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Melilla, en pie de guerra frente a Zapatero, enviará una carta al Rey
Elsemanaldigital.com
La ciudad autónoma está soliviantada tras conocerse la nueva medida que llevará a cabo el Gobierno y que supone, además, un golpe económico de primer orden.
La mítica unidad creada durante las guerras contra las tribus del Rif, revistada por el Rey durante su visita a Melilla, podría sufrir las consecuencias del Plan de tras*ición del Ejército.
Han sido los primeros en bajar del limbo de su victoria electoral a José Luis Rodríguez Zapatero. Y es que los melillenses, además de rechazar el nombramiento del presidente del Gobierno como Hijo Predilecto de la ciudad, se han puesto en pie frente a los proyectos del Ministerio de Defensa contemplados en el Plan de tras*ición.
El Ejecutivo de Melilla enviará en los próximos días sendas cartas al Rey Don Juan Carlos y a Zapatero haciéndoles saber el rechazo de la ciudad autónoma al citado plan. Una hoja de ruta que contempla el abandono de Melilla por parte de 2.000 militares y sus familias, y que, además de suponer una reducción de los efectivos en un punto estratégico, será también un quebranto para la economía y la población de la ciudad.
El envío de la misiva –que también recibirán el ministro de Defensa y el Jefe del Estado Mayor del Ejército– se acordó el jueves en un Consejo de Gobierno extraordinario, tras llegar a un acuerdo para reclamar la paralización de las medidas de reestructuración y la anulación del Plan.
Las medidas programadas por el Ejecutivo central afectarán al Cuartel General de la Comandancia de Melilla, al Batallón del Cuartel General, a unidades de Regulares y Legión, al Regimiento de Artillería, al Batallón de tras*misiones, al Regimiento de Caballería, al Regimiento de Ingenieros y a la Jefatura de Personal. En total, sólo quedarán en la plaza 1.000 militares. A los 2.000 profesionales de la milicia que tendrán que dejar Melilla, habrá que sumar sus familias, lo que, en cálculos del Ejecutivo melillense, supondrá una pérdida de 3.000 residentes.
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La ciudad autónoma está soliviantada tras conocerse la nueva medida que llevará a cabo el Gobierno y que supone, además, un golpe económico de primer orden.
La mítica unidad creada durante las guerras contra las tribus del Rif, revistada por el Rey durante su visita a Melilla, podría sufrir las consecuencias del Plan de tras*ición del Ejército.
Han sido los primeros en bajar del limbo de su victoria electoral a José Luis Rodríguez Zapatero. Y es que los melillenses, además de rechazar el nombramiento del presidente del Gobierno como Hijo Predilecto de la ciudad, se han puesto en pie frente a los proyectos del Ministerio de Defensa contemplados en el Plan de tras*ición.
El Ejecutivo de Melilla enviará en los próximos días sendas cartas al Rey Don Juan Carlos y a Zapatero haciéndoles saber el rechazo de la ciudad autónoma al citado plan. Una hoja de ruta que contempla el abandono de Melilla por parte de 2.000 militares y sus familias, y que, además de suponer una reducción de los efectivos en un punto estratégico, será también un quebranto para la economía y la población de la ciudad.
El envío de la misiva –que también recibirán el ministro de Defensa y el Jefe del Estado Mayor del Ejército– se acordó el jueves en un Consejo de Gobierno extraordinario, tras llegar a un acuerdo para reclamar la paralización de las medidas de reestructuración y la anulación del Plan.
Las medidas programadas por el Ejecutivo central afectarán al Cuartel General de la Comandancia de Melilla, al Batallón del Cuartel General, a unidades de Regulares y Legión, al Regimiento de Artillería, al Batallón de tras*misiones, al Regimiento de Caballería, al Regimiento de Ingenieros y a la Jefatura de Personal. En total, sólo quedarán en la plaza 1.000 militares. A los 2.000 profesionales de la milicia que tendrán que dejar Melilla, habrá que sumar sus familias, lo que, en cálculos del Ejecutivo melillense, supondrá una pérdida de 3.000 residentes.
