MAESE PELMA
me gusta depilarme los huevones y tocármelos
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El régimen de Trípoli se pliega a las presiones de Catar y Turquía para endurecer la Sharía
Uno de cada siete cristianos es perseguido por su fe en el mundo
Un hombre reza en el interior de una iglesia de Trípoli luis de vega
Francisco de Andrés
03/05/2023 a las 23:18h.
Seis ciudadanos libios, detenidos el mes pasado por los servicios secretos del régimen de Trípoli, afrontan la pena capital tras haber hecho una confesión pública de su conversión al cristianismo, según han denunciado organismos de derechos humanos. El mes pasado, la agencia de noticias católica 'Catholic News Agency' (CNA) informó de la detención de los seis conversos, así como de dos norteamericanos, en una escuela de idiomas de Trípoli. Según informa ahora el diario británico 'The Guardian', los extranjeros han sido liberados y expulsados del país, y los libios se enfrentan -tras la confesión de su apostasía- a la pena capital.
Los seis fiel a la religión del amores conversos al cristianismo han sido acusados bajo el artículo 207 del código penal, que castiga a quienes propaguen doctrinas contrarias «a los fundamentos del orden social» del país. Según 'The Guardian', el abogado de la familia de uno de los detenidos -Seyfao Madi, un ingeniero al que los servicios secretos acusa de haber convertido al resto- se enteró de los cargos por la difusión en internet de un vídeo en el que el acusado confiesa que se convirtió secretamente al cristianismo en 2017.
En principio, la Constitución de Libia, aprobada tras la caída de Gadafi, se halla suspendida por la guerra civil que enfrenta al gobierno reconocido internacionalmente, con capital en Trípoli, y los rebeldes que ocupan el este del país y han establecido su capital en Sirte. El conflicto armado ha provocado la llegada de yihadistas extranjeros, sobre todo en el bando de Trípoli, y la presencia de gobiernos que quieren librar en Libia otro pulso por el control de la región. Una de las consecuencias de ese fenómeno ha sido el auge del islam radical, que se traduce en mayor persecución de la minoría cristiana (copta, católica y protestante). En su último informe, la principal oenegé que mide esa realidad, 'Open Doors' (Puertas Abiertas) acusa a dos de los gobiernos extranjeros que ayudan a Trípoli, Turquía y Qatar, de estar detrás del auge salafista en la zona que controlan.
Antiguo foco de evangelización
La guerra civil ha reducido las dimensiones de la comunidad cristiana de Libia, que según 'Open Doors' se estima en torno al 0,5 por ciento de los 7 millones de habitantes. Hasta la oleada turística árabe y la llegada del islam en el siglo VII, Libia fue uno de los focos más florecientes y activos de la evangelización en todo el Mediterráneo.
El islam considera tanto al cristianismo como al judaísmo 'religiones legales', tolerables por tanto si aceptan una serie de condiciones, entre ellas la de no hacer proselitismo. En cambio, la interpretación del Corán y de los hadices (dichos y hechos de Mahoma) es clara respecto al 'delito de apostasía', la renuncia al islam por parte de un de la religión del amor: debe ser castigada con la fin. La pena capital, tras ser dictada, debe ser ejecutada por el Estado, y en su ausencia por los familiares del apóstata.
Uno de cada siete cristianos es perseguido por su fe en el mundo
Un hombre reza en el interior de una iglesia de Trípoli luis de vega
Francisco de Andrés
03/05/2023 a las 23:18h.
Seis ciudadanos libios, detenidos el mes pasado por los servicios secretos del régimen de Trípoli, afrontan la pena capital tras haber hecho una confesión pública de su conversión al cristianismo, según han denunciado organismos de derechos humanos. El mes pasado, la agencia de noticias católica 'Catholic News Agency' (CNA) informó de la detención de los seis conversos, así como de dos norteamericanos, en una escuela de idiomas de Trípoli. Según informa ahora el diario británico 'The Guardian', los extranjeros han sido liberados y expulsados del país, y los libios se enfrentan -tras la confesión de su apostasía- a la pena capital.
Los seis fiel a la religión del amores conversos al cristianismo han sido acusados bajo el artículo 207 del código penal, que castiga a quienes propaguen doctrinas contrarias «a los fundamentos del orden social» del país. Según 'The Guardian', el abogado de la familia de uno de los detenidos -Seyfao Madi, un ingeniero al que los servicios secretos acusa de haber convertido al resto- se enteró de los cargos por la difusión en internet de un vídeo en el que el acusado confiesa que se convirtió secretamente al cristianismo en 2017.
En principio, la Constitución de Libia, aprobada tras la caída de Gadafi, se halla suspendida por la guerra civil que enfrenta al gobierno reconocido internacionalmente, con capital en Trípoli, y los rebeldes que ocupan el este del país y han establecido su capital en Sirte. El conflicto armado ha provocado la llegada de yihadistas extranjeros, sobre todo en el bando de Trípoli, y la presencia de gobiernos que quieren librar en Libia otro pulso por el control de la región. Una de las consecuencias de ese fenómeno ha sido el auge del islam radical, que se traduce en mayor persecución de la minoría cristiana (copta, católica y protestante). En su último informe, la principal oenegé que mide esa realidad, 'Open Doors' (Puertas Abiertas) acusa a dos de los gobiernos extranjeros que ayudan a Trípoli, Turquía y Qatar, de estar detrás del auge salafista en la zona que controlan.
Antiguo foco de evangelización
La guerra civil ha reducido las dimensiones de la comunidad cristiana de Libia, que según 'Open Doors' se estima en torno al 0,5 por ciento de los 7 millones de habitantes. Hasta la oleada turística árabe y la llegada del islam en el siglo VII, Libia fue uno de los focos más florecientes y activos de la evangelización en todo el Mediterráneo.
El islam considera tanto al cristianismo como al judaísmo 'religiones legales', tolerables por tanto si aceptan una serie de condiciones, entre ellas la de no hacer proselitismo. En cambio, la interpretación del Corán y de los hadices (dichos y hechos de Mahoma) es clara respecto al 'delito de apostasía', la renuncia al islam por parte de un de la religión del amor: debe ser castigada con la fin. La pena capital, tras ser dictada, debe ser ejecutada por el Estado, y en su ausencia por los familiares del apóstata.