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Según Alvise:
Desde este febrero, y en una jugada digna de la extinta Unión Soviética, cualquier canal que se atreva a discutir "acontecimientos sensibles" – un término tan nebuloso que podría incluir casi cualquier cosa – será silenciado sin contemplaciones.
Lo han declarado con descaro en el Foro de Davos: cualquier voz que se oponga a la narrativa oficial de los gobiernos y la UE será etiquetada como "desinformación" o, peor aún, "delito de repruebo"; una guerra abierta contra la discrepancia y el pensamiento crítico, y un intento de reescribir la realidad para que encaje en su molde dogmático.
Nos quieren limitar a hablar de banalidades, manteniendo a salvo a nuestros "amados" líderes de la Comisión Europea, los cuales ni siquiera han sido elegidos democráticamente.
Estamos presenciando una moderna censura, un control social descarado que busca amordazar a los influencers y a cualquier voz que se atreva a desafiar el statu quo.
Y, como siempre, lo enmascaran bajo la excusa de proteger a los ciudadanos, la sociedad, el planeta y la democracia.
La UE es ya, por tanto, equiparable al inicio de la Unión Soviética afirmando una postura abiertamente antieuropea, y es obligado batallarla desde la confrontación directa.
Jo,jo,jo,jo...ya lo que nos faltaba.
Desde este febrero, y en una jugada digna de la extinta Unión Soviética, cualquier canal que se atreva a discutir "acontecimientos sensibles" – un término tan nebuloso que podría incluir casi cualquier cosa – será silenciado sin contemplaciones.
Lo han declarado con descaro en el Foro de Davos: cualquier voz que se oponga a la narrativa oficial de los gobiernos y la UE será etiquetada como "desinformación" o, peor aún, "delito de repruebo"; una guerra abierta contra la discrepancia y el pensamiento crítico, y un intento de reescribir la realidad para que encaje en su molde dogmático.
Nos quieren limitar a hablar de banalidades, manteniendo a salvo a nuestros "amados" líderes de la Comisión Europea, los cuales ni siquiera han sido elegidos democráticamente.
Estamos presenciando una moderna censura, un control social descarado que busca amordazar a los influencers y a cualquier voz que se atreva a desafiar el statu quo.
Y, como siempre, lo enmascaran bajo la excusa de proteger a los ciudadanos, la sociedad, el planeta y la democracia.
La UE es ya, por tanto, equiparable al inicio de la Unión Soviética afirmando una postura abiertamente antieuropea, y es obligado batallarla desde la confrontación directa.
Jo,jo,jo,jo...ya lo que nos faltaba.
