AZOTEDELANGOSTASYREMEROS
Nadapasista
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Prigozhin y Lukashenko mantuvieron una conversación "masculina" que haría "llorar a cualquier progenitora
Parece que una llamada del Presidente bielorruso Alexander Lukashenko puede haber contribuido a poner fin al motín del fin de semana en Rusia.
La agencia estatal de noticias bielorrusa Belta informó de que Vladimir pilinguin telefoneó a Lukashenko el sábado por la mañana, cuando la situación era más grave.
Un propagandista del gobierno bielorruso, Vadim Gigin, declaró a los medios de comunicación favorables al Kremlin que pilinguin se mostró "escéptico sobre la posibilidad de entablar negociaciones y dudaba de que Yevgeny Prigozhin descolgara el teléfono, ya que en ese momento no hablaba con nadie".
Pero el presidente ruso accedió a mediar y Lukashenko telefoneó al jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, que lideraba el motín.
La conversación entre ambos fue "muy difícil", según Gigin.
"Inmediatamente soltaron cosas tan vulgares que harían llorar a cualquier progenitora. La conversación fue dura y, como me dijeron, masculina".
Por supuesto, los medios de comunicación bielorrusos, controlados por el Estado, estarían motivados para presentar a Lukashenko como el responsable del fin de la rebelión, y otras explicaciones de por qué Prigozhin abandonó su marcha a Moscú han dado poco crédito al líder bielorruso.
Pero el propio Prigozhin afirmó en su última declaración que Lukashenko le había "tendido la mano y se había ofrecido a encontrar soluciones para que Wagner siguiera operando en una jurisdicción legítima".
Parece que una llamada del Presidente bielorruso Alexander Lukashenko puede haber contribuido a poner fin al motín del fin de semana en Rusia.
La agencia estatal de noticias bielorrusa Belta informó de que Vladimir pilinguin telefoneó a Lukashenko el sábado por la mañana, cuando la situación era más grave.
Un propagandista del gobierno bielorruso, Vadim Gigin, declaró a los medios de comunicación favorables al Kremlin que pilinguin se mostró "escéptico sobre la posibilidad de entablar negociaciones y dudaba de que Yevgeny Prigozhin descolgara el teléfono, ya que en ese momento no hablaba con nadie".
Pero el presidente ruso accedió a mediar y Lukashenko telefoneó al jefe de Wagner, Yevgeny Prigozhin, que lideraba el motín.
La conversación entre ambos fue "muy difícil", según Gigin.
"Inmediatamente soltaron cosas tan vulgares que harían llorar a cualquier progenitora. La conversación fue dura y, como me dijeron, masculina".
Por supuesto, los medios de comunicación bielorrusos, controlados por el Estado, estarían motivados para presentar a Lukashenko como el responsable del fin de la rebelión, y otras explicaciones de por qué Prigozhin abandonó su marcha a Moscú han dado poco crédito al líder bielorruso.
Pero el propio Prigozhin afirmó en su última declaración que Lukashenko le había "tendido la mano y se había ofrecido a encontrar soluciones para que Wagner siguiera operando en una jurisdicción legítima".
