O rianxeiro
Madmaxista
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Fuente al final.
EL CINTURÓN VERDE.
*Por José Donis
1. Siria
Estando ya cerca de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una gran luz venida del cielo; caí al suelo y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Yo respondí: "¿Quién eres, Señor?" Y él a mí: "Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues". Los que estaban vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo dije: "¿Qué he de hacer, Señor?" Y el Señor me respondió: "Levántate y vete a Damasco; allí se te dirá todo lo que está establecido que hagas". Como yo no veía, a causa del resplandor de aquella luz, conducido de la mano por mis compañeros llegué a Damasco. Un tal Ananías, hombre piadoso según la Ley, bien acreditado por todos los judíos que habitaban allí, vino a verme, y presentándose ante mí me dijo: "Saúl, hermano, recobra la vista". Y en aquel momento le pude ver.
Ananías era uno de los 72 discípulos del Señor, después de bautizar a Pablo fue consagrado obispo de Damasco. Por predicar lo arrestó el gobernador Licinio y lo condenó a fin lapidándolo a las afueras de la ciudad. Hoy, dos mil años después, podemos entrar en su casa, rezar en la capilla y bajar a aquel sótano a cinco metros bajo tierra donde una vez puso su mano sobre los ojos de Pablo, e hizo caer las escamas para que el gran apóstol pudiera, por fin, ver.
Al entrar en la Mezquita de los Omeyas casi parece que estemos en la plaza de san Pedro. Es inmensa y despejada. Es el cuarto lugar sagrado del islam, una mezquita suní... que no está bajo dominio saudí. El alminar más alto se llama Minarete de Jesús. Cualquier cristiano puede entrar, respetuosamente, y rezar en la capilla donde descansa la cabeza de Juan el Bautista. No en vano la mezquita se levanta sobre la anterior catedral bizantina de san Juan Bautista. Juan Pablo II lo hizo en mayo de 2001. Es Siria, bajo su arena descansa Persia, como lo hace bajo Irán e Iraq, que no son árabes, son una cultura milenaria que sufrió la reciente oleada turística árabe fiel a la religión del amora. Es un lugar insólito: allá donde el califa dejó la cabeza que había cortado a Husein (nieto de Mahoma) es ahora lugar de peregrinación chií, ¡en la misma mezquita suní! Un grupo de drusos hacen turismo totalmente ajenos a la mezquita; ellos no tienen templos, ni imam, ni sharía, cuidan orgullosamente de las antiquísimas iglesias cristianas que embellecen sus pueblos. Más allá una familia kurda, de religión yazidí pero no se nota, los kurdos son maestros en el arte de la taqiyya (disimular para que no te maten) y aunque son descendientes de Saladino recuerdan bien que un kurdo siempre es asesinable para los mahometanos, ni que se llame Benazir Bhutto y sea primera ministra de Pakistán. Pero no en Siria, gobernada por una minoría alauí, una secta del chiismo de la que sería excesivo decir que son fiel a la religión del amores.
Siria cuenta con una treintena de pueblos cristianos cuya lengua es el arameo. Tanto la Navidad como la Semana Santa son fiestas nacionales sirias. Dejando la gran ciudad por el noroeste, a una cincuentena de kilómetros, está Maalula, con sus casas de arena azul. Son católicos, como nosotros… pero no iguales: solo en Siria podemos participar en la misa repitiendo las palabras exactas de Jesús, en el idioma que Él hablaba, arameo. Solo en Siria se puede hacer el sacrificio de la misa en un templo del año 300 pronunciando las mismas palabras que hablaba la Virgen María. En ese increíble país podemos pisar las piedras que cambian de tonalidad en Palmyra, capital de la reina Zenobia, el Crac de los Caballeros, la fortaleza cruzada mejor conservada de Oriente, el anfiteatro romano de Bosra, para 15.000 personas, el mejor conservado del mundo, o la columna de 20 metros sobre la que san Simeón el Estilita pasó 37 años. No hace falta salir de Damasco, ni siquiera del barrio con la mezquita. Al dejar el gran monumento Omeya por la gran vía que ordenaba la ciudad antigua, patrimonio de la Humanidad, el Decumanus maximus o decumano romano, se entra sin solución de continuidad en el barrio cristiano de Damasco, lleno de tiendas, hoteles, bares, donde los cristianos viven sin ninguna discriminación. Preside Bab Touma (la monumental puerta de Tomás), y en la parte este, Bab Sharqi, con el zoco cubierto y su famosa puerta del año 200 antes de Cristo. Huele a tabaco y buñuelos, a sésamo y yogur, a artesano viejo y guapas mujeres. Por menos de cinco euros se puede comer estupendamente regando los manjares orientales con un buen vino mediterráneo, y después a la tetería, a tomar café y fumar un narguile por precios de risa. Al final de la calle se encuentra la casa de Ananías, y allí debajo, el sótano bíblico donde Pablo vio la luz. Es Siria, un país que acoge y respeta decenas de cultos distintos en paz. Ahora toca arrasar Siria porque así lo quiere Arabia Saudí. Vamos a “liberarlos” para que puedan matarnos democráticamente.
2. El vídeo que nadie ha visto
Un tipo al que nadie conoce hace una película casera que nadie ha visto, en la que presumiblemente cuenta anécdotas muy conocidas sobre el fundador de la primera secta islámica. Como resultado un montón de muertos. El embajador de EUA en Libia torturado, sodomizado y asesinado (lo cuenta el Washington Times). Lo de siempre en el islam. Solo en agosto pasado los islamistas asesinaron a casi 1.000 personas e hirieron gravemente a unas 1.500. Casi todas las víctimas eran fiel a la religión del amoras, a destacar las bombas suicidas sunitas contra chiíes en Irak o los ataques contra mujeres y niños en Afganistán. El mes anterior fue igual, y el siguiente será lo mismo. Cada mes hay entre cinco y diez 11-M para mayor gloria de la religión de paz, y las muertes atribuidas, falsamente, a supuestas reacciones por un vídeo casero que nadie ha visto, son apenas una decena entre miles. La cuestión se reduce a que, cada día, miles de individuos salen a la calle convencidos de que pueden quitar la vida a cualquier persona en nombre de su dios, el islam o el camello de Mahoma, da igual. Quitar la vida, decidir que otro debe morir, apiolar a un ser humano para que ellos puedan ponerse ojo ciego en pompa.
Hillary Clinton afirma que ese vídeo que no ha visto es "da repelúsnte". Supongamos que lo sea, ¿y qué? Más claro lo ha tenido el presidente de Egipto, que habla de "crímenes contra la Humanidad" (el vídeo que no ha visto, no los asesinatos). Hillary Clinton, sobre el asesinato del embajador, se pregunta: "¿Cómo pudo pasar en un país que ayudamos a liberarse?". El desconcierto de la administración Obama es absoluto. Mientras en Europa tenemos una legión de progresistas adoradores del Nobel de la paz, que defienden la primavera islamista, papeles para todos, alianza de civilizaciones y puertas abiertas para cualquier viajero, el cuadragésimo cuarto presidente de USA no solo ha mantenido Guantánamo (junto a decenas de prisiones secretas, en su mayoría navales) y se ha metido en media docena de guerras, sino que ha sido el único presidente capaz de convertir una gran victoria en una derrota humillante, pactando con los talibanes. Pero es progresista, o eso dicen los de la conjunción planetaria, solo él podía expulsar en sus primeros tres años a 1,2 millones de pagapensiones ilegales hispanos (1), más que ningún otro presidente desde los años 50. Hay que imaginar las reacciones de los invictus ante un Mariano Rajoy que expulsara de España a 1.200.000 pagapensiones sin papeles, la niña del exorcista sería un encanto a su lado.
Barak Hussein Obama tiene el récord absoluto de expulsión de pagapensiones y gravísimas responsabilidades por cómo deja Iraq, Afganistán y todo Oriente Medio. La política del desistimiento tiene siempre consecuencias. Las veremos en unas inminentes elecciones donde, por un lado, ya es tarde para que Obama rectifique, y por el otro, las presiones del ala más dura forzarían al candidato Romney a extremar sus posiciones. Pero todo ello carece de importancia, las elecciones americanas se ganan cuando Michelle Obama irrumpe en televisión diciendo que su marido es muy bueno y lo quiere mucho. Fin de la historia.
3. Ups, el petróleo
Hasta 1953 podía considerarse a los Estados Unidos de América como la nación más anticolonialista. Su propia historia e independencia no fueron sino lucha sin cuartel contra el colonialismo europeo. Pero en 1953 todo cambió. Fue la primera vez que los USA dieron un golpe de Estado en un país extranjero, Irán, para derrocar al primer ministro -elegido democráticamente- e instaurar una dictadura amiga. El tiempo de los caballeros terminó. Mohammed Mosaddeq era un liberal y convencido demócrata que había osado nacionalizar el petróleo, hasta entonces propiedad británica, y lo cambiaron por un sátrapa igual de sanguinario que su padre pero que, al contrario que Reza Pahlevi, destacaba por su cobardía. En Reino Unido Churchill era una vieja gloria y Harry Truman, que se había negado al golpe pedido por los británicos, dejó paso a Eisenhower, el golpista. Cuando el nuevo presidente de USA desfiló en coche descubierto por la Gran Vía madrileña, miles de personas gritaban entusiasmadas: I-Ke I-Ke I-Ke (así en castizo, y-qué). La única razón para perpetrar aquella barbaridad fue asegurar que el petróleo iraní fuera propiedad de los ingleses, y ahí, en la Operación Ajax para derrocar a Mohammed Mosaddeq, nació la British Petroleum (BP), exactamente igual como años antes fundaron el Banco de Inglaterra con los saqueos del pirata Drake al imperio español.
El resto de la historia en Irán es bien conocida. Aquella mala bestia glamurosa y moderna abrió paso a la dictadura de los ayatolas, recibida por el progresismo europeo con tanto entusiasmo como después recibirían a Pol Pot. Ahora nuestro "amigo" ya no es Irán, sino la más férrea dictadura que pueda imaginarse, Arabia Saudí. Son tan amigos nuestros que toda la importación de petróleo saudí fue negociada por el delincuente convicto Colón de Carbajal para que el rey de España cobrase una comisión por barril de petróleo, igual como haría posteriormente el monarca con la Venezuela de Chávez mientras los altos cargos de Zapatero se forraban vendiendo armas al tirano venezolano (12 millones de euros y viva la revolución bolivariana). Y llegó la derecha, qué bien, ahora nos subirán impuestos en 2.700 millones y quitarán la tarifa protegida de la luz, para que los socios de Montoro se sigan forrando con el timo de la energía ecológica. Lo del rey es una anécdota en el mar de corrupción petrolera y energética, son muchos los que cobran por defender a Arabia Saudí, y son muchos más los que se llenan el bolsillo defendiendo los intereses de jovenlandia, empezando por Felipe González.
Precisamente fue Felipe González el que advirtió a Sabino Fernández Campo sobre que robar está bien, pero no tanto: "¡Y dile a Manolo que se conforme con el 2%, porque cobrar el 20% es una barbaridad...!"... De cada barril. Manolo era el ilustre descendiente de Cristóbal Colón, Manuel Prado y Colón de Carvajal, que dedicó su vida básicamente al delito y la mamandurria de altos vuelos.
Con la primera oleada turística de Iraq robaron 55.000 millones de pesetas que la Kuwait Investment Office (KIO) mantenía en las cuentas de su filial española, el Grupo Torras. Fue el escándalo de KIO. Javier de la Rosa reconoció en declaración jurada ante la Corte de Londres haber entregado a Manuel Prado y Colón de Carvajal 160 millones de dólares, y el nuevo Colón reconoció 100 millones. Pequeñas condenas simbólicas y casación en el Supremo, casi absolviendo a Colón, mientras que Javier de la Rosa llegó a compartir módulo en Alcalá Meco con otro conocido delincuente de la misma banda, Mario Conde, quien después de perpetrar el antenicidio junto a Javier Polanco fue abandonado por sus protectores prisáicos y condenado por chorizo. Colón nunca perdió el favor de la banda, hubo incluso un voto particular intentando exonerarle por prescripción del delito, el de Enrique Bacigalupo, juez al dictado de Felipe González y Jesús Polanco, el mismo juez que echó de la carrera judicial a Javier Gómez de Liaño, condenándole sin pruebas por haber osado meterse con PRISA. Posteriormente el señor Colón fue condenado por otros delitos, la operación Wardbase o el caso Gran Tibidabo. Llegó a entrar en prisión, pero no se asusten, a los dos meses salió en libertad. La familia bien, gracias. Cuando Rodríguez Zapatero orquestó la operación para apropiarse de Endesa, la cosa terminó entregando la mayor eléctrica española en manos del Estado italiano, al Ente Nazionale per l'Energía eLettrica (Enel), que el 24 de marzo de 2009 nombró presidente a Borja Prado Eulate, hijo de Manuel. Si sale cara, ganan, si sale cruz, perdemos.
Y ahora, porque lo manda Arabia Saudí, toca acabar con Siria, para dar una patada a los iraníes en el ojo ciego de los sirios. Aventar un avispero no suele ser buena idea, salvo si cuentas con enormes reservas de petróleo, como sucede en EUA o Rusia, y si el gran pagano europeo está controlado por bandas de saqueadores. Ambas condiciones se cumplen a rajatabla.
Europa está siendo sitiada por un cinturón yihadista muy peligroso, consecuencia directa de la primavera islamista. Por el momento, el último agujero en el cinturón se llama Siria. Pronto, muy pronto, el cinturón estará casi completo, a falta de desestabilizar jovenlandia. El peor escenario imaginable para España. A solo una hora de avión tendremos mil millones de almas cuyo principal objetivo es acabar con Occidente.
http://www.diarioelaguijon.com/noticia.asp?ref=5792
EL CINTURÓN VERDE.
*Por José Donis
1. Siria
Estando ya cerca de Damasco, hacia el mediodía, me envolvió de repente una gran luz venida del cielo; caí al suelo y oí una voz que me decía: "Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?" Yo respondí: "¿Quién eres, Señor?" Y él a mí: "Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues". Los que estaban vieron la luz, pero no oyeron la voz del que me hablaba. Yo dije: "¿Qué he de hacer, Señor?" Y el Señor me respondió: "Levántate y vete a Damasco; allí se te dirá todo lo que está establecido que hagas". Como yo no veía, a causa del resplandor de aquella luz, conducido de la mano por mis compañeros llegué a Damasco. Un tal Ananías, hombre piadoso según la Ley, bien acreditado por todos los judíos que habitaban allí, vino a verme, y presentándose ante mí me dijo: "Saúl, hermano, recobra la vista". Y en aquel momento le pude ver.
Ananías era uno de los 72 discípulos del Señor, después de bautizar a Pablo fue consagrado obispo de Damasco. Por predicar lo arrestó el gobernador Licinio y lo condenó a fin lapidándolo a las afueras de la ciudad. Hoy, dos mil años después, podemos entrar en su casa, rezar en la capilla y bajar a aquel sótano a cinco metros bajo tierra donde una vez puso su mano sobre los ojos de Pablo, e hizo caer las escamas para que el gran apóstol pudiera, por fin, ver.
Al entrar en la Mezquita de los Omeyas casi parece que estemos en la plaza de san Pedro. Es inmensa y despejada. Es el cuarto lugar sagrado del islam, una mezquita suní... que no está bajo dominio saudí. El alminar más alto se llama Minarete de Jesús. Cualquier cristiano puede entrar, respetuosamente, y rezar en la capilla donde descansa la cabeza de Juan el Bautista. No en vano la mezquita se levanta sobre la anterior catedral bizantina de san Juan Bautista. Juan Pablo II lo hizo en mayo de 2001. Es Siria, bajo su arena descansa Persia, como lo hace bajo Irán e Iraq, que no son árabes, son una cultura milenaria que sufrió la reciente oleada turística árabe fiel a la religión del amora. Es un lugar insólito: allá donde el califa dejó la cabeza que había cortado a Husein (nieto de Mahoma) es ahora lugar de peregrinación chií, ¡en la misma mezquita suní! Un grupo de drusos hacen turismo totalmente ajenos a la mezquita; ellos no tienen templos, ni imam, ni sharía, cuidan orgullosamente de las antiquísimas iglesias cristianas que embellecen sus pueblos. Más allá una familia kurda, de religión yazidí pero no se nota, los kurdos son maestros en el arte de la taqiyya (disimular para que no te maten) y aunque son descendientes de Saladino recuerdan bien que un kurdo siempre es asesinable para los mahometanos, ni que se llame Benazir Bhutto y sea primera ministra de Pakistán. Pero no en Siria, gobernada por una minoría alauí, una secta del chiismo de la que sería excesivo decir que son fiel a la religión del amores.
Siria cuenta con una treintena de pueblos cristianos cuya lengua es el arameo. Tanto la Navidad como la Semana Santa son fiestas nacionales sirias. Dejando la gran ciudad por el noroeste, a una cincuentena de kilómetros, está Maalula, con sus casas de arena azul. Son católicos, como nosotros… pero no iguales: solo en Siria podemos participar en la misa repitiendo las palabras exactas de Jesús, en el idioma que Él hablaba, arameo. Solo en Siria se puede hacer el sacrificio de la misa en un templo del año 300 pronunciando las mismas palabras que hablaba la Virgen María. En ese increíble país podemos pisar las piedras que cambian de tonalidad en Palmyra, capital de la reina Zenobia, el Crac de los Caballeros, la fortaleza cruzada mejor conservada de Oriente, el anfiteatro romano de Bosra, para 15.000 personas, el mejor conservado del mundo, o la columna de 20 metros sobre la que san Simeón el Estilita pasó 37 años. No hace falta salir de Damasco, ni siquiera del barrio con la mezquita. Al dejar el gran monumento Omeya por la gran vía que ordenaba la ciudad antigua, patrimonio de la Humanidad, el Decumanus maximus o decumano romano, se entra sin solución de continuidad en el barrio cristiano de Damasco, lleno de tiendas, hoteles, bares, donde los cristianos viven sin ninguna discriminación. Preside Bab Touma (la monumental puerta de Tomás), y en la parte este, Bab Sharqi, con el zoco cubierto y su famosa puerta del año 200 antes de Cristo. Huele a tabaco y buñuelos, a sésamo y yogur, a artesano viejo y guapas mujeres. Por menos de cinco euros se puede comer estupendamente regando los manjares orientales con un buen vino mediterráneo, y después a la tetería, a tomar café y fumar un narguile por precios de risa. Al final de la calle se encuentra la casa de Ananías, y allí debajo, el sótano bíblico donde Pablo vio la luz. Es Siria, un país que acoge y respeta decenas de cultos distintos en paz. Ahora toca arrasar Siria porque así lo quiere Arabia Saudí. Vamos a “liberarlos” para que puedan matarnos democráticamente.
2. El vídeo que nadie ha visto
Un tipo al que nadie conoce hace una película casera que nadie ha visto, en la que presumiblemente cuenta anécdotas muy conocidas sobre el fundador de la primera secta islámica. Como resultado un montón de muertos. El embajador de EUA en Libia torturado, sodomizado y asesinado (lo cuenta el Washington Times). Lo de siempre en el islam. Solo en agosto pasado los islamistas asesinaron a casi 1.000 personas e hirieron gravemente a unas 1.500. Casi todas las víctimas eran fiel a la religión del amoras, a destacar las bombas suicidas sunitas contra chiíes en Irak o los ataques contra mujeres y niños en Afganistán. El mes anterior fue igual, y el siguiente será lo mismo. Cada mes hay entre cinco y diez 11-M para mayor gloria de la religión de paz, y las muertes atribuidas, falsamente, a supuestas reacciones por un vídeo casero que nadie ha visto, son apenas una decena entre miles. La cuestión se reduce a que, cada día, miles de individuos salen a la calle convencidos de que pueden quitar la vida a cualquier persona en nombre de su dios, el islam o el camello de Mahoma, da igual. Quitar la vida, decidir que otro debe morir, apiolar a un ser humano para que ellos puedan ponerse ojo ciego en pompa.
Hillary Clinton afirma que ese vídeo que no ha visto es "da repelúsnte". Supongamos que lo sea, ¿y qué? Más claro lo ha tenido el presidente de Egipto, que habla de "crímenes contra la Humanidad" (el vídeo que no ha visto, no los asesinatos). Hillary Clinton, sobre el asesinato del embajador, se pregunta: "¿Cómo pudo pasar en un país que ayudamos a liberarse?". El desconcierto de la administración Obama es absoluto. Mientras en Europa tenemos una legión de progresistas adoradores del Nobel de la paz, que defienden la primavera islamista, papeles para todos, alianza de civilizaciones y puertas abiertas para cualquier viajero, el cuadragésimo cuarto presidente de USA no solo ha mantenido Guantánamo (junto a decenas de prisiones secretas, en su mayoría navales) y se ha metido en media docena de guerras, sino que ha sido el único presidente capaz de convertir una gran victoria en una derrota humillante, pactando con los talibanes. Pero es progresista, o eso dicen los de la conjunción planetaria, solo él podía expulsar en sus primeros tres años a 1,2 millones de pagapensiones ilegales hispanos (1), más que ningún otro presidente desde los años 50. Hay que imaginar las reacciones de los invictus ante un Mariano Rajoy que expulsara de España a 1.200.000 pagapensiones sin papeles, la niña del exorcista sería un encanto a su lado.
Barak Hussein Obama tiene el récord absoluto de expulsión de pagapensiones y gravísimas responsabilidades por cómo deja Iraq, Afganistán y todo Oriente Medio. La política del desistimiento tiene siempre consecuencias. Las veremos en unas inminentes elecciones donde, por un lado, ya es tarde para que Obama rectifique, y por el otro, las presiones del ala más dura forzarían al candidato Romney a extremar sus posiciones. Pero todo ello carece de importancia, las elecciones americanas se ganan cuando Michelle Obama irrumpe en televisión diciendo que su marido es muy bueno y lo quiere mucho. Fin de la historia.
3. Ups, el petróleo
Hasta 1953 podía considerarse a los Estados Unidos de América como la nación más anticolonialista. Su propia historia e independencia no fueron sino lucha sin cuartel contra el colonialismo europeo. Pero en 1953 todo cambió. Fue la primera vez que los USA dieron un golpe de Estado en un país extranjero, Irán, para derrocar al primer ministro -elegido democráticamente- e instaurar una dictadura amiga. El tiempo de los caballeros terminó. Mohammed Mosaddeq era un liberal y convencido demócrata que había osado nacionalizar el petróleo, hasta entonces propiedad británica, y lo cambiaron por un sátrapa igual de sanguinario que su padre pero que, al contrario que Reza Pahlevi, destacaba por su cobardía. En Reino Unido Churchill era una vieja gloria y Harry Truman, que se había negado al golpe pedido por los británicos, dejó paso a Eisenhower, el golpista. Cuando el nuevo presidente de USA desfiló en coche descubierto por la Gran Vía madrileña, miles de personas gritaban entusiasmadas: I-Ke I-Ke I-Ke (así en castizo, y-qué). La única razón para perpetrar aquella barbaridad fue asegurar que el petróleo iraní fuera propiedad de los ingleses, y ahí, en la Operación Ajax para derrocar a Mohammed Mosaddeq, nació la British Petroleum (BP), exactamente igual como años antes fundaron el Banco de Inglaterra con los saqueos del pirata Drake al imperio español.
El resto de la historia en Irán es bien conocida. Aquella mala bestia glamurosa y moderna abrió paso a la dictadura de los ayatolas, recibida por el progresismo europeo con tanto entusiasmo como después recibirían a Pol Pot. Ahora nuestro "amigo" ya no es Irán, sino la más férrea dictadura que pueda imaginarse, Arabia Saudí. Son tan amigos nuestros que toda la importación de petróleo saudí fue negociada por el delincuente convicto Colón de Carbajal para que el rey de España cobrase una comisión por barril de petróleo, igual como haría posteriormente el monarca con la Venezuela de Chávez mientras los altos cargos de Zapatero se forraban vendiendo armas al tirano venezolano (12 millones de euros y viva la revolución bolivariana). Y llegó la derecha, qué bien, ahora nos subirán impuestos en 2.700 millones y quitarán la tarifa protegida de la luz, para que los socios de Montoro se sigan forrando con el timo de la energía ecológica. Lo del rey es una anécdota en el mar de corrupción petrolera y energética, son muchos los que cobran por defender a Arabia Saudí, y son muchos más los que se llenan el bolsillo defendiendo los intereses de jovenlandia, empezando por Felipe González.
Precisamente fue Felipe González el que advirtió a Sabino Fernández Campo sobre que robar está bien, pero no tanto: "¡Y dile a Manolo que se conforme con el 2%, porque cobrar el 20% es una barbaridad...!"... De cada barril. Manolo era el ilustre descendiente de Cristóbal Colón, Manuel Prado y Colón de Carvajal, que dedicó su vida básicamente al delito y la mamandurria de altos vuelos.
Con la primera oleada turística de Iraq robaron 55.000 millones de pesetas que la Kuwait Investment Office (KIO) mantenía en las cuentas de su filial española, el Grupo Torras. Fue el escándalo de KIO. Javier de la Rosa reconoció en declaración jurada ante la Corte de Londres haber entregado a Manuel Prado y Colón de Carvajal 160 millones de dólares, y el nuevo Colón reconoció 100 millones. Pequeñas condenas simbólicas y casación en el Supremo, casi absolviendo a Colón, mientras que Javier de la Rosa llegó a compartir módulo en Alcalá Meco con otro conocido delincuente de la misma banda, Mario Conde, quien después de perpetrar el antenicidio junto a Javier Polanco fue abandonado por sus protectores prisáicos y condenado por chorizo. Colón nunca perdió el favor de la banda, hubo incluso un voto particular intentando exonerarle por prescripción del delito, el de Enrique Bacigalupo, juez al dictado de Felipe González y Jesús Polanco, el mismo juez que echó de la carrera judicial a Javier Gómez de Liaño, condenándole sin pruebas por haber osado meterse con PRISA. Posteriormente el señor Colón fue condenado por otros delitos, la operación Wardbase o el caso Gran Tibidabo. Llegó a entrar en prisión, pero no se asusten, a los dos meses salió en libertad. La familia bien, gracias. Cuando Rodríguez Zapatero orquestó la operación para apropiarse de Endesa, la cosa terminó entregando la mayor eléctrica española en manos del Estado italiano, al Ente Nazionale per l'Energía eLettrica (Enel), que el 24 de marzo de 2009 nombró presidente a Borja Prado Eulate, hijo de Manuel. Si sale cara, ganan, si sale cruz, perdemos.
Y ahora, porque lo manda Arabia Saudí, toca acabar con Siria, para dar una patada a los iraníes en el ojo ciego de los sirios. Aventar un avispero no suele ser buena idea, salvo si cuentas con enormes reservas de petróleo, como sucede en EUA o Rusia, y si el gran pagano europeo está controlado por bandas de saqueadores. Ambas condiciones se cumplen a rajatabla.
Europa está siendo sitiada por un cinturón yihadista muy peligroso, consecuencia directa de la primavera islamista. Por el momento, el último agujero en el cinturón se llama Siria. Pronto, muy pronto, el cinturón estará casi completo, a falta de desestabilizar jovenlandia. El peor escenario imaginable para España. A solo una hora de avión tendremos mil millones de almas cuyo principal objetivo es acabar con Occidente.
http://www.diarioelaguijon.com/noticia.asp?ref=5792
