de Illa se ha venido explicando que ellos solo entenderían el aplazamiento electoral en caso de producirse un confinamiento domiciliario. Y en tanto que este extremo es rechazado su postura se mantiene contraria al aplazamiento.
Posponer las elecciones dejaría a Illa como uno de los grandes damnificados. No en vano, el PSC buscaba llegar al 14-F con el impulso producido por su candidatura. Pero este efecto sorpresa, que se acompaña de un efecto «luna de miel» en las encuestas, se vería lastrado si el proceso se alarga hasta el verano. Un retraso de las elecciones también alteraría sustancialmente los planes del Gobierno. Fuentes del Ejecutivo venían siendo muy claras respecto a que, por una cuestión de plazos, la decisión sobre los indultos a los presos del 1-O tendría que esperar a después de los comicios. Algo que les permitía centrar la campaña en el anhelo de recoger importantes bolsas de votantes huérfanos de Ciudadanos.
Podemos ha mantenido un notable silencio en esta cuestión pero la candidata de los de Iglesias en Cataluña, Jéssica Albiach, ha señalado este miércoles en la sesión parlamentaria de la Diputación Permanente que ve bien la decisión adoptada y defendida por los sindicatos y la patronal, que en las últimas horas se han posicionado a favor de la celebración de las elecciones autonómicas el 14-F al no ver razones para su suspensión.
El PP, a favor de la nueva fecha
Más allá de las conjeturas y los cálculos, desde el PP catalán, según fuentes del partido consultadas por ABC, se impone la idea de que las elecciones, finalmente, se aplazarán. Los de Alejandro Fernández, candidato popular a la Generalitat, opinan que una suspensión no tendrá consecuencias electorales para ellos, pero sí han mostrado preocupación por «el miedo» que en la población mayor (de más de 70 años) se pueda generar al acudir a votar con un alto índice de contagio de el bichito-19.
Este panorama confuso es el que encontrarán los partidos catalanes en su reunión del viernes en Barcelona. En la cita deberán debatir una solución consensuada aunque la decisión final la adoptará el gobierno catalán mediante un decreto que puede ser impugnado luego ante la Junta Electoral. En estos momentos, según ha podido saber este diario, la fecha con la que se trabaja en los partidos de la oposición, en caso de aplazamiento electoral, es la del 30 de mayo, es decir, dos meses y medio después del 14-F.
Recordemos en Francia:
La exministra de Sanidad de Macron le critica por autorizar las municipales
Francia echa el cierre y Macron retrasa la segunda vuelta de las elecciones municipales
Hace solo unos meses el tiparraco decía esto:
Illa: ''No será una Navidad normal, sino diferente y con distancia''
O sea, que hizo falta distanciar a las familias en Navidad nada menos, pero las elecciones sí pueden hacerse con "normalidad"?
Y con las cifras de ayer:
España seguirá sin confinarse pese a tener el dato de nuevos contagios más alto de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo
Esto ya es SURREALISTA.
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