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Gobierno y PSOE pisan el acelerador para proteger al "desaparecido" ZP
Elsemanaldigital.com
Mano dura y no dejarse ver son las consignas que aplica el presidente del Gobierno ante la crisis. El "garrote" de Rubalcaba entra en acción para frenar el "parte de guerra" de la huelga.
11 de junio de 2008 Imprimir este artículo Enviar a un amigo Aumentar texto Reducir texto
Ni está ni, por el momento, se le espera. José Luis Rodríguez Zapatero ha optado por ofrecer un perfil bajo en la crisis que vive su Gobierno. Apenas tres meses después de la victoria en las elecciones, su Ejecutivo recibe la primera tormenta de calado que amenaza con ponerse al rojo vivo en cuanto a tensión y psicósis. De hecho, el consejo que ha recibido Zapatero es quitarse de en medio. Desde La Moncloa y Ferraz se ha señalado que, pese a quitarle hierro, el discurso de la oposición marca la realidad del conflicto: se trata de una huelga contra Zapatero. Y el objetivo principal es evitar que salpique al jefe del Ejecutivo. Hasta se ha detectado un aluvión de correos electrónicos convocando a una huelga general, vía Internet, para el próximo 15 de julio.
La gestión de la crisis, sin embargo, está lejos de ser la adecuada, según los expertos, que han apuntado a un doble papel. Por un lado, Interior, con Alfredo Pérez Rubalcaba, dando imagen de dureza y, por otro, Fomento, donde Magdalena Álvarez también está desaparecida. El papel de la ministra está resultando de lo más llamativo y en el Ministerio no dan razón de si se trata de apartarla para evitar daños mediáticos con sus apariciones o, directamente, ha optado por no asomar la cabeza para no recibir metralla dialéctica. De una u otra forma, la Federación de Asociaciones de Empresas de tras*porte de Mercancías (Fenadismer) ha anunciado la continuidad de la huelga.
De momento, el sector del taxi también ha optado por entrar en liza decretando una jornada de huelga el próximo viernes por la modificación de la tarifa interurbana.
Y es que la huelga empieza a pintar con mal cariz. Este miércoles los informes recibidos en Interior semejaban un parte de guerra. Los incidentes reiterados a lo largo de la geografía española se centraron sobre todo en los disturbios de Sevilla, donde hubo más de veinte heridos (catorce de ellos agentes de policía, uno de ellos grave al estallarle un petardo en la cara) y numerosos detenidos, y en Almería, donde se produjeron otra veintena de heridos leves en una protesta de agricultores. A esto se añade el fallecido el pasado martes en una atropello y el tras*portista que sufrió quemaduras graves en un incendio, presuntamente provocado, en la localidad alicantina de San Isidro.
Además, elementos de Guardia Civil, Policía Nacional y agentes autonómicos y locales han tenido que emplearse a fondo para restablecer el orden y escoltar a camiones de suministros. La preocupación se extiende en ámbitos policiales, ya que Interior maneja informes señalando un aumento de tensión y de piquetes violentos.
Una situación crítica
La paralización de los tras*portes está provocando serios problemas a los productores. Tanto ganaderos como agricultores empiezan a rozar la línea crítica de la caducidad de sus productos al tiempo que la psicósis de carencia se ha hecho notar en las tiendas y supermercados. Y eso pese a las garantías gubernamentales de suministro básico.
Un problema que no sólo afecta a la industria alimentaria. Las fábricas de coches echaran el cierre este jueves ante la imposibilidad de recibir suministros y dar salida a los vehículos. La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) calcula que 13.000 unidades diarias de coches no serán fábricadas.
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Mano dura y no dejarse ver son las consignas que aplica el presidente del Gobierno ante la crisis. El "garrote" de Rubalcaba entra en acción para frenar el "parte de guerra" de la huelga.
11 de junio de 2008 Imprimir este artículo Enviar a un amigo Aumentar texto Reducir texto
Ni está ni, por el momento, se le espera. José Luis Rodríguez Zapatero ha optado por ofrecer un perfil bajo en la crisis que vive su Gobierno. Apenas tres meses después de la victoria en las elecciones, su Ejecutivo recibe la primera tormenta de calado que amenaza con ponerse al rojo vivo en cuanto a tensión y psicósis. De hecho, el consejo que ha recibido Zapatero es quitarse de en medio. Desde La Moncloa y Ferraz se ha señalado que, pese a quitarle hierro, el discurso de la oposición marca la realidad del conflicto: se trata de una huelga contra Zapatero. Y el objetivo principal es evitar que salpique al jefe del Ejecutivo. Hasta se ha detectado un aluvión de correos electrónicos convocando a una huelga general, vía Internet, para el próximo 15 de julio.
La gestión de la crisis, sin embargo, está lejos de ser la adecuada, según los expertos, que han apuntado a un doble papel. Por un lado, Interior, con Alfredo Pérez Rubalcaba, dando imagen de dureza y, por otro, Fomento, donde Magdalena Álvarez también está desaparecida. El papel de la ministra está resultando de lo más llamativo y en el Ministerio no dan razón de si se trata de apartarla para evitar daños mediáticos con sus apariciones o, directamente, ha optado por no asomar la cabeza para no recibir metralla dialéctica. De una u otra forma, la Federación de Asociaciones de Empresas de tras*porte de Mercancías (Fenadismer) ha anunciado la continuidad de la huelga.
De momento, el sector del taxi también ha optado por entrar en liza decretando una jornada de huelga el próximo viernes por la modificación de la tarifa interurbana.
Y es que la huelga empieza a pintar con mal cariz. Este miércoles los informes recibidos en Interior semejaban un parte de guerra. Los incidentes reiterados a lo largo de la geografía española se centraron sobre todo en los disturbios de Sevilla, donde hubo más de veinte heridos (catorce de ellos agentes de policía, uno de ellos grave al estallarle un petardo en la cara) y numerosos detenidos, y en Almería, donde se produjeron otra veintena de heridos leves en una protesta de agricultores. A esto se añade el fallecido el pasado martes en una atropello y el tras*portista que sufrió quemaduras graves en un incendio, presuntamente provocado, en la localidad alicantina de San Isidro.
Además, elementos de Guardia Civil, Policía Nacional y agentes autonómicos y locales han tenido que emplearse a fondo para restablecer el orden y escoltar a camiones de suministros. La preocupación se extiende en ámbitos policiales, ya que Interior maneja informes señalando un aumento de tensión y de piquetes violentos.
Una situación crítica
La paralización de los tras*portes está provocando serios problemas a los productores. Tanto ganaderos como agricultores empiezan a rozar la línea crítica de la caducidad de sus productos al tiempo que la psicósis de carencia se ha hecho notar en las tiendas y supermercados. Y eso pese a las garantías gubernamentales de suministro básico.
Un problema que no sólo afecta a la industria alimentaria. Las fábricas de coches echaran el cierre este jueves ante la imposibilidad de recibir suministros y dar salida a los vehículos. La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) calcula que 13.000 unidades diarias de coches no serán fábricadas.
