El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
La sombra de los años 80 vuelve a sobrevolar el barrio de San Cristóbal de los Ángeles, en Villaverde. El narcotráfico y el consumo de drojas en plena calle se ha intensificado en los últimos meses, según denuncian los vecinos. Hartos de esta situación, los residentes de esta zona de Madrid organizan una cacerolada, "a ver si haciendo ruido nos escuchan". Piden a las tres administraciones una intervención urgente que acabe con el trapicheo en las puertas de sus casas porque los vecinos de toda la vida "tienen miedo a salir a la calle".
San Cristóbal ha sido desde hace años objetivo de varias redadas policiales para desmantelar los narcopisos que se dedicaban al consumo y tráfico de estupefacientes. Desde la esa época en el 2020 de la que yo le hablo llevan notando un incremento de toxicómanos en sus calles que incluso están "formando asentamientos en los alrededores del barrio donde nadie interviene", asegura María del Prado de la Mata, presidenta de la Asociación Vecinal Unidad de San Cristóbal de los Ángeles. A pesar de notar el aumento del trapicheo en su barrio desde hace años, señala a un motivo específico: el desmantelamiento de la Cañada Real. "Ahora somos casi una reproducción de la Cañada", lamenta.
Los vecinos tienen miedo de "pasar por el lado de una persona que se está drojando o está bajo los efectos de los estupefacientes". Además, según critica la representante vecinal, lo hacen a las puertas de los cuatro colegios y un instituto que hay en el barrio. Asegura que este problema afecta tanto a los mayores como a los niños, que "están en riesgo de normalizar la situación". Con la cacerolada organizada para este martes en el centro neurálgico del barrio, la plaza de los Pinazo, pretenden decir "basta a la venta de drojas en nuestras calles y plazas, a la creación de asentamientos de drogodependientes, a la presencia de toxicómanos consumiendo sustancias, a la suciedad y abandono de nuestras calles y jardines, al miedo de nuestros vecinos a pasear por su barrio, a la impunidad con la que están los traficantes, a las ocupaciones mafiosas y al abandono de edificios que son propiedad de la Comunidad de Madrid, alguno de ellos ocupado por traficantes, toxicómanos y prespitación”, indica la entidad vecinal.
"San Cristóbal es un barrio obrero y no marginal por eso salimos a decir basta ya", insiste Prado de la Mata. El pasado mes de mayo el Pleno del distrito acordó crear una mesa de trabajo en materia de seguridad en la que estuvieran todas las administraciones competentes. El problema es que ya "es noviembre y no se ha convocado aún", protesta. La proposición presentada por la asociación vecinal fue aprobada por mayoría con el voto a favor del Grupo Municipal Más Madrid, Grupo Municipal Socialista, del Grupo Municipal Popular y con la abstención del Grupo Municipal Vox ante "la grave problemática de narcopisos y venta de drojas duras en el barrio de San Cristóbal, debido a la insoportable y creciente situación de los drogodependientes en nuestra calles, con la problemática que esto lleva aparejado".
Se acordó además de forma paralela, abordar una "perspectiva social mediante la intervención del consumo de drojas y la atención de los drogodependientes habituales, en este momento, por el barrio". La mesa debería estar formada por representantes del Consistorio, la Delegación del Gobierno y la Asociación Vecinal La Unidad de San Cristóbal de los Ángeles. Pero, tal y como aseguran los vecinos, sufren un "abandono institucional" al que quieren poner fin mediante la protesta.
En San Cristóbal viven ahora una situación similar a la de San Blas. Hartos del merodeo de toxicómanos en sus calles pero, sobre todo en el parque El Paraíso, los vecinos de este barrio también salieron a pedir que se fuesen. Consiguieron más presencia policial y tanto el Consistorio como Delegación del Gobierno trabajan para devolver la seguridad a este enclave de la capital. Para Prado de la Mata la situación es diferente porque "nosotros los tenemos dentro del barrio y en las calles además de en el parque". Lo que más les preocupa, insiste, es que "se vayan a quedar aquí porque tienen que tener un sitio para vender la droja". A la presencia policial pide que se sume una gran intervención en los narcopisos para recuperar, al fin, la seguridad en San Cristóbal de los Ángeles.
Concentración de vecinos de San Blas contra los adictos en sus calles
La droja agrava la convivencia en San Blas: "Pienso en mudarme, no puedo soportarlo"
Fuentes consistoriales aseguran que desde julio se viene ejecutando un Plan Operativo de Seguridad de Policía Municipal en el entorno y otros servicios municipales han realizado una actuación de choque integral de recogida de colchones, poda de árboles y limpieza de zonas verdes. Además, informan de que el concejal de Villaverde, Orlando Chacón, va a mantener una reunión la próxima semana con Policía Municipal, Policía Nacional, servicios sociales, Madrid Salud y asociaciones de vecinos para hacer seguimiento de estas medidas. En cuanto a la mesa de trabajo, aseguran que "se va a materializar próximamente".
San Cristóbal ha sido desde hace años objetivo de varias redadas policiales para desmantelar los narcopisos que se dedicaban al consumo y tráfico de estupefacientes. Desde la esa época en el 2020 de la que yo le hablo llevan notando un incremento de toxicómanos en sus calles que incluso están "formando asentamientos en los alrededores del barrio donde nadie interviene", asegura María del Prado de la Mata, presidenta de la Asociación Vecinal Unidad de San Cristóbal de los Ángeles. A pesar de notar el aumento del trapicheo en su barrio desde hace años, señala a un motivo específico: el desmantelamiento de la Cañada Real. "Ahora somos casi una reproducción de la Cañada", lamenta.
Los vecinos tienen miedo de "pasar por el lado de una persona que se está drojando o está bajo los efectos de los estupefacientes". Además, según critica la representante vecinal, lo hacen a las puertas de los cuatro colegios y un instituto que hay en el barrio. Asegura que este problema afecta tanto a los mayores como a los niños, que "están en riesgo de normalizar la situación". Con la cacerolada organizada para este martes en el centro neurálgico del barrio, la plaza de los Pinazo, pretenden decir "basta a la venta de drojas en nuestras calles y plazas, a la creación de asentamientos de drogodependientes, a la presencia de toxicómanos consumiendo sustancias, a la suciedad y abandono de nuestras calles y jardines, al miedo de nuestros vecinos a pasear por su barrio, a la impunidad con la que están los traficantes, a las ocupaciones mafiosas y al abandono de edificios que son propiedad de la Comunidad de Madrid, alguno de ellos ocupado por traficantes, toxicómanos y prespitación”, indica la entidad vecinal.
"San Cristóbal es un barrio obrero y no marginal por eso salimos a decir basta ya", insiste Prado de la Mata. El pasado mes de mayo el Pleno del distrito acordó crear una mesa de trabajo en materia de seguridad en la que estuvieran todas las administraciones competentes. El problema es que ya "es noviembre y no se ha convocado aún", protesta. La proposición presentada por la asociación vecinal fue aprobada por mayoría con el voto a favor del Grupo Municipal Más Madrid, Grupo Municipal Socialista, del Grupo Municipal Popular y con la abstención del Grupo Municipal Vox ante "la grave problemática de narcopisos y venta de drojas duras en el barrio de San Cristóbal, debido a la insoportable y creciente situación de los drogodependientes en nuestra calles, con la problemática que esto lleva aparejado".
Se acordó además de forma paralela, abordar una "perspectiva social mediante la intervención del consumo de drojas y la atención de los drogodependientes habituales, en este momento, por el barrio". La mesa debería estar formada por representantes del Consistorio, la Delegación del Gobierno y la Asociación Vecinal La Unidad de San Cristóbal de los Ángeles. Pero, tal y como aseguran los vecinos, sufren un "abandono institucional" al que quieren poner fin mediante la protesta.
En San Cristóbal viven ahora una situación similar a la de San Blas. Hartos del merodeo de toxicómanos en sus calles pero, sobre todo en el parque El Paraíso, los vecinos de este barrio también salieron a pedir que se fuesen. Consiguieron más presencia policial y tanto el Consistorio como Delegación del Gobierno trabajan para devolver la seguridad a este enclave de la capital. Para Prado de la Mata la situación es diferente porque "nosotros los tenemos dentro del barrio y en las calles además de en el parque". Lo que más les preocupa, insiste, es que "se vayan a quedar aquí porque tienen que tener un sitio para vender la droja". A la presencia policial pide que se sume una gran intervención en los narcopisos para recuperar, al fin, la seguridad en San Cristóbal de los Ángeles.
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Fuentes consistoriales aseguran que desde julio se viene ejecutando un Plan Operativo de Seguridad de Policía Municipal en el entorno y otros servicios municipales han realizado una actuación de choque integral de recogida de colchones, poda de árboles y limpieza de zonas verdes. Además, informan de que el concejal de Villaverde, Orlando Chacón, va a mantener una reunión la próxima semana con Policía Municipal, Policía Nacional, servicios sociales, Madrid Salud y asociaciones de vecinos para hacer seguimiento de estas medidas. En cuanto a la mesa de trabajo, aseguran que "se va a materializar próximamente".
https://www.20minutos.es/noticia/56...l-barrio-somos-una-reproduccion-de-la-canada/