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Será en Octubre
ACTUALIZACIÓN:
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
+
Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
+
Ave María (cantado)
---
¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
---
Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
---
Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy viernes y las lecturas:
“ Amarás a tu prójimo como a ti mismo ”
Primera lectura
Comienzo del libro de Rut 1,1.3-6 14b-16.22
Sucedió en tiempo de los jueces, que hubo hambre en el país y un hombre decidió emigrar, con su mujer Noemí y sus dos hijos, desde Belén de Judá a la region de Moab.
Murió Elimélec, el marido de Noemí, y quedó ella sola con sus dos hijos. Estos tomaron por mujeres a dos moabitas llamadas Orfá y Rut. Pero, después de residir allí unos diez años, murieron también los dos , quedando Noemí sin hijos y sin marido.
Entonces Noemí, enterada de que el Señor había bendecido a su pueblo procurándole alimentos, se dispuso a abandonar la región de Moab en compañía de sus dos nueras.
Orfá dio un beso a su suegra y se volvió a su pueblo, mientras que Rut permaneció con Noemí.
«Ya ves - dijo Noemí - que tu cuñada vuelve a su pueblo y a sus dioses. Ve tú también con ella».
Pero Rut respondió:
«No insistas en que vuelva. y te abandone. Iré adonde tú vayas, viviré donde tú vivas; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios».
Así fue como Noemí volvió de la región de Moab junto con Rut, su nuera moabita. Cuando llegaron a Belén, comenzaba la siega de la cebada.
Salmo de hoy
Sal 145,5-6ab.6c-7.8-9a.9be-10 R/. Alaba, alma mía, al Señor
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente.
Alaba, alma mía, al Señor
Hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
Alaba, alma mía, al Señor
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.
Alaba, alma mía, al Señor
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
Alaba, alma mía, al Señor
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 22,34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?».
Él le dijo:
«”Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”.
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».
---
Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de D. Félix García O.P., de la Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo).
Reflexión del Evangelio de hoy
"Donde tu vayas, iré yo…"
Estamos leyendo hoy el inicio del libro de Rut, una mujer extranjera para los judíos que decide libremente acompañar en su fortuna o infortunio a su suegra Noemí. Nada cuenta el libro de los trabajos y dificultades del camino, pero finalmente llegan a Belén, lugar y tribu a la que pertenecía el difunto marido de Noemí, y comienzan una vida humilde, con trabajos sencillos para sobrevivir.
Es posible que lo más importante del libro de Rut sea dar una raíz de la que brotará, algunas generaciones posteriores, el Rey David. Y, cuando los tiempos sean cumplidos, nacerá el Mesías.
Es notable la actitud de Rut con su suegra. No sabe que se va a encontrar en Belén, no sabe cómo se va a desarrollar la vida de dos viudas sin hijos, en una sociedad en la que la viuda, carecía de derechos. Se prevé una vida llena de dificultades y con pocas posibilidades de salir adelante. No obstante se ofrece a seguir siendo el apoyo de su suegra, a compartir con ella lo que la vida la depare. Rut es capaz de renunciar a su pueblo, a su familia, a su dios, para acatar toda la pobreza, el pueblo y el Dios de Noemí. A lo largo del libro asistiremos al encuentro con dos desconocidos parientes que pueden ejercer el derecho de levirato y proporcionar descendencia a los difuntos hijos de Noemí.
Puede que en el libro de Rut tengamos que ver como la providencia, la mano de Dios está siempre tendida hacia quien haga el bien. Rut se ha sacrificado en beneficio de su suegra y al final tendrá la felicidad de proporcionarle un nieto, un hijo del hijo y ella ocupar un lugar en la casa y familia de Boz. Dios no abandona a quien no abandona al prójimo.
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?"
Fariseos y saduceos, las dos sectas dominantes del pueblo judío, buscan como deshacerse de Jesús y las trampas que le tienden son continuas. La pregunta proveniente de un experto en la Ley, es una provocación buscando que Jesús diga alguna inconveniencia y tener un apoyo en la maldad que quieren cometer contra él.
No parecen espabilar: Jesús les ha dejado en ridículo con el pago de los impuestos al Cesar romano; han recibido un buen varapalo en la parábola de los invitados a la boda; ha hecho callar a los saduceos con el tema de la resurrección de los muertos. Y ahora preguntan por el mandamiento más importante de la Ley.
La respuesta de Jesús es obvia e inmediata: no podía ser otra que pregonar que es el amor incondicional y completo a Dios el primer y, tal vez pudiéramos decir, único mandamiento, pues todos los demás están en él fundados. Ya el mismo nos ha dicho que el amor a Dios solamente se puede realizar a través del amor al prójimo. (Mt, 10).
La Ley judía ha ido amontonando precepto sobre precepto hasta superar los seiscientos y el amor a Dios se ha ido quedando pequeño, semioculto, enterrado entre tanta hojarasca y el amor al prójimo se oculta sin problemas porque es más exigente y pide disponibilidad hacia los demás y eso es algo que los “importantes” tratamos de olvidar.
El amor al prójimo nos exige hacernos presentes con ellos y en ellos, y eso, a nosotros, los puros, los cristianos de siempre, nos cuesta demasiado porque implica desprendernos de nuestra acomodada y tranquila situación, trastocar nuestras ideas, para acercarnos a los más pobres, a los afectados por alguna tara o enfermedad. A los prójimos ricos, cultos e importantes no tenemos problemas si están cercanos, pero los pobres huelen mal, con frecuencia a vino barato, y tratamos de separarnos de ellos.
Y Jesús nos da una buena reprimenda, si queremos escucharle: El amor a ese prójimo despreciado es semejante al amor a Dios.
Amemos a Dios sobre todas las cosas, pero no olvidemos que el amor a Dios está unido indisolublemente al amor al prójimo, sin que podamos elegir o discriminar quien pueda ser nuestro prójimo.
¿Seremos capaces de encontrar a Dios y al prójimo en nuestro vecino o en ese mendigo o viajero que estamos viendo amontonado con otros prójimos iguales en una patera?
Fuente: Amarás a tu prójimo como a ti mismo
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
Aquí te contamos cómo rezar el rosario. Si eres principiante puedes empezar por rezar un misterio al día hasta que logres completarlo todo.
catholic-link.com
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
A continuación, el Evangelio de hoy viernes y las lecturas:
“ Amarás a tu prójimo como a ti mismo ”
Primera lectura
Comienzo del libro de Rut 1,1.3-6 14b-16.22
Sucedió en tiempo de los jueces, que hubo hambre en el país y un hombre decidió emigrar, con su mujer Noemí y sus dos hijos, desde Belén de Judá a la region de Moab.
Murió Elimélec, el marido de Noemí, y quedó ella sola con sus dos hijos. Estos tomaron por mujeres a dos moabitas llamadas Orfá y Rut. Pero, después de residir allí unos diez años, murieron también los dos , quedando Noemí sin hijos y sin marido.
Entonces Noemí, enterada de que el Señor había bendecido a su pueblo procurándole alimentos, se dispuso a abandonar la región de Moab en compañía de sus dos nueras.
Orfá dio un beso a su suegra y se volvió a su pueblo, mientras que Rut permaneció con Noemí.
«Ya ves - dijo Noemí - que tu cuñada vuelve a su pueblo y a sus dioses. Ve tú también con ella».
Pero Rut respondió:
«No insistas en que vuelva. y te abandone. Iré adonde tú vayas, viviré donde tú vivas; tu pueblo será mi pueblo y tu Dios será mi Dios».
Así fue como Noemí volvió de la región de Moab junto con Rut, su nuera moabita. Cuando llegaron a Belén, comenzaba la siega de la cebada.
Salmo de hoy
Sal 145,5-6ab.6c-7.8-9a.9be-10 R/. Alaba, alma mía, al Señor
Dichoso a quien auxilia el Dios de Jacob,
el que espera en el Señor, su Dios,
que hizo el cielo y la tierra,
el mar y cuanto hay en él;
que mantiene su fidelidad perpetuamente.
Alaba, alma mía, al Señor
Hace justicia a los oprimidos,
da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos.
Alaba, alma mía, al Señor
El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos.
El Señor guarda a los peregrinos.
Alaba, alma mía, al Señor
Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad.
Alaba, alma mía, al Señor
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 22,34-40
En aquel tiempo, los fariseos, al oír que Jesús había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la Ley, le preguntó para ponerlo a prueba:
«Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?».
Él le dijo:
«”Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”.
Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él:
“Amarás a tu prójimo como a ti mismo”.
En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas».
---
Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de D. Félix García O.P., de la Fraternidad de Laicos Dominicos de Viveiro (Lugo).
Reflexión del Evangelio de hoy
"Donde tu vayas, iré yo…"
Estamos leyendo hoy el inicio del libro de Rut, una mujer extranjera para los judíos que decide libremente acompañar en su fortuna o infortunio a su suegra Noemí. Nada cuenta el libro de los trabajos y dificultades del camino, pero finalmente llegan a Belén, lugar y tribu a la que pertenecía el difunto marido de Noemí, y comienzan una vida humilde, con trabajos sencillos para sobrevivir.
Es posible que lo más importante del libro de Rut sea dar una raíz de la que brotará, algunas generaciones posteriores, el Rey David. Y, cuando los tiempos sean cumplidos, nacerá el Mesías.
Es notable la actitud de Rut con su suegra. No sabe que se va a encontrar en Belén, no sabe cómo se va a desarrollar la vida de dos viudas sin hijos, en una sociedad en la que la viuda, carecía de derechos. Se prevé una vida llena de dificultades y con pocas posibilidades de salir adelante. No obstante se ofrece a seguir siendo el apoyo de su suegra, a compartir con ella lo que la vida la depare. Rut es capaz de renunciar a su pueblo, a su familia, a su dios, para acatar toda la pobreza, el pueblo y el Dios de Noemí. A lo largo del libro asistiremos al encuentro con dos desconocidos parientes que pueden ejercer el derecho de levirato y proporcionar descendencia a los difuntos hijos de Noemí.
Puede que en el libro de Rut tengamos que ver como la providencia, la mano de Dios está siempre tendida hacia quien haga el bien. Rut se ha sacrificado en beneficio de su suegra y al final tendrá la felicidad de proporcionarle un nieto, un hijo del hijo y ella ocupar un lugar en la casa y familia de Boz. Dios no abandona a quien no abandona al prójimo.
"Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley?"
Fariseos y saduceos, las dos sectas dominantes del pueblo judío, buscan como deshacerse de Jesús y las trampas que le tienden son continuas. La pregunta proveniente de un experto en la Ley, es una provocación buscando que Jesús diga alguna inconveniencia y tener un apoyo en la maldad que quieren cometer contra él.
No parecen espabilar: Jesús les ha dejado en ridículo con el pago de los impuestos al Cesar romano; han recibido un buen varapalo en la parábola de los invitados a la boda; ha hecho callar a los saduceos con el tema de la resurrección de los muertos. Y ahora preguntan por el mandamiento más importante de la Ley.
La respuesta de Jesús es obvia e inmediata: no podía ser otra que pregonar que es el amor incondicional y completo a Dios el primer y, tal vez pudiéramos decir, único mandamiento, pues todos los demás están en él fundados. Ya el mismo nos ha dicho que el amor a Dios solamente se puede realizar a través del amor al prójimo. (Mt, 10).
La Ley judía ha ido amontonando precepto sobre precepto hasta superar los seiscientos y el amor a Dios se ha ido quedando pequeño, semioculto, enterrado entre tanta hojarasca y el amor al prójimo se oculta sin problemas porque es más exigente y pide disponibilidad hacia los demás y eso es algo que los “importantes” tratamos de olvidar.
El amor al prójimo nos exige hacernos presentes con ellos y en ellos, y eso, a nosotros, los puros, los cristianos de siempre, nos cuesta demasiado porque implica desprendernos de nuestra acomodada y tranquila situación, trastocar nuestras ideas, para acercarnos a los más pobres, a los afectados por alguna tara o enfermedad. A los prójimos ricos, cultos e importantes no tenemos problemas si están cercanos, pero los pobres huelen mal, con frecuencia a vino barato, y tratamos de separarnos de ellos.
Y Jesús nos da una buena reprimenda, si queremos escucharle: El amor a ese prójimo despreciado es semejante al amor a Dios.
Amemos a Dios sobre todas las cosas, pero no olvidemos que el amor a Dios está unido indisolublemente al amor al prójimo, sin que podamos elegir o discriminar quien pueda ser nuestro prójimo.
¿Seremos capaces de encontrar a Dios y al prójimo en nuestro vecino o en ese mendigo o viajero que estamos viendo amontonado con otros prójimos iguales en una patera?
Fuente: Amarás a tu prójimo como a ti mismo
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
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