ulyses
Madmaxista
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"Las guerras de la región son dirigidas por EEUU, que es el único que maneja su ritmo", señaló.
He aquí los puntos de su discurso:
En esta 9ª noche de la conmemoración de Ashura, me gustaría ante todo agradecer a todos los hermanos y hermanas que han contribuido a hacer triunfar este encuentro aquí y en otras partes o que han contribuido a su organización y gestión, así como a los ulemas que toman parte en él. Quiero agradecer también al Ejército libanés y a todas las instituciones de seguridad por los esfuerzos que han desplegado durante estas noches para garantizar la seguridad.
El Imam Hussein dijo en sus declaraciones infalibles: "¿No veis que la Verdad no se ejecuta y la Falsedad no es denigrada?".
Él se dirigía las élites y, detrás de ellas, a toda la nación islámica de todas las generaciones y a lo largo de toda la historia.
Él prosiguió diciendo: "Que el fiel creyente busque el encuentro con Dios en la Verdad. Yo no veo en la fin más que felicidad y en la vida bajo los opresores nada más que desgracia".
Ésta es la escuela del Imam Hussein, la que escuchamos con nuestros corazones y oídos y la que nos enseña las posiciones a adoptar: las de la firmeza, el sacrificio, la fidelidad y la adhesión inquebrantable a lo Verdadero y el rechazo a lo Falso.
EEUU: hegemonía y dictado
Yo quiero hablar esta noche de un tema sobre la situación en la región, como he hecho habitualmente en esta misma fecha tan especial de otros años.
Me gustaría recordar ciertos temas de principio para asimilarlos bien y precisar a la luz de los mismos cuáles deben ser nuestras posiciones y como comportarnos con respecto a los acontecimientos en curso en la región y en nuestro país.
En principio, EEUU y las administraciones que se han sucedido, así como una gran parte de Occidente, tienen objetivos bien claros y precisos. Para conseguirlos, desarrollan estrategias, planes y programas escalonados en lapsos de tiempos distintos y que ellos modifican en ocasiones.
La administración norteamericana no se comporta, en tanto que potencia tiránica, de una forma caótica, sino que intenta conseguir unos objetivos bien determinados, los cuales no cambian de un presidente a otro, de una administración a otra, ya sea republicana o demócrata. Lo único que cambian son los medios.
EEUU, en tanto que heredero de las fuerzas de la antigua colonización, y ciertos países que fueron antiguas potencias colonizadoras, como Francia y Gran Bretaña, tienen como objetivo el de buscar la hegemonía en todos los campos: político, militar, de seguridad, económico e incluso cultural.
Todo en esta región -incluyendo sus gobiernos, sus pueblos, sus fuerzas políticas y sus élites sociales- debe quedar sometido y convertirse en dependiente de la voluntad de EEUU.
Es EEUU el que debe de tomar las decisiones sobre nuestra política, nuestra seguridad, nuestra economía, nuestra cultura y nuestra religión, y debemos admitir lo que ellos decidan.
Ellos quieren que admitamos a Israel en la región. Debemos hacerlo sin protestar y está estrictamente prohibido oponernos a él, combatirle, resistir contra él o poner en cuestión su identidad y su naturaleza.
Todos debemos someternos a este dictado.
Aquel que se niegue se convertirá en el objetivo de todo tipo de guerras inteligentes y multiformes: militares, políticas, económicas, mediáticas, embargos, sanciones...
Éste es el destino de las gentes libres no sólo en nuestro mundo árabe e islámico, sino en todas partes.
La opción de aquel que quiera ser libre, dueño del destino de su país y de su pueblo, ser independiente y tomar decisiones a la luz de sus propios intereses no será admitida por EEUU y él deberá prepararse para sus guerras.
Dirigentes árabes impotentes
Y esto constituye el principal fondo de lo que pasa nuestra región desde el fin de las dos guerras mundiales.
Ellos quieren apropiarse del petróleo y de casi todos los recursos naturales.
En apariencia solamente, el pétroleo y el gas están en manos de los dirigentes árabes. En realidad, ellos pertenecen exclusivamente a las compañías norteamericanas.
Los gobiernos árabes e islámicos son totalmente impotentes y no pueden ni siquiera fijar los precios.
Cuando EEUU quiere asestar un golpe económico a Irán, Iraq, Venezuela, Rusia o cualquier estado no sumiso, ellos ordenan a los gobiernos árabes que bajen los precios del petróleo, incluso aunque eso les suponga un perjuicio para ellos mismos. La decisión no está en sus manos.
Ellos quieren acaparar la decisión sobre nuestras riquezas y quieren al mismo tiempo nuestros mercados para ellos, para todas sus mercancías y también para sus armas. Aquellos que sigan las informaciones han podido constatar la amplitud de las compras de armas llevadas a cabo en estos últimos años por Arabia Saudí, Qatar, los EAU y otros países. Se trata, en su mayor parte, de armas estadounidenses, francesas y británicas por valor de decenas de miles de millones de dólares: aviones, barcos, piezas de artillería o tanques que aquellos compran, ya tengan necesidad de ellos o no.
Estos países árabes deben ser los mercados para las grandes compañías estadounidenses y occidentales de armamento y no tienen elección.
Y eso es así porque los que gobiernan EEUU no son las organizaciones pro-derechos humanos, sino las grandes sociedades petrolíferas y las grandes compañías de la industria militar. Ellas quieren asentar su hegemonía y han logrado hacerlo. Y quieren que nosotros seamos sus mercados.
Lo que interesa a EEUU es la política exterior, la seguridad y el petróleo y el gas. El resto le tiene sin cuidado.
Los gobiernos árabes no son más que autoridades de una administración local. Ya se trate de reyes, emires o presidentes, ellos no dirigen sus estados, puesto que las decisiones en materia de política exterior, sobre la guerra y la paz, los precios de los hidrocarburos etc están todas en manos de EEUU.
Ésta es la realidad de nuestra región hoy.
Israel: un instrumento del proyecto estadounidense
Israel no es el proyecto. Es un instrumento ejecutivo del proyecto de hegemonía norteamericano y occidental en nuestra región. Asume un papel ejecutivo al servicio de este proyecto. Es por esto que ellos le defienden en todas partes y en todas las instancias -incluyendo el Consejo de Seguridad, donde esta defensa se realiza a través del veto-, le proporcionan ayuda financiera, militar y económica y están dispuestos a combatir a su lado, si llega el caso.
¿Qué pasaría a este Israel si llegara un día en que EEUU se debilitara y quisiera salir de la región y ocuparse de sus propios asuntos exclusivamente por razones internas? ¿Cuál sería entonces el destino de Israel? ¿Podría sobrevivir en nuestra región? En absoluto. Este Israel no es, pues, más que un instrumento de EEUU.
El pueblo palestino y otros pueblos, y a su cabeza los libaneses, que han sufrido las agresiones, la ocupación y las masacres israelíes, soportan la carga de este proyecto, donde Israel no es más que un instrumento.
Los que asumen la primera responsabilidad de todos los crímenes, masacres y la colonización de Israel, y todo lo que este estado comete hoy en día de la Franja de Gaza, Cisjordania, Al Quds y el interior de Palestina son EEUU, la administración norteamericana actual y todas las otras precedentes que se han sucedido, por encima incluso de Netanyahu y su ejército terrorista.
La prohibición de ser un estado independiente
Asimismo, en el marco de este proyecto de hegemonía, no le está permitido a ningún estado árabe o islámico ser poderoso, de forma que pueda ser independiente, tomar decisiones independientes, tomar en consideración los intereses de su pueblo, explotar sus propios recursos económicos y llevar a cabo un desarrollo tecnológico, científico, cultural o administrativo.
Esto está estricamente prohibido en el proyecto hegemónico estadounidense, ya se trate de Egipto o de Pakistán, los sunníes o los shiíes, los cristianos son los fiel a la religión del amores. Está prohibido sin ninguna distinción de religión.
Está igualmente prohibida todo estado el querer ser libre, poderoso, capaz de influyente de su entorno. En caso contrario, debe a prestarse a ser objeto de una guerra directa o por medio de terceros, como ha pasado con Irán, a través de la guerra desencadenada por Saddam Hussein, o alimentando escisiones internas después de haberlas creado, o mediante campañas mediáticas, políticas, las sanciones etc.
Incluso a los amigos de EEUU, sus aliados o aquellos que tienen una cultura occidental les está prohibido ser poderosos porque EEUU quieren sólo súbditos sumisos.
EEUU no quiere amigos que puedan crearle problemas en ocasiones.
La duplicidad norteamericana
Entre los principios que EEUU menciona en los medios están la democracia, la libertad de los pueblos, las elecciones, los derechos humanos, las ONG, la lucha contra la corrupción...
Todo esto en boca de los estadounidenses no son más que palabras vacías de todo contenido.
Voy a daros pruebas de ello con hechos, sin dar nombres, pero que todos vais a adivinar.
¿Cuántos gobiernos y regímenes en la región, el mundo y el Tercer Mundo constituyen las peores tiranías y son patrocinados, protegidos y defendidos por EEUU?
Sus palabras están, pues, vacías de todo contenido. Son mentiras engañosas y ejemplos de perfidia.
Ellos apoyan las peores dictaduras en la región, los peores regímenes corruptos y aquellos que más violan los derechos humanos.
EEUU respalda a países donde no hay elecciones, ni constitución, ni reemplazo del poder y donde no existe ni un pequeño margen de libertad en Internet, donde cualquier infracción en este campo hace a una persona merecedora de un centenar de latigazos.
Cuando EEUU apoya a este tipo de regímenes, esto quiere decir que todas sus palabras sobre democracia, elecciones etc no son más que mentiras y engaños.
Desgraciadamente, algunos pueblos en la región han sido engañados y otros tienen predisposición a serlo.
¿Creéis que EEUU con sus flotas, su ejército y su arsenal nuclear son una asociación de beneficencia para la promoción de la democracia en el mundo y que sólo quieren cambiar un régimen con el que tienen problemas para que las gentes voten a su presidente y escojan a su gobierno con toda libertad?
Sólo los pueblos, los movimientos y los gobiernos no sumisos a la hegemonía estadounidense son los atacados en torno a estos temas: la democracia, los derechos humanos, las elecciones, las modificaciones constitucionales etc.
Cualquier gobierno o movimiento en el mundo puede ser sujeto a sus sanciones.
Ellos hacen todo lo posible para someter a los estados que rechazan la hegemonía de EEUU. Les infligen guerras, sanciones y embargos y les hostigan con acusaciones sin fin.
En cuanto a los estados sumisos, que son sus aliados, no vemos que tengan ningún problema por no tener elecciones, reemplazo de poder, libertad de prensa etc.
Mentiras estadounidenses sobre el dossier nuclear iraní
Desde hace 13 años existe el programa nuclear iraní.
¿Cómo se ha comportado EEUU en este tema?
Cuando los norteamericanos quieren atacar un país o a un pueblo, ellos fabrican una mentira y la propagan por el mundo y movilizan a algunos países detrás de ellos. Que esta mentira provoque guerras y la fin de millones de personas no tiene ninguna importancia para ellos. Lo esencial es someter a los dirigentes y al pueblo de ese país.
Los norteamericanos, y con ellos los israelíes, dijeron que Irán quería fabricar un arma nuclear y desarrollar una tecnología nuclear militar, y pretendieron que ya había fabricado una. A continuación, llamaron a la aprobación de sanciones y un embargo.
Esta mentira perdura desde hace 13 años. Ella ha servido como pretexto para causar daños al pueblo iraní y a los pueblos y economías de otros países que tienen relaciones económicas con Irán, y creó el riesgo de desencadenar una guerra regional.
Y todos aquellos que estaban con EEUU se vieron obligados a seguir su camino al pie de la letra: los medios árabes, los periodistas y los gobiernos.
Desgraciamente y debido al complejo de inferioridad que existe en muchos círculos del mundo árabe y su desprecio hacia sí mismos, ciertos árabes resultaron ser más lealistas que los propios estadounidenses.
Cuando EEUU comprobó que Irán no había capitulado y que continuaba desarrollando su programa nuclear, y siendo conscientes de la dificultad de una opción militar y de la ineficacia de las sanciones, decidió entonces negociar con los iraníes.
Ayer, el presidente ruso dijo que Washington “nos ha engañado”, que resultó ser que no ha habido nunca un programa nuclear militar iraní y que EEUU ha hecho vivir al mundo en esa mentira.
Sí. EEUU fábrica grandes mentiras y llega a canalizarlas incluso a través de las instancias internacionales y del mundo entero, y obligan a este último a marchar detrás de ellos. Y todo para someter a un país.
El problema real que tienen con Irán es que quiere ser un estado libre e independiente y quiere gestionar sus propios recursos y preservar los intereses de su pueblo y su dignidad. Sin embargo, esto está prohibido por EEUU.
Una nueva guerra norteamericana de sumisión
Hay que recordar los últimos acontecimientos en la región, las derrotas infligidas a Israel desde los años ochenta y su retirada forzada de Líbano en el año 2000, su retirada de Gaza y su guerra contra el Líbano de Julio de 2006. Ha habido también derrotas norteamericanas en Afganistán y en Iraq, puesto que en este último país un pueblo y una resistencia vencieron a EEUU.
Después de las derrotas israelíes y las derrotas estadounidenses en Afganistán e Iraq y los acontecimientos de la primavera árabe, EEUU se lanzó de nuevo a una nueva guerra.
Esta guerra debe ser comprendida más que nunca. Se trata de una guerra contra todos aquellos que rechazan la hegemonía de EEUU.
Tanto en Iraq como en Siria existe una sola guerra, pero que adopta formas distintas. Estados occidentales, árabes y regionales reúnen a decenas de miles de combatientes takfiris trayéndoles del mundo entero y otorgándoles facilidades, fondos y miles de toneladas de armas muy sofisticadas y municiones, como el misil antitanque TOW. ¿Harían esto sin la luz verde de EEUU? Jamás.
Se trata de un proyecto estadounidense en su origen en el que se han embarcado Arabia Saudí, otros países árabes, Turquía y los estados occidentales. Pero es EEUU el verdadero jefe de esta guerra en la región.
Son ellos los que la apoyan y coordinan y los que deciden su ritmo y cadencia.
En Iraq también ¿quién ha proporcionado al EI todo tipo de ayuda? Ciertamente, EEUU y todos sus aliados en la región. EEUU quiere someter a los iraquíes, que le han expulsado y que rechazan su presencia y hegemonía. EEUU quiere someterlos, humillarlos y domesticarlos.
Ellos deben decir que sólo EEUU puede protegerlos del EI. EEUU quiere imponerles, en realidad, las reglas del juego que ha decretado para los iraquíes y éstos deben aceptarlas tal cual. Deben admitir que EEUU fije los precios de su petróleo, nombre su gobierno y modifique su constitución. En otro caso, el EI actuará. Eso es lo que pasa en Iraq.
Siria debe también someterse a la voluntad de EEUU porque ella rechazó someterse a ese país.
Aquellos que combaten en Siria hacen el juego al proyecto estadounidense, lo sepan ellos o no, ya sean laicos o islamistas. Es una guerra dirigida a someter a Siria a la voluntad de EEUU.
¿Pensáis que EEUU quiere que Arabia Saudí controle Siria? No, nunca. Cuando esta guerra termine -y si Dios quiere no terminará en una situación de ventaja para EEUU- ellos les barrerán.
Los gobiernos árabes no son más que instrumentos en la guerra norteamericana contra los iraquíes, contra los sirios, contra Irán y contra Yemen.
El intento de provocar una guerra entre sunníes y shiíes ha fracasado
Ellos quisieron que esta guerra fuera comunitaria y se tras*formara en un conflicto entre sunníes y shiíes. Sin embargo ellos han fracasado gracias a la toma de conciencia de los pueblos, a los esfuerzos de los ulemas sunníes sinceros y fieles y a las fuerzas sunníes de todo el mundo, que no han permitido que esta guerra se deslice hacia una confrontación sectaria.
Al principio de la guerra de Yemen, el imam de la Mezquita de Al Haram (en Meca), el cual deberia, en principio, de predicar en favor de la paz, la reconciliación y la unidad, dijo que la guerra en Yemen era una guerra contra los shiíes.
¿Por qué dijo eso? Porque sus jefes le ordenaron que lo dijera. Hacía falta a tras*formar este conflicto en una guerra confesional para que los perezosos y los ejércitos de los perezosos pudieran atraer a mercenarios y voluntarios para combatir en su lugar. Ésa es la verdad.
Lo que se buscaba en Siria, Iraq y Yemen era manipular los sentimientos de los fiel a la religión del amores sunníes diciéndoles que era una batalla que ellos debían librar en lugar de los reyes, los emires, los detentadores de miles de millones y los saqueadores de los pueblos. Por supuesto, las consecuencias de tal guerra debían beneficiar a EEUIU.
Ésta es la verdad de la guerra actual.
En esta 10ª noche del mes de Muharram debemos decir la verdad: la guerra actual no es en favor de la democracia ni de las elecciones ni de los derechos humanos ni contra la pobreza, el analfabetismo y las enfermedades.
Ésta es una guerra dirigida por EEUU y dirigida a someter a todos aquellos que se niegan a la sumisión y que se alzan contra las imposiciones de ese país.
Su propósito es sancionar a aquellos que hicieron abortar el proyecto para un nuevo Oriente Medio promovido por Bush y Condoleezza Rice, es decir la Resistencia en el Líbano, Hezbolá y el Movimiento Amal, y todos aquellos que se solidarizaron con la Resistencia en el Líbano en 2006, incluyendo la Siria de Assad, la Palestina de la intifada e Irán, mediante su voluntad de acero y su apoyo inquebrantable.
Ellos deben pagar el precio por haber rechazado la sumisión, haberse rebelado y reclamar la verdadera libertad, la verdadera independencia y la verdadera soberanía.
Debemos saber toda la verdad de la batalla que se lleva a cabo hoy. Es una batalla entre dos frentes. El comandante del primero no es Abu Bakr al Bagdadi (líder del EI) ni Aiman al Zawahiri (el líder de Al Qaida) ni Abu Mohammad al Yulani (líder del Frente al Nusra) ni el rey (saudí) Salman ibn Abdul Aziz. Su comandante es el presidente de EEUU y la administración estadounidense.
En el segundo frente se encuentran todos aquellos que rechazan esta sumisión a la hegemonía de EEUU.
Como en el tiempo del Imam Hussein
Nuestros días recuerdan mucho a los del pasado. O nos sometemos a EEUU y su proyecto, aceptando a Israel y todos sus otros instrumentos y convirtiéndonos en sujetos dóciles o nos declararán la guerra, nos impondrán sanciones y un embargo, nos incluirán en su lista de terroristas y enviarán kamikazes contra nuestras mezquitas, iglesias, escuelas y mercados.
Es decir, la sumisión o las consecuencias de nuestra insumisión, de nuestra libertad, de nuestra independencia y de nuestra soberanía.
Ésta fue también la posición en la que se encontró el Imam Hussein (P), su Santa Familia, sus compañeros y las mujeres que le acompañaban cuando se les dio a elegir entre aceptar a Yazid, su despotismo, su tiranía y su corrupción o, en otro caso, la fin, la decapitación, el saqueo y la reducción de las mujeres a la esclativud.
Eso es lo que hizo más tarde el ejército de Yazid en Medina cuando ésta se levantó. Esta ciudad era la del Profeta, sus Compañeros, los Muhayirin (inmigrados de Meca) y los Ansar. Yazid envió su ejército, que la asedió, atacó e incendió matando a hombres y niños y violando a las mujeres, antes de obligar a los supervivientes a prestar juramento de obediencia como esclavos al rey y amo Yazid.
El Imam Hussein (P) sabía bien cuál era la situación y cuál era la postura que debía adoptar: entre la sumisión y la fin, él dijo: "Juro por Dios que no veo en la fin más que felicidad y en la vida bajo los opresores más que desgracia".
Y en esta noche tenemos en mente la historia y realidad de aquella batalla (de Kerbala) para inspirarnos en ella a la hora de adoptar nuestras posiciones.
Entre las dos opciones, el Imam Hussein (P) dijo: "Estos hijos de la injusticia nos han obligado a escoger entre la confrontación y la humillación. Nunca aceptaremos la humillación".
Jamás aceptaremos la humillación y triunfaremos.
En primer lugar frente a Israel, que ha querido ocupar siempre nuestras tierras e instalarse en ellas e imponer condiciones humillantes al Líbano. Cuando nos ha puesto en una situación donde había que escoger entre la guerra y la humillación, entre la fin y la humillación, todos nosotros en el Líbano, los diferentes movimientos de resistencia, decidimos oponernos a Israel y rechazar sus amenazas y sus intentos de someternnos, como hizo el Imam Hussein (P): si tenemos que escoger entre las guerras y la humillación, sabed que nunca aceptaremos la humillación.
Y lo mismo frente al proyecto norteamericano-takfiri, que nos ha dado elegir entre dos opciones: la sumisión y humillación o la guerra. Se amenaza con una guerra a todos, no sólo a Hezbolá y los shiíes, sino a todos los pueblos de la región, incluidos los sunníes, los cristianos y otros, y con atentados suicidas, coches bomba, saqueos etc.
Repetimos lo mismo que hemos dicho siempre sobre nuestra posición -y no sólo la de los que estamos aquí porque en este momento nuestros hermanos muyahidin se encuentran en Siria, donde combaten en más de un frente y avanzan y resisten, otros caen mártires y otros resultan heridos al lado de todos aquellos que combaten en estos frentes-. Decimos y repetimos con el Imam Hussein en esta noche a todo aquel que nos amenace, ya sea israelí o takfiri, que "nunca aceptaremos la humillación".
En esta noche decimos lo mismo que el Imam Hussein (P) dijo a sus compañeros expresaron cuando se reunieron mientras estaban asediados y él les propuso por última vez evadirse si les parecía bien utilizando la cobertura de la noche.
Y yo digo lo mismo que el Imam Hussein repitió: “Aquel que quiera partir que parta. El que quiera huir o unirse al enemigo que lo haga”.
¿Qué hicieron en la noche del 10º día de Ashura los compañeros del Imam Hussein (P)?
Ellos se negaron a abandonarle diciendo: "¿Que tu mueras y quedemos vivos detrás de ti? Ninguna vida sería buena sin ti, Hussein. Si supiéramos que íbamos a ser muertos, quemados, esparcidos por el aire y resucitados para ser una vez más muertos, quemados y esparcidos por el aire y así mil veces, jamás te abandonaríamos".
Nosotros decimos lo mismo al Imam Hussein (P).
En esta batalla contra el enemigo sionista o el proyecto norteamericano-takfiri, que es la batalla de la defensa del Islam, de sus valores y su reputación, de los lugares santos de los fiel a la religión del amores y su honor y de los oprimidos en esta región estamos implicados y nunca nos replegaremos.
Si algunos apuestan por nuestra fatiga o cuentan nuestros mártires, que recuerden que en Kerbala todos cayeron mártires; sólo uno o dos sobrevivieron. Sabed que creemos en esta batalla, la llevamos a cabo con sagacidad y esperamos ganarla, si Dios quiere. No hay lugar para renunciar o replegarnos.
Sayyed Nasralá: EEUU dirige los conflicos en OM para someter la región
He aquí los puntos de su discurso:
En esta 9ª noche de la conmemoración de Ashura, me gustaría ante todo agradecer a todos los hermanos y hermanas que han contribuido a hacer triunfar este encuentro aquí y en otras partes o que han contribuido a su organización y gestión, así como a los ulemas que toman parte en él. Quiero agradecer también al Ejército libanés y a todas las instituciones de seguridad por los esfuerzos que han desplegado durante estas noches para garantizar la seguridad.
El Imam Hussein dijo en sus declaraciones infalibles: "¿No veis que la Verdad no se ejecuta y la Falsedad no es denigrada?".
Él se dirigía las élites y, detrás de ellas, a toda la nación islámica de todas las generaciones y a lo largo de toda la historia.
Él prosiguió diciendo: "Que el fiel creyente busque el encuentro con Dios en la Verdad. Yo no veo en la fin más que felicidad y en la vida bajo los opresores nada más que desgracia".
Ésta es la escuela del Imam Hussein, la que escuchamos con nuestros corazones y oídos y la que nos enseña las posiciones a adoptar: las de la firmeza, el sacrificio, la fidelidad y la adhesión inquebrantable a lo Verdadero y el rechazo a lo Falso.
EEUU: hegemonía y dictado
Yo quiero hablar esta noche de un tema sobre la situación en la región, como he hecho habitualmente en esta misma fecha tan especial de otros años.
Me gustaría recordar ciertos temas de principio para asimilarlos bien y precisar a la luz de los mismos cuáles deben ser nuestras posiciones y como comportarnos con respecto a los acontecimientos en curso en la región y en nuestro país.
En principio, EEUU y las administraciones que se han sucedido, así como una gran parte de Occidente, tienen objetivos bien claros y precisos. Para conseguirlos, desarrollan estrategias, planes y programas escalonados en lapsos de tiempos distintos y que ellos modifican en ocasiones.
La administración norteamericana no se comporta, en tanto que potencia tiránica, de una forma caótica, sino que intenta conseguir unos objetivos bien determinados, los cuales no cambian de un presidente a otro, de una administración a otra, ya sea republicana o demócrata. Lo único que cambian son los medios.
EEUU, en tanto que heredero de las fuerzas de la antigua colonización, y ciertos países que fueron antiguas potencias colonizadoras, como Francia y Gran Bretaña, tienen como objetivo el de buscar la hegemonía en todos los campos: político, militar, de seguridad, económico e incluso cultural.
Todo en esta región -incluyendo sus gobiernos, sus pueblos, sus fuerzas políticas y sus élites sociales- debe quedar sometido y convertirse en dependiente de la voluntad de EEUU.
Es EEUU el que debe de tomar las decisiones sobre nuestra política, nuestra seguridad, nuestra economía, nuestra cultura y nuestra religión, y debemos admitir lo que ellos decidan.
Ellos quieren que admitamos a Israel en la región. Debemos hacerlo sin protestar y está estrictamente prohibido oponernos a él, combatirle, resistir contra él o poner en cuestión su identidad y su naturaleza.
Todos debemos someternos a este dictado.
Aquel que se niegue se convertirá en el objetivo de todo tipo de guerras inteligentes y multiformes: militares, políticas, económicas, mediáticas, embargos, sanciones...
Éste es el destino de las gentes libres no sólo en nuestro mundo árabe e islámico, sino en todas partes.
La opción de aquel que quiera ser libre, dueño del destino de su país y de su pueblo, ser independiente y tomar decisiones a la luz de sus propios intereses no será admitida por EEUU y él deberá prepararse para sus guerras.
Dirigentes árabes impotentes
Y esto constituye el principal fondo de lo que pasa nuestra región desde el fin de las dos guerras mundiales.
Ellos quieren apropiarse del petróleo y de casi todos los recursos naturales.
En apariencia solamente, el pétroleo y el gas están en manos de los dirigentes árabes. En realidad, ellos pertenecen exclusivamente a las compañías norteamericanas.
Los gobiernos árabes e islámicos son totalmente impotentes y no pueden ni siquiera fijar los precios.
Cuando EEUU quiere asestar un golpe económico a Irán, Iraq, Venezuela, Rusia o cualquier estado no sumiso, ellos ordenan a los gobiernos árabes que bajen los precios del petróleo, incluso aunque eso les suponga un perjuicio para ellos mismos. La decisión no está en sus manos.
Ellos quieren acaparar la decisión sobre nuestras riquezas y quieren al mismo tiempo nuestros mercados para ellos, para todas sus mercancías y también para sus armas. Aquellos que sigan las informaciones han podido constatar la amplitud de las compras de armas llevadas a cabo en estos últimos años por Arabia Saudí, Qatar, los EAU y otros países. Se trata, en su mayor parte, de armas estadounidenses, francesas y británicas por valor de decenas de miles de millones de dólares: aviones, barcos, piezas de artillería o tanques que aquellos compran, ya tengan necesidad de ellos o no.
Estos países árabes deben ser los mercados para las grandes compañías estadounidenses y occidentales de armamento y no tienen elección.
Y eso es así porque los que gobiernan EEUU no son las organizaciones pro-derechos humanos, sino las grandes sociedades petrolíferas y las grandes compañías de la industria militar. Ellas quieren asentar su hegemonía y han logrado hacerlo. Y quieren que nosotros seamos sus mercados.
Lo que interesa a EEUU es la política exterior, la seguridad y el petróleo y el gas. El resto le tiene sin cuidado.
Los gobiernos árabes no son más que autoridades de una administración local. Ya se trate de reyes, emires o presidentes, ellos no dirigen sus estados, puesto que las decisiones en materia de política exterior, sobre la guerra y la paz, los precios de los hidrocarburos etc están todas en manos de EEUU.
Ésta es la realidad de nuestra región hoy.
Israel: un instrumento del proyecto estadounidense
Israel no es el proyecto. Es un instrumento ejecutivo del proyecto de hegemonía norteamericano y occidental en nuestra región. Asume un papel ejecutivo al servicio de este proyecto. Es por esto que ellos le defienden en todas partes y en todas las instancias -incluyendo el Consejo de Seguridad, donde esta defensa se realiza a través del veto-, le proporcionan ayuda financiera, militar y económica y están dispuestos a combatir a su lado, si llega el caso.
¿Qué pasaría a este Israel si llegara un día en que EEUU se debilitara y quisiera salir de la región y ocuparse de sus propios asuntos exclusivamente por razones internas? ¿Cuál sería entonces el destino de Israel? ¿Podría sobrevivir en nuestra región? En absoluto. Este Israel no es, pues, más que un instrumento de EEUU.
El pueblo palestino y otros pueblos, y a su cabeza los libaneses, que han sufrido las agresiones, la ocupación y las masacres israelíes, soportan la carga de este proyecto, donde Israel no es más que un instrumento.
Los que asumen la primera responsabilidad de todos los crímenes, masacres y la colonización de Israel, y todo lo que este estado comete hoy en día de la Franja de Gaza, Cisjordania, Al Quds y el interior de Palestina son EEUU, la administración norteamericana actual y todas las otras precedentes que se han sucedido, por encima incluso de Netanyahu y su ejército terrorista.
La prohibición de ser un estado independiente
Asimismo, en el marco de este proyecto de hegemonía, no le está permitido a ningún estado árabe o islámico ser poderoso, de forma que pueda ser independiente, tomar decisiones independientes, tomar en consideración los intereses de su pueblo, explotar sus propios recursos económicos y llevar a cabo un desarrollo tecnológico, científico, cultural o administrativo.
Esto está estricamente prohibido en el proyecto hegemónico estadounidense, ya se trate de Egipto o de Pakistán, los sunníes o los shiíes, los cristianos son los fiel a la religión del amores. Está prohibido sin ninguna distinción de religión.
Está igualmente prohibida todo estado el querer ser libre, poderoso, capaz de influyente de su entorno. En caso contrario, debe a prestarse a ser objeto de una guerra directa o por medio de terceros, como ha pasado con Irán, a través de la guerra desencadenada por Saddam Hussein, o alimentando escisiones internas después de haberlas creado, o mediante campañas mediáticas, políticas, las sanciones etc.
Incluso a los amigos de EEUU, sus aliados o aquellos que tienen una cultura occidental les está prohibido ser poderosos porque EEUU quieren sólo súbditos sumisos.
EEUU no quiere amigos que puedan crearle problemas en ocasiones.
La duplicidad norteamericana
Entre los principios que EEUU menciona en los medios están la democracia, la libertad de los pueblos, las elecciones, los derechos humanos, las ONG, la lucha contra la corrupción...
Todo esto en boca de los estadounidenses no son más que palabras vacías de todo contenido.
Voy a daros pruebas de ello con hechos, sin dar nombres, pero que todos vais a adivinar.
¿Cuántos gobiernos y regímenes en la región, el mundo y el Tercer Mundo constituyen las peores tiranías y son patrocinados, protegidos y defendidos por EEUU?
Sus palabras están, pues, vacías de todo contenido. Son mentiras engañosas y ejemplos de perfidia.
Ellos apoyan las peores dictaduras en la región, los peores regímenes corruptos y aquellos que más violan los derechos humanos.
EEUU respalda a países donde no hay elecciones, ni constitución, ni reemplazo del poder y donde no existe ni un pequeño margen de libertad en Internet, donde cualquier infracción en este campo hace a una persona merecedora de un centenar de latigazos.
Cuando EEUU apoya a este tipo de regímenes, esto quiere decir que todas sus palabras sobre democracia, elecciones etc no son más que mentiras y engaños.
Desgraciadamente, algunos pueblos en la región han sido engañados y otros tienen predisposición a serlo.
¿Creéis que EEUU con sus flotas, su ejército y su arsenal nuclear son una asociación de beneficencia para la promoción de la democracia en el mundo y que sólo quieren cambiar un régimen con el que tienen problemas para que las gentes voten a su presidente y escojan a su gobierno con toda libertad?
Sólo los pueblos, los movimientos y los gobiernos no sumisos a la hegemonía estadounidense son los atacados en torno a estos temas: la democracia, los derechos humanos, las elecciones, las modificaciones constitucionales etc.
Cualquier gobierno o movimiento en el mundo puede ser sujeto a sus sanciones.
Ellos hacen todo lo posible para someter a los estados que rechazan la hegemonía de EEUU. Les infligen guerras, sanciones y embargos y les hostigan con acusaciones sin fin.
En cuanto a los estados sumisos, que son sus aliados, no vemos que tengan ningún problema por no tener elecciones, reemplazo de poder, libertad de prensa etc.
Mentiras estadounidenses sobre el dossier nuclear iraní
Desde hace 13 años existe el programa nuclear iraní.
¿Cómo se ha comportado EEUU en este tema?
Cuando los norteamericanos quieren atacar un país o a un pueblo, ellos fabrican una mentira y la propagan por el mundo y movilizan a algunos países detrás de ellos. Que esta mentira provoque guerras y la fin de millones de personas no tiene ninguna importancia para ellos. Lo esencial es someter a los dirigentes y al pueblo de ese país.
Los norteamericanos, y con ellos los israelíes, dijeron que Irán quería fabricar un arma nuclear y desarrollar una tecnología nuclear militar, y pretendieron que ya había fabricado una. A continuación, llamaron a la aprobación de sanciones y un embargo.
Esta mentira perdura desde hace 13 años. Ella ha servido como pretexto para causar daños al pueblo iraní y a los pueblos y economías de otros países que tienen relaciones económicas con Irán, y creó el riesgo de desencadenar una guerra regional.
Y todos aquellos que estaban con EEUU se vieron obligados a seguir su camino al pie de la letra: los medios árabes, los periodistas y los gobiernos.
Desgraciamente y debido al complejo de inferioridad que existe en muchos círculos del mundo árabe y su desprecio hacia sí mismos, ciertos árabes resultaron ser más lealistas que los propios estadounidenses.
Cuando EEUU comprobó que Irán no había capitulado y que continuaba desarrollando su programa nuclear, y siendo conscientes de la dificultad de una opción militar y de la ineficacia de las sanciones, decidió entonces negociar con los iraníes.
Ayer, el presidente ruso dijo que Washington “nos ha engañado”, que resultó ser que no ha habido nunca un programa nuclear militar iraní y que EEUU ha hecho vivir al mundo en esa mentira.
Sí. EEUU fábrica grandes mentiras y llega a canalizarlas incluso a través de las instancias internacionales y del mundo entero, y obligan a este último a marchar detrás de ellos. Y todo para someter a un país.
El problema real que tienen con Irán es que quiere ser un estado libre e independiente y quiere gestionar sus propios recursos y preservar los intereses de su pueblo y su dignidad. Sin embargo, esto está prohibido por EEUU.
Una nueva guerra norteamericana de sumisión
Hay que recordar los últimos acontecimientos en la región, las derrotas infligidas a Israel desde los años ochenta y su retirada forzada de Líbano en el año 2000, su retirada de Gaza y su guerra contra el Líbano de Julio de 2006. Ha habido también derrotas norteamericanas en Afganistán y en Iraq, puesto que en este último país un pueblo y una resistencia vencieron a EEUU.
Después de las derrotas israelíes y las derrotas estadounidenses en Afganistán e Iraq y los acontecimientos de la primavera árabe, EEUU se lanzó de nuevo a una nueva guerra.
Esta guerra debe ser comprendida más que nunca. Se trata de una guerra contra todos aquellos que rechazan la hegemonía de EEUU.
Tanto en Iraq como en Siria existe una sola guerra, pero que adopta formas distintas. Estados occidentales, árabes y regionales reúnen a decenas de miles de combatientes takfiris trayéndoles del mundo entero y otorgándoles facilidades, fondos y miles de toneladas de armas muy sofisticadas y municiones, como el misil antitanque TOW. ¿Harían esto sin la luz verde de EEUU? Jamás.
Se trata de un proyecto estadounidense en su origen en el que se han embarcado Arabia Saudí, otros países árabes, Turquía y los estados occidentales. Pero es EEUU el verdadero jefe de esta guerra en la región.
Son ellos los que la apoyan y coordinan y los que deciden su ritmo y cadencia.
En Iraq también ¿quién ha proporcionado al EI todo tipo de ayuda? Ciertamente, EEUU y todos sus aliados en la región. EEUU quiere someter a los iraquíes, que le han expulsado y que rechazan su presencia y hegemonía. EEUU quiere someterlos, humillarlos y domesticarlos.
Ellos deben decir que sólo EEUU puede protegerlos del EI. EEUU quiere imponerles, en realidad, las reglas del juego que ha decretado para los iraquíes y éstos deben aceptarlas tal cual. Deben admitir que EEUU fije los precios de su petróleo, nombre su gobierno y modifique su constitución. En otro caso, el EI actuará. Eso es lo que pasa en Iraq.
Siria debe también someterse a la voluntad de EEUU porque ella rechazó someterse a ese país.
Aquellos que combaten en Siria hacen el juego al proyecto estadounidense, lo sepan ellos o no, ya sean laicos o islamistas. Es una guerra dirigida a someter a Siria a la voluntad de EEUU.
¿Pensáis que EEUU quiere que Arabia Saudí controle Siria? No, nunca. Cuando esta guerra termine -y si Dios quiere no terminará en una situación de ventaja para EEUU- ellos les barrerán.
Los gobiernos árabes no son más que instrumentos en la guerra norteamericana contra los iraquíes, contra los sirios, contra Irán y contra Yemen.
El intento de provocar una guerra entre sunníes y shiíes ha fracasado
Ellos quisieron que esta guerra fuera comunitaria y se tras*formara en un conflicto entre sunníes y shiíes. Sin embargo ellos han fracasado gracias a la toma de conciencia de los pueblos, a los esfuerzos de los ulemas sunníes sinceros y fieles y a las fuerzas sunníes de todo el mundo, que no han permitido que esta guerra se deslice hacia una confrontación sectaria.
Al principio de la guerra de Yemen, el imam de la Mezquita de Al Haram (en Meca), el cual deberia, en principio, de predicar en favor de la paz, la reconciliación y la unidad, dijo que la guerra en Yemen era una guerra contra los shiíes.
¿Por qué dijo eso? Porque sus jefes le ordenaron que lo dijera. Hacía falta a tras*formar este conflicto en una guerra confesional para que los perezosos y los ejércitos de los perezosos pudieran atraer a mercenarios y voluntarios para combatir en su lugar. Ésa es la verdad.
Lo que se buscaba en Siria, Iraq y Yemen era manipular los sentimientos de los fiel a la religión del amores sunníes diciéndoles que era una batalla que ellos debían librar en lugar de los reyes, los emires, los detentadores de miles de millones y los saqueadores de los pueblos. Por supuesto, las consecuencias de tal guerra debían beneficiar a EEUIU.
Ésta es la verdad de la guerra actual.
En esta 10ª noche del mes de Muharram debemos decir la verdad: la guerra actual no es en favor de la democracia ni de las elecciones ni de los derechos humanos ni contra la pobreza, el analfabetismo y las enfermedades.
Ésta es una guerra dirigida por EEUU y dirigida a someter a todos aquellos que se niegan a la sumisión y que se alzan contra las imposiciones de ese país.
Su propósito es sancionar a aquellos que hicieron abortar el proyecto para un nuevo Oriente Medio promovido por Bush y Condoleezza Rice, es decir la Resistencia en el Líbano, Hezbolá y el Movimiento Amal, y todos aquellos que se solidarizaron con la Resistencia en el Líbano en 2006, incluyendo la Siria de Assad, la Palestina de la intifada e Irán, mediante su voluntad de acero y su apoyo inquebrantable.
Ellos deben pagar el precio por haber rechazado la sumisión, haberse rebelado y reclamar la verdadera libertad, la verdadera independencia y la verdadera soberanía.
Debemos saber toda la verdad de la batalla que se lleva a cabo hoy. Es una batalla entre dos frentes. El comandante del primero no es Abu Bakr al Bagdadi (líder del EI) ni Aiman al Zawahiri (el líder de Al Qaida) ni Abu Mohammad al Yulani (líder del Frente al Nusra) ni el rey (saudí) Salman ibn Abdul Aziz. Su comandante es el presidente de EEUU y la administración estadounidense.
En el segundo frente se encuentran todos aquellos que rechazan esta sumisión a la hegemonía de EEUU.
Como en el tiempo del Imam Hussein
Nuestros días recuerdan mucho a los del pasado. O nos sometemos a EEUU y su proyecto, aceptando a Israel y todos sus otros instrumentos y convirtiéndonos en sujetos dóciles o nos declararán la guerra, nos impondrán sanciones y un embargo, nos incluirán en su lista de terroristas y enviarán kamikazes contra nuestras mezquitas, iglesias, escuelas y mercados.
Es decir, la sumisión o las consecuencias de nuestra insumisión, de nuestra libertad, de nuestra independencia y de nuestra soberanía.
Ésta fue también la posición en la que se encontró el Imam Hussein (P), su Santa Familia, sus compañeros y las mujeres que le acompañaban cuando se les dio a elegir entre aceptar a Yazid, su despotismo, su tiranía y su corrupción o, en otro caso, la fin, la decapitación, el saqueo y la reducción de las mujeres a la esclativud.
Eso es lo que hizo más tarde el ejército de Yazid en Medina cuando ésta se levantó. Esta ciudad era la del Profeta, sus Compañeros, los Muhayirin (inmigrados de Meca) y los Ansar. Yazid envió su ejército, que la asedió, atacó e incendió matando a hombres y niños y violando a las mujeres, antes de obligar a los supervivientes a prestar juramento de obediencia como esclavos al rey y amo Yazid.
El Imam Hussein (P) sabía bien cuál era la situación y cuál era la postura que debía adoptar: entre la sumisión y la fin, él dijo: "Juro por Dios que no veo en la fin más que felicidad y en la vida bajo los opresores más que desgracia".
Y en esta noche tenemos en mente la historia y realidad de aquella batalla (de Kerbala) para inspirarnos en ella a la hora de adoptar nuestras posiciones.
Entre las dos opciones, el Imam Hussein (P) dijo: "Estos hijos de la injusticia nos han obligado a escoger entre la confrontación y la humillación. Nunca aceptaremos la humillación".
Jamás aceptaremos la humillación y triunfaremos.
En primer lugar frente a Israel, que ha querido ocupar siempre nuestras tierras e instalarse en ellas e imponer condiciones humillantes al Líbano. Cuando nos ha puesto en una situación donde había que escoger entre la guerra y la humillación, entre la fin y la humillación, todos nosotros en el Líbano, los diferentes movimientos de resistencia, decidimos oponernos a Israel y rechazar sus amenazas y sus intentos de someternnos, como hizo el Imam Hussein (P): si tenemos que escoger entre las guerras y la humillación, sabed que nunca aceptaremos la humillación.
Y lo mismo frente al proyecto norteamericano-takfiri, que nos ha dado elegir entre dos opciones: la sumisión y humillación o la guerra. Se amenaza con una guerra a todos, no sólo a Hezbolá y los shiíes, sino a todos los pueblos de la región, incluidos los sunníes, los cristianos y otros, y con atentados suicidas, coches bomba, saqueos etc.
Repetimos lo mismo que hemos dicho siempre sobre nuestra posición -y no sólo la de los que estamos aquí porque en este momento nuestros hermanos muyahidin se encuentran en Siria, donde combaten en más de un frente y avanzan y resisten, otros caen mártires y otros resultan heridos al lado de todos aquellos que combaten en estos frentes-. Decimos y repetimos con el Imam Hussein en esta noche a todo aquel que nos amenace, ya sea israelí o takfiri, que "nunca aceptaremos la humillación".
En esta noche decimos lo mismo que el Imam Hussein (P) dijo a sus compañeros expresaron cuando se reunieron mientras estaban asediados y él les propuso por última vez evadirse si les parecía bien utilizando la cobertura de la noche.
Y yo digo lo mismo que el Imam Hussein repitió: “Aquel que quiera partir que parta. El que quiera huir o unirse al enemigo que lo haga”.
¿Qué hicieron en la noche del 10º día de Ashura los compañeros del Imam Hussein (P)?
Ellos se negaron a abandonarle diciendo: "¿Que tu mueras y quedemos vivos detrás de ti? Ninguna vida sería buena sin ti, Hussein. Si supiéramos que íbamos a ser muertos, quemados, esparcidos por el aire y resucitados para ser una vez más muertos, quemados y esparcidos por el aire y así mil veces, jamás te abandonaríamos".
Nosotros decimos lo mismo al Imam Hussein (P).
En esta batalla contra el enemigo sionista o el proyecto norteamericano-takfiri, que es la batalla de la defensa del Islam, de sus valores y su reputación, de los lugares santos de los fiel a la religión del amores y su honor y de los oprimidos en esta región estamos implicados y nunca nos replegaremos.
Si algunos apuestan por nuestra fatiga o cuentan nuestros mártires, que recuerden que en Kerbala todos cayeron mártires; sólo uno o dos sobrevivieron. Sabed que creemos en esta batalla, la llevamos a cabo con sagacidad y esperamos ganarla, si Dios quiere. No hay lugar para renunciar o replegarnos.
Sayyed Nasralá: EEUU dirige los conflicos en OM para someter la región