Cens0r
Antiimperialista
No es ningún secreto que la izquierda posmoderna española domina el mundo de las ideas mediante el uso de un vocabulario que ella ha establecido. Es la hegemonía cultural. Incluso quienes se oponen a esta izquierda generalmente entran en ese juego sin siquiera darse cuenta. Estos opositores argumentan contra la izquierda empleando palabras que ésta monopoliza. Están perdidos de antemano en la guerra de la propaganda.
Ha quedado claro que las palabras son mucho más importantes que los hechos objetivos. Estaría bien realizar un glosario de las palabras de las que se han apropiado e intentar ofrecer una definición objetiva enfrentándola a las sensaciones que provoca en personas no precavidas.
Por ejemplo:
Ultraderecha. La diferencia entre derecha e izquierda es la intervención del estado en la vida privada de los súbditos. La izquierda tiende a controlar la vida privada mientras que la derecha la respeta. Por lo tanto la ultraderecha son los anarcocapitalistas mientras que la ultraizquierda son los comunistas. Sin embargo nazis y fascistas también son totalitarios con diferencias doctrinales pero en esencia lo mismo en cuanto a libertad personal.
La izquierda española utiliza a los medios subvencionados para adjetivar a toda persona o toda idea que no se pliegue totalmente a su doctrina como derecha o ultraderecha. En este caso las palabras no quieren decir nada, son significantes vacíos de semántica. Su utilidad es evocar sentimientos y relacionarlas con otras palabras como malo, franquista, nancy, fascista, de derechas, xenófobo, etcétera dependiendo del contexto. Así que derecha es malo y extrema derecha es muy malo.
Es una técnica de propaganda muy conocida que se basa en apelar a los sentimientos y anular la razón. Cuando se atrapa a la presa es imposible aportar datos empíricos o usar la razón para desengañarla.
Luego sigo con una palabra sagrada de la izquierda: democracia. Pero invito a quien quiera a opinar o disertar sobre otras palabras mágicas.
Ha quedado claro que las palabras son mucho más importantes que los hechos objetivos. Estaría bien realizar un glosario de las palabras de las que se han apropiado e intentar ofrecer una definición objetiva enfrentándola a las sensaciones que provoca en personas no precavidas.
Por ejemplo:
Ultraderecha. La diferencia entre derecha e izquierda es la intervención del estado en la vida privada de los súbditos. La izquierda tiende a controlar la vida privada mientras que la derecha la respeta. Por lo tanto la ultraderecha son los anarcocapitalistas mientras que la ultraizquierda son los comunistas. Sin embargo nazis y fascistas también son totalitarios con diferencias doctrinales pero en esencia lo mismo en cuanto a libertad personal.
La izquierda española utiliza a los medios subvencionados para adjetivar a toda persona o toda idea que no se pliegue totalmente a su doctrina como derecha o ultraderecha. En este caso las palabras no quieren decir nada, son significantes vacíos de semántica. Su utilidad es evocar sentimientos y relacionarlas con otras palabras como malo, franquista, nancy, fascista, de derechas, xenófobo, etcétera dependiendo del contexto. Así que derecha es malo y extrema derecha es muy malo.
Es una técnica de propaganda muy conocida que se basa en apelar a los sentimientos y anular la razón. Cuando se atrapa a la presa es imposible aportar datos empíricos o usar la razón para desengañarla.
Luego sigo con una palabra sagrada de la izquierda: democracia. Pero invito a quien quiera a opinar o disertar sobre otras palabras mágicas.