Santo Evangelio de hoy y lecturas. Sábado, 2 de julio, "Dios anuncia la paz a su pueblo"

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a donde Dios me lleva


Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).

Beneficios de la Palabra

1) Nutre tu alma sedienta.

«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).

2) Fortalece tus huesos cansados.

«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).

3) Redirige tu mirada a lo que es justo.

«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).

4) Calma tu corazón desanimado.

«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).

5) Concede Completa Paz.

«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).

6) Llena De Esperanza.

«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).

7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.

«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).

8) Da Profunda Sabiduría.

«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).

9) Tranquilidad Durante El Dolor.

«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)

10) Te Llena De Sus Alabanzas.

«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).

11) Guarda De Caer En La Tentación.

«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).

12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.

«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).

13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.

«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).

14) Consuela En Tiempo De Angustia.

«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).

15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.

«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).

«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Es mi meditación todo el día.» (Salmo 119:97).

A continuación, el Evangelio de hoy sábado y las lecturas:


A vino nuevo, odres nuevos

Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós 9, 11-15

Esto dice el Señor:
«Aquel día levantaré la cabaña caída de David,
repararé sus brechas, restauraré sus ruinas
y la reconstruiré como antaño,
para que posean el resto de Edón
y todas las naciones sobre las cuales
fue invocado mi nombre
—oráculo del Señor que hace todo esto—.
Vienen días —oráculo del Señor—
cuando se encontrarán el que ara con el que siega,
y el que pisa la uva con quien esparce la semilla;
las montañas destilarán mosto
y las colinas se derretirán.
Repatriaré a los desterrados de mi pueblo Israel;
ellos reconstruirán ciudades derruidas y las habitarán, plantarán viñas y beberán su vino,
cultivaran huertos y comerán sus frutos.
Yo los plantaré en su tierra,
que yo les había dado,
y ya no serán arrancados de ella
—dice el Señor, tu Dios—».

Salmo de hoy
Sal 84, 9. 11-12. 13-14 R/. Dios anuncia la paz a su pueblo

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz
a su pueblo y a sus amigos
y a los que se convierten de corazón».
Dios anuncia la paz a su pueblo.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.
Dios anuncia la paz a su pueblo.

El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
y sus pasos señalarán el camino.
Dios anuncia la paz a su pueblo.

Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 14-17

En aquel tiempo, los discípulos de Juan se acercan a Jesús, preguntándole:
«¿Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?».
Jesús les dijo:
«¿Es que pueden guardar luto los amigos del esposo, mientras el esposo está con ellos?
Llegarán días en que les arrebatarán al esposo, y entonces ayunarán.
Nadie echa un remiendo de paño sin remojar a un manto pasado; porque la pieza tira del manto y deja un roto peor.
Tampoco se echa vino nuevo en odres viejos; porque revientan los odres: se derrama el vino y los odres se estropean; el vino nuevo se echa en odres nuevos y así las dos cosas se conservan».

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Bonus: Añado audio de los dominicos con el Evangelio anterior + comentario, así como los comentarios grabados del padre Pedro Brassesco en Ivoox. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Mitxel Gutiérrez Sánchez O.P., de la Casa Ntra.Sra. de los Ángeles (Vitoria).





Reflexión del Evangelio de hoy

Dios anuncia a su pueblo la paz
Es preciosa la narración que el profeta Amos les recuerda a su pueblo y nos recuerda. Es un resumen precioso de lo que Dios ha hecho y hace en favor de los demás, pero es el salmo el que puede centrar hoy nuestra reflexión juntamente con el Evangelio.

Una vez más es la invitación del profeta quien nos recuerda lo que Dios Padre hace en favor de la humanidad, pero, es el salmo quien nos recuerda cómo corresponder a esa actuación, con nuestro cambio de vida.

El profeta habla a un pueblo depresivo, cansado, desilusionado y le dice que Dios Padre, con su amor fiel, lo anima y le vuelve la ilusión y la esperanza, así como la confianza en Él. Hoy nuestra sociedad y nuestra Iglesia, pasamos muchas dificultades, como a lo largo de la historia, pero quizá ahora nos encontramos un tanto cansados, dormidos, desilusionados y conviene recordar que Dios no se ha olvidado de nosotros y que por lo tanto: levantará nuestra cabeza caída, reparará nuestra brechas, reparará nuestras ruinas y restaurará la vida de las personas. Recobremos nuestra confianza en Él. ¿Cómo recobrar esa confianza en Dios Padre?

A vino nuevo, odres nuevos
Ciertamente que las situaciones por las que pasa la humanidad parecen no engendrar confianza e ilusión, sin embargo, es más necesario que nunca. Es el evangelio el que nos da una pequeña pista, aunque es muy exigente, es fijarnos en la actuación de Jesús y en su palabra.

Siempre, el creyente, tiene que recordar la actuación de Jesús, el hombre, que, siendo Dios, nos enseñó cómo humanizar nuestra sociedad. Su actuación y sus palabras, son la mejor manera para liberarnos del desánimo y de la desesperación. Él está con nosotros y, con la fuerza de su Espíritu, nos capacita y nos impulsa hacer realidad lo que Dios Padre quiere para toda la humanidad. Quiere la paz, la concordia, el bienestar, la justicia para todos. Para lograr esto no nos debemos quedar parados, sino que tenemos que saber situarnos y no hacer lo de siempre, sino estar siempre en proceso de conversión.

La conversión nos exige descubrir la novedad de los tiempos y poner novedad en nuestra actuación. Eso es lo que ha pretendido el Papa cuando ha convocado a toda la Iglesia al Sínodo de la sinodalidad. Hay que cambiar. Hay que escuchar al Espíritu y escucharnos para descubrir entre todos lo que nos están diciendo estos tiempos de superficialidad, de relativismo, de indiferencia y de falta de compromisos, tanto a nivel eclesiástico como civil y social. Pongamos soluciones nuevas a estos nuevos tiempos. Seamos audaces para proponer entre todos cómo anunciar, hoy, la paz a nuestro mundo. Podemos hacer hoy esta oración.

“Señor Jesús, dame Tu Paz, esa que sólo Tú puedes dar. Sin ella Tu envío no tiene futuro. Dame Tu Espíritu para ser como Tú, para alegrarme como Tú y vivir Tu misma vida resucitada. Que ese mismo Espíritu me ilumine para adentrarme en la Palabra que hoy me diriges. AMEN.

Fuente: A vino nuevo, odres nuevos

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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.


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Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
 
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Hermanos míos, abandonad las Potestades, lo que algunos que se dicen sabios dogmatizan y escucháos a vosotros mismos, porque el Cambio surje de dentro, de Dios en uno, y siempre es positivo y para mejor; en un movimiento en espiral que rompe el círculo de la recurrencia, siempre en pos de dejar atrás el pecado, el error que nos ancla a este mundo.

El Cambio viene de Dios, no de los hombres.


Por otro lado, hoy he llegado a la relectura de la Carta a los Efesios y es simplemente SUBLIME.

Si disponéis de un rato en paz, dedicádselo desde el sentimiento, disfrutadla en el Espíritu Santo y asimilad el testimonio que ahí quedó por escrito, porque no tiene desperdicio.

Gracias Padre por haber dejado por escrito tu Testamento, nuestra herencia.

Os quiero, en Jesucristo, en quien todos somos Uno, santísimo Elohim.
 
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