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Será en Octubre
ACTUALIZACIÓN:
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (hoy en castellano):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
+
Salve
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Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ Soy yo en persona ”
Primera lectura
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 3, 13-15. 17-19
En aquellos días, Pedro dijo a la gente:
El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo.
Vosotros renegasteis del Santo y del justo, y pedisteis el indulto de un malo; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
Ahora bien, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, al igual que vuestras autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer.
Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados.
Salmo
Sal. 4,2. 4. 7. 9 R: R. Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.
Escúchame cuando te invoco,
Dios de mi justicia; tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí
y escucha mi oración.
Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
Hay muchos que dicen:
«¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?»
Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro
En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú solo, Señor,
me haces vivir tranquilo.
Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 2, 1-5a
Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis.
Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.
Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos.
Quien dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.
Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 24, 35-48
En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?»
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo:
«Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».
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Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Miguel de Burgos Núñez (1944-2019).
Comentario bíblico
I.2. Pedro, pues, el primero de los apóstoles, es el encargado de este tipo de discursos oficiales en Jerusalén para ir dejando constancia que ahora yo no tendrán miedo para seguir a Jesús, el crucificado, ni ante las autoridades judías, ni ante las autoridades romanas. Al contrario, deben anunciarlo ante el pueblo, para poner de manifiesto que ellos están por este crucificado que es capaz de dar un sentido nuevo a su existencia. Es un discurso en el que se pone de manifiesto que el Dios de los «padres», el Dios de la Alianza, el Dios de Israel, es el que hace eso, no otro dios cualquiera. Que si quieren ser fieles a las promesas de Dios, el único camino es el de Jesús muerto y resucitado.
II.2. Es verdad que no debemos entender la expiación de Jesús en un sentido jurídico, como una necesidad metafísica para que Dios se sienta satisfecho, ya que Dios no necesita la fin de su Hijo. Pero su fin es un sacrificio por nosotros, porque en ella está la fuerza que vence al mundo y el pecado del mundo, el pecado en el que se estructura la historia de la humanidad y que los cristianos deben vencer desde la fuerza de la fin redentora de Jesús.
III.2. Esta forma semiótica, simbólica, de presentar las cosas, pretende afirmar una realidad profunda: el Señor está vivo; las experiencias que tiene con los discípulos (aunque exageradas por la polémica apologética de que los cristianos habían inventado todo esto) les fascina, pero no para concebirlas en términos de fantasía sobre la resurrección, sino para convencerles que ahora les toca a ellos proseguir su causa, anunciar la salvación y el perdón de los pecados. Creer en la resurrección de Jesús sin estas consecuencias sería como creer en cosas de espíritus. Pero no se trata de eso, sino de creer en la realidad profunda de que el crucificado está vivo, y ahora les envía a salvar a todos los hombres.
III.3. No podemos olvidar que las apariciones pertenecen al mundo de lo divino, no al de las realidades terrestres. Por lo mismo, la presentación de un relato tan “empirista” como este de Lucas requiere una verdadera interpretación. Lo divino, es verdad, puede acomodarse a las exigencias de la “corporeidad” histórica, y así lo experimentan los discípulos. Pero eso no significa que, de nuevo, el resucitado da un salto a esta vida o a esta historia. Si fuera así no podíamos estar hablando de “resurrección”, porque eso sería como traspasar los límites de la “carne y de la sangre”, que no pueden heredar el reino de Dios (cf 1Cor 15,50). Los hombres podemos aplicarle a lo divino nuestras preconcepciones antropológicas. Está claro que tuvieron experiencias reales, pero el resucitado no ha vuelto a la corporeidad de esta vida para ser visto por los suyos. El texto tiene mucho cuidado de decir que Jesús es el mismo, pero su vida tiene otra corporeidad; no la de un fantasma, sino la de quien está por encima de la “carne y la sangre”.
III.4. Hoy está planteado en el evangelio la realidad y el sentido de las apariciones del resucitado y debemos ser valientes para “predicar y proclamar” que las apariciones de Jesús a los suyos no pueden ser entendidas como una vuelta a esta vida para que los suyos lo reconocieran. Se hizo presente de otra manera y ellos lo experimentaron tal como eran ellos y tal como sentían. Esto es lo que pasa en estas experiencias extraordinarias en las que Dios interviene. Jesús no podía comer, porque un resucitado, si pudiera comer, no habría resucitado verdaderamente. Las comidas de las que se quiere hablar en nuestro texto hacen referencia a las comidas eucarísticas en las que recordando lo que Jesús había hecho con ellos, ahora notan su presencia nueva. En definitiva: la “corporeidad” de las apariciones de Jesús a sus discípulos no es material o física, sino que reclama una realidad nueva como expresión de la persona que tiene una vida nueva y que se relaciona, también, de forma nueva con los suyos. Esta capacidad nueva de relación de Jesús con los suyos y de éstos con el resucitado es lo que merece la pena por encima de cualquier otra cosa.
Fuente: Soy yo en persona
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
Santo Rosario. 22:00 horas, horario en España peninsular.
EMPEZAMOS A REZAR A LAS 22:00 HORAS.
Desde Lourdes (hoy en castellano):
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Letanías (no son obligatorias, pero agradan a nuestra progenitora del Cielo):
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Salve
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Ave María (cantado)
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¿Cómo se reza el Rosario? Con viñetas explicativas.
¿Cómo rezar el rosario? Guía visual, paso por paso
Aquí te contamos cómo rezar el rosario. Si eres principiante puedes empezar por rezar un misterio al día hasta que logres completarlo todo.
catholic-link.com
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Promesas del Rosario (apariciones marianas):
Aquellos que recen con enorme fe el Rosario recibirán gracias especiales.
Prometo mi protección y las gracias más grandes a aquellos que recen el Rosario.
El Rosario es un arma poderosa para no ir al infierno, destruirá los vicios, disminuirá los pecados, y defendernos de las herejías.
Se otorgará la virtud y las buenas obras abundarán, se otorgará la piedad de Dios para las almas, rescatará a los corazones de la gente de su amor terrenal y vanidades, y los elevará en su deseo por las cosas eternas. Las mismas almas se santificarán por este medio.
El alma que se encomiende a mí en el Rosario no perecerá.
Quien rece el Rosario devotamente, y lleve los misterios como testimonio de vida no conocerá la desdicha. Dios no lo castigará en su justicia, no tendrá una fin violenta, y si es justo, permanecerá en la gracia de Dios, y tendrá la recompensa de la vida eterna.
Aquel que sea verdadero devoto del Rosario no perecerá sin los Sagrados Sacramentos.
Aquellos que recen con mucha fe el Santo Rosario en vida y en la hora de su fin encontrarán la luz de Dios y la plenitud de su gracia, en la hora de la fin participarán en el paraíso por los méritos de los Santos.
Libraré del purgatorio a quienes recen el Rosario devotamente.
Los niños devotos al Rosario merecerán un alto grado de Gloria en el cielo.
Obtendrán todo lo que me pidan mediante el Rosario.
Aquellos que propaguen mi Rosario serán asistidos por mí en sus necesidades.
Mi hijo me ha concedido que todo aquel que se encomiende a mí al rezar el Rosario tendrá como intercesores a toda la corte celestial en vida y a la hora de la fin.
Son mis niños aquellos que recitan el Rosario, y hermanos y hermanas de mi único hijo, Jesucristo.
La devoción a mi Rosario es una gran señal de profecía.
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Prosiguiendo con la iniciativa que comenzamos para subir diariamente la Palabra -siempre necesaria, pero especialmente en los tiempos bélicos y de desesperación que vivimos-, en primer lugar os recuerdo los beneficios que relaciona el Salmo 119 (en Spoiler porque es reiteración).
Beneficios de la Palabra
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
1) Nutre tu alma sedienta.
«Abatida hasta el polvo está mi alma; Vivifícame según tu palabra.» (Salmo 119: 25).
2) Fortalece tus huesos cansados.
«Afligido estoy en gran manera; Vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra.» (Salmo 119: 107).
3) Redirige tu mirada a lo que es justo.
«Aparta mis ojos, que no vean la vanidad; Avívame en tu camino.» (Salmo 119:37).
4) Calma tu corazón desanimado.
«Me anticipé al alba, y clamé; Esperé en tu palabra.» (Salmo 119:147).
5) Concede Completa Paz.
«Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo.» (Salmo 119:165).
6) Llena De Esperanza.
«Acuérdate de la palabra dada a tu siervo, En la cual me has hecho esperar.» (Salmo 119:49).
7) Alimenta Tu Espíritu Hambriento.
«¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca.» (Salmo 119:103).
8) Da Profunda Sabiduría.
«Más que los viejos he entendido, Porque he guardado tus mandamientos;» (Salmo 119:100).
9) Tranquilidad Durante El Dolor.
«Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, Y que conforme a tu fidelidad me afligiste.» (Salmo 119:75)
10) Te Llena De Sus Alabanzas.
«A medianoche me levanto para alabarte Por tus justos juicios.» (Salmo 119:62).
11) Guarda De Caer En La Tentación.
«Apartaos de mí, malignos, Pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios.» (Salmo 119:115).
12) Señala Tus Creencias y Acciones Equivocadas.
«Aparta de mí el camino de la mentira, Y en tu misericordia concédeme tu ley.» (Salmo 119:29).
13) Nos Da Seguridad De Nuestra Herencia Eterna.
«Mis ojos desfallecieron por tu salvación, Y por la palabra de tu justicia.» (Salmo 119:123).
14) Consuela En Tiempo De Angustia.
«Ella es mi consuelo en mi aflicción, Porque tu dicho me ha vivificado.» (Salmo 119:50).
15) En todo momento, puedes ir y dejar que la palabra de Dios te guie, Jesucristo.
«Yo anduve errante como oveja extraviada; busca a tu siervo, Porque no me he olvidado de tus mandamientos.»(Salmo 119:176).
A continuación, el Evangelio de hoy domingo y las lecturas:
“ Soy yo en persona ”
Primera lectura
Lectura de los Hechos de los Apóstoles 3, 13-15. 17-19
En aquellos días, Pedro dijo a la gente:
El Dios de Abrahán, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres, ha glorificado a su siervo Jesús, al que vosotros entregasteis y rechazasteis ante Pilato, cuando había decidido soltarlo.
Vosotros renegasteis del Santo y del justo, y pedisteis el indulto de un malo; matasteis al autor de la vida, pero Dios lo resucitó de entre los muertos, y nosotros somos testigos de ello.
Ahora bien, hermanos, sé que lo hicisteis por ignorancia, al igual que vuestras autoridades; pero Dios cumplió de esta manera lo que había predicho por los profetas, que su Mesías tenía que padecer.
Por tanto, arrepentíos y convertíos, para que se borren vuestros pecados.
Salmo
Sal. 4,2. 4. 7. 9 R: R. Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro.
Escúchame cuando te invoco,
Dios de mi justicia; tú que en el aprieto me diste anchura,
ten piedad de mí
y escucha mi oración.
Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro
Sabedlo: el Señor hizo milagros en mi favor,
y el Señor me escuchará cuando lo invoque.
Hay muchos que dicen:
«¿Quién nos hará ver la dicha,
si la luz de tu rostro ha huido de nosotros?»
Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro
En paz me acuesto y en seguida me duermo,
porque tú solo, Señor,
me haces vivir tranquilo.
Haz brillar sobre nosotros, Señor, la luz de tu rostro
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del Apóstol San Juan 2, 1-5a
Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis.
Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo.
Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.
En esto sabemos que lo conocemos: en que guardamos sus mandamientos.
Quien dice: «Yo lo conozco», y no guarda sus mandamientos, es un mentiroso, y la verdad no está en él.
Pero quien guarda su palabra, ciertamente el amor de Dios ha llegado en él a su plenitud.
Evangelio del día
Lectura del santo Evangelio según San Lucas 24, 35-48
En aquel tiempo, los discípulos de Jesús contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Estaban hablando de estas cosas, cuando él se presentó en medio de ellos y les dice:
«Paz a vosotros».
Pero ellos, aterrorizados y llenos de miedo, creían ver un espíritu. Y él les dijo:
«¿Por qué os alarmáis?, ¿por qué surgen dudas en vuestro corazón? Mirad mis manos y mis pies: soy yo en persona. Palpadme y daos cuenta de que un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo».
Dicho esto, les mostró las manos y los pies. Y como no acababan de creer por la alegría, y seguían atónitos, les dijo:
«¿Tenéis ahí algo de comer?»
Ellos le ofrecieron un trozo de pez asado. Él lo tomó y comió delante de ellos.
Y les dijo:
«Esto es lo que os dije mientras estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo escrito en la ley de Moisés y en los Profetas y Salmos acerca de mí».
Entonces les abrió el entendimiento para comprender las Escrituras. Y les dijo:
«Así estaba escrito: el Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos al tercer día, y en su nombre se proclamará la conversión para el perdón de los pecados a todos los pueblos, comenzando por Jerusalén. Vosotros sois testigos de esto».
---
Bonus: Añado los comentarios de los dominicos con el Evangelio anterior, así como los del padre Pedro Brassesco, en YT. Para quien prefiera las reflexiones por escrito, las dejo a continuación, hoy a cargo de Fray Miguel de Burgos Núñez (1944-2019).
Comentario bíblico
- 1ª Lectura: Hechos (3,13-19): Anunciar que el crucificado vive, ¡sin miedo!
I.2. Pedro, pues, el primero de los apóstoles, es el encargado de este tipo de discursos oficiales en Jerusalén para ir dejando constancia que ahora yo no tendrán miedo para seguir a Jesús, el crucificado, ni ante las autoridades judías, ni ante las autoridades romanas. Al contrario, deben anunciarlo ante el pueblo, para poner de manifiesto que ellos están por este crucificado que es capaz de dar un sentido nuevo a su existencia. Es un discurso en el que se pone de manifiesto que el Dios de los «padres», el Dios de la Alianza, el Dios de Israel, es el que hace eso, no otro dios cualquiera. Que si quieren ser fieles a las promesas de Dios, el único camino es el de Jesús muerto y resucitado.
- 2ª Lectura: 1Juan (2,1-5): La fin redentora frente al mundo
II.2. Es verdad que no debemos entender la expiación de Jesús en un sentido jurídico, como una necesidad metafísica para que Dios se sienta satisfecho, ya que Dios no necesita la fin de su Hijo. Pero su fin es un sacrificio por nosotros, porque en ella está la fuerza que vence al mundo y el pecado del mundo, el pecado en el que se estructura la historia de la humanidad y que los cristianos deben vencer desde la fuerza de la fin redentora de Jesús.
- Evangelio: Lucas (24,35-48): Una nueva experiencia con el Resucitado
III.2. Esta forma semiótica, simbólica, de presentar las cosas, pretende afirmar una realidad profunda: el Señor está vivo; las experiencias que tiene con los discípulos (aunque exageradas por la polémica apologética de que los cristianos habían inventado todo esto) les fascina, pero no para concebirlas en términos de fantasía sobre la resurrección, sino para convencerles que ahora les toca a ellos proseguir su causa, anunciar la salvación y el perdón de los pecados. Creer en la resurrección de Jesús sin estas consecuencias sería como creer en cosas de espíritus. Pero no se trata de eso, sino de creer en la realidad profunda de que el crucificado está vivo, y ahora les envía a salvar a todos los hombres.
III.3. No podemos olvidar que las apariciones pertenecen al mundo de lo divino, no al de las realidades terrestres. Por lo mismo, la presentación de un relato tan “empirista” como este de Lucas requiere una verdadera interpretación. Lo divino, es verdad, puede acomodarse a las exigencias de la “corporeidad” histórica, y así lo experimentan los discípulos. Pero eso no significa que, de nuevo, el resucitado da un salto a esta vida o a esta historia. Si fuera así no podíamos estar hablando de “resurrección”, porque eso sería como traspasar los límites de la “carne y de la sangre”, que no pueden heredar el reino de Dios (cf 1Cor 15,50). Los hombres podemos aplicarle a lo divino nuestras preconcepciones antropológicas. Está claro que tuvieron experiencias reales, pero el resucitado no ha vuelto a la corporeidad de esta vida para ser visto por los suyos. El texto tiene mucho cuidado de decir que Jesús es el mismo, pero su vida tiene otra corporeidad; no la de un fantasma, sino la de quien está por encima de la “carne y la sangre”.
III.4. Hoy está planteado en el evangelio la realidad y el sentido de las apariciones del resucitado y debemos ser valientes para “predicar y proclamar” que las apariciones de Jesús a los suyos no pueden ser entendidas como una vuelta a esta vida para que los suyos lo reconocieran. Se hizo presente de otra manera y ellos lo experimentaron tal como eran ellos y tal como sentían. Esto es lo que pasa en estas experiencias extraordinarias en las que Dios interviene. Jesús no podía comer, porque un resucitado, si pudiera comer, no habría resucitado verdaderamente. Las comidas de las que se quiere hablar en nuestro texto hacen referencia a las comidas eucarísticas en las que recordando lo que Jesús había hecho con ellos, ahora notan su presencia nueva. En definitiva: la “corporeidad” de las apariciones de Jesús a sus discípulos no es material o física, sino que reclama una realidad nueva como expresión de la persona que tiene una vida nueva y que se relaciona, también, de forma nueva con los suyos. Esta capacidad nueva de relación de Jesús con los suyos y de éstos con el resucitado es lo que merece la pena por encima de cualquier otra cosa.
Fuente: Soy yo en persona
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Y porque has resucitado, te damos las gracias. Contigo seremos invencibles. Contigo, llamados a la Vida.
Tú que habitas al amparo del Altísimo,
que vives a la sombra del Omnipotente,
di al Señor: «Refugio mío, alcázar mío.
Dios mío, confío en ti.» (Salmo 90)
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