castguer
Madmaxista
Vamos a tener que escribir un mantra para evitar repetirnos constantemente, pero parece ser que el personal no alcanza a entender del todo en la movida que está metido.
¿No oléis, españoles, el aroma de los plátanos a vuestro alrededor? Enteraos de una vez: estáis (lo estamos todos) en medio de la jungla, sólo que con televisión a tonalidad. Y las fieras que nos acechan son los profesionales de la usura: “bancos” es su nombre oficial.
¿O acaso pensabais que por usar corbata y darle a la tecla habíais dejado atrás una vida tribal? La única diferencia que hay al respecto entre ayer y hoy, es que hoy los brujos no nos sacrifican al dios Sol, o a la divinidad de turno con la esperanza de una fructífera cosecha. Aun por el mismo motivo que ayer, por el deseo de mantener intacto el orden social, la diferencia radica en que ahora le ofrecen nuestras cabezas no a unas improbables deidades, sino a unos contrastados macho cabríoes: se hacen llamar “banqueros”.
Sí, me diréis, pero no tanto nuestras cabezas como nuestro futuro. Bueno, así es: miles de años de civilización han servido para volver aséptica a la humanidad, aunque no para erradicar de su interior la mala yerba del abuso de poder. Porque, ¿qué otro nombre le dais a que la banca española cobre los intereses más altos de toda la unión?
Demos
¿No oléis, españoles, el aroma de los plátanos a vuestro alrededor? Enteraos de una vez: estáis (lo estamos todos) en medio de la jungla, sólo que con televisión a tonalidad. Y las fieras que nos acechan son los profesionales de la usura: “bancos” es su nombre oficial.
¿O acaso pensabais que por usar corbata y darle a la tecla habíais dejado atrás una vida tribal? La única diferencia que hay al respecto entre ayer y hoy, es que hoy los brujos no nos sacrifican al dios Sol, o a la divinidad de turno con la esperanza de una fructífera cosecha. Aun por el mismo motivo que ayer, por el deseo de mantener intacto el orden social, la diferencia radica en que ahora le ofrecen nuestras cabezas no a unas improbables deidades, sino a unos contrastados macho cabríoes: se hacen llamar “banqueros”.
Sí, me diréis, pero no tanto nuestras cabezas como nuestro futuro. Bueno, así es: miles de años de civilización han servido para volver aséptica a la humanidad, aunque no para erradicar de su interior la mala yerba del abuso de poder. Porque, ¿qué otro nombre le dais a que la banca española cobre los intereses más altos de toda la unión?
Demos