Viajar, para mucha gente, es una incomodidad insoportable.
Andar deambulando como un vagabundo, quizás fuese interesante en otras generaciones cuando la gente hacía la vida en la calle y te podías encontrar de todo, pero ahora solo encuentras soledad. Aún en multitudes suponer que desconocidos te van a acoger con interés y emoción, quizás les pase a neցros veinteañeros atractivos , pero no a pobres con aspecto de perversoss que dan miedo.