El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Si todos los gigantes pufos urbanísticos de finales de la crisis del ladrillo hubieran salido adelante, la Comunidad de Madrid ahora tendría una cuidada estación de tren en San Martín de la Vega, un centro de natación olímpico de alta categoría, un circo con conservatorio, auditorio y 140 camerinos en Alcorcón y una línea de Cercanías entre Móstoles y Navalcarnero.
La delicada situación de la economía española de entonces —que limitó la inversión pública y privada— culminó con municipios endeudados hasta las orejas, infraestructuras de hormigón abandonadas a su suerte e ideas y proyectos que jamás llegaron a materializarse. ¿En qué estado se encuentran, ahora, todos esos sueños arquitectónicos fallidos? Esta es la historia de los grandes planes urbanos caídos en desgracia; las víctimas de la España a la que devoró la caída de la rentabilidad de la construcción.
De lo que sí hay certeza es de que lo escribieron en 2024; la gran mayoría de pintadas van acompañadas del año en que las hicieron. La fecha de su arte desvela, también, que han campado a sus anchas por una estación fantasma donde la Comunidad de Madrid acometió obras de conservación en noviembre de 2023 y, en teoría, se prohibió el acceso. Pusieron vallas para imposibilitar el paso y cerraron el parking a los vehículos; pero nada de esto ha impedido que haya vuelto a ser vandalizada. "Por llevarse, se llevaron hasta las escaleras mecánicas", relata Alfredo, un vecino del municipio de 30 años que también se colaba en el enclave antes de las obras.
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:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2Fc46%2F6e6%2Fd00%2Fc466e6d007c8b0a35ce8cbd2accb1816.jpg "Estación abandonada. (A.F.)")
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F965%2F2fe%2Fdaf%2F9652fedafb7080ad4e72b37272b4ccc1.jpg "La firma de 'Kocco' y sus amigos. (A.F.)")
:format(jpg)/f.elconfidencial.com%2Foriginal%2F552%2F25f%2F256%2F55225f256801a0000e20d5905e7c6f90.jpg "Vistas de la estación. (A.F.)")
La fantasmagórica estación de tren de San Martín de la Vega, al lado del Parque Warner —con días que recibe más de 20.000 usuarios— se cerró en 2012 por falta de pasajeros. Desde entonces, ha sido el foco de quedadas de chavales, botellones, alguna que otra fiesta y lienzos en blanco para los graffitis. La decadencia inunda cada rincón de la infraestructura a pesar de las labores de mantenimiento recientes. "Nuestra demanda histórica es recuperarla", sentencia Sergio Neira (PSOE), teniente alcalde del Ayuntamiento de la localidad.
La estación era una de las paradas de la línea C-3 de Cercanías entre Pinto y el Parque temático. El coste de construcción fue altísimo; ascendió a los 85 millones de euros y, según aseguró la Comunidad de Madrid, apenas la utilizaban 190 personas al día. Esta fue la principal motivación del cierre. "Está en punto muerto", reseñan desde el consistorio respecto a su puesta en marcha. La última conversación sobre el tema se produjo en abril de este año.
Antes de la obra, se produjeron reuniones con la consejería de tras*portes. En dicho encuentro, el teniente alcalde señalan que el ejecutivo regional aseguró haber instado tanto al Ministerio de tras*portes como a empresas privadas a explotar el servicio. "Las obras de conservación fueron mínimas. Se llevaron todo (la catenaria, el ascensor, las escaleras) y no se ha repuesto nada. No hay vigilancia, vuelve a estar vandalizada y aquí tenemos unos problemas de tras*porte tremendos".
El municipio solicita su restauración por los atascos que se producen en la localidad. Su cercanía con el Parque Warner (que recibe más de dos millones de visitantes al año) provocan que la mayoría de los aficionados de las montañas rusas utilicen el vehículo privado. Esto, claro, repercute directamente en la accesibilidad del pueblo: "Se producen muchas retenciones en la M-506 para ir al parque. Los buses interurbanos son insuficientes". No existe, de momento, ninguna solución a la vista.
La historia viene de largo. El Ejecutivo de Esperanza Aguirre asumió, cuando la inversión urbanística era todavía un negocio rentable, la construcción de la infraestructura. Adjudicó el proyecto a OHL en 2009… y la viabilidad económica desapareció un año después. La idea quedó varada durante largos periodos de tiempo, pero seguía siendo competencia de la Comunidad de Madrid. Los mandos posteriores del Partido Popular dejaron claro que volvían a tirar la pelota al Ejecutivo central: "Quien tiene que asumir (la línea de tren) es el gobierno de la Nación", señaló en 2022 el por entonces consejero de tras*portes, David Pérez.
A principios del año siguiente, fue la presidenta Isabel Díaz Ayuso quien dio un paso adelante: pidió a Sánchez que destinase una parte de los fondos europeos Next Generation a su construcción. Este movimiento se produjo después de que los juzgados ordenasen a la Comunidad de Madrid pagar un importe de más de 162 millones de euros a la entidad adjudicataria de entonces, OHL, por la liquidación del contrato. La entidad, no conforme con la cifra, exigió también una inmediación de 53 millones por el coste de inversión. Los tribunales, esta vez, dieron la razón a Sol y evitaron abonar una nueva bonificación.
Por su parte, desde la consejería de tras*portes aseguran que ya iniciaron conversaciones con la cartera de Óscar Puente, pero que no han vuelto "a tener respuesta". Mientras, el municipio solo espera que alguien tome la iniciativa. "Yo, como alcalde, le pido al Ministerio de tras*portes que se haga cargo de su competencia y finalice la obra. No podemos estar en un carrusel permanente de reproches, porque lo que necesitamos es un tren que si la Comunidad de Madrid no se hubiera metido por medio, Navalcarnero lo tendría desde hace años. Es por eso por lo que ya recurrimos al Ministerio y le pedimos que lo termine", sentencia.
El complejo CREAA (Centro de Creación de Artes de Alcorcón) —que ya recibía críticas de los vecinos durante su construcción— está compuesto por 60.000 metros cuadrados, 9 edificios concatenados, un enorme auditorio de 1.500 asientos, un conservatorio e incluso un palacio de congresos. La idea era recoger contenidos culturales, creativos y circenses. La obra, que no llegó a finalizarse, se paralizó en aquel fatídico 2010 por falta de financiación. Fuentes del actual consistorio señalan que el Ayuntamiento no invirtió "ni un solo euro" en las obras del CREAA. "Su construcción fue posible gracias a las plusvalías generadas con la creación de vivienda pública, más de 6.000, en el Ensanche Sur", señalan.
La idea del paraíso del Circo quedó varada, ¿qué hacer, entonces, con esta infraestructura faraónica del sur de la región? El gobierno posterior del Partido Popular finalizó el contrato de las obras, adjudicado a FCC Construcción y Ferrovial Agroman, por 34 millones.
El actor estadounidense Richard Gere se planteó en 2017 convertirlo en el centro budista más grande de Europa. Según relató este periódico, uno de los aspectos que más entorpeció que el proyecto religioso saliese adelante era su tamaño. La estrella de cine americana opinaba que era demasiado grande.
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Avenida de la Libertad. A la derecha, edificios residenciales; a la izquierda, el CREAA. (Maps)
Hoy día, y según confirma el Gobierno local, uno de los edificios se ha cedido al Ministerio de Igualdad. Allí se centralizará el Atenpro; dedicado a la atención temprana de víctimas de violencia de género. Contará con un servicio de teleasistencia 24 horas con profesionales. "Alcorcón se vaya a convertir en el epicentro de la lucha contra la violencia machista ", afirman desde el consistorio. El proyecto está financiado por los fondos europeos Next Generation.
Otros seis de los edificios también cuentan con un plan b. En ellos se implantará un hub audiovisual donde producir series, películas y videojuegos, además de un centro de formación profesional. "Nos vamos a convertir en el segundo plató de todo de toda Europa", asegura el Ayuntamiento. Por el momento, "no se puede establecer ninguna estimación de inversión al respecto". De esta forma, un 80% del CREAA tendrá, por fin, algo de utilidad. El 20% restante todavía está en el aire.
La obra faraónica —con más de 22.000 metros cuadrados cerca del Estado Metropolitano— fue impulsada por el exalcalde, Alberto Ruiz-Gallardón en 2004. El arquitecto Juan José Medina diseñó el esqueleto, tal y como presume en su página web. Sin embargo, su construcción se paralizó también en 2010 y la empresa adjudicataria, Ortiz y Dragados, abandonó el proyecto. No obstante, el presupuesto invertido ya había superado los 190 millones de euros y quedaban 91,5 por facturar. Según un informe 2017 publicado por la Cámara de Cuentas de Madrid, el coste inicial estimado rondaba los 135 millones de euros. ¿El resultado? 143 kilos de sobrecoste.
El consistorio de Martínez-Almeida quiso tomar cartas en el asunto. Se cedieron tres parcelas al Atlético de Madrid para incluir en la Ciudad del Deporte del club rojiblanco. En julio de este año se colocó la primera piedra de dicho proyecto, donde el primer edil se fotografió con el presidente del club, Enrique Cerezo. No obstante, el Centro Acuático seguía en el aire. Por ello, el Ejecutivo local sacó adelante el Plan Especial para la mejora de redes públicas en el ámbito del Área de Ordenación Específica (AOE) 00.08/M Parque Olímpico-Sector Oeste. Esto permite ampliar los usos del espacio para darle una segunda vida. Fuentes del área de Obras del Ayuntamiento sostienen que no hay más novedades. De hecho, matizan que dicho plan fue aprobado "inicialmente", pero todavía queda el visto bueno "definitivo".
La delicada situación de la economía española de entonces —que limitó la inversión pública y privada— culminó con municipios endeudados hasta las orejas, infraestructuras de hormigón abandonadas a su suerte e ideas y proyectos que jamás llegaron a materializarse. ¿En qué estado se encuentran, ahora, todos esos sueños arquitectónicos fallidos? Esta es la historia de los grandes planes urbanos caídos en desgracia; las víctimas de la España a la que devoró la caída de la rentabilidad de la construcción.
La estación fantasma de San Martín; spray sobre piedra
Lo único que se conoce de Kocco es que le gustan los colores azul y verde. El nombre pertenece a un grafitero que un día se coló en la estación de tren abandonada de San Martín de la Vega. En su visita a esta infraestructura –en ruinas y con restos de ladrillo y sprays de pintura en el suelo– Kocco aprovechó para firmar con este alias con tonos fríos. Puede que también accediese al recinto con DBC, Popa, Meak y Piyo; algunas de las otras firmas que descansan en los muros agrietados de la estación.De lo que sí hay certeza es de que lo escribieron en 2024; la gran mayoría de pintadas van acompañadas del año en que las hicieron. La fecha de su arte desvela, también, que han campado a sus anchas por una estación fantasma donde la Comunidad de Madrid acometió obras de conservación en noviembre de 2023 y, en teoría, se prohibió el acceso. Pusieron vallas para imposibilitar el paso y cerraron el parking a los vehículos; pero nada de esto ha impedido que haya vuelto a ser vandalizada. "Por llevarse, se llevaron hasta las escaleras mecánicas", relata Alfredo, un vecino del municipio de 30 años que también se colaba en el enclave antes de las obras.
La fantasmagórica estación de tren de San Martín de la Vega, al lado del Parque Warner —con días que recibe más de 20.000 usuarios— se cerró en 2012 por falta de pasajeros. Desde entonces, ha sido el foco de quedadas de chavales, botellones, alguna que otra fiesta y lienzos en blanco para los graffitis. La decadencia inunda cada rincón de la infraestructura a pesar de las labores de mantenimiento recientes. "Nuestra demanda histórica es recuperarla", sentencia Sergio Neira (PSOE), teniente alcalde del Ayuntamiento de la localidad.
La estación era una de las paradas de la línea C-3 de Cercanías entre Pinto y el Parque temático. El coste de construcción fue altísimo; ascendió a los 85 millones de euros y, según aseguró la Comunidad de Madrid, apenas la utilizaban 190 personas al día. Esta fue la principal motivación del cierre. "Está en punto muerto", reseñan desde el consistorio respecto a su puesta en marcha. La última conversación sobre el tema se produjo en abril de este año.
Antes de la obra, se produjeron reuniones con la consejería de tras*portes. En dicho encuentro, el teniente alcalde señalan que el ejecutivo regional aseguró haber instado tanto al Ministerio de tras*portes como a empresas privadas a explotar el servicio. "Las obras de conservación fueron mínimas. Se llevaron todo (la catenaria, el ascensor, las escaleras) y no se ha repuesto nada. No hay vigilancia, vuelve a estar vandalizada y aquí tenemos unos problemas de tras*porte tremendos".
El municipio solicita su restauración por los atascos que se producen en la localidad. Su cercanía con el Parque Warner (que recibe más de dos millones de visitantes al año) provocan que la mayoría de los aficionados de las montañas rusas utilicen el vehículo privado. Esto, claro, repercute directamente en la accesibilidad del pueblo: "Se producen muchas retenciones en la M-506 para ir al parque. Los buses interurbanos son insuficientes". No existe, de momento, ninguna solución a la vista.
El tren inexistente del suroeste
"A Navalcarnero le ha mirado un tuerto", dijo el alcalde de la localidad, José Luis Adell (PSOE), hace una semana en una entrevista en Soy Madrid. El primer edil se refiere al chasco que se llevó el municipio cuando el proyecto de su línea de Cercanías se paralizó por la crisis en 2010. Acto seguido, se envolvió en diferentes líos judiciales que entorpecieron la viabilidad de su construcción. En declaraciones a El Confidencial, Adell asegura estar "casi convencido" de no hay una zona tan poblada en España [el área incluye a 200.000 habitantes] que no tenga tras*porte ferroviario". Desde el consistorio reconocen que no tienen "ninguna notificación nueva" sobre el proyecto fallido. Y matizan que las esperanzas están puestas en el Ministerio de tras*portes tras la reiterada negativa de la Comunidad de Madrid de hacerse cargo. El pufo, explica, es "ya parte la historia de la corrupción en España" y "forma parte del sumario del Caso Lezo".La historia viene de largo. El Ejecutivo de Esperanza Aguirre asumió, cuando la inversión urbanística era todavía un negocio rentable, la construcción de la infraestructura. Adjudicó el proyecto a OHL en 2009… y la viabilidad económica desapareció un año después. La idea quedó varada durante largos periodos de tiempo, pero seguía siendo competencia de la Comunidad de Madrid. Los mandos posteriores del Partido Popular dejaron claro que volvían a tirar la pelota al Ejecutivo central: "Quien tiene que asumir (la línea de tren) es el gobierno de la Nación", señaló en 2022 el por entonces consejero de tras*portes, David Pérez.
A principios del año siguiente, fue la presidenta Isabel Díaz Ayuso quien dio un paso adelante: pidió a Sánchez que destinase una parte de los fondos europeos Next Generation a su construcción. Este movimiento se produjo después de que los juzgados ordenasen a la Comunidad de Madrid pagar un importe de más de 162 millones de euros a la entidad adjudicataria de entonces, OHL, por la liquidación del contrato. La entidad, no conforme con la cifra, exigió también una inmediación de 53 millones por el coste de inversión. Los tribunales, esta vez, dieron la razón a Sol y evitaron abonar una nueva bonificación.
Por su parte, desde la consejería de tras*portes aseguran que ya iniciaron conversaciones con la cartera de Óscar Puente, pero que no han vuelto "a tener respuesta". Mientras, el municipio solo espera que alguien tome la iniciativa. "Yo, como alcalde, le pido al Ministerio de tras*portes que se haga cargo de su competencia y finalice la obra. No podemos estar en un carrusel permanente de reproches, porque lo que necesitamos es un tren que si la Comunidad de Madrid no se hubiera metido por medio, Navalcarnero lo tendría desde hace años. Es por eso por lo que ya recurrimos al Ministerio y le pedimos que lo termine", sentencia.
La Ciudad del Circo de Alcorcón
El padre de Enrique Castellana, alcalde socialista de Alcorcón entre 2003 y 2011, era augusto de profesión. La pasión por el arte circense llevó al por entonces primer edil a trabajar sobre una idea que costó más de 100 millones de euros: levantar un circo faraónico en la ciudad madrileña. Hoy día, una chapa de metal circunda el gigante urbanístico. La vista desde la avenida de la Libertad está llena de contrastes; una línea invisible separa dos realidades paralelas de Alcorcón. A un lado de la calle hay árboles, terrazas de bar, locales comerciales y viviendas; una estampa urbana al uso. Al otro, una lámina de hojalata circunda el monumental urbanístico donde se aprecian multitud de edificios grises y un inmueble circular; digno de una construcción de arte cinético.El complejo CREAA (Centro de Creación de Artes de Alcorcón) —que ya recibía críticas de los vecinos durante su construcción— está compuesto por 60.000 metros cuadrados, 9 edificios concatenados, un enorme auditorio de 1.500 asientos, un conservatorio e incluso un palacio de congresos. La idea era recoger contenidos culturales, creativos y circenses. La obra, que no llegó a finalizarse, se paralizó en aquel fatídico 2010 por falta de financiación. Fuentes del actual consistorio señalan que el Ayuntamiento no invirtió "ni un solo euro" en las obras del CREAA. "Su construcción fue posible gracias a las plusvalías generadas con la creación de vivienda pública, más de 6.000, en el Ensanche Sur", señalan.
La idea del paraíso del Circo quedó varada, ¿qué hacer, entonces, con esta infraestructura faraónica del sur de la región? El gobierno posterior del Partido Popular finalizó el contrato de las obras, adjudicado a FCC Construcción y Ferrovial Agroman, por 34 millones.
El actor estadounidense Richard Gere se planteó en 2017 convertirlo en el centro budista más grande de Europa. Según relató este periódico, uno de los aspectos que más entorpeció que el proyecto religioso saliese adelante era su tamaño. La estrella de cine americana opinaba que era demasiado grande.
Avenida de la Libertad. A la derecha, edificios residenciales; a la izquierda, el CREAA. (Maps)
Hoy día, y según confirma el Gobierno local, uno de los edificios se ha cedido al Ministerio de Igualdad. Allí se centralizará el Atenpro; dedicado a la atención temprana de víctimas de violencia de género. Contará con un servicio de teleasistencia 24 horas con profesionales. "Alcorcón se vaya a convertir en el epicentro de la lucha contra la violencia machista ", afirman desde el consistorio. El proyecto está financiado por los fondos europeos Next Generation.
Otros seis de los edificios también cuentan con un plan b. En ellos se implantará un hub audiovisual donde producir series, películas y videojuegos, además de un centro de formación profesional. "Nos vamos a convertir en el segundo plató de todo de toda Europa", asegura el Ayuntamiento. Por el momento, "no se puede establecer ninguna estimación de inversión al respecto". De esta forma, un 80% del CREAA tendrá, por fin, algo de utilidad. El 20% restante todavía está en el aire.
Una piscinita en la capital
Una de las grandes aspiraciones frustradas de Madrid es convertirse en la sede de los Juegos Olímpicos. No ocurrió ni en 2012, ni en 2016, ni en 2020. "Estamos en ello", declaró la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, a principios de este año. La ambición madrileña por acoger el evento deportivo sigue activa; pero el entusiasmo por levantar un Centro Acuático para las pruebas de natación y waterpolo es ya inexistente.La obra faraónica —con más de 22.000 metros cuadrados cerca del Estado Metropolitano— fue impulsada por el exalcalde, Alberto Ruiz-Gallardón en 2004. El arquitecto Juan José Medina diseñó el esqueleto, tal y como presume en su página web. Sin embargo, su construcción se paralizó también en 2010 y la empresa adjudicataria, Ortiz y Dragados, abandonó el proyecto. No obstante, el presupuesto invertido ya había superado los 190 millones de euros y quedaban 91,5 por facturar. Según un informe 2017 publicado por la Cámara de Cuentas de Madrid, el coste inicial estimado rondaba los 135 millones de euros. ¿El resultado? 143 kilos de sobrecoste.
El consistorio de Martínez-Almeida quiso tomar cartas en el asunto. Se cedieron tres parcelas al Atlético de Madrid para incluir en la Ciudad del Deporte del club rojiblanco. En julio de este año se colocó la primera piedra de dicho proyecto, donde el primer edil se fotografió con el presidente del club, Enrique Cerezo. No obstante, el Centro Acuático seguía en el aire. Por ello, el Ejecutivo local sacó adelante el Plan Especial para la mejora de redes públicas en el ámbito del Área de Ordenación Específica (AOE) 00.08/M Parque Olímpico-Sector Oeste. Esto permite ampliar los usos del espacio para darle una segunda vida. Fuentes del área de Obras del Ayuntamiento sostienen que no hay más novedades. De hecho, matizan que dicho plan fue aprobado "inicialmente", pero todavía queda el visto bueno "definitivo".