rafabogado
Será en Octubre
@querido líder , no me mandes más el hilo a la Guardería, que esto es actualidad espiritual.
Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ Haced lo que él os diga ”
Evangelio de hoy y lecturas
Primera lectura
Lectura del Profeta Isaías 62, 1-5
Por amor a Sion no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia,
y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia,
y los reyes tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo,
pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada»,
ni a tu tierra «Devastada»;
a ti te llamarán «Mi predilecta»,
y a tu tierra «Desposada»,
porque el Señor te prefiere a ti,
y tu tierra tendrá un esposo.
Como un joven se desposa con una doncella,
así te desposan tus constructores.
Como se regocija el marido con su esposa,
se regocija tu Dios contigo.
Salmo
Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 9-10a y c. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él gobierna a los pueblos rectamente».
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12,4-11
Hermanos:
Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.
Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.
Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A este le ha concedido hacer milagros; a aquel, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas.
El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la progenitora de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la progenitora de Jesús le dice:
«No tienen vino».
Jesús le dice:
«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».
Su progenitora dice a los sirvientes:
«Haced lo que él os diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dice:
«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice:
«Sacad ahora y llevadlo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice:
«Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
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Bonus: Para quien quiera las reflexiones, aquí las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019).
Jesús inaugura una religión de vida
Después de Navidad y Epifanía, y antes de llegar a la Cuaresma, se intercala un tiempo intermedio, en la liturgia de los domingos, que se toma del tiempo común en el que se siguen las lecturas del Ciclo C. Pero en realidad este “segundo domingo” siempre ha sido un domingo de tras*ición que ha tenido como marco los capítulos primeros del evangelio de Juan, que es leído, normalmente, en los tres ciclos, durante el tiempo de Cuaresma y Pascua.
I.2. Conceptos y palabras fuertes son las que podemos oír en este bello poema profético (que debemos leer desde 61,10): amor, justicia, salvación. Es como la descripción de la boda de un rey victorioso con su esposa, que en este caso es Sión, Jerusalén. La boda, en realidad, es una victoria, la victoria de la justicia (sdqh). Esa es su corona y su triunfo: desposar a la amada Jerusalén. Por lo mismo, hablar de una Jerusalén nueva es anunciar una religión nueva, revivida por el amor eterno de Dios. Jerusalén es la esposa, pero ¿qué hace una esposa desposada si en sus bodas falta el vino nuevo del amor? Eso es lo que sucedió en las bodas de Caná, en Jerusalén, en la religión judía, hasta que interviene Jesús ofreciendo el vino nuevo del amor divino. Una religión sin amor es como unas bodas sin amor. Y muchas veces nos acostumbramos a practicar ese tipo de religión: vacía, sin sentido, sin enamoramiento.
II.2. El fenómeno de la glosolalia es extático y tiene que ver con algunos elementos de este tipo en el mundo helenista, como en Delfos o las Sibilas. Quizás habría de tomar en consideración las palabras de K. Barth, quien decía que este tipo de oración podría llamarse «expresión de lo inexpresable». El apóstol san Pablo en 1Cor 14,18 apunta, incluso, que él mismo es capaz de «hablar en lenguas» y no parece que haya ironía en sus palabras. Algunos corintios estaban deslumbrados con este carisma que consideraban de los más brillantes y celestes, casi como un meterse en lo divino. Pero ¿quién lo puede entender? Tiene que haber alguien que lo interprete. Pablo no habla con ironía sobre este caso, repetimos, pero su criterio es decisivo: el bien de la comunidad.
II.3. Estamos ante una teología que pone de manifiesto la vitalidad de una comunidad cristiana donde el Espíritu (como el vino nuevo de la vida) concede a cada uno su papel en el servicio en beneficio de los otros: unos predican, otros alaban, otros consuelan, otros profetizan, otros se dedican a los pobres y desheredados; todo bajo el impulso del Espíritu de Jesús. Pablo les habla de esta manera a una comunidad que no era precisamente un prodigio de unidad, sino que había algunos que pretendían imponerse sobre los otros en razón de roles que podían resultar extraños y donde se buscaba más el prestigio personal que el servicio a la comunidad. Estos dones, pues, si no saben ponerse al servicio de todos no vienen del Espíritu.
III.2. La fuerza del mensaje del evangelio de este domingo es: Jesús, la palabra de vida en el evangelio joánico, cambia el agua que debía servir para la purificación de los judíos -y esto es muy significativo en el episodio-, según los ritos de su religión ancestral, en un vino de una calidad proverbial. El relato tiene unas connotaciones muy particulares, en el lenguaje de los símbolos, de la narratología y de la teología que debemos inferir con decisión. El “tercer día” da que pensar, pues consideramos que es una expresión más teológica que narrativa. El tercer día es el de la pascua cristiana, la resurrección después de la fin. No es, pues, un dato estético sino muy significativo. También hay una expresión al tercer día en el Sinaí (Ex 19,11) cuando se anuncia que descendería Yahvé, la gloria de Dios.
III.3. La teología del evangelio de Juan quiere poner de manifiesto, a la vez, varias cosas que solamente pueden ser comprendidas bajo el lenguaje no explícito de los signos. Jesús y su progenitora llegan por caminos distintos a estas bodas; falta vino en unas bodas, lo que es inaudito en una celebración de este tipo, porque desprestigia al novio; la progenitora (no se nos dice su nombre en todo en relato, ni en todo el evangelio) y Jesús mantienen un diálogo decisivo, cuando solamente son unos invitados; incluso las tinajas para la purificación (eran seis y no siete) estaban vacías. Son muchos vacíos, muchas carencias y sin sentidos los de esta celebración de bodas. El “milagro” se hace presente de una forma sencilla: primero por un diálogo entre la progenitora y Jesús; después por la “palabra” de Jesús que ordena “llenar” las tinajas de unos cuarenta litros cada una.
III.4. María actúa, más que como progenitora, como persona atenta a una boda que representa la religión judía, en la que ella se había educado y había educado a Jesús. No es insignificante que sea la progenitora quien sepa que les falta vino. No es una boda real, ni un milagro “fehaciente” lo que aquí se nos propone considerar primeramente: es una llamada al vacío de una religión que ha perdido el vino de la vida. Cuando una religión solamente sirve como rito repetitivo y no como creadora de vida, pierde su gloria y su ser. Jesús, pues, ante el ruego de las personas fieles, como su progenitora, que se percatan del vacío existente, adelanta su hora, su momento decisivo, para tratar de ofrecer vida a quien la busca de verdad. Su gloria no radica en un milagro exótico, sino en salvar y ofrecer vida donde puede reinar el vacío y la fin. Esa será su causa, su hora y la razón de su fin al final de su existencia, tal como interpreta el evangelio de Juan la vida de Jesús de Nazaret. De una religión nueva surgirá una comunidad nueva.
III.5. Podríamos tratar de hacer una lectura mariológica de este relato, como muchos lo han hecho y lo seguirán haciendo. El hecho mismo de que este relato se haya puesto como el segundo de los “misterios de luz” del Rosario de Juan Pablo II es un indicio que impulsa a ello. Pero no debemos exagerar estos aspectos mariológicos que en el evangelio de San Juan no se prodigan, aunque contemos con la escena a los pies de la cruz (Jn 19,26-27) que se ha interpretado en la clave de la maternidad espiritual de María sobre la Iglesia. Nuestro relato es cristológico, porque nos muestra que los “discípulos creyeron en él”. Eso quiere decir que la mariología del relato (el papel de María en las bodas de Caná) debe estar muy bien integrada en la cristología. María en el evangelio de Juan puede muy bien representar a una nueva comunidad que sigue a Jesús (como el discípulos amado) y que ve la bodas de esos novios que se quedan sin vino como una lectura crítica de un “judaísmo” al que combaten “los autores” del evangelio de Juan. De ahí que la respuesta de Jesús a su progenitora en el relato, si lo hacemos con la traducción más común: “¿qué nos va a ti y a mí?”, puede tener todo su sentido si el evangelista quiere marcar diferencias con un judaísmo que se está agotando como religión, porque ha perdido su horizonte mesiánico. Y unas preguntas finales: ¿y a nuestra religión qué le está sucediendo? ¿es profética; trasmite vida y alegría?.
Fuente: Evangelio del domingo y lecturas, 16 de enero de 2022
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Que la Alegría, Paz, Gozo y Amor, llenen vuestros corazones en este 2022 tras la llegada del Niño Jesús, queridos hermanos.
Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«!!Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Es mi meditación todo el día.» (Salmo 119:97).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«!!Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
«¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Es mi meditación todo el día.» (Salmo 119:97).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ Haced lo que él os diga ”
Evangelio de hoy y lecturas
Primera lectura
Lectura del Profeta Isaías 62, 1-5
Por amor a Sion no callaré,
por amor de Jerusalén no descansaré,
hasta que rompa la aurora de su justicia,
y su salvación llamee como antorcha.
Los pueblos verán tu justicia,
y los reyes tu gloria;
te pondrán un nombre nuevo,
pronunciado por la boca del Señor.
Serás corona fúlgida en la mano del Señor
y diadema real en la palma de tu Dios.
Ya no te llamarán «Abandonada»,
ni a tu tierra «Devastada»;
a ti te llamarán «Mi predilecta»,
y a tu tierra «Desposada»,
porque el Señor te prefiere a ti,
y tu tierra tendrá un esposo.
Como un joven se desposa con una doncella,
así te desposan tus constructores.
Como se regocija el marido con su esposa,
se regocija tu Dios contigo.
Salmo
Sal 95, 1-2a. 2b-3. 7-8a. 9-10a y c. Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Cantad al Señor un cántico nuevo,
cantad al Señor, toda la tierra;
cantad al Señor, bendecid su nombre.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Proclamad día tras día su victoria.
Contad a los pueblos su gloria,
sus maravillas a todas las naciones.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Familias de los pueblos, aclamad al Señor,
aclamad la gloria y el poder del Señor,
aclamad la gloria del nombre del Señor.
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Postraos ante el Señor en el atrio sagrado,
tiemble en su presencia la tierra toda.
Decid a los pueblos: «El Señor es rey:
él gobierna a los pueblos rectamente».
Contad las maravillas del Señor a todas las naciones.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 12,4-11
Hermanos:
Hay diversidad de carismas, pero un mismo Espíritu; hay diversidad de ministerios, pero un mismo Señor; y hay diversidad de actuaciones, pero un mismo Dios que obra todo en todos.
Pero a cada cual se le otorga la manifestación del Espíritu para el bien común.
Y así uno recibe del Espíritu el hablar con sabiduría; otro, el hablar con inteligencia, según el mismo Espíritu. Hay quien, por el mismo Espíritu, recibe el don de la fe; y otro, por el mismo Espíritu, don de curar. A este le ha concedido hacer milagros; a aquel, profetizar. A otro, distinguir los buenos y malos espíritus. A uno, la diversidad de lenguas; a otro, el don de interpretarlas.
El mismo y único Espíritu obra todo esto, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Juan 2, 1-11
En aquel tiempo, había una boda en Caná de Galilea, y la progenitora de Jesús estaba allí. Jesús y sus discípulos estaban también invitados a la boda.
Faltó el vino, y la progenitora de Jesús le dice:
«No tienen vino».
Jesús le dice:
«Mujer, ¿qué tengo yo que ver contigo? Todavía no ha llegado mi hora».
Su progenitora dice a los sirvientes:
«Haced lo que él os diga».
Había allí colocadas seis tinajas de piedra, para las purificaciones de los judíos, de unos cien litros cada una.
Jesús les dice:
«Llenad las tinajas de agua».
Y las llenaron hasta arriba.
Entonces les dice:
«Sacad ahora y llevadlo al mayordomo».
Ellos se lo llevaron.
El mayordomo probó el agua convertida en vino sin saber de dónde venía (los sirvientes sí lo sabían, pues habían sacado el agua), y entonces llama al esposo y le dice:
«Todo el mundo pone primero el vino bueno y, cuando ya están bebidos, el peor; tú, en cambio, has guardado el vino bueno hasta ahora».
Este fue el primero de los signos que Jesús realizó en Caná de Galilea; así manifestó su gloria y sus discípulos creyeron en él.
---
Bonus: Para quien quiera las reflexiones, aquí las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Miguel de Burgos Núñez
(1944-2019).
Jesús inaugura una religión de vida
Después de Navidad y Epifanía, y antes de llegar a la Cuaresma, se intercala un tiempo intermedio, en la liturgia de los domingos, que se toma del tiempo común en el que se siguen las lecturas del Ciclo C. Pero en realidad este “segundo domingo” siempre ha sido un domingo de tras*ición que ha tenido como marco los capítulos primeros del evangelio de Juan, que es leído, normalmente, en los tres ciclos, durante el tiempo de Cuaresma y Pascua.
- Iª Lectura: Isaías (62,1-5): El enamoramiento de Dios desde la justicia
I.2. Conceptos y palabras fuertes son las que podemos oír en este bello poema profético (que debemos leer desde 61,10): amor, justicia, salvación. Es como la descripción de la boda de un rey victorioso con su esposa, que en este caso es Sión, Jerusalén. La boda, en realidad, es una victoria, la victoria de la justicia (sdqh). Esa es su corona y su triunfo: desposar a la amada Jerusalén. Por lo mismo, hablar de una Jerusalén nueva es anunciar una religión nueva, revivida por el amor eterno de Dios. Jerusalén es la esposa, pero ¿qué hace una esposa desposada si en sus bodas falta el vino nuevo del amor? Eso es lo que sucedió en las bodas de Caná, en Jerusalén, en la religión judía, hasta que interviene Jesús ofreciendo el vino nuevo del amor divino. Una religión sin amor es como unas bodas sin amor. Y muchas veces nos acostumbramos a practicar ese tipo de religión: vacía, sin sentido, sin enamoramiento.
- IIª Lectura: 1Corintios (12,4-11): Los carismas y el bien común de la comunidad
II.2. El fenómeno de la glosolalia es extático y tiene que ver con algunos elementos de este tipo en el mundo helenista, como en Delfos o las Sibilas. Quizás habría de tomar en consideración las palabras de K. Barth, quien decía que este tipo de oración podría llamarse «expresión de lo inexpresable». El apóstol san Pablo en 1Cor 14,18 apunta, incluso, que él mismo es capaz de «hablar en lenguas» y no parece que haya ironía en sus palabras. Algunos corintios estaban deslumbrados con este carisma que consideraban de los más brillantes y celestes, casi como un meterse en lo divino. Pero ¿quién lo puede entender? Tiene que haber alguien que lo interprete. Pablo no habla con ironía sobre este caso, repetimos, pero su criterio es decisivo: el bien de la comunidad.
II.3. Estamos ante una teología que pone de manifiesto la vitalidad de una comunidad cristiana donde el Espíritu (como el vino nuevo de la vida) concede a cada uno su papel en el servicio en beneficio de los otros: unos predican, otros alaban, otros consuelan, otros profetizan, otros se dedican a los pobres y desheredados; todo bajo el impulso del Espíritu de Jesús. Pablo les habla de esta manera a una comunidad que no era precisamente un prodigio de unidad, sino que había algunos que pretendían imponerse sobre los otros en razón de roles que podían resultar extraños y donde se buscaba más el prestigio personal que el servicio a la comunidad. Estos dones, pues, si no saben ponerse al servicio de todos no vienen del Espíritu.
- Evangelio: Juan (2,1-11): Llenar la religión de alegría y vida
III.2. La fuerza del mensaje del evangelio de este domingo es: Jesús, la palabra de vida en el evangelio joánico, cambia el agua que debía servir para la purificación de los judíos -y esto es muy significativo en el episodio-, según los ritos de su religión ancestral, en un vino de una calidad proverbial. El relato tiene unas connotaciones muy particulares, en el lenguaje de los símbolos, de la narratología y de la teología que debemos inferir con decisión. El “tercer día” da que pensar, pues consideramos que es una expresión más teológica que narrativa. El tercer día es el de la pascua cristiana, la resurrección después de la fin. No es, pues, un dato estético sino muy significativo. También hay una expresión al tercer día en el Sinaí (Ex 19,11) cuando se anuncia que descendería Yahvé, la gloria de Dios.
III.3. La teología del evangelio de Juan quiere poner de manifiesto, a la vez, varias cosas que solamente pueden ser comprendidas bajo el lenguaje no explícito de los signos. Jesús y su progenitora llegan por caminos distintos a estas bodas; falta vino en unas bodas, lo que es inaudito en una celebración de este tipo, porque desprestigia al novio; la progenitora (no se nos dice su nombre en todo en relato, ni en todo el evangelio) y Jesús mantienen un diálogo decisivo, cuando solamente son unos invitados; incluso las tinajas para la purificación (eran seis y no siete) estaban vacías. Son muchos vacíos, muchas carencias y sin sentidos los de esta celebración de bodas. El “milagro” se hace presente de una forma sencilla: primero por un diálogo entre la progenitora y Jesús; después por la “palabra” de Jesús que ordena “llenar” las tinajas de unos cuarenta litros cada una.
III.4. María actúa, más que como progenitora, como persona atenta a una boda que representa la religión judía, en la que ella se había educado y había educado a Jesús. No es insignificante que sea la progenitora quien sepa que les falta vino. No es una boda real, ni un milagro “fehaciente” lo que aquí se nos propone considerar primeramente: es una llamada al vacío de una religión que ha perdido el vino de la vida. Cuando una religión solamente sirve como rito repetitivo y no como creadora de vida, pierde su gloria y su ser. Jesús, pues, ante el ruego de las personas fieles, como su progenitora, que se percatan del vacío existente, adelanta su hora, su momento decisivo, para tratar de ofrecer vida a quien la busca de verdad. Su gloria no radica en un milagro exótico, sino en salvar y ofrecer vida donde puede reinar el vacío y la fin. Esa será su causa, su hora y la razón de su fin al final de su existencia, tal como interpreta el evangelio de Juan la vida de Jesús de Nazaret. De una religión nueva surgirá una comunidad nueva.
III.5. Podríamos tratar de hacer una lectura mariológica de este relato, como muchos lo han hecho y lo seguirán haciendo. El hecho mismo de que este relato se haya puesto como el segundo de los “misterios de luz” del Rosario de Juan Pablo II es un indicio que impulsa a ello. Pero no debemos exagerar estos aspectos mariológicos que en el evangelio de San Juan no se prodigan, aunque contemos con la escena a los pies de la cruz (Jn 19,26-27) que se ha interpretado en la clave de la maternidad espiritual de María sobre la Iglesia. Nuestro relato es cristológico, porque nos muestra que los “discípulos creyeron en él”. Eso quiere decir que la mariología del relato (el papel de María en las bodas de Caná) debe estar muy bien integrada en la cristología. María en el evangelio de Juan puede muy bien representar a una nueva comunidad que sigue a Jesús (como el discípulos amado) y que ve la bodas de esos novios que se quedan sin vino como una lectura crítica de un “judaísmo” al que combaten “los autores” del evangelio de Juan. De ahí que la respuesta de Jesús a su progenitora en el relato, si lo hacemos con la traducción más común: “¿qué nos va a ti y a mí?”, puede tener todo su sentido si el evangelista quiere marcar diferencias con un judaísmo que se está agotando como religión, porque ha perdido su horizonte mesiánico. Y unas preguntas finales: ¿y a nuestra religión qué le está sucediendo? ¿es profética; trasmite vida y alegría?.
Fuente: Evangelio del domingo y lecturas, 16 de enero de 2022
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Que la Alegría, Paz, Gozo y Amor, llenen vuestros corazones en este 2022 tras la llegada del Niño Jesús, queridos hermanos.