rafabogado
Será en Octubre
ACTUALIZACIÓN:
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
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Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
---
Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
---
Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ Al ver Jesús a las gentes, se compadecía ”
Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo 19, 2-6a
En aquellos días, llegaron los hijos de Israel al desierto del Sinaí y acamparon allí, frente a la montaña.
Moisés subió hacia Dios. El Señor lo llamó desde la montaña diciendo:
«Así dirás a la casa de Jacob, y esto anunciarás a los hijos de Israel: “Vosotros habéis visto lo que he hecho con los egipcios y cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mi. Ahora, pues, si de veras me obedecéis y guardáis mi alianza, seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”».
Salmo
Sal 99, 2. 3. 5 R. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.
Nosotros somos su cuerpo y ovejas de su rebaño
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Nosotros somos su cuerpo y ovejas de su rebaño
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.
Nosotros somos su cuerpo y ovejas de su rebaño
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 6-11
Hermanos:
Cuando nosotros estábamos aún sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; ciertamente, apenas habrá quien muera por un justo; por una persona buena tal vez se atrevería alguien a morir; pues bien: Dios nos demostró su amor en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos del castigo! Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la fin de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! Y no sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 36 – 10, 8
En aquel tiempo, al ver Jesús a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor». Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies». Llamó a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó. A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».
---
Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Gerardo Sánchez Mielgo (1937-2019).
Comentario bíblico
Primera lectura: (Éxodo 19,2-6a)
Marco:El contexto es el bloque dedicado a la alianza del Sinaí. La tradición de Israel ha situado en el Sinaí las dos máximas revelaciones: la del nombre de Dios en el contexto de la vocación de Moisés y la de la ley en el marco de la alianza. Israel, que siempre ha contemplado a Dios actuando por su Espíritu y su Palabra en la historia, para convertirla en historia de la salvación, ha entendido a su Dios como un Salvador que le ofrece gratuitamente la liberación. Dios quiere estipular con su pueblo una alianza* por la que se compromete Él mismo, y compromete al pueblo, para llevar adelante su proyecto. La lectura habla del al comienzo solemne de esta alianza.
Reflexiones
1ª) ¡Dios ha actuado asombrosamente a favor de su pueblo!
Ya habéis visto lo que hecho con los egipcios y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí. La intervención de Dios en la historia es el lugar privilegiado para encontrarle. Es un Dios personal que actúa obrando maravillas a favor de su pueblo para conducirlo, con pedagogía, hacia la experiencia de su presencia providente y establece una alianza* de soberano con su vasallo. El pueblo de Israel expresa esta alianza con su Dios al modo en que las estipulaban los soberanos con sus vasallos. Por eso es necesario presentar la fuerza y el poder del soberano en el frontispicio de la estipulación. Este es el sentido de las palabras iniciales. El Dios que quiere establecer alianza contigo es el mismo que te ha liberado del poder del faraón. Yo soy Dios y no hay otro. Yo soy omnipotente y puedo realizar lo que me propongo, como ya lo mostré a los padres y de nuevo en Egipto. Son las garantías que Dios ofrece. Y ahora quiere seguir protegiéndote contra quienes se atrevan a hacerte daño, a invadir tu terreno o a esclavizarte. Hoy como ayer el hombre necesita unas garantías que hagan fiable la presencia y actuación de Dios. Esta es la tarea primordial del pueblo de Dios: mostrar al mundo el rostro de un Dios que se interesa por los hombres y que tiene para ellos planes y proyectos de paz y salvación y no de aflicción.
2ª) ¡Seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos!
Vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. El soberano se compromete a proteger al vasallo, a ofrecerle una seguridad en sus fronteras frente a los potenciales invasores. Pero el vasallo se compromete a su vez a reconocer a su soberano como único señor, a escuchar y atender meticulosamente las cláusulas de la alianza. En nuestro caso se trata de un don gratuito en el que la iniciativa la toma Dios (el Soberano) pero que conlleva una exigencia de comportamiento en la fidelidad. Dios es gratuito, pero no barato. Dios ofrece su protección y solícita providencia, pero espera una respuesta acorde con la oferta. La salvación se produce en el encuentro armonioso de una oferta gratuita y una respuesta fiel y responsable. La alianza alcanza al corazón del hombre: Yo sellaré con el pueblo de Israel y con el pueblo de Judá una alianza nueva... Esta será la alianza que haré con el pueblo (vasallo) de Israel después de aquellos días, oráculo del Señor. Pondré mi ley en su interior; la escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo (Jr 31,31-33). Hoy tiene especial evocación y atractivo todo lo que alcance el corazón libre del hombre, la intimidad del hombre. Pues bien, Dios ofrece al hombre un trato en que respeta su libertad y quiere tratarle de amigo y cercano.
Segunda lectura: (Romanos 5,6-11)
Marco:El contexto es una reflexión sobre la salvación y la vida. La palabra clave se traslada de la fe a la vida, aunque entrelazadas firmemente las dos. La lectura habla de los frutos de la salvación y es como una amplia introducción al tema que desarrolla en estos cuatro capítulos centrales del pensamiento paulino. Aparecen términos como paz, reconciliación, gracia, don, liberación, esperanza, resurrección, filiación, amor.
Reflexiones
1ª) ¡Cristo Jesús dio gratuitamente su vida por los alejados de Dios!
La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. El nuevo pueblo de Dios esta constituido por hombres reconciliados con Dios que toma de nuevo, y definitivamente, la iniciativa. Es la bondad de Dios la que hace posible esta decisión. Pablo lo expresa con una frase lapidaria. Cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, es decir, sin capacidad alguna para atraer la atención del Dios salvador, él se adelantó enviando a su Hijo. En el don de la vida de Jesús, en circunstancias humanamente incomprensibles y escandalosas, es donde encontramos el signo y la prueba definitiva de la naturaleza de nuestro Dios. El Padre de Jesús, que lo será también en delante de cuantos acepten su oferta de salvación, ha sellado su amor por los hombres con la alianza definitiva en su sangre. Dios se manifiesta en todo su esplendor salvador en la humillación de la cruz en la que se ha verificado lo que el propio Jesús había anunciado en la Cena (cf. Jn 15,12-15). Todo esto está expresado en clave de nueva y definitiva alianza. El hombre y la mujer modernos anhelan ser cautivados por las cadenas amorosas de la libertad y la amistad. Y Dios, el soberano, se lo ofrece como a vasallos elevados a la categoría de amigos. Sólo en Jesús, en la cruz, se puede descubrir la verdadera dimensión de nuestro Dios.
2ª) ¡Un don así sólo espera del hombre que lo acoja y lo haga vida!
¡Con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! Estas palabras de Pablo nos invitan a comprender la obra liberadora de Dios desde una perspectiva nueva. El creyente es invitado en primer lugar a disfrutar del don ofrecido y generosamente realizado. Un don que le desborda por todas partes. El Dios-soberano es un Padre y un amigo que quiere que el hombre que lo recibe lo disfrute. Nos gloriamos en Dios significa poner el centro de nuestra atención en Él en cuanto amigo siempre dispuesto a realizar el itinerario del hombre. Si antes hizo lo que hizo ¡qué no hará ahora trasladados al reino de su Hijo querido! El esclavo no permanece siempre en la casa, mientras que el Hijo sí. Por eso, si el Hijo os da la libertad, seréis verdaderamente libres (Jn 8,31-36). Los hombres y mujeres de nuestro tiempo pueden encontrar en estas palabras, correctamente entendidas y amorosamente aceptadas, una respuesta a sus profundos anhelos de libertad y dignidad humana. La igualdad que tanto anhelan los hombres de nuestro tiempo encuentra aquí una respuesta realizadora y esperanzadora. Puede parecer una utopía*. Si entendemos el término correctamente, no lo es.
Evangelio: (Mateo 9,36-10,8)
Marco: El contexto es el discurso misionero. La lectura es la introducción (la mies es mucha) y la primera parte del discurso. Los redactores recopilan materiales pronunciados por Jesús aquí y allá para ofrecerlos en una unidad literaria y teológicamente esclarecedora para el lector.
Reflexiones
1ª) ¡La mies es abundante y los obreros dispuestos a la tarea son pocos!
La mies es abundante pero los obreros pocos. En primer lugar, Jesús observa la situación en que se encuentran las gentes. La tarea evangelizadora es ingente y apasionante, pero también dificultosa. Pero Jesús revela que se trata, ante todo, de un asunto de oración. Sorprende que Jesús, el itinerante incansable, oriente en primer lugar la atención de los discípulos hacia un diálogo con el dueño de la mies. Jesús refiere todo a su Padre y quiere que sus discípulos hagan lo mismo. Su Padre sabe la necesidad que tienen los hombres. Y lo primero que hay que hacer es ponerse en su presencia y en sus manos. Pablo lo recordará adecuadamente: uno siembra, otro riega, pero el crecimiento lo da el Padre. La oferta de la alianza, antaño, como la oferta del Evangelio, ahora, alcanza a lo más hondo de los hombres y es necesario que el Padre realice su proyecto. El Padre se encargará de enviar obreros a su mies. Todos los hombres interesan a Dios. Todos han sido objeto del envío de su Hijo. Y todos son el objeto del envío de los apóstoles de su Hijo.
2ª) ¡Estos son los nombres de los doce apóstoles!
A estos Doce los envió Jesús. Invito a realizar una lectura de los textos vocacionales por este orden: en primer lugar, Mc 3,13-15, con tres rasgos peculiares: llamó a los que quiso; los llamó para que le acompañaran; y los llamó para enviarlos a predicar. En segundo lugar, Lc 6,12-13, que subraya la oración antes de la elección, como aparece en tros lugares del evangelio y de Hechos. El diálogo íntimo con el Padre al que Jesús estaba ya muy habituado y muy experimentado, era imprescindible en el momento de elegir a los Doce. En tercer lugar, Mateo que es más sobrio que los otros, pero viene precedido por la escena de la oración al dueño de la mies. Dos detalles: Marcos y Lucas recuerdan la estancia de Jesús en el monte que evoca un lugar especial para la revelación de Dios (Sinaí); en el monte se revelará Dios a los predilectos de Jesús (Tabor o monte muy alto). Los Doce son el núcleo central del verdadero pueblo de Dios y los destinados a juzgar a las doce tribus de Israel. Serán los portadores de la verdadera alianza de Dios con los hombres: anunciarán la oferta definitiva hecha por Dios en Jesús. Y han de comenzar por las ovejas descarriadas de Israel. Sólo después de la resurrección serán enviados a todas las gentes (Mt 28,18-20)
Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca... Una misma tarea en dos tiempos: Anunciar que la soberanía de Dios está ya comenzando a realizarse. Ese fue su programa evangelizador (Mc1,14-15). Los signos acompañan a la proclamación para indicar que la salvación, que el reino alcanza simbólicamente (signos) y alcanzará realmente a todos los hombres y a todo el hombre. En el reino, la vida será una realidad total, permanente y perfecta. Los signos la anticipan y la hacen simbólicamente presente. Los apóstoles son enviados a seguir mostrando y ofreciendo la gratuidad de Dios. La Iglesia de hoy quiere estar comprometida en la construcción temporal del reino que será pleno al final de los tiempos. También los hombres de hoy necesitan signos convincentes de la presencia del reino. Lo que será real y definitivamente el reino en su etapa final de consumación debe iniciarse en el tiempo: un reino de paz, de verdad, de luz, de justicia, de respeto profundo por la dignidad del hombre y de la mujer, la comunión real en los bienes, de amor hasta la donación total.
Fuente: Al ver Jesús a las gentes, se compadecía
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (en castellano y en vivo):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
Aquí te contamos cómo rezar el rosario. Si eres principiante puedes empezar por rezar un misterio al día hasta que logres completarlo todo.
catholic-link.com
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ Al ver Jesús a las gentes, se compadecía ”
Primera lectura
Lectura del libro del Éxodo 19, 2-6a
En aquellos días, llegaron los hijos de Israel al desierto del Sinaí y acamparon allí, frente a la montaña.
Moisés subió hacia Dios. El Señor lo llamó desde la montaña diciendo:
«Así dirás a la casa de Jacob, y esto anunciarás a los hijos de Israel: “Vosotros habéis visto lo que he hecho con los egipcios y cómo os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mi. Ahora, pues, si de veras me obedecéis y guardáis mi alianza, seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. Seréis para mí un reino de sacerdotes y una nación santa”».
Salmo
Sal 99, 2. 3. 5 R. Nosotros somos su pueblo y ovejas de su rebaño.
Aclama al Señor, tierra entera,
servid al Señor con alegría,
entrad en su presencia con vítores.
Nosotros somos su cuerpo y ovejas de su rebaño
Sabed que el Señor es Dios:
que él nos hizo y somos suyos,
su pueblo y ovejas de su rebaño.
Nosotros somos su cuerpo y ovejas de su rebaño
El Señor es bueno,
su misericordia es eterna,
su fidelidad por todas las edades.
Nosotros somos su cuerpo y ovejas de su rebaño
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos 5, 6-11
Hermanos:
Cuando nosotros estábamos aún sin fuerza, en el tiempo señalado, Cristo murió por los impíos; ciertamente, apenas habrá quien muera por un justo; por una persona buena tal vez se atrevería alguien a morir; pues bien: Dios nos demostró su amor en que, siendo nosotros todavía pecadores, Cristo murió por nosotros. ¡Con cuánta más razón, pues, justificados ahora por su sangre, seremos por él salvos del castigo! Si, cuando éramos enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la fin de su Hijo, ¡con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! Y no sólo eso, sino que también nos gloriamos en Dios, por nuestro Señor Jesucristo, por quien hemos obtenido ahora la reconciliación.
Evangelio del día
Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 36 – 10, 8
En aquel tiempo, al ver Jesús a las muchedumbres, se compadecía de ellas, porque estaban extenuadas y abandonadas, «como ovejas que no tienen pastor». Entonces dice a sus discípulos:
«La mies es abundante, pero los trabajadores son pocos; rogad, pues, al Señor de la mies que mande trabajadores a su mies». Llamó a sus doce discípulos, les dio autoridad para expulsar espíritus inmundos y curar toda enfermedad y dolencia.
Estos son los nombres de los doce apóstoles: el primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su hermano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su hermano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el publicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el de Caná, y Judas Iscariote, el que lo entregó. A estos doce los envió Jesús con estas instrucciones:
«No vayáis a tierra de paganos ni entréis en las ciudades de Samaría, sino id a las ovejas descarriadas de Israel. Id y proclamad que ha llegado el reino de los cielos. Curad enfermos, resucitad muertos, limpiad leprosos, echad demonios. Gratis habéis recibido, dad gratis».
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Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Gerardo Sánchez Mielgo (1937-2019).
Comentario bíblico
Primera lectura: (Éxodo 19,2-6a)
Marco:El contexto es el bloque dedicado a la alianza del Sinaí. La tradición de Israel ha situado en el Sinaí las dos máximas revelaciones: la del nombre de Dios en el contexto de la vocación de Moisés y la de la ley en el marco de la alianza. Israel, que siempre ha contemplado a Dios actuando por su Espíritu y su Palabra en la historia, para convertirla en historia de la salvación, ha entendido a su Dios como un Salvador que le ofrece gratuitamente la liberación. Dios quiere estipular con su pueblo una alianza* por la que se compromete Él mismo, y compromete al pueblo, para llevar adelante su proyecto. La lectura habla del al comienzo solemne de esta alianza.
Reflexiones
1ª) ¡Dios ha actuado asombrosamente a favor de su pueblo!
Ya habéis visto lo que hecho con los egipcios y cómo a vosotros os he llevado sobre alas de águila y os he traído a mí. La intervención de Dios en la historia es el lugar privilegiado para encontrarle. Es un Dios personal que actúa obrando maravillas a favor de su pueblo para conducirlo, con pedagogía, hacia la experiencia de su presencia providente y establece una alianza* de soberano con su vasallo. El pueblo de Israel expresa esta alianza con su Dios al modo en que las estipulaban los soberanos con sus vasallos. Por eso es necesario presentar la fuerza y el poder del soberano en el frontispicio de la estipulación. Este es el sentido de las palabras iniciales. El Dios que quiere establecer alianza contigo es el mismo que te ha liberado del poder del faraón. Yo soy Dios y no hay otro. Yo soy omnipotente y puedo realizar lo que me propongo, como ya lo mostré a los padres y de nuevo en Egipto. Son las garantías que Dios ofrece. Y ahora quiere seguir protegiéndote contra quienes se atrevan a hacerte daño, a invadir tu terreno o a esclavizarte. Hoy como ayer el hombre necesita unas garantías que hagan fiable la presencia y actuación de Dios. Esta es la tarea primordial del pueblo de Dios: mostrar al mundo el rostro de un Dios que se interesa por los hombres y que tiene para ellos planes y proyectos de paz y salvación y no de aflicción.
2ª) ¡Seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos!
Vosotros seréis mi propiedad personal entre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. El soberano se compromete a proteger al vasallo, a ofrecerle una seguridad en sus fronteras frente a los potenciales invasores. Pero el vasallo se compromete a su vez a reconocer a su soberano como único señor, a escuchar y atender meticulosamente las cláusulas de la alianza. En nuestro caso se trata de un don gratuito en el que la iniciativa la toma Dios (el Soberano) pero que conlleva una exigencia de comportamiento en la fidelidad. Dios es gratuito, pero no barato. Dios ofrece su protección y solícita providencia, pero espera una respuesta acorde con la oferta. La salvación se produce en el encuentro armonioso de una oferta gratuita y una respuesta fiel y responsable. La alianza alcanza al corazón del hombre: Yo sellaré con el pueblo de Israel y con el pueblo de Judá una alianza nueva... Esta será la alianza que haré con el pueblo (vasallo) de Israel después de aquellos días, oráculo del Señor. Pondré mi ley en su interior; la escribiré en su corazón; yo seré su Dios y ellos serán mi pueblo (Jr 31,31-33). Hoy tiene especial evocación y atractivo todo lo que alcance el corazón libre del hombre, la intimidad del hombre. Pues bien, Dios ofrece al hombre un trato en que respeta su libertad y quiere tratarle de amigo y cercano.
Segunda lectura: (Romanos 5,6-11)
Marco:El contexto es una reflexión sobre la salvación y la vida. La palabra clave se traslada de la fe a la vida, aunque entrelazadas firmemente las dos. La lectura habla de los frutos de la salvación y es como una amplia introducción al tema que desarrolla en estos cuatro capítulos centrales del pensamiento paulino. Aparecen términos como paz, reconciliación, gracia, don, liberación, esperanza, resurrección, filiación, amor.
Reflexiones
1ª) ¡Cristo Jesús dio gratuitamente su vida por los alejados de Dios!
La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros. El nuevo pueblo de Dios esta constituido por hombres reconciliados con Dios que toma de nuevo, y definitivamente, la iniciativa. Es la bondad de Dios la que hace posible esta decisión. Pablo lo expresa con una frase lapidaria. Cuando nosotros todavía estábamos sin fuerza, es decir, sin capacidad alguna para atraer la atención del Dios salvador, él se adelantó enviando a su Hijo. En el don de la vida de Jesús, en circunstancias humanamente incomprensibles y escandalosas, es donde encontramos el signo y la prueba definitiva de la naturaleza de nuestro Dios. El Padre de Jesús, que lo será también en delante de cuantos acepten su oferta de salvación, ha sellado su amor por los hombres con la alianza definitiva en su sangre. Dios se manifiesta en todo su esplendor salvador en la humillación de la cruz en la que se ha verificado lo que el propio Jesús había anunciado en la Cena (cf. Jn 15,12-15). Todo esto está expresado en clave de nueva y definitiva alianza. El hombre y la mujer modernos anhelan ser cautivados por las cadenas amorosas de la libertad y la amistad. Y Dios, el soberano, se lo ofrece como a vasallos elevados a la categoría de amigos. Sólo en Jesús, en la cruz, se puede descubrir la verdadera dimensión de nuestro Dios.
2ª) ¡Un don así sólo espera del hombre que lo acoja y lo haga vida!
¡Con cuánta más razón, estando ya reconciliados, seremos salvos por su vida! Estas palabras de Pablo nos invitan a comprender la obra liberadora de Dios desde una perspectiva nueva. El creyente es invitado en primer lugar a disfrutar del don ofrecido y generosamente realizado. Un don que le desborda por todas partes. El Dios-soberano es un Padre y un amigo que quiere que el hombre que lo recibe lo disfrute. Nos gloriamos en Dios significa poner el centro de nuestra atención en Él en cuanto amigo siempre dispuesto a realizar el itinerario del hombre. Si antes hizo lo que hizo ¡qué no hará ahora trasladados al reino de su Hijo querido! El esclavo no permanece siempre en la casa, mientras que el Hijo sí. Por eso, si el Hijo os da la libertad, seréis verdaderamente libres (Jn 8,31-36). Los hombres y mujeres de nuestro tiempo pueden encontrar en estas palabras, correctamente entendidas y amorosamente aceptadas, una respuesta a sus profundos anhelos de libertad y dignidad humana. La igualdad que tanto anhelan los hombres de nuestro tiempo encuentra aquí una respuesta realizadora y esperanzadora. Puede parecer una utopía*. Si entendemos el término correctamente, no lo es.
Evangelio: (Mateo 9,36-10,8)
Marco: El contexto es el discurso misionero. La lectura es la introducción (la mies es mucha) y la primera parte del discurso. Los redactores recopilan materiales pronunciados por Jesús aquí y allá para ofrecerlos en una unidad literaria y teológicamente esclarecedora para el lector.
Reflexiones
1ª) ¡La mies es abundante y los obreros dispuestos a la tarea son pocos!
La mies es abundante pero los obreros pocos. En primer lugar, Jesús observa la situación en que se encuentran las gentes. La tarea evangelizadora es ingente y apasionante, pero también dificultosa. Pero Jesús revela que se trata, ante todo, de un asunto de oración. Sorprende que Jesús, el itinerante incansable, oriente en primer lugar la atención de los discípulos hacia un diálogo con el dueño de la mies. Jesús refiere todo a su Padre y quiere que sus discípulos hagan lo mismo. Su Padre sabe la necesidad que tienen los hombres. Y lo primero que hay que hacer es ponerse en su presencia y en sus manos. Pablo lo recordará adecuadamente: uno siembra, otro riega, pero el crecimiento lo da el Padre. La oferta de la alianza, antaño, como la oferta del Evangelio, ahora, alcanza a lo más hondo de los hombres y es necesario que el Padre realice su proyecto. El Padre se encargará de enviar obreros a su mies. Todos los hombres interesan a Dios. Todos han sido objeto del envío de su Hijo. Y todos son el objeto del envío de los apóstoles de su Hijo.
2ª) ¡Estos son los nombres de los doce apóstoles!
A estos Doce los envió Jesús. Invito a realizar una lectura de los textos vocacionales por este orden: en primer lugar, Mc 3,13-15, con tres rasgos peculiares: llamó a los que quiso; los llamó para que le acompañaran; y los llamó para enviarlos a predicar. En segundo lugar, Lc 6,12-13, que subraya la oración antes de la elección, como aparece en tros lugares del evangelio y de Hechos. El diálogo íntimo con el Padre al que Jesús estaba ya muy habituado y muy experimentado, era imprescindible en el momento de elegir a los Doce. En tercer lugar, Mateo que es más sobrio que los otros, pero viene precedido por la escena de la oración al dueño de la mies. Dos detalles: Marcos y Lucas recuerdan la estancia de Jesús en el monte que evoca un lugar especial para la revelación de Dios (Sinaí); en el monte se revelará Dios a los predilectos de Jesús (Tabor o monte muy alto). Los Doce son el núcleo central del verdadero pueblo de Dios y los destinados a juzgar a las doce tribus de Israel. Serán los portadores de la verdadera alianza de Dios con los hombres: anunciarán la oferta definitiva hecha por Dios en Jesús. Y han de comenzar por las ovejas descarriadas de Israel. Sólo después de la resurrección serán enviados a todas las gentes (Mt 28,18-20)
Id y proclamad que el Reino de los Cielos está cerca... Una misma tarea en dos tiempos: Anunciar que la soberanía de Dios está ya comenzando a realizarse. Ese fue su programa evangelizador (Mc1,14-15). Los signos acompañan a la proclamación para indicar que la salvación, que el reino alcanza simbólicamente (signos) y alcanzará realmente a todos los hombres y a todo el hombre. En el reino, la vida será una realidad total, permanente y perfecta. Los signos la anticipan y la hacen simbólicamente presente. Los apóstoles son enviados a seguir mostrando y ofreciendo la gratuidad de Dios. La Iglesia de hoy quiere estar comprometida en la construcción temporal del reino que será pleno al final de los tiempos. También los hombres de hoy necesitan signos convincentes de la presencia del reino. Lo que será real y definitivamente el reino en su etapa final de consumación debe iniciarse en el tiempo: un reino de paz, de verdad, de luz, de justicia, de respeto profundo por la dignidad del hombre y de la mujer, la comunión real en los bienes, de amor hasta la donación total.
Fuente: Al ver Jesús a las gentes, se compadecía
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
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