jalp9000
Madmaxista
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Ni la propia presidenta interina de RTVE esconde el fracaso. «Hemos tenido algunos grandes aciertos, como La promesa, El cazador, El comodín de La 1, y otras apuestas que están resultando fallidas, como Días de tele, Todos contra 1, Vamos a llevarnos bien, Plan de tarde, 10000 días», reconocía Elena Sánchez durante su comparecencia en la en la Comisión Mixta de Control Parlamentario de la corporación RTVE, el pasado 23 de febrero. Apostillaba: «La televisión es así; ofertas que gustan a unos disgustan a otros».
Sin embargo, hay una de esas «apuestas fallidas» que sí levanta ampollas, por su coste y por su formato. El pasado octubre, un mes después del nombramiento de Sánchez al frente del Ente, el consejo de administración de RTVE autorizaba una serie de contratos por un importe conjunto de 42 millones de euros. Entre ellos, 5,5 millones iban destinados a LACOproductora, empresa del grupo Prisa, por 13 entregas de Días de tele, una de las grandes apuestas para el prime timede La 1 y que suponía el regreso de Julia Otero a la televisión pública.
El 17 de enero, más de un millón de espectadores asistían a la reaparición mediática del Pequeño Nicolás. El programa marcaba un rotundo 11,5% de share y auguraba, al fin, una solución a una franja que parecía maldita. Sería su última alegría. Siete entregas más tarde, no ha vuelto a llegar a las dos cifras y su máximo no ha alcanzado el 8%. «Parece que no hay demasiada diferencia con la producción propia», aseguran desde la rama sindical de CCOO en RTVE, «la audiencia no está justificando la inversión».
Sin embargo, hay una de esas «apuestas fallidas» que sí levanta ampollas, por su coste y por su formato. El pasado octubre, un mes después del nombramiento de Sánchez al frente del Ente, el consejo de administración de RTVE autorizaba una serie de contratos por un importe conjunto de 42 millones de euros. Entre ellos, 5,5 millones iban destinados a LACOproductora, empresa del grupo Prisa, por 13 entregas de Días de tele, una de las grandes apuestas para el prime timede La 1 y que suponía el regreso de Julia Otero a la televisión pública.
El 17 de enero, más de un millón de espectadores asistían a la reaparición mediática del Pequeño Nicolás. El programa marcaba un rotundo 11,5% de share y auguraba, al fin, una solución a una franja que parecía maldita. Sería su última alegría. Siete entregas más tarde, no ha vuelto a llegar a las dos cifras y su máximo no ha alcanzado el 8%. «Parece que no hay demasiada diferencia con la producción propia», aseguran desde la rama sindical de CCOO en RTVE, «la audiencia no está justificando la inversión».
