Poseidón
Dios Caído
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El invierno ha llegado a Poniente y Sansa Stark se reunió ayer con los fans de Juego de tronos en Madrid en el día después del estreno del último capítulo de la sexta temporada en Canal+ Series, un episodio que, según los datos de HBO en Estados Unidos, batió el récord de audiencia de la serie con 8,9 millones de espectadores en aquel país. Obtuvo casi 800.000 seguidores más que en su récord anterior, al final de la anterior temporada, nada sorprendente dada la gran altura dramática y épica alcanzada por los dos últimos episodios, La batalla de los bastardos y Vientos de invierno.
Sophie Turner (Northampton, 1996), la actriz que encarna a la hija del decapitado Ned Stark, protagonizó ayer un encuentro con los fans para hablar de su personaje, uno de los que más ha evolucionado a lo largo de la serie y, de forma especial, en los diez capítulos más recientes. De ser una niña ha pasado a ser una mujer «fuerte», además de «insensible», «sádica» y «manipuladora». Para la actriz, el día que mejor lo pasó en el rodaje fue aquel que compartió con los perros de Ramsay Bolton, entre otras cosas porque, según aseguró, ya nada de lo que pueda ocurrir en la serie le choca.
Turner aseguró que el éxito de Juego de tronos está en el «equilibrio perfecto» entre fantasía y realidad. «La fantasía aporta la dosis justa de evasión que es necesaria en el mundo en el que vivimos, mientras que los elementos humanos hacen que todo el mundo se vea un poco a sí mismo en la serie», explicó a Efe.
Además, otra de las claves que, en su opinión, conectan con el público es el modo en que se representan las tramas de poder: «Es una serie muy política que permite relacionar lo que ocurre en ella con hechos históricos y de actualidad», sostiene. Para ella, «Juego de Tronos es una serie feminista porque estas mujeres han logrado romper las barreras sociales del patriarcado de su época».
La actriz prometió no saber nada de lo que ocurrirá en la séptima temporada tras los últimos acontecimientos ocurridos en Invernalia, entre otras cosas porque con frecuencia a los actores les dan guiones y pistas falsos sobre el futuro de sus personajes. «En la cuarta temporada me dijeron que iba a tener una historia de amor y llegó Ramsay».
La joven Sophie Turner asegura haber «crecido junto a su personaje»: «Tanto Sansa como yo estamos tratando de buscar nuestro camino, aunque ella lo está haciendo de forma mucho más rápida y mejor», bromeó. En cuanto a la relación de su personaje con su hermano poco agraciado, Jon Nieve (Kit Harrington), que ha ganado importancia en la temporada que acaba de concluir, la británica sostiene que ha «ralentizado» y «limitado» la evolución de Sansa en algunos aspectos, aunque también le ha dado el «poder de hablar claro».
«'Juego de tronos' es feminista y rompe con el patriarcado»
8:8:
Sophie Turner (Northampton, 1996), la actriz que encarna a la hija del decapitado Ned Stark, protagonizó ayer un encuentro con los fans para hablar de su personaje, uno de los que más ha evolucionado a lo largo de la serie y, de forma especial, en los diez capítulos más recientes. De ser una niña ha pasado a ser una mujer «fuerte», además de «insensible», «sádica» y «manipuladora». Para la actriz, el día que mejor lo pasó en el rodaje fue aquel que compartió con los perros de Ramsay Bolton, entre otras cosas porque, según aseguró, ya nada de lo que pueda ocurrir en la serie le choca.
Turner aseguró que el éxito de Juego de tronos está en el «equilibrio perfecto» entre fantasía y realidad. «La fantasía aporta la dosis justa de evasión que es necesaria en el mundo en el que vivimos, mientras que los elementos humanos hacen que todo el mundo se vea un poco a sí mismo en la serie», explicó a Efe.
Además, otra de las claves que, en su opinión, conectan con el público es el modo en que se representan las tramas de poder: «Es una serie muy política que permite relacionar lo que ocurre en ella con hechos históricos y de actualidad», sostiene. Para ella, «Juego de Tronos es una serie feminista porque estas mujeres han logrado romper las barreras sociales del patriarcado de su época».
La actriz prometió no saber nada de lo que ocurrirá en la séptima temporada tras los últimos acontecimientos ocurridos en Invernalia, entre otras cosas porque con frecuencia a los actores les dan guiones y pistas falsos sobre el futuro de sus personajes. «En la cuarta temporada me dijeron que iba a tener una historia de amor y llegó Ramsay».
La joven Sophie Turner asegura haber «crecido junto a su personaje»: «Tanto Sansa como yo estamos tratando de buscar nuestro camino, aunque ella lo está haciendo de forma mucho más rápida y mejor», bromeó. En cuanto a la relación de su personaje con su hermano poco agraciado, Jon Nieve (Kit Harrington), que ha ganado importancia en la temporada que acaba de concluir, la británica sostiene que ha «ralentizado» y «limitado» la evolución de Sansa en algunos aspectos, aunque también le ha dado el «poder de hablar claro».
«'Juego de tronos' es feminista y rompe con el patriarcado»
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