azkunaveteya
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Recuperar la publicidad en RTVE para ingresar en torno a unos 100 millones al año y reducir así el déficit de la Corporación, que en el útlimo ejerccio se elevó a 134,9 millones de euros. Este es el mensaje que la televisión pública ha trasladado al Gobierno. Según las fuentes consultadas por este periódico, "el modelo podría ser similar al que existe en otros países de Europa, como Francia, con el establecimiento de una serie de límites".
La idea es que RTVE no tuviera publicidad en el denominado prime time, el horario de máxima audiencia, y frente a los 12 minutos por hora de anuncios que se pueden emitir como máximo en el resto de cadenas, se podría quedar, por ejemplo, con cinco minutos.
La gran queja de la pública es que en este momento no puede llevar a cabo ningún tipo de planificación sobre los gastos, porque no sabe exactamente con qué ingresos cuenta hasta que la CNMC no hace por ejemplo las liquidaciones del canon que pagan las operadoras de telecomunicaciones y el resto de televisiones privadas.
El pasado 9 de junio, el presidente de la Corporación, José Antonio Sánchez, se mostró por todo ello tajante durante una comparencia en el Congreso a raíz de la presentación de las cuentas de los ejercicios 2012 y 2013. "No es posible mantener en el tiempo una televisión de calidad a largo plazo, porque el sistema de financiación no es viable y esto o se reforma o no sale. Como diría Belmonte: o te quitas tú o te quita el toro", aseguró el presidente de la Corporación.
Una cuestión política
RTVE, que ha declinado hacer ningún comentario oficial al respecto, no ha presentado un plan de viabilidad al ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, aunque sí que ha mantenido conversaciones al respecto con su departamento. Fuentes próximas al Gobierno admiten que Hacienda entiende que con esta medida se podría solucionar un problema presupuestario, pero aseguran también que hay un importante escollo y es que se quiere evitar a toda costa un nuevo enfrentamiento con los dos gigantes privados: Mediaset y Atresmedia.
Después de que el año pasado cerraran por una sentencia del Tribunal Supremo nueve canales de TDT y a pesar de haber salvado los otros ocho que estaban en el aire -las televisiones han pagado a la empresa Infraestructuras y Gestión para que retirara la demanda-, el presidente Mariano Rajoy quiere evitar ahora un nuevo órdago a las privadas con la recuperación de la publicidad en RTVE en vísperas de las elecciones generales del próximo mes de noviembre.
"Se trata, por lo tanto, más de una cuestión política que económica", admiten las fuentes consultadas. Mediaset y Atresmedia, que controlan ahora el 90 de la facturación publicitaria, se oponen al reparto del pastel e insisten en que la vuelta de los anuncios a la televisión pública no es la solución al déficit en las cuentas de la misma.
RTVE considera, sin embargo, que su entrada podría suponer un descenso en las cuotas del mercado publicitario para las propietarias de Telecinco y Antena 3, de entre el 10 y el 15%. Eso supondría que ambos grupos podrían perder en conjunto más de 100 millones de euros en ingresos y con ello reducir al 50% sus beneficios anuales.
Más allá de la publicidad, la dirección de la Corporación ha solicitado también un cambio legislativo para dejar claro qué es exactamente lo que tienen que pagar las operadoras de telecomunicaciones y las privadas, que recurren hasta el último momento a la CNMC para reducir al máximo sus liquidaciones.
La ley establece actualmente que las televisiones privadas en abierto están obligadas a financiar con un 3% de sus ingresos brutos de explotación a RTVE, mientras que la obligación para las cadenas de pago es del 1,5% y para las empresas de telecomunicaciones con negocio audiovisual el 0,9%.
El Tribunal de Cuentas
El Tribunal de Cuentas ha publicado, por otro lado, un Informe de fiscalización sobre la gestión de personal en RTVE en el que recomienda a ésta seguir unos "criterios objetivos" para determinar la plantilla "estrictamente necesaria para prestar el servicio público encomendado". El documento hace referencia a los criterios a seguir en futuros procesos de reestructuración tras el ERE de 2007, cuando se fijó la plantilla objetiva en 4.765 efectivos, un 48% menos respecto a los 9.212 empleados que tenía.
El Tribunal pide limitar las subidas anuales para el personal afectado, de tal forma que no superen "en ningún caso" a las subidas establecidas para el personal que continúa en activo. En su informe, señala que durante el periodo 2007-2013 la subida realizada "ha sido siempre superior a la de la legislación presupuestaria", lo que ha supuesto un incremento salarial del 9,39%, al que hay que añadir la negociación de otra subida salarial anual acumulativa del 2,5%.
Según el Tribunal de Cuentas, esta doble subida "carece de una justificación económica" ya que su efecto sobre los trabajadores desvinculados por el ERE supone que, en el ejercicio 2016, la media del neto que reciban los trabajadores del ERE supere el 92% del sueldo actualizado que cobrarían en ese ejercicio si siguieran en activo; y que, a partir del ejercicio 2020, un trabajador desvinculado por el ERE va a ganar más en neto que el 100% de lo que percibiría en activo de haber continuado en la Corporación RTVE. El coste real del ERE asciende, de acuerdo con el informe, a 1.722 millones de euros hasta 2022, de los que 1.051 millones ya se han desembolsado.
RTVE plantea a Hacienda recuperar la publicidad para ingresar 100 millones - elEconomista.es
El que vaya largo con t5 y a3, igual....
La idea es que RTVE no tuviera publicidad en el denominado prime time, el horario de máxima audiencia, y frente a los 12 minutos por hora de anuncios que se pueden emitir como máximo en el resto de cadenas, se podría quedar, por ejemplo, con cinco minutos.
La gran queja de la pública es que en este momento no puede llevar a cabo ningún tipo de planificación sobre los gastos, porque no sabe exactamente con qué ingresos cuenta hasta que la CNMC no hace por ejemplo las liquidaciones del canon que pagan las operadoras de telecomunicaciones y el resto de televisiones privadas.
El pasado 9 de junio, el presidente de la Corporación, José Antonio Sánchez, se mostró por todo ello tajante durante una comparencia en el Congreso a raíz de la presentación de las cuentas de los ejercicios 2012 y 2013. "No es posible mantener en el tiempo una televisión de calidad a largo plazo, porque el sistema de financiación no es viable y esto o se reforma o no sale. Como diría Belmonte: o te quitas tú o te quita el toro", aseguró el presidente de la Corporación.
Una cuestión política
RTVE, que ha declinado hacer ningún comentario oficial al respecto, no ha presentado un plan de viabilidad al ministro de Hacienda, Cristobal Montoro, aunque sí que ha mantenido conversaciones al respecto con su departamento. Fuentes próximas al Gobierno admiten que Hacienda entiende que con esta medida se podría solucionar un problema presupuestario, pero aseguran también que hay un importante escollo y es que se quiere evitar a toda costa un nuevo enfrentamiento con los dos gigantes privados: Mediaset y Atresmedia.
Después de que el año pasado cerraran por una sentencia del Tribunal Supremo nueve canales de TDT y a pesar de haber salvado los otros ocho que estaban en el aire -las televisiones han pagado a la empresa Infraestructuras y Gestión para que retirara la demanda-, el presidente Mariano Rajoy quiere evitar ahora un nuevo órdago a las privadas con la recuperación de la publicidad en RTVE en vísperas de las elecciones generales del próximo mes de noviembre.
"Se trata, por lo tanto, más de una cuestión política que económica", admiten las fuentes consultadas. Mediaset y Atresmedia, que controlan ahora el 90 de la facturación publicitaria, se oponen al reparto del pastel e insisten en que la vuelta de los anuncios a la televisión pública no es la solución al déficit en las cuentas de la misma.
RTVE considera, sin embargo, que su entrada podría suponer un descenso en las cuotas del mercado publicitario para las propietarias de Telecinco y Antena 3, de entre el 10 y el 15%. Eso supondría que ambos grupos podrían perder en conjunto más de 100 millones de euros en ingresos y con ello reducir al 50% sus beneficios anuales.
Más allá de la publicidad, la dirección de la Corporación ha solicitado también un cambio legislativo para dejar claro qué es exactamente lo que tienen que pagar las operadoras de telecomunicaciones y las privadas, que recurren hasta el último momento a la CNMC para reducir al máximo sus liquidaciones.
La ley establece actualmente que las televisiones privadas en abierto están obligadas a financiar con un 3% de sus ingresos brutos de explotación a RTVE, mientras que la obligación para las cadenas de pago es del 1,5% y para las empresas de telecomunicaciones con negocio audiovisual el 0,9%.
El Tribunal de Cuentas
El Tribunal de Cuentas ha publicado, por otro lado, un Informe de fiscalización sobre la gestión de personal en RTVE en el que recomienda a ésta seguir unos "criterios objetivos" para determinar la plantilla "estrictamente necesaria para prestar el servicio público encomendado". El documento hace referencia a los criterios a seguir en futuros procesos de reestructuración tras el ERE de 2007, cuando se fijó la plantilla objetiva en 4.765 efectivos, un 48% menos respecto a los 9.212 empleados que tenía.
El Tribunal pide limitar las subidas anuales para el personal afectado, de tal forma que no superen "en ningún caso" a las subidas establecidas para el personal que continúa en activo. En su informe, señala que durante el periodo 2007-2013 la subida realizada "ha sido siempre superior a la de la legislación presupuestaria", lo que ha supuesto un incremento salarial del 9,39%, al que hay que añadir la negociación de otra subida salarial anual acumulativa del 2,5%.
Según el Tribunal de Cuentas, esta doble subida "carece de una justificación económica" ya que su efecto sobre los trabajadores desvinculados por el ERE supone que, en el ejercicio 2016, la media del neto que reciban los trabajadores del ERE supere el 92% del sueldo actualizado que cobrarían en ese ejercicio si siguieran en activo; y que, a partir del ejercicio 2020, un trabajador desvinculado por el ERE va a ganar más en neto que el 100% de lo que percibiría en activo de haber continuado en la Corporación RTVE. El coste real del ERE asciende, de acuerdo con el informe, a 1.722 millones de euros hasta 2022, de los que 1.051 millones ya se han desembolsado.
RTVE plantea a Hacienda recuperar la publicidad para ingresar 100 millones - elEconomista.es
El que vaya largo con t5 y a3, igual....
