Secretaria de Goebbels: "manipulé las cifras de alemanes caídos en combate y mujeres forzadas por el

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La secretaria de Joseph Goebbels, a sus 105 años: "Nadie me cree, pero yo no sabía nada"

Brunhilde Pomsel trabajaba para el núcleo duro de la maquinaria propagandística nancy. Coincidiendo con el estreno de un documental sobre su vida, la anciana reconoce que no siente remordimientos y habla sobre cómo era su monstruoso jefe en privado

Kate Connolly

19/08/2016 - 21:35h

La secretaria de Goebbels recuerda su vida en un documental: "no supimos nada"

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"No solíamos verlo por las mañanas", recuerda Brunhilde Pomsel, con los ojos cerrados y con la barbilla apoyada sobre su mano, cuando le preguntan por su exjefe. "Solía venir a pie, desde su palacio, situado cerca de la Puerta de Brandemburgo, contiguo al enorme Ministerio de Propaganda. Subía las escaleras con el estilo de un duque y se dirigía a la biblioteca que tenía en sus dependencias de Unter den Linden" (Bajo los tilos en alemán, un paseo de la ciudad de Berlín).

Pomsel esboza una sonrisa al revivir el momento y recordar la elegante decoración y la atmósfera relajada del espacio donde trabajaba y que compartía con otras cinco secretarias, contiguo al despacho de Joseph Goebbels. También recuerda las cuidadas uñas de su jefe.

"Aunque siempre nos percatábamos de su llegada, no solíamos verlo hasta que se iba, ya que salía por la puerta que daba a nuestra oficina para que pudiéramos despachar con él, resolver dudas o explicarle quién había llamado. A veces, sus hijos venían a verlo; les encantaba estar en la oficina de papi. Los acompañaba su encantador perro, un Airedale Terrier. Eran unos niños muy educados y siempre nos saludaban con una reverencia y nos estrechaban las manos".

Pomsel ha concedido una de las primeras entrevistas exhaustivas de su vida; y probablemente una de las últimas. Tiene 105 años y el año pasado se quedó ciega. Afirma que es un alivio saber que le queda poco tiempo de vida. "En el poco tiempo que me queda, y espero que estemos hablando de unos meses y no de años, solo espero que el mundo no vuelva a quedar otra vez patas arriba, aunque lo cierto es que han pasado algunas cosas horribles desde entonces. Me alegro de no haber tenido hijos de los que preocuparme".

¿Por qué la que es probablemente la última superviviente del círculo de íntimos de los líderes nazis ha decidido romper su silencio precisamente ahora?

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"No lo hago para limpiar mi conciencia", aclara.

Si bien reconoce que formaba parte del núcleo duro de la propaganda nancy y que una de sus funciones era manipular la cifra de soldados alemanes caídos en combate par a que pareciera menos elevada, así como exagerar la cifra de mujeres alemanas forzadas por el Ejército Rojo, sorprendentemente describe sus tareas como "un trabajo cualquiera".

El documental A German Life (Una vida alemana) se estrenó recientemente en el Festival de Cine de Munich y es fruto de una conversación de más de 30 horas con la exsecretaria. También es el motivo por el cual ha accedido "a contestar educadamente" mis preguntas. "Cuando veo el documental para mí es importante comprender qué hice mal", indica. "Sin embargo, lo cierto es que lo único que hice fue mecanografiar cartas en la oficina de Goebbels".

No se siente culpable

A menudo, las confesiones que tienen lugar al final de una vida van acompañadas de un sentimiento de culpabilidad. No es el caso de Pomsel, que no muestra ningún tipo de arrepentimiento. Cuenta lo sucedido con una gran sonrisa en su rostro y gesticulando sin parar y parece aliviarla el hecho de repetir una y otra vez que simplemente se comportó como muchos otros alemanes.

"Ahora son muchos los que afirman que si hubieran estado allí habrían luchado contra los nazis y estoy convencida de que realmente lo creen, pero lo cierto es que no lo habrían hecho". Tras la victoria electoral de los nazis, "todo el país parecía estar bajo algún tipo de encantamiento", afirma. "Podría defenderme y decir que a mí no me interesaba la política pero lo cierto es que si eras joven y te dejabas llevar por el idealismo, podías terminar con el cuello roto".

Recuerda haber tenido en sus manos el expediente de la estudiante y activista Sophie Scholl; integrante muy activa del movimiento Rosa Blanca, un grupo de la resistencia. Tras distribuir ***etos pacifistas en la Universidad de Munich en 1943, Scholl fue acusada de traición y condenada a morir en la guillotina. "Uno de los asesores especiales de Goebbels me lo entregó, con la instrucción de no leerlo y ponerlo en la caja fuerte. Y así lo hice. Me enorgullece que él hubiera confiado en mí y también me enorgullece que mi deseo de hacer honor a la confianza depositada en mí hubiera sido más fuerte que mi curiosidad", señala.

Pomsel afirma que su carácter es fruto de la disciplina prusiana y menciona a su padre, quien después de volver del frente tras la Primera Guerra Mundial cuando ella tenía siete años, prohibió la presencia de orinales en las habitaciones. "Si queríamos orinar, teníamos que desafiar a todas las brujas y a los espíritus e ir hasta el baño". Ella y sus hermanas recibían azotes cuando no obedecían. "Este sentido de la disciplina prusiana no me ha abandonado; ese sentimiento del deber", afirma.

A los 31 años trabajaba como secretaria para la empresa estatal de radiodifusión y tenía un buen sueldo; de hecho, consiguió este trabajo tras hacerse miembro (y empezar a pagar una cuota) del Partido nancy. En 1942, alguien la recomendó para un puesto en el Ministerio de Propaganda. "Solo una enfermedad contagiosa podría haberme hecho cambiar de planes", indica: "Me sentí halagada, ya que me premiaron por ser la mecanógrafa más rápida de la radio".

Recuerda que su nómina incluía una lista de prestaciones exentas de impuestos además de un salario de 275 marcos de la época. Se trataba de una pequeña fortuna, comparado con lo que ganaban la mayoría de sus amigos.

Señala que la vida de una de sus amigas, una judía pelirroja y vivaz, Eva Löwenthal, no hizo más que complicarse tras la victoria electoral de Adolf Hitler . También le impactó la detención de un locutor de radio extremadamente popular, que terminó en un campo de concentración porque era gays. A pesar de que formó parte del núcleo duro del sistema, afirma que estaba en una burbuja y que no era consciente del daño que el régimen nancy causó a todos aquellos que consideraba sus enemigos.

"Todos creen que estábamos al corriente de todo"

"Ya sé que ahora nadie nos cree; todo el mundo cree que estábamos al corriente de todo. No teníamos ni idea. Lo mantuvieron en secreto". No quiere admitir que creer que los judíos que "desaparecían", entre ellos su amiga Eva, habían sido mandados a la región de los Sudetes con el objetivo de repoblar esa zona traspasa los límites de la ingenuidad.

"Nos lo creímos, nos tragamos la mentira, parecía cierta", indica.

El apartamento que compartía con sus padres fue destruido durante un bombardeo. Para consolarla, la esposa de Goebbels, Madga, le regaló un traje de lana Cheviot forrado de seda. "Nunca había tenido una prenda tan elegante", dice: "Los dos se portaron muy bien conmigo".

Describe a su jefe como un hombre "bajo pero de aspecto cuidado" y "muy caballeroso" y que llevaba "trajes de la mejor calidad" y que siempre estaba ligeramente bronceado. "Sus uñas siempre estaban impecables, probablemente le hacían la manicura a diario", señala, riéndose de su ocurrencia. "La verdad es que nada en él era criticable". Incluso sentía pena por él ya que tenía una ligera cojera "que lo hacía parecer arrogante".

Solo en contadas ocasiones pudo ver el rostro real de un hombre que convirtió las mentiras en un arte al servicio de los objetivos criminales de los nazis. Reconoce que le aterró el infame discurso sobre la "guerra total" que su jefe pronunció en el Palacio de Deportes de Berlín en febrero de 1943. A Pomsel y a una compañera de trabajo las sentaron en la zona reservada a las autoridades, justo detrás de Magda Goebbels.

El acto se celebró poco después de la batalla de Stalingrado y Goebbels necesitaba un mayor apoyo popular para poder luchar con todos los medios. "Ningún actor lo podría haber hecho mejor; era un tipo serio y civilizado y se tras*formó en un hombre agitado y que desvariaba… en la oficina siempre se mostró distinguido y elegante y en el estadio parecía un acondroplásico enfurecido, el contraste no podría haber sido mayor".

Una mezcla de ignorancia y admiración

Tal vez Pomsel ha retenido ciertos detalles y ha editado la versión de la historia que la hace sentir mejor. Sin embargo, también es posible que una mezcla de ignorancia y admiración, unida a la sensación de protección y aislamiento que sentía en el barrio donde se encontraba el enorme complejo de edificios gubernamentales, le hubiera impedido ver la realidad.

En 1945, solo un día después del aniversario de Hitler, su vida cambió abruptamente.

Goebbels y su entorno más íntimo recibieron la orden de unirse a Hitler en un refugio antiaéreo, el llamado Führerbunker . Faltaban pocos días para que terminara la guerra. "Sentí cómo algo se apagaba en mi interior", afirma Pomsel. "Nos aseguramos de que no nos quedábamos sin alcohol. Era esencial para mantenernos en un estado de adormecimiento".

Levanta su dedo índice para poder contar lo que sucedió en el orden correcto. Recuerda que el 30 de abril Günther Schwägermann, el ayudante de Goebbels, les comunicó que Hitler se había suicidado. Un día más tarde, el matrimonio Goebbels decidió poner fin a sus vidas. "Le preguntamos a Schwägermann. ¿Su esposa también? Y contestó que sí. Le preguntamos por los niños. Y nos dijo que los niños también habían muerto". Inclina la cabeza y la sacude: "Nos quedamos de piedra".

Cinco años de guandoca

Ella y las otras secretarias empezaron a cortar bolsas de tela blanca y las convirtieron en una gran bandera de rendición, con la que se presentaron ante los soldados rusos. Hablaron de la estrategia a seguir tras su detención, y Pomsel les dijo que ella iba a decir la verdad. "Que había trabajado como taquimecanógrafa en el Ministerio de Propaganda de Joseph Goebbels".

La condenaron a cinco años de guandoca, que cumplió en varios campamentos de prisioneros gestionados por el Ejército ruso en Berlín y en las afueras de la ciudad. "No fue un lecho de rosas", es lo único que dice de esa etapa. Insiste en el hecho de que no fue hasta su puesta en libertad que tomó conciencia del Holocausto , al que se refiere como "la cuestión de los judíos".

Pronto pudo reiniciar una vida no muy distinta a la que tenía antes de su detención. Volvió a trabajar como secretaria para la radio pública y fue subiendo hasta convertirse en la secretaria ejecutiva del director de programación. Volvió a disfrutar de un buen salario y unas buenas condiciones laborales y en 1971, a los 60 años, se jubiló.

Tuvieron que pasar sesenta años para que intentara descubrir el paradero de su amiga judía, Eva. Cuando se inauguró el Memorial del Holocausto en 2005, decidió viajar desde Munich para verlo. "Fui al centro de información y les dije que no encontraba a una mujer llamada Eva Löwenthal." Un hombre consultó el archivo y encontró el nombre de su amiga en la lista de deportados al campo de concentración de Auschwitz, en noviembre de 1943. Fue declarada muerta en 1945.

"Su nombre aparecía en una lista interminable de nombres, no parecían tener fin en la pantalla del ordenador", indica mientras inclina la cabeza hacia atrás y acaricia su collar con las yemas de los dedos.


La secretaria de Joseph Goebbels, a sus 105 años: "Nadie me cree, pero yo no sabía nada"


Eso de que no sabía nada...no se lo cree la pobre abuela cebolleta...Ya sabemos que fuentes históricas consultaron historiadores como Beevor o Irving...las del "elegante orador" Goebbels.
 
Eran unos niños muy educados

Sí.

Sus padres se encargaron de asesinarlos.

Los Goebbels mataron a sus propios hijos pequeños. Sólo se salvó el mayor, que es -paradoja- estaba luchando en el frente.

Familias Ejemplares del Nazismo: Primero tienen muchos hijos y luego los asesinan.

Son preferibles las bolleras estériles...

Si bien reconoce que formaba parte del núcleo duro de la propaganda nancy y que una de sus funciones era manipular la cifra de soldados alemanes caídos en combate par a que pareciera menos elevada, así como exagerar la cifra de mujeres alemanas forzadas por el Ejército Rojo, sorprendentemente describe sus tareas como "un trabajo cualquiera".

Es que ES "un trabajo cualquiera".

Los equivalentes actuales de esta señora actualmente hacen lo mismo que ella.

A saber:

* Disimulan las "bajas" alemanas causadas por los "refugiados".

* "Maquillan" las cifras de alemanas forzadas con ídem.​

En los 40 tenían al Dr. Goebbels.

Actualmente tenemos a otros "Goebbels" en los mass cosa.

"Ahora son muchos los que afirman que si hubieran estado allí habrían luchado contra los nazis y estoy convencida de que realmente lo creen, pero lo cierto es que no lo habrían hecho".

Los Nazis actuales son los progres, y -por supuesto- estos "anti Nazis retrospectivos" se adhieren entusiásticamente el Nazismo moderno: La Progrehez.
 
Última edición:
Sí.

Sus padres se encargaron de asesinarlos.

Los Goebbels mataron a sus propios hijos pequeños. Sólo se salvó el mayor, que es -paradoja- estaba luchando en el frente.

Familias Ejemplares del Nazismo: Primero tiene muchos hijos y luego los asesinan.

Los mataron para evitar que los soviéticos les hicieran torturas, violaciones y asesinarlos igualmente. No podían salvarles la vida.

Sabían que lo que le pasó a Musollini parecería una broma de amigos con lo que les harían a sus hijos y a ellos
 
Los mataron para evitar que los soviéticos les hicieran torturas, violaciones y asesinarlos igualmente. No podían salvarles la vida.

Podían haberlos mandado al Oeste.

Podían haberlos dado a una familia anónima.

Podían haberlos dejado simplemente ne la calle, al menos hubiesne tenido una oportunidad.

Pero no, decidieron envenenarlos.
 
Prometheo no es progre, defiende a la gente de su ideología de acusaciones, igual que los nancys por aquí. Pero no se pueden negar muchos hechos comprobados, como que en Polonia había 3.000.000 de judíos y solo algunos cientos de miles al acabar la guerra en su caso, o que en ciudades como Budapest, violaron a todas las mujeres que pillaron, a muchas varias veces, en el caso soviético.
 
Los mataron para evitar que los soviéticos les hicieran torturas, violaciones y asesinarlos igualmente. No podían salvarles la vida.

Incluso en abril de 1945, los Goebbels tenían medios de enviar esos niños a Suiza, a España o al frente occidental, donde los americanos o los franceses es poco probable que los hubieran torturado. Los asesinaron como forma de testimonio político. Y eso es abominable.

---------- Post added 21-ago-2016 at 13:30 ----------

Es que acaso las violaciones terminaron con la rendición?

Más o menos sí. Seguramente también hubo muchas, pero ya no eran incitadas por los mandos soviéticos.
 
Podían haberlos mandado al Oeste.

Podían haberlos dado a una familia anónima.

Podían haberlos dejado simplemente ne la calle, al menos hubiesne tenido una oportunidad.

Pero no, decidieron envenenarlos.

Incluso en abril de 1945, los Goebbels tenían medios de enviar esos niños a Suiza, a España o al frente occidental, donde los americanos o los franceses es poco probable que los hubieran torturado. Los asesinaron como forma de testimonio político. Y eso es abominable.

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Más o menos sí. Seguramente también hubo muchas, pero ya no eran incitadas por los mandos soviéticos.

Ellos sabían muy bien, y con razón, que Occidente y los soviéticos eran gobernados por lo mismo. Al perder la guerra la razón les dominó los sentimientos e hicieron lo correcto.

En la propaganda de los ganadores los soviéticos y los occidentales son enemigos; pero la realidad, y lo que sucedío a partir de 1945, demuestra que están en el mismo lado. No había sitio para los hijos de Goebbels
 
Podían haberlos mandado al Oeste.

Podían haberlos dado a una familia anónima.

Podían haberlos dejado simplemente ne la calle, al menos hubiesne tenido una oportunidad.

Pero no, decidieron envenenarlos.





El evacuarlos al Oeste o a Suiza no estaba al alcance de la inmensa mayoría de las familias alemanas con hijos, si los Goebbels lo hubiesen hecho...


En cuanto al resto de posibilidades sin comentarios.
 
El evacuarlos al Oeste o a Suiza no estaba al alcance de la inmensa mayoría de las familias alemanas con hijos, si los Goebbels lo hubiesen hecho...

Si lo hubiesen hecho, ¿qué? La guerra estaba terminada, y los Goebbels lo sabían.

Los Goebbels disfrutaban de forma pública y rutinaria de privilegios que no estaban al alcance de las familias alemanas. Por no hablar de la vida de sátrapa oriental que se pegaba Göring.
 
Si lo hubiesen hecho, ¿qué? La guerra estaba terminada, y los Goebbels lo sabían.

Pues que hubiese sido un insulto al resto de familias alemanas con hijos que no podían hacer eso mismo.






Los Goebbels disfrutaban de forma pública y rutinaria de privilegios que no estaban al alcance de las familias alemanas. Por no hablar de la vida de sátrapa oriental que se pegaba Göring.


En cambio Churchill y el resto de su banda llevaban una vida superaustera y de lo más sobria y morigerada.
 
La secretaría de Almanzor: "Manipulé las cifras de los caídos en las razzias contra Astorga y León, y exageré las cifras de fiel a la religión del amores muertos por los españoles".

La secretaria de Nixon: "Manipulé las cifras de los caídos en las patrullas en Camboya y Vietnam, y exageré las cifras de americanos muertos por los vietcong".

La secretaria de Stalin: "Manipulé las cifras de los caídos en las batallas de Jarkov y Kursk, y exageré las cifras de soviéticos muertos por los alemanes".

La secretaria de Julio Cesar: "Manipulé las cifras de los caídos en las guerras de las Galias y Germania, y exageré las cifras de romanos muertos por los barbaros".

Así hasta el infinito.
¿En serio eso es lo destacable del artículo? ¿Que en una guerra la propaganda manipule o esconda los datos reales desfavorables?
No sé en qué mundo viven algunos, la verdad.
 
Podían haberlos mandado al Oeste.

Podían haberlos dado a una familia anónima.

Podían haberlos dejado simplemente ne la calle, al menos hubiesne tenido una oportunidad.

Pero no, decidieron envenenarlos.

Efectivamente, hicieron mal. No confiaron en la Providencia. Prefieron erigirse ellos mismos en dioses y apiolar a sus hijos pues habían perdido toda esperanza sobre su futuro. Esa es una definición del infierno: el lugar donde se abandona toda esperanza.

Pero es llamativo que tú creas que hicieron mal. Para un ateo que no cree en la vida eterna, ¿tiene sentido el sufrimiento de seis hermanos a cambio de tener una pequeña posibilidad de que se salve alguno?
 
Ellos sabían muy bien, y con razón, que Occidente y los soviéticos eran gobernados por lo mismo. Al perder la guerra la razón les dominó los sentimientos e hicieron lo correcto.

Asume usted de forma completa el núcleo más duro de las doctrinas nazis que se esgrimían al final de la guerra: que el mundo post nancy sería tan horrible que más nos valdría a todos estar muertos y que si el pueblo alemán fracasaba en la prueba que estaba atravesando, más le valdría ser exterminado. Doctrinas que, por cierto, son la idea más anticristiana, católica o protestante, que he visto jamás.

No veo otra explicación a la barbaridad que acaba usted de soltar. Es fácil de entender que los hijos de Goebbels, evacuados a España, a Suiza o a Francia, no hubieran sido forzados ni torturados. Los países neutrales están obligados, por las leyes internacionales, a devolver a los beligerantes internados en sus territorios una vez acabadas las guerras, pero esas leyes no afectan a los civiles, para los que se debe estudiar el retorno caso por caso. Es muy posible, aunque no seguro, que más tarde o más temprano esos niños habrían sido puestos bajo la potestad de uno de los países vencedores, pero es muy dudoso que hubiera sido la URSS.

"Hubieran estado bajo el poder de la conspiración judaica internacional que domina el mundo", si asumimos como ciertas esas tesis, pero no habrían sido torturados. Seguramente habría habido un cierto grado de aprovechamiento propagandístico de sus figuras en la prensa. Pero sus condiciones de vida habrían sido tolerables, y mucho mejores que las de la mayoría de los niños alemanes de la postguerra. Por esa lógica, si la vida de los niños Goebbels iba a ser tan insoportable que lo correcto es que debían morir, los otros millones de padres alemanes hicieron mal no asesinando a todos sus hijos antes de que pasaran a estar bajo el poder de americanos, franceses, ingleses y rusos. ¿De verdad cree usted que eso hubiera sido lo correcto? Es una absoluta monstruosidad.


En la propaganda de los ganadores los soviéticos y los occidentales son enemigos; pero la realidad, y lo que sucedío a partir de 1945, demuestra que están en el mismo lado. No había sitio para los hijos de Goebbels


Todos los presentes hemos sido niños en el mundo post-nancy. El final de la 2GM está más o menos tan lejos de mi nacimiento como la caída del muro de Berlín lo está de la actualidad. Realmente soy un niño de postguerra, pese a que cuando era niño aquella guerra me parecía que había pasado hacía siglos. ¿Me está diciendo usted que mis padres hicieron mal en no asesinarme en la cuna, antes de que hubiera sido expuesto a toda la maldad del Orden Mundial ****o Ruso Americano, antes de que hubiera tenido que tomar la leche condensada ****oamericana, la coca cola ****oamericana, los programas de televisión ****oamericanos, la ****oamericana Star Trek, los ****oamericanos Gaby Fofó y Miliki y los ****oamericanos Pixie y Dixie?

Hombre, que yo soy muy escéptico de gran parte de las bondades del Orden Democrático de Planetas al que estamos sometidos, pero llevar las cosas al extremo que asume usted sólo se puede considerar una locura. Los hijos de Goebbels no estaban en peligro inminente ni inevitable de sufrir terribles torturas; sí estaban en riesgo de vivir una vida en la que se sacaría rédito político de ellos y en la que tendrían que presenciar cómo el nombre y las ideas de su padre eran repudiados. Los mataron por eso.

Un hombre que asesina a sus hijos excepto ante el peligro más abominable e inminente es un monstruo, y el que justifica esos actos, forzosamente bajo toda la capa de argumentos que quiera dar demuestra un fuerte grado de locura. Esa locura que hace que los "antiNWO" estemos condenados a la derrota, porque da igual lo razonables argumentos que puedas dar en contra de cómo está el mundo actualmente, siempre se te adhiere algún chalado que sostiene que las barbaridades que hicieron los nazis están bien y que no les quedaba más remedio que hacerlas.
 
Pero es llamativo que tú creas que hicieron mal. Para un ateo que no cree en la vida eterna, ¿tiene sentido el sufrimiento de seis hermanos a cambio de tener una pequeña posibilidad de que se salve alguno?

Asesinar niño es EL MAL absoluto, seas nancy, Ateo, de la religión del amor o Testigo de Jehová.
 
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