KUTRONIO
Será en Octubre
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Se puede opinar sobre la entrevista de Evole a Ternera sin haber querido verla. Por ejemplo, se puede opinar sobre el propio hecho de entrevistar a Ternera. Se puede opinar también sobre Evole, sus entrevistas previas, sus contradicciones y sus distintas varas de medir a los entrevistados. Se puede opinar sobre todo lo que Evole ha dicho antes y después sobre la entrevista. Y por supuesto se puede opinar sobre ETA y sobre Ternera. En realidad no va a haber un antes y un después sobre ETA por un documental del ***onero. El punto de vista de ETA ya nos lo han explicado durante décadas Otegui y los portavoces de Bildu-Batasuna. O sea, la propia ETA. Evole no va a mejorarlos. A buenas horas viene el ***onero a explicarnos el punto de vista de ETA. A las horas en que el gobierno pacta con el partido de la ETA.
Como dato cabría apuntar que da la impresión de que Evole nunca se la ha jugado mucho con la ETA. Ni con nada. Es decir, cuando en 2008 aún ETA mataba el tipo de programas que hacía Evole eran “Salvados por la Iglesia”. El ***onero no se la jugó con un “Salvados por la ETA”. Claro, meterse con la Iglesia no tenía riesgo, mientras que en aquella época la ETA mataba. Evole se interesa por la ETA ahora que es un negocio sin riesgo. Acepta críticas a su entrevista (hombre, gracias) pero sólo pasando antes por taquilla. Entre los que les gusta su entrevista y los que no, el 100% debe pasar por taquilla. Riesgo no, taquilla sí. Esto es muy típico de los personajes que triunfan en el sistema bajo la premisa de que ponen incómodo al sistema. Vamos a ver, uno no se hace popular diciendo cosas impopulares, y si eres incómodo para el sistema no te haces rico en el sistema y no eres una estrella de las televisiones y de las plataformas del sistema.
Aparte de los que critican su entrevista sin dejarle beneficios, Evole critica a los que corean el “que te vote Txapote” tan popular en la pasada campaña electoral. Ese lema había que dejar de usarlo porque a algunas víctimas no les gustaba. Ahora hay muchas víctimas que no quieren que se entreviste a Ternera como si fuera una estrella del fútbol, pero a estas víctimas no hay que hacerles caso y hay que seguir adelante con la entrevista. Por otro lado cada cosa que dice el ***onero respecto a ETA, Ternera y la entrevista empeora la anterior. Resulta que Ternera no es un malo, sino un “militante fanático”. Hombre, ***onero, un militante fanático puedes ser tú mismo, o el director de RTVE, o un magistrado del Constitucional, Ternera es un malo.
El mundo además tampoco se divide entre quienes gritan “que te vote Txapote”, entre ellos la inmensa mayoría de las víctimas de ETA, y los que conocen a ETA. Seguramente los que gritan “que te vote Txapote” es precisamente porque conocen bien a la ETA. ¿O aquí nadie sabía lo que es la ETA hasta que has llegado tú con tu entrevista? Puesto a dividir la sociedad en partes, estaría la de quienes corean el “que te vote Txapote” y quienes quieren pactar con Ternera. ¿En qué parte estás tú, ***onero? Al parecer tú estabas en una parte en la que se espera de Ternera que sea un tipo conciliador, no como Abascal o Feijóo. ¿En qué cueva has vivido con tus 49 años, ***onero, viendo lo que has visto, para poder pensar que Ternera era un tipo conciliador?
Lo mínimo que se le podría exigir a la izquierda española es un poco más de rechazo a Ternera que a los españoles que no piensan como la izquierda. Sin embargo es la derecha a la que le montan cordones sanitarios y es con Otegui con quien llegan a acuerdos.
Irónicamente, una entrevista a Ternera en Netflix es probablemente y ante todo un caso de capitalismo salvaje. Aquí no se trata de retratar a Ternera. Aquí no se trata de explicar a la ETA a los veinteañeros. Aquí de lo que se trata es de vender suscripciones de una plataforma (Netflix) de contenidos audiovisuales. Si para eso hace falta entrevistar a Ternera, pues se entrevista a Ternera. Mercantilismo sin límites. O casi. Seguramente esta plataforma estadounidense no entrevistaría al líder del ISIS, aunque sí a un terrorista que tan sólo asesinaba españoles. Por lo demás, parecía que el ***onero iba a blanquear a Ternera y al final ha sido Ternera el que ha tenido que salir a blanquear al ***onero, diciendo que esperaba del ***onero que fuera alguien un poco más conciliador. Por supuesto esta entrevista aparece en un momento en que, no por casualidad, el gobierno se sustenta sobre el voto de los filoetarras. La pregunta es si la intención de esta entrevista, aparte de ganar dinero, era poner en riesgo la cimentación del gobierno o reforzarla. El problema con Otegui, Ternera o Puigdemont es que las entrevistas con ellos las carga el diablo porque ellos son los que marcan las condiciones. El que tiene que disimular, si acaso, será el entrevistador.
Como dato cabría apuntar que da la impresión de que Evole nunca se la ha jugado mucho con la ETA. Ni con nada. Es decir, cuando en 2008 aún ETA mataba el tipo de programas que hacía Evole eran “Salvados por la Iglesia”. El ***onero no se la jugó con un “Salvados por la ETA”. Claro, meterse con la Iglesia no tenía riesgo, mientras que en aquella época la ETA mataba. Evole se interesa por la ETA ahora que es un negocio sin riesgo. Acepta críticas a su entrevista (hombre, gracias) pero sólo pasando antes por taquilla. Entre los que les gusta su entrevista y los que no, el 100% debe pasar por taquilla. Riesgo no, taquilla sí. Esto es muy típico de los personajes que triunfan en el sistema bajo la premisa de que ponen incómodo al sistema. Vamos a ver, uno no se hace popular diciendo cosas impopulares, y si eres incómodo para el sistema no te haces rico en el sistema y no eres una estrella de las televisiones y de las plataformas del sistema.
Aparte de los que critican su entrevista sin dejarle beneficios, Evole critica a los que corean el “que te vote Txapote” tan popular en la pasada campaña electoral. Ese lema había que dejar de usarlo porque a algunas víctimas no les gustaba. Ahora hay muchas víctimas que no quieren que se entreviste a Ternera como si fuera una estrella del fútbol, pero a estas víctimas no hay que hacerles caso y hay que seguir adelante con la entrevista. Por otro lado cada cosa que dice el ***onero respecto a ETA, Ternera y la entrevista empeora la anterior. Resulta que Ternera no es un malo, sino un “militante fanático”. Hombre, ***onero, un militante fanático puedes ser tú mismo, o el director de RTVE, o un magistrado del Constitucional, Ternera es un malo.
El mundo además tampoco se divide entre quienes gritan “que te vote Txapote”, entre ellos la inmensa mayoría de las víctimas de ETA, y los que conocen a ETA. Seguramente los que gritan “que te vote Txapote” es precisamente porque conocen bien a la ETA. ¿O aquí nadie sabía lo que es la ETA hasta que has llegado tú con tu entrevista? Puesto a dividir la sociedad en partes, estaría la de quienes corean el “que te vote Txapote” y quienes quieren pactar con Ternera. ¿En qué parte estás tú, ***onero? Al parecer tú estabas en una parte en la que se espera de Ternera que sea un tipo conciliador, no como Abascal o Feijóo. ¿En qué cueva has vivido con tus 49 años, ***onero, viendo lo que has visto, para poder pensar que Ternera era un tipo conciliador?
Lo mínimo que se le podría exigir a la izquierda española es un poco más de rechazo a Ternera que a los españoles que no piensan como la izquierda. Sin embargo es la derecha a la que le montan cordones sanitarios y es con Otegui con quien llegan a acuerdos.
Irónicamente, una entrevista a Ternera en Netflix es probablemente y ante todo un caso de capitalismo salvaje. Aquí no se trata de retratar a Ternera. Aquí no se trata de explicar a la ETA a los veinteañeros. Aquí de lo que se trata es de vender suscripciones de una plataforma (Netflix) de contenidos audiovisuales. Si para eso hace falta entrevistar a Ternera, pues se entrevista a Ternera. Mercantilismo sin límites. O casi. Seguramente esta plataforma estadounidense no entrevistaría al líder del ISIS, aunque sí a un terrorista que tan sólo asesinaba españoles. Por lo demás, parecía que el ***onero iba a blanquear a Ternera y al final ha sido Ternera el que ha tenido que salir a blanquear al ***onero, diciendo que esperaba del ***onero que fuera alguien un poco más conciliador. Por supuesto esta entrevista aparece en un momento en que, no por casualidad, el gobierno se sustenta sobre el voto de los filoetarras. La pregunta es si la intención de esta entrevista, aparte de ganar dinero, era poner en riesgo la cimentación del gobierno o reforzarla. El problema con Otegui, Ternera o Puigdemont es que las entrevistas con ellos las carga el diablo porque ellos son los que marcan las condiciones. El que tiene que disimular, si acaso, será el entrevistador.
