Hrodrich
Madmaxista
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"Senhors, Per los Nostres Peccatz" es una canción de cruzada cantada en lenga d'òc por el trobador y soldado occitano Gavaudan, se cree que fue compuesta en las vísperas de las batalla de las Navas de Tolosa (1210-1212) en el contexto de la expectación europea de la proclamación de la cruzada de Inocencio III tras la batalla de Alarcos en 1195, solicitada por el Rey de Castilla.
La letra es toda una oda de insultos constantes a los sarracenos e historia reciente, para desarrollar con una estrofa un alzamiento jovenlandesalizante unionista de toda la cristiandad occidental que es espectacular:
"Quan veyran los baros crozatz," (Cuando vengan los barones cruzados); sumado a una beligerancia y desprecio total, dejando claro lo que hay que hacer con los sarracenos invasores: "romprem la preyss'e·l cap e·ls mas, tro·ls ajam mortz totz e delitz; pueys er mest nos totz l'aurs partitz." (romperemos la oleada turística y les cortaremos la cabeza y las manos hasta haberlos muerto y aniquilado a todos. Luego se repartirá entre nosotros todo el oro.)
En diversos puntos de la letra hace referencia a "qu'al rey d'Espanha secorratz!" (salvemos al Rey de España), probablemente refiriéndose al Rey Alfonso VIII de Castilla, identificándolo como un Rey de España a ojos de alguien de fuera, tanto como a españoles o hispanos como conjunto de todos los reinos peninsulares "saber podetz qu'ab los Espas..." (podréis estar seguros de que, con los españoles...)
En otros, la letra es tan brutal que no hace falta decir explicar nada:
"Non laissem nostras heretatz, pus qu'a la gran fe em assis, a cas negres outramaris;"
(Ya que estamos aposentados en la gran fe, no dejemos nuestras heredades a perros neցros ultramarinos)
La canción cierra con un arrebato testosterónico bestial de Gevaudan de dominación total sobre los jovenlandeses: "Profeta sera·n Gavaudas que·l digz er faitz. E mortz als cas! E Dieus er honratz e servitz on Bafometz era grazitz." (Gavaudan será profeta de que ocurrirá lo que ha dicho. ¡Mueran los perros! Y Dios será honrado y servido donde Mahoma era reverenciado)
Y así se hizo y ocurrió.
La recreación del vídeo de la canción es la de Eduardo Paniagua de su grupo Música Antigua.
Traducción de la letra:
Señores, por nuestros pecados crece la fuerza de los sarracenos; Saladino tomó Jerusalén y aún no se ha recuperado. Porque hace saber el rey de jovenlandia que combatirá a todos los reyes de cristianos con sus pérfidos andalusíes y árabes, armados contra la fe de Cristo.
Ha convocado a todos los alcaides, almohades, jovenlandeses, godos (referencia a muladíes) y beréberes, y no queda fuerte ni débil que no los haya reunido a todos. Nunca cayó lluvia tan torrencial como cuando ellos pasan y toman los llanos. Los deja alimentarse, como ovejas, de la carroña destinada a los milanos, y no queda brote ni raíz.
Los que ha escogido tienen tanto orgullo que se figuran que todo el mundo se les someterá. Marroquíes y almorávides se instalan en los montes y en medio de los prados. Fanfarronean entre ellos: "¡Francos, dejadnos sitio! Nuestros son la Provenza y el Tolosanés y todo lo que media hasta el Puy." Nunca fue oída fanfarronada tan feroz en los falsos infieles, malditos.
Escuchadlo vosotros, el emperador, (Enrique IV del Sacro Imperio) el rey de Francia (Felipe II de Francia), con sus primos, y el rey inglés (Ricardo Corazón de León), conde de Poitiers: socorred al rey de España. Que nunca nadie pudo estar tan cerca para servir mejor a Dios. Con él venceréis a todos los perros que Mahoma ha embaucado y a los renegados tornadizos.
Jesucristo, que nos predicó para que nuestro final fuera bueno, nos enseña que éste es el camino recto: pues con la penitencia será perdonado el pecado que partió de Adán (bula de Inocencio III con indulgencias de cruzada en la campaña que terminó en Las Navas), y nos quiere dar firmeza y seguridad de que, si creemos en Él, nos pondrá entre los que están más arriba y será nuestra guía contra los falsos felones viles.
Ya que estamos aposentados en la gran fe, no dejemos nuestras heredades a perros neցros ultramarinos. Cada uno reflexione antes de que nos alcance el daño: a portugueses, gallegos, castellanos, navarros, aragoneses y de Cerdeña/lechonaña los hemos dejado como barrera y los han rechazado y humillado.
Cuando vengan los barones cruzados: alemanes, franceses, de Cambray, ingleses, bretones, angevinos, bearneses y gascones, mezclados con nosotros, y los provenzales todos en una muchedumbre, podréis estar seguros de que, con los españoles romperemos la oleada turística y les cortaremos la cabeza y las manos hasta haberlos muerto y aniquilado a todos. Luego se repartirá entre nosotros todo el oro.
Gavaudan será profeta de que ocurrirá lo que ha dicho. ¡Mueran los perros! Y Dios será honrado y servido donde Mahoma era reverenciado.
Texto en lengua original: Gavaudan (174.10)
Texto en lengua original y traducción al inglés: Gavaudan: Canso de crosada 5
Documentación académica adicional de este tema: https://www.jstor.org/stable/3715447
La letra es toda una oda de insultos constantes a los sarracenos e historia reciente, para desarrollar con una estrofa un alzamiento jovenlandesalizante unionista de toda la cristiandad occidental que es espectacular:
"Quan veyran los baros crozatz," (Cuando vengan los barones cruzados); sumado a una beligerancia y desprecio total, dejando claro lo que hay que hacer con los sarracenos invasores: "romprem la preyss'e·l cap e·ls mas, tro·ls ajam mortz totz e delitz; pueys er mest nos totz l'aurs partitz." (romperemos la oleada turística y les cortaremos la cabeza y las manos hasta haberlos muerto y aniquilado a todos. Luego se repartirá entre nosotros todo el oro.)
En diversos puntos de la letra hace referencia a "qu'al rey d'Espanha secorratz!" (salvemos al Rey de España), probablemente refiriéndose al Rey Alfonso VIII de Castilla, identificándolo como un Rey de España a ojos de alguien de fuera, tanto como a españoles o hispanos como conjunto de todos los reinos peninsulares "saber podetz qu'ab los Espas..." (podréis estar seguros de que, con los españoles...)
En otros, la letra es tan brutal que no hace falta decir explicar nada:
"Non laissem nostras heretatz, pus qu'a la gran fe em assis, a cas negres outramaris;"
(Ya que estamos aposentados en la gran fe, no dejemos nuestras heredades a perros neցros ultramarinos)
La canción cierra con un arrebato testosterónico bestial de Gevaudan de dominación total sobre los jovenlandeses: "Profeta sera·n Gavaudas que·l digz er faitz. E mortz als cas! E Dieus er honratz e servitz on Bafometz era grazitz." (Gavaudan será profeta de que ocurrirá lo que ha dicho. ¡Mueran los perros! Y Dios será honrado y servido donde Mahoma era reverenciado)
Y así se hizo y ocurrió.
La recreación del vídeo de la canción es la de Eduardo Paniagua de su grupo Música Antigua.
Traducción de la letra:
Señores, por nuestros pecados crece la fuerza de los sarracenos; Saladino tomó Jerusalén y aún no se ha recuperado. Porque hace saber el rey de jovenlandia que combatirá a todos los reyes de cristianos con sus pérfidos andalusíes y árabes, armados contra la fe de Cristo.
Ha convocado a todos los alcaides, almohades, jovenlandeses, godos (referencia a muladíes) y beréberes, y no queda fuerte ni débil que no los haya reunido a todos. Nunca cayó lluvia tan torrencial como cuando ellos pasan y toman los llanos. Los deja alimentarse, como ovejas, de la carroña destinada a los milanos, y no queda brote ni raíz.
Los que ha escogido tienen tanto orgullo que se figuran que todo el mundo se les someterá. Marroquíes y almorávides se instalan en los montes y en medio de los prados. Fanfarronean entre ellos: "¡Francos, dejadnos sitio! Nuestros son la Provenza y el Tolosanés y todo lo que media hasta el Puy." Nunca fue oída fanfarronada tan feroz en los falsos infieles, malditos.
Escuchadlo vosotros, el emperador, (Enrique IV del Sacro Imperio) el rey de Francia (Felipe II de Francia), con sus primos, y el rey inglés (Ricardo Corazón de León), conde de Poitiers: socorred al rey de España. Que nunca nadie pudo estar tan cerca para servir mejor a Dios. Con él venceréis a todos los perros que Mahoma ha embaucado y a los renegados tornadizos.
Jesucristo, que nos predicó para que nuestro final fuera bueno, nos enseña que éste es el camino recto: pues con la penitencia será perdonado el pecado que partió de Adán (bula de Inocencio III con indulgencias de cruzada en la campaña que terminó en Las Navas), y nos quiere dar firmeza y seguridad de que, si creemos en Él, nos pondrá entre los que están más arriba y será nuestra guía contra los falsos felones viles.
Ya que estamos aposentados en la gran fe, no dejemos nuestras heredades a perros neցros ultramarinos. Cada uno reflexione antes de que nos alcance el daño: a portugueses, gallegos, castellanos, navarros, aragoneses y de Cerdeña/lechonaña los hemos dejado como barrera y los han rechazado y humillado.
Cuando vengan los barones cruzados: alemanes, franceses, de Cambray, ingleses, bretones, angevinos, bearneses y gascones, mezclados con nosotros, y los provenzales todos en una muchedumbre, podréis estar seguros de que, con los españoles romperemos la oleada turística y les cortaremos la cabeza y las manos hasta haberlos muerto y aniquilado a todos. Luego se repartirá entre nosotros todo el oro.
Gavaudan será profeta de que ocurrirá lo que ha dicho. ¡Mueran los perros! Y Dios será honrado y servido donde Mahoma era reverenciado.
Texto en lengua original: Gavaudan (174.10)
Texto en lengua original y traducción al inglés: Gavaudan: Canso de crosada 5
Documentación académica adicional de este tema: https://www.jstor.org/stable/3715447
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