Simplísima crítica filosófica sobre One Piece

mahawk

Madmaxista
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31 Mar 2014
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One Piece, en concreto en su versión anime, supone a día de hoy todo un fenómeno social, gente de todo el planeta, y de multitud de países y culturas diferentes parecen obsesionados con lo que ya se puede llamar un auténtico fenómeno de masas.

Un visionado superficial de la serie nos dará cuenta de su estética, de su pretendida profundidad,y sobre todo de la exagerada duración de una serie que ya abarca tres décadas, un contacto con cualquier fan declarado de la serie, nos revelará la devoción, dedicación, erudición, y adoración al autor, Eichiro Oda, que requiere no solo para entender que va, sino para incluso debatir, o discutir qué se está viendo, por lo que el fiel espectador del contenido, enseguida encontrará una nueva manera de dividir la sociedad, los que ven OP, de los que no lo hacen, recordemos que ver OP, no significa simplemente ver unos cuantos episodios, sino haberse visto los aproximadamente 1042 episodios (unos aproximadamente 18756 minutos de vida, en total 13 días de visionado seguidos, habiendo recortado openings y créditos), y a partir de hay se establecen grados, desde los que han revisionado 2, 3, 5...veces la serie, e incluso el tope de gama, los lectores del manga, y los participantes del fenómeno fan, jerarquía controlada primero por el trabajo argumental del autor, y este por las juntas directivas de las empresas que lo dirigen. (Resulta muy risible cuando los fans, hablan del autor como si fuese el que tiene la última palabra, y como si acabar la serie fuese una decisión propia, cuando en realidad está en juego una franquicia valorada en 21 mil millones de dolares, más que James Bond o el Señor de los Anillos).

En mi opinión, este fenómeno está tomando formas muy peligrosas, y está llenando un vacío para una generación, mucho más allá del mero ocio y entretenimiento. Un vacío que en otras culturas es llenado por el nacionalismo, o por la religión, y que está convirtiendo un fenómeno fan, en una masa que absorbe lo que sea que emitan en la serie. (a ver quien es el guapo que tras tragarse 1000 capítulos admite que ha sido una pérdida de tiempo).

Este fenómeno para ser justos tampoco es nuevo, fenómenos fan como Star Wars, Star Trek, o los consumeseries varios siempre han generado tribus urbanas adoctrinadas por su producto, pero OP es por su alcance bastante más peligroso, tanto por el público objetivo al que llega (adolescentes, y especialmente jóvenes adultos de hasta 30 años), como por el contenido, valores e ideología que desprenden la serie y sus personajes, aparentemente infantiles,puros y sin mácula, pero portadores en su contexto de una ideología subjetivista e infantiloide, que no contribuye en nada a la educación ni a la formación de las personas.

Para la crítica,vamos a asumir varios presupuestos de los fans, tanto que Oda es un genio, como que todo está organizado, y es coherente dentro de su universo(que la crítica a la coherencia de unos dibujos animados sea tomada en serio, nos da una imagen de la devoción del aficionado promedio).

La estética de la saga. No me limitaré a decir si es buena o mala, ni hablaré de su calidad de producción, sino que analizaré que tras*mite y nos cuenta el apartado estético de la saga, recordemos que la estética, siempre es un vehículo para los conceptos.

La edad de los personajes es de una juventud exagerada, casi todos son adolescentes, y aunque existen adultos y ancianos, son estos adolescentes los que ya tienen una personalidad, y unos objetivos vitales definidos, y son tratados en igualdad de plano con los adultos, por tanto no existe un concepto de mayoría de edad, y se refleja un mensaje, la opinión del adolescente, o sus ideas son tan válidas, y respetables como las de cualquier adulto, y nadie puede utilizar la edad o la experiencia para decirme que hacer o discutir mis actos.

La ropa es un factor muy importante a analizar, el vestuario es muy creativo, variado, y hay un auténtico esfuerzo por hacer miles de diseños diferentes, incluso en un mismo personaje, es un trabajo digno de elogio. Pero volvamos al mensaje, en OP se sacrifica todo a la imagen, los personajes visten como les place simplemente porque así lo quiere el autor, los estilos son imposibles en su contexto, y le quitan cualquier atisbo de credibilidad al universo, veremos marineras con tacones, hombres de traje en medio de aldeas subdesarrolladas, atuendos sin ningún tipo de utilidad, o abiertamente ridículos o en caso femenino innecesariamente sexualizados...todo un sacrificio a la imagen,al estar guay por estar guay, a nadie le importa que no tenga sentido, o que se genere ropa moderna de la nada. Podemos incluir los personajes fumadores, los cuales fuman porque sí, porque queda bien, que siempre dispongan de tabaco, o que hagan todo mientras fuman refuerza la idea de que es por mera apariencia. Las mujeres salvo excepciones siempre serán modelos perfectamente maquilladas y perfectas, algo muy coherente en los barcos pirata que navegan por alta mar. Todo esto nos lleva a que lo importante es la imagen y la estética, al parecer y no al ser. Yo soy la imagen que compro por medio de mis elecciones. Debemos añadir que los malos visten un uniforme funcional y con sentido, obviamente no les sirve para nada en este universo.

La epistemología, definida como el “papel de la experiencia y la evidencia, especialmente la percepción sensorial, en la formación de ideas y adquisición de conocimiento, sobre la noción de ideas innatas o tradición”, es decir cómo conocemos el mundo, es en OP risible, los personajes parecen hacerse fuertes como si de niveles de un videojuego se tratase, pero no aprenden ningún conocimiento práctico, son siempre el mismo sujeto bonachón y confiable, su visión del mundo es inmediata y basada en primeras impresiones y en EMOCIONES, es decir en lo que una determinada situación o sujeto les hace sentir, ignorando cualquier medida, o hecho racional, una actitud muy similar a la de un perro, o en el mejor de los casos un niño pequeño. Un personaje puede ser un sujeto a eliminar cruelmente por ser irrespetuoso con una mascota, mientras que un jefe pirata que basa su poder en la opresión de miles, y es un malo que va muy bien vestido y mantiene una actitud muy seria, es en cambio digno de respeto. Por tanto los personajes basan su conocimiento en hechos presenciales e inmediatos, y no en la realidad. Una actitud muy presente en la actualidad donde uno se define por su imagen, o por lo que pretende ser. En un universo así valdría con ser muy educado y amable para que nadie juzgue tus actos. Ahora, como tengas razón y alces la voz, se te aplastara por perturbar la paz social, o no dar una imagen aceptable, todo muy japonés, un país que todos admiran, y que nadie sabe que dejó de llamar DIOS a su emperador en 1945, algo que en Occidente no se hace desde hace milenios.

Esta percepción, nos lleva a la ética, a los valores que desprende la serie y al concepto mismo del bien y del mal, es OP una serie en la que se juzga a la persona por sus actos inmediatos, y especialmente por sus actos visibles, es por tanto un universo donde el mayor malo se vería redimido por un oportuno acto de dulzura. La serie jamás premia juicios elaborados, sino impresiones. Es curioso el contraste entre la visión rebelde de los protagonistas contra la ley imperial, y su jovenlandesal puritana basada en...lo oportuno del argumento. Los protagonistas parecen tener todos un código común de valores predefinidos sin base, normalmente se trata de una síntexis de la jovenlandesal propia del autor, un hombre japonés educado en el mundo contemporáneo, esto por supuesto no constituye en sí un problema en un producto de ocio, pero dada la trascendencia que la gente le otorga y la influencia subconsciente que puede tener en la mente de millones de personas resalta por lo infantil y lo poco elaborado de la ética, y jovenlandesal dentro de este particular universo.

La política, entendida como la relación entre las personas y la sociedad que emana de estos valores no puede resultar mas caótica o inverosímil, mayormente los protagonistas son piratas por que se definen como piratas, ya que no practican el acto de piratería en sí (de nuevo me defino por mis palabras y no por mis hechos consumados), se enfrentan a la marina la cual es malvada por alguna abstracta razón, siendo todo un batiburrillo de facciones basadas completamente en la estética y sin una función lógica. La economía parece ser capitalista, se emplea el Berry como moneda (trasunto del dólar) y todo el mundo parece abastecido, y con una disponibilidad enorme de recursos, aspecto absurdo ya que el propio universo impide la creación de redes comerciales estables y navegables, simplemente aspectos como la economía dan completamente igual, otra idea especialmente nociva para la mayoría de audiencia, ahorro, previsión inversión, rentabilidad...a quién le importan cuando una institución estatal o unos padres consentidos son los que ponen el pan encima de la mesa.

Esto es un breve resumen de las coordenadas filosóficas que se respiran en la serie. Todo hay que decir que son defectos completamente presentes en la mayoría de ficciones, y que es absurdo exigir coherencia, y buenos valores a una producto diseñado para niños y adolescentes, es por tanto esta una crítica al fenómeno fan que se toma OP como algo serio, un referente o una obra igual o superior a la Biblia (palabras reales de un fan), y no pretendo criticar ni al autor, ni al aficionado que disfruta de la obra sabiendo de sus limitaciones, y de su objeto, ¿Quien no lo ha hecho alguna vez?

Es por tanto en mi opinión un peligro que las personas otorguen tal estatuto de centralidad a una obra juvenil, es una revelación más sobre el enorme vació existente en las vidas de una juventud destinada a una vida de sucedáneos, series en lugar de una cultura propia, mascotas en lugar de hijos, comida sarama en lugar de alimentos, y un largo etcétera del sucedáneo de vida que nos estamos comiendo en Occidente.
 
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One Piece, en concreto en su versión anime, supone a día de hoy todo un fenómeno social, gente de todo el planeta, y de multitud de países y culturas diferentes parecen obsesionados con lo que ya se puede llamar un auténtico fenómeno de masas.

Un visionado superficial de la serie nos dará cuenta de su estética, de su pretendida profundidad,y sobre todo de la exagerada duración de una serie que ya abarca tres décadas, un contacto con cualquier fan declarado de la serie, nos revelará la devoción, dedicación, erudición, y adoración al autor, Eichiro Oda, que requiere no solo para entender que va, sino para incluso debatir, o discutir qué se está viendo, por lo que el fiel espectador del contenido, enseguida encontrará una nueva manera de dividir la sociedad, los que ven OP, de los que no lo hacen, recordemos que ver OP, no significa simplemente ver unos cuantos episodios, sino haberse visto los aproximadamente 1042 episodios (unos aproximadamente 18756 minutos de vida, en total 13 días de visionado seguidos, habiendo recortado openings y créditos), y a partir de hay se establecen grados, desde los que han revisionado 2, 3, 5...veces la serie, e incluso el tope de gama, los lectores del manga, y los participantes del fenómeno fan, jerarquía controlada primero por el trabajo argumental del autor, y este por las juntas directivas de las empresas que lo dirigen. (Resulta muy risible cuando los fans, hablan del autor como si fuese el que tiene la última palabra, y como si acabar la serie fuese una decisión propia, cuando en realidad está en juego una franquicia valorada en 21 mil millones de dolares, más que James Bond o el Señor de los Anillos).

En mi opinión, este fenómeno está tomando formas muy peligrosas, y está llenando un vacío para una generación, mucho más allá del mero ocio y entretenimiento. Un vacío que en otras culturas es llenado por el nacionalismo, o por la religión, y que está convirtiendo un fenómeno fan, en una masa que absorbe lo que sea que emitan en la serie. (a ver quien es el guapo que tras tragarse 1000 capítulos admite que ha sido una pérdida de tiempo).

Este fenómeno para ser justos tampoco es nuevo, fenómenos fan como Star Wars, Star Trek, o los consumeseries varios siempre han generado tribus urbanas adoctrinadas por su producto, pero OP es por su alcance bastante más peligroso, tanto por el público objetivo al que llega (adolescentes, y especialmente jóvenes adultos de hasta 30 años), como por el contenido, valores e ideología que desprenden la serie y sus personajes, aparentemente infantiles,puros y sin mácula, pero portadores en su contexto de una ideología subjetivista e infantiloide, que no contribuye en nada a la educación ni a la formación de las personas.

Para la crítica,vamos a asumir varios presupuestos de los fans, tanto que Oda es un genio, como que todo está organizado, y es coherente dentro de su universo(que la crítica a la coherencia de unos dibujos animados sea tomada en serio, nos da una imagen de la devoción del aficionado promedio).

La estética de la saga. No me limitaré a decir si es buena o mala, ni hablaré de su calidad de producción, sino que analizaré que tras*mite y nos cuenta el apartado estético de la saga, recordemos que la estética, siempre es un vehículo para los conceptos.

La edad de los personajes es de una juventud exagerada, casi todos son adolescentes, y aunque existen adultos y ancianos, son estos adolescentes los que ya tienen una personalidad, y unos objetivos vitales definidos, y son tratados en igualdad de plano con los adultos, por tanto no existe un concepto de mayoría de edad, y se refleja un mensaje, la opinión del adolescente, o sus ideas son tan válidas, y respetables como las de cualquier adulto, y nadie puede utilizar la edad o la experiencia para decirme que hacer o discutir mis actos.

La ropa es un factor muy importante a analizar, el vestuario es muy creativo, variado, y hay un auténtico esfuerzo por hacer miles de diseños diferentes, incluso en un mismo personaje, es un trabajo digno de elogio. Pero volvamos al mensaje, en OP se sacrifica todo a la imagen, los personajes visten como les place simplemente porque así lo quiere el autor, los estilos son imposibles en su contexto, y le quitan cualquier atisbo de credibilidad al universo, veremos marineras con tacones, hombres de traje en medio de aldeas subdesarrolladas, atuendos sin ningún tipo de utilidad, o abiertamente ridículos o en caso femenino innecesariamente sexualizados...todo un sacrificio a la imagen,al estar guay por estar guay, a nadie le importa que no tenga sentido, o que se genere ropa moderna de la nada. Podemos incluir los personajes fumadores, los cuales fuman porque sí, porque queda bien, que siempre dispongan de tabaco, o que hagan todo mientras fuman refuerza la idea de que es por mera apariencia. Las mujeres salvo excepciones siempre serán modelos perfectamente maquilladas y perfectas, algo muy coherente en los barcos pirata que navegan por alta mar. Todo esto nos lleva a que lo importante es la imagen y la estética, al parecer y no al ser. Yo soy la imagen que compro por medio de mis elecciones. Debemos añadir que los malos visten un uniforme funcional y con sentido, obviamente no les sirve para nada en este universo.

La epistemología, definida como el “papel de la experiencia y la evidencia, especialmente la percepción sensorial, en la formación de ideas y adquisición de conocimiento, sobre la noción de ideas innatas o tradición”, es decir cómo conocemos el mundo, es en OP risible, los personajes parecen hacerse fuertes como si de niveles de un videojuego se tratase, pero no aprenden ningún conocimiento práctico, son siempre el mismo sujeto bonachón y confiable, su visión del mundo es inmediata y basada en primeras impresiones y en EMOCIONES, es decir en lo que una determinada situación o sujeto les hace sentir, ignorando cualquier medida, o hecho racional, una actitud muy similar a la de un perro, o en el mejor de los casos un niño pequeño. Un personaje puede ser un sujeto a eliminar cruelmente por ser irrespetuoso con una mascota, mientras que un jefe pirata que basa su poder en la opresión de miles, y es un malo que va muy bien vestido y mantiene una actitud muy seria, es en cambio digno de respeto. Por tanto los personajes basan su conocimiento en hechos presenciales e inmediatos, y no en la realidad. Una actitud muy presente en la actualidad donde uno se define por su imagen, o por lo que pretende ser. En un universo así valdría con ser muy educado y amable para que nadie juzgue tus actos. Ahora, como tengas razón y alces la voz, se te aplastara por perturbar la paz social, o no dar una imagen aceptable, todo muy japonés, un país que todos admiran, y que nadie sabe que dejó de llamar DIOS a su emperador en 1945, algo que en Occidente no se hace desde hace milenios.

Esta percepción, nos lleva a la ética, a los valores que desprende la serie y al concepto mismo del bien y del mal, es OP una serie en la que se juzga a la persona por sus actos inmediatos, y especialmente por sus actos visibles, es por tanto un universo donde el mayor malo se vería redimido por un oportuno acto de dulzura. La serie jamás premia juicios elaborados, sino impresiones. Es curioso el contraste entre la visión rebelde de los protagonistas contra la ley imperial, y su jovenlandesal puritana basada en...lo oportuno del argumento. Los protagonistas parecen tener todos un código común de valores predefinidos sin base, normalmente se trata de una síntexis de la jovenlandesal propia del autor, un hombre japonés educado en el mundo contemporáneo, esto por supuesto no constituye en sí un problema en un producto de ocio, pero dada la trascendencia que la gente le otorga y la influencia subconsciente que puede tener en la mente de millones de personas resalta por lo infantil y lo poco elaborado de la ética, y jovenlandesal dentro de este particular universo.

La política, entendida como la relación entre las personas y la sociedad que emana de estos valores no puede resultar mas caótica o inverosímil, mayormente los protagonistas son piratas por que se definen como piratas, ya que no practican el acto de piratería en sí (de nuevo me defino por mis palabras y no por mis hechos consumados), se enfrentan a la marina la cual es malvada por alguna abstracta razón, siendo todo un batiburrillo de facciones basadas completamente en la estética y sin una función lógica. La economía parece ser capitalista, se emplea el Berry como moneda (trasunto del dólar) y todo el mundo parece abastecido, y con una disponibilidad enorme de recursos, aspecto absurdo ya que el propio universo impide la creación de redes comerciales estables y navegables, simplemente aspectos como la economía dan completamente igual, otra idea especialmente nociva para la mayoría de audiencia, ahorro, previsión inversión, rentabilidad...a quién le importan cuando una institución estatal o unos padres consentidos son los que ponen el pan encima de la mesa.

Esto es un breve resumen de las coordenadas filosóficas que se respiran en la serie. Todo hay que decir que son defectos completamente presentes en la mayoría de ficciones, y que es absurdo exigir coherencia, y buenos valores a una producto diseñado para niños y adolescentes, es por tanto esta una crítica al fenómeno fan que se toma OP como algo serio, un referente o una obra igual o superior a la Biblia (palabras reales de un fan), y no pretendo criticar ni al autor, ni al aficionado que disfruta de la obra sabiendo de sus limitaciones, y de su objeto, ¿Quien no lo ha hecho alguna vez?

Es por tanto en mi opinión un peligro que las personas otorguen tal estatuto de centralidad a una obra juvenil, es una revelación más sobre el enorme vació existente en las vidas de una juventud destinada a una vida de sucedáneos, series en lugar de una cultura propia, mascotas en lugar de hijos, comida sarama en lugar de alimentos, y un largo etcétera del sucedáneo de vida que nos estamos comiendo en Occidente.
No veo gran diferencia con cualquier producto manga, el surrealismo es típico.

Si lees Dr Slump, de Akira Toriyama de los años 1980s ves lo mismo que dices.

Japón es así, tiene esa infantilización.
La civilización conlleva infantilizacion, porque solo los infantes son sumisos.
 
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