rafabogado
Será en Octubre
ACTUALIZACIÓN:
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
+
Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
---
¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
---
Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
---
Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ No es Dios de muertos, sino de vivos ”
Primera lectura
Lectura del segundo libro de los Macabeos 7, 1-2. 9-14
En aquellos días, sucedió que arrestaron a siete hermanos con su progenitora. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de lechón, prohibida por la ley. Uno de ellos habló en nombre de los demás:
«Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres».
El segundo, estando a punto de morir, dijo:
«Tú, malvado, nos arrancas la vida presente; pero, cuando hayamos muerto por su ley, el Rey del universo nos resucitará para una vida eterna».
Después se burlaron del tercero. Cuando le pidieron que sacara la lengua, lo hizo enseguida y presentó las manos con gran valor. Y habló dignamente:
«Del Cielo las recibí y por sus leyes las desprecio; espero recobrarlas del mismo Dios».
El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los tormentos.
Cuando murió este, torturaron de modo semejante al cuarto. Y, cuando estaba a punto de morir, dijo:
«Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se tiene la esperanza de que Dios mismo nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida».
Salmo
Sal 16, 1. 5-6. 8b y 15 R. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño.
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Mis pies estuvieron firmes en tus caminos,
y no vacilaron mis pasos.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras.
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme.
Yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante.
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 2, 16 – 3, 5
Hermanos:
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha regalado un consuelo eterno y una esperanza dichosa, consuele vuestros corazones y os dé fuerza para toda clase de palabras y obras buenas. Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor siga avanzando y sea glorificada, como lo fue entre vosotros, y para que nos veamos libres de la gente perversa y malvada, porque la fe no es de todos.
El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del Maligno.
En cuanto a vosotros, estamos seguros en el Señor de que ya cumplís y seguiréis cumpliendo todo lo que os hemos mandado.
Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y la paciencia en Cristo.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 20, 27-38
En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:
«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y de descendencia a su hermano . Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».
Jesús les dijo:
«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos
no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.
Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».
---
Bonus: Añado audio de los dominicos con el Evangelio anterior + comentario, así como los comentarios del padre Pedro Brassesco en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Gerardo Sánchez Mielgo, del Convento de Santo Domingo en Torrent (Valencia).
Comentario bíblico
Primera lectura: (2Macabeos 7,1-2.9-4)
Marco:El contexto es la sección dedicada a narrar la propaganda helenista y la persecución bajo Antíoco Epífanes. Todo el capítulo 7, del que se toman hoy algunos versículos, está dedicado al martirio de los 7 hermanos. La lectura tiene un tema central y común: la resurrección.
Reflexiones
1ª) ¡La incomprensión y paradoja de la persecución religiosa!
El testimonio de Daniel confirma este relato (Dn 11,21-12,13) al recordar a Epífanes y sus atrocidades. ¿Por qué las persecuciones religiosas? La dureza de la persecución alcanza a las mujeres y a los niños. Son perseguidos por permanecer fieles a la ley del Señor que es la expresión de su voluntad. Los piadosos judíos están dispuestos a la fin violenta antes que quebrantar la ley (cf. Salmo 119 que bien podría titularse dichosos los que siguen la ley del Señor). La ley es, a la vez, relato y acontecimiento. Es el bloque donde se recogen los elementos centrales de la fe de Israel. Del libro de la ley era obligatorio proclamar en la celebración del culto sinagogal un fragmento. El libro de la ley contiene: el relato de los orígenes; la historia patriarcal (vocación, promesa, alianza de Dios con ellos); la esclavitud y liberación de Egipto con la Pascua; travesía por el desierto; estipulación de la alianza del Sinaí entre Dios y su pueblo; camino hacia la tierra prometida. Quebrantar la Ley supondría negar al Dios que la pactó con su pueblo. El proyecto y la voluntad de Dios están en juego en la persecución. No ha sido fácil entender las persecuciones a lo largo de la historia del pueblo judío y a lo largo de la historia de la Iglesia.
Segunda lectura: (2Tesalonicenses 2,15-3,5)
Marco:El contexto es una exhortación a la perseverancia. Este pasaje enlaza estrechamente con la descripción de la parusía. Después de refutar las ideas falsas, el autor expone las consecuencias positivas de su pensamiento.
Reflexiones
1ª) El creyente inmerso en el mundo y rodeado de dificultados necesita el consuelo de Dios!
Que Jesucristo nuestro Señor y Dios nuestro Padre... os consuele internamente y os dé fuerzas para toda clase de palabras y obras buenas. El trasfondo de este texto es martirial. En realidad la Iglesia siempre es martirial porque ha sido fundado por el primer Mártir del que Simeón había afirmado prolépticamente que sería una bandera discutida. La consolación es tarea peculiar del Espíritu. Precisamente el nombre de Paráclito lleva en su propia raíz el sentido de consolar y exhortar. El Espíritu Paráclito recibirá la misión de consolar a la Iglesia durante todo su itinerario hasta la Vuelta de su Señor. Una de las tareas principales de los profetas era consolar (Is 40,1ss). La consolación de Israel es un tema importante en la historia de la esperanza mesiánica. Esta esperanza era alimentada de modo especial en los círculos que hemos convenido en llamar los “pobres de Yahvé”* (anawim). A este grupo habrían pertenecido con toda probabilidad María y José así como Simeón y Ana. Y también con toda probabilidad muchos de los primeros judíos convertidos al cristianismo. El relato lucano nos ha conservado un detalle revelador en este sentido cuando presenta la figura de Simeón (Lc 2,25ss). Pablo recuerda la misma preocupación por el consuelo (2Cor 1,3-5). Una misión importante de los discípulos de Jesús en nuestro mundo es continuar esta tarea consoladora. Los hombres y mujeres de este tiempo tienen necesidad de la consolación.
Evangelio: (Lucas 20,27-38)
Marco: Corresponde al bloque dedicado al ministerio de Jesús en Jerusalén, después de la entrada triunfal y expulsión de los vendedores del templo. Se recogen las grandes preguntas que se le plantearon: sobre el más allá, sobre el tributo al César, sobre la autoridad de Jesús para actuar como actúa, sobre la identidad de Jesús. La lectura de hoy trata el problema de la resurrección de los muertos.
Reflexiones
1ª) ¡tras*formación total de la naturaleza humana en el más allá!
Son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Los que plantean la cuestión a Jesús son saduceos* que no creen en la resurrección. Una de las diferencias doctrinales más acusadas entre los fariseos y los saduceos es que aquellos creen en la resurrección de los muertos y en los ángeles y éstos no creen ni en una cosa ni en la otra. Los fariseos son descendientes de los hasidim (piadosos), colaboradores de los Macabeos, y creyentes en la resurrección como observamos en la primera lectura proclamada hoy. Los saduceos plantean el problema recurriendo a una historia ficticia y académica que se fundamenta en la ley del levirato*. Como quiera que creían en el reino de Dios, aunque un reino temporal y terreno tras*formado, aplicaban al Reino los mismos parámetros que se dan en la vida real. Jesús sale al paso de sus objetores y les contesta en dos momentos: en primer lugar, cómo será la vida de los hombres después de la resurrección (como los ángeles de Dios, es decir, totalmente espiritual); en un segundo lugar, afirma claramente la existencia de la resurrección. En cuanto a la primera cuestión, Jesús afirma, apoyado en la existencia de los ángeles, que serán como ángeles de Dios y como hijos de Dios. Allí ya no habrá matrimonio, porque éste es entendido como el vehículo necesario para prolongar la vida sobre la tierra. En el cielo no existe la fin, por tanto ya no es necesario el matrimonio. Los ángeles de Dios y los hijos de Dios ya no mueren. Jesús afirma abiertamente la esencia de la vida futura: que es una vida espiritual, feliz, luminosa, permanente y inamisible. En un mundo con tantas dificultades para elevarse a lo espiritual este relato evangélico tiene mucho que ofrecerle; pero también es verdad que no es fácil la comprensión y aceptación del mismo. Hay que seguir proclamando la vida futura feliz, culminación de una vida asaltada por el sufrimiento y la fin.
2ª) ¡La resurrección es la puerta obligada para la vida eterna!
No es Dios de muertos sino de vivos: porque para él todos están vivos. Jesús ha respondido a uno de los interrogantes más preocupantes de la humanidad: el enigma de la fin. ¿Qué le espera al hombre más allá de la fin? ¿Existe otra vida? E relato evangélico nos ha conservado la narración de algunas resurrecciones efectuadas por Jesús como “signos” o primicias de esta respuesta definitiva: la resurrección del joven hijo único de la viuda de Naím (Lc 7,11ss); la resurrección de la jovencita hija de Jairo (Mc 5,21ss); y la resurrección de Lázaro (Jn 11). Son solamente signos indicativos de una verdad y una realidad mucho más amplia: la indicación y comprobación de que Jesús tiene poder sobre la fin. Quedará totalmente respondida la cuestión con la propia resurrección de Jesús. Se trata de una resurrección escatológica, trascendente y universal: en la resurrección de este hombre llamado Jesús, todos los hombres son llamados a la resurrección y a la vida. Él mismo es la resurrección y la vida (Jn 11,23-27). Jesús envía a sus interlocutores a una de las perícopas que proclaman frecuentemente en la sinagoga: el episodio de la zarza que nos tras*mite el libro del Éxodo (3,1ss). Mediante una exegesis propia de su tiempo, Jesús deduce la verdad de la resurrección y que Dios es un Dios de vivos y no de muertos.
También hay una evocación de los orígenes: Dios creó al hombre para una vida perenne (sentido del árbol de la vida). Para Dios todos viven es una declaración importante y consoladora. Este mensaje sobre la resurrección tiene hoy especial incidencia y urgencia entre los creyentes, incluso. Hay no pocos creyentes que se confiesan tales, pero cuando se les pregunta sobre el más allá contestan que no creen en la vida eterna. No podemos apreciar el alcance de estas declaraciones, pero en todo caso es necesaria una evangelización de esta verdad fundamental sin la cual no es posible la esperanza (1Cor 15,12ss). Pero no es fácil su aceptación. Por eso hacen falta testigos verdaderamente convencidos de esta verdad. Y la raíz y apoyo de la misma es un acontecimiento: la resurrección del propio Jesús como primogénito de entre los muertos, a quien seguimos todos, y un fundamento firme: el poder de Dios que tiene capacidad para devolver la vida a todos y para siempre.
Fuente: No es Dios de muertos, sino de vivos
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Es mi meditación todo el día.» (Salmo 119:97).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Es mi meditación todo el día.» (Salmo 119:97).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ No es Dios de muertos, sino de vivos ”
Primera lectura
Lectura del segundo libro de los Macabeos 7, 1-2. 9-14
En aquellos días, sucedió que arrestaron a siete hermanos con su progenitora. El rey los hizo azotar con látigos y nervios para forzarlos a comer carne de lechón, prohibida por la ley. Uno de ellos habló en nombre de los demás:
«Qué pretendes sacar de nosotros? Estamos dispuestos a morir antes que quebrantar la ley de nuestros padres».
El segundo, estando a punto de morir, dijo:
«Tú, malvado, nos arrancas la vida presente; pero, cuando hayamos muerto por su ley, el Rey del universo nos resucitará para una vida eterna».
Después se burlaron del tercero. Cuando le pidieron que sacara la lengua, lo hizo enseguida y presentó las manos con gran valor. Y habló dignamente:
«Del Cielo las recibí y por sus leyes las desprecio; espero recobrarlas del mismo Dios».
El rey y su corte se asombraron del valor con que el joven despreciaba los tormentos.
Cuando murió este, torturaron de modo semejante al cuarto. Y, cuando estaba a punto de morir, dijo:
«Vale la pena morir a manos de los hombres, cuando se tiene la esperanza de que Dios mismo nos resucitará. Tú, en cambio, no resucitarás para la vida».
Salmo
Sal 16, 1. 5-6. 8b y 15 R. Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Señor, escucha mi apelación,
atiende a mis clamores,
presta oído a mi súplica,
que en mis labios no hay engaño.
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Mis pies estuvieron firmes en tus caminos,
y no vacilaron mis pasos.
Yo te invoco porque tú me respondes, Dios mío;
inclina el oído y escucha mis palabras.
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Guárdame como a las niñas de tus ojos,
a la sombra de tus alas escóndeme.
Yo con mi apelación vengo a tu presencia,
y al despertar me saciaré de tu semblante.
Al despertar me saciaré de tu semblante, Señor.
Segunda lectura
Lectura de la segunda carta del Apóstol San Pablo a los Tesalonicenses 2, 16 – 3, 5
Hermanos:
Que el mismo Señor nuestro, Jesucristo, y Dios, nuestro Padre, que nos ha amado y nos ha regalado un consuelo eterno y una esperanza dichosa, consuele vuestros corazones y os dé fuerza para toda clase de palabras y obras buenas. Por lo demás, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor siga avanzando y sea glorificada, como lo fue entre vosotros, y para que nos veamos libres de la gente perversa y malvada, porque la fe no es de todos.
El Señor, que es fiel, os dará fuerzas y os librará del Maligno.
En cuanto a vosotros, estamos seguros en el Señor de que ya cumplís y seguiréis cumpliendo todo lo que os hemos mandado.
Que el Señor dirija vuestros corazones hacia el amor de Dios y la paciencia en Cristo.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 20, 27-38
En aquel tiempo, se acercaron algunos saduceos, los que dicen que no hay resurrección, y preguntaron a Jesús:
«Maestro, Moisés nos dejó escrito: “Si a uno se le muere su hermano, dejando mujer pero sin hijos, que tome la mujer como esposa y de descendencia a su hermano . Pues bien, había siete hermanos; el primero se casó y murió sin hijos. El segundo y el tercero se casaron con ella, y así los siete, y murieron todos sin dejar hijos. Por último, también murió la mujer. Cuando llegue la resurrección, ¿de cuál de ellos será la mujer? Porque los siete la tuvieron como mujer».
Jesús les dijo:
«En este mundo los hombres se casan y las mujeres toman esposo, pero los que sean juzgados dignos de tomar parte en el mundo futuro y en la resurrección de entre los muertos
no se casarán ni ellas serán dadas en matrimonio. Pues ya no pueden morir, ya que son como ángeles; y son hijos de Dios, porque son hijos de la resurrección.
Y que los muertos resucitan, lo indicó el mismo Moisés en el episodio de la zarza, cuando llama al Señor: “Dios de Abrahán, Dios de Isaac, Dios de Jacob”. No es Dios de muertos, sino de vivos: porque para él todos están vivos».
---
Bonus: Añado audio de los dominicos con el Evangelio anterior + comentario, así como los comentarios del padre Pedro Brassesco en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Gerardo Sánchez Mielgo, del Convento de Santo Domingo en Torrent (Valencia).
Comentario bíblico
Primera lectura: (2Macabeos 7,1-2.9-4)
Marco:El contexto es la sección dedicada a narrar la propaganda helenista y la persecución bajo Antíoco Epífanes. Todo el capítulo 7, del que se toman hoy algunos versículos, está dedicado al martirio de los 7 hermanos. La lectura tiene un tema central y común: la resurrección.
Reflexiones
1ª) ¡La incomprensión y paradoja de la persecución religiosa!
El testimonio de Daniel confirma este relato (Dn 11,21-12,13) al recordar a Epífanes y sus atrocidades. ¿Por qué las persecuciones religiosas? La dureza de la persecución alcanza a las mujeres y a los niños. Son perseguidos por permanecer fieles a la ley del Señor que es la expresión de su voluntad. Los piadosos judíos están dispuestos a la fin violenta antes que quebrantar la ley (cf. Salmo 119 que bien podría titularse dichosos los que siguen la ley del Señor). La ley es, a la vez, relato y acontecimiento. Es el bloque donde se recogen los elementos centrales de la fe de Israel. Del libro de la ley era obligatorio proclamar en la celebración del culto sinagogal un fragmento. El libro de la ley contiene: el relato de los orígenes; la historia patriarcal (vocación, promesa, alianza de Dios con ellos); la esclavitud y liberación de Egipto con la Pascua; travesía por el desierto; estipulación de la alianza del Sinaí entre Dios y su pueblo; camino hacia la tierra prometida. Quebrantar la Ley supondría negar al Dios que la pactó con su pueblo. El proyecto y la voluntad de Dios están en juego en la persecución. No ha sido fácil entender las persecuciones a lo largo de la historia del pueblo judío y a lo largo de la historia de la Iglesia.
Segunda lectura: (2Tesalonicenses 2,15-3,5)
Marco:El contexto es una exhortación a la perseverancia. Este pasaje enlaza estrechamente con la descripción de la parusía. Después de refutar las ideas falsas, el autor expone las consecuencias positivas de su pensamiento.
Reflexiones
1ª) El creyente inmerso en el mundo y rodeado de dificultados necesita el consuelo de Dios!
Que Jesucristo nuestro Señor y Dios nuestro Padre... os consuele internamente y os dé fuerzas para toda clase de palabras y obras buenas. El trasfondo de este texto es martirial. En realidad la Iglesia siempre es martirial porque ha sido fundado por el primer Mártir del que Simeón había afirmado prolépticamente que sería una bandera discutida. La consolación es tarea peculiar del Espíritu. Precisamente el nombre de Paráclito lleva en su propia raíz el sentido de consolar y exhortar. El Espíritu Paráclito recibirá la misión de consolar a la Iglesia durante todo su itinerario hasta la Vuelta de su Señor. Una de las tareas principales de los profetas era consolar (Is 40,1ss). La consolación de Israel es un tema importante en la historia de la esperanza mesiánica. Esta esperanza era alimentada de modo especial en los círculos que hemos convenido en llamar los “pobres de Yahvé”* (anawim). A este grupo habrían pertenecido con toda probabilidad María y José así como Simeón y Ana. Y también con toda probabilidad muchos de los primeros judíos convertidos al cristianismo. El relato lucano nos ha conservado un detalle revelador en este sentido cuando presenta la figura de Simeón (Lc 2,25ss). Pablo recuerda la misma preocupación por el consuelo (2Cor 1,3-5). Una misión importante de los discípulos de Jesús en nuestro mundo es continuar esta tarea consoladora. Los hombres y mujeres de este tiempo tienen necesidad de la consolación.
Evangelio: (Lucas 20,27-38)
Marco: Corresponde al bloque dedicado al ministerio de Jesús en Jerusalén, después de la entrada triunfal y expulsión de los vendedores del templo. Se recogen las grandes preguntas que se le plantearon: sobre el más allá, sobre el tributo al César, sobre la autoridad de Jesús para actuar como actúa, sobre la identidad de Jesús. La lectura de hoy trata el problema de la resurrección de los muertos.
Reflexiones
1ª) ¡tras*formación total de la naturaleza humana en el más allá!
Son como ángeles; son hijos de Dios, porque participan en la resurrección. Los que plantean la cuestión a Jesús son saduceos* que no creen en la resurrección. Una de las diferencias doctrinales más acusadas entre los fariseos y los saduceos es que aquellos creen en la resurrección de los muertos y en los ángeles y éstos no creen ni en una cosa ni en la otra. Los fariseos son descendientes de los hasidim (piadosos), colaboradores de los Macabeos, y creyentes en la resurrección como observamos en la primera lectura proclamada hoy. Los saduceos plantean el problema recurriendo a una historia ficticia y académica que se fundamenta en la ley del levirato*. Como quiera que creían en el reino de Dios, aunque un reino temporal y terreno tras*formado, aplicaban al Reino los mismos parámetros que se dan en la vida real. Jesús sale al paso de sus objetores y les contesta en dos momentos: en primer lugar, cómo será la vida de los hombres después de la resurrección (como los ángeles de Dios, es decir, totalmente espiritual); en un segundo lugar, afirma claramente la existencia de la resurrección. En cuanto a la primera cuestión, Jesús afirma, apoyado en la existencia de los ángeles, que serán como ángeles de Dios y como hijos de Dios. Allí ya no habrá matrimonio, porque éste es entendido como el vehículo necesario para prolongar la vida sobre la tierra. En el cielo no existe la fin, por tanto ya no es necesario el matrimonio. Los ángeles de Dios y los hijos de Dios ya no mueren. Jesús afirma abiertamente la esencia de la vida futura: que es una vida espiritual, feliz, luminosa, permanente y inamisible. En un mundo con tantas dificultades para elevarse a lo espiritual este relato evangélico tiene mucho que ofrecerle; pero también es verdad que no es fácil la comprensión y aceptación del mismo. Hay que seguir proclamando la vida futura feliz, culminación de una vida asaltada por el sufrimiento y la fin.
2ª) ¡La resurrección es la puerta obligada para la vida eterna!
No es Dios de muertos sino de vivos: porque para él todos están vivos. Jesús ha respondido a uno de los interrogantes más preocupantes de la humanidad: el enigma de la fin. ¿Qué le espera al hombre más allá de la fin? ¿Existe otra vida? E relato evangélico nos ha conservado la narración de algunas resurrecciones efectuadas por Jesús como “signos” o primicias de esta respuesta definitiva: la resurrección del joven hijo único de la viuda de Naím (Lc 7,11ss); la resurrección de la jovencita hija de Jairo (Mc 5,21ss); y la resurrección de Lázaro (Jn 11). Son solamente signos indicativos de una verdad y una realidad mucho más amplia: la indicación y comprobación de que Jesús tiene poder sobre la fin. Quedará totalmente respondida la cuestión con la propia resurrección de Jesús. Se trata de una resurrección escatológica, trascendente y universal: en la resurrección de este hombre llamado Jesús, todos los hombres son llamados a la resurrección y a la vida. Él mismo es la resurrección y la vida (Jn 11,23-27). Jesús envía a sus interlocutores a una de las perícopas que proclaman frecuentemente en la sinagoga: el episodio de la zarza que nos tras*mite el libro del Éxodo (3,1ss). Mediante una exegesis propia de su tiempo, Jesús deduce la verdad de la resurrección y que Dios es un Dios de vivos y no de muertos.
También hay una evocación de los orígenes: Dios creó al hombre para una vida perenne (sentido del árbol de la vida). Para Dios todos viven es una declaración importante y consoladora. Este mensaje sobre la resurrección tiene hoy especial incidencia y urgencia entre los creyentes, incluso. Hay no pocos creyentes que se confiesan tales, pero cuando se les pregunta sobre el más allá contestan que no creen en la vida eterna. No podemos apreciar el alcance de estas declaraciones, pero en todo caso es necesaria una evangelización de esta verdad fundamental sin la cual no es posible la esperanza (1Cor 15,12ss). Pero no es fácil su aceptación. Por eso hacen falta testigos verdaderamente convencidos de esta verdad. Y la raíz y apoyo de la misma es un acontecimiento: la resurrección del propio Jesús como primogénito de entre los muertos, a quien seguimos todos, y un fundamento firme: el poder de Dios que tiene capacidad para devolver la vida a todos y para siempre.
Fuente: No es Dios de muertos, sino de vivos
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
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