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Madmaxista
Zapatero, el primero en irse de vacaciones
Zapatero, vacaciones, Marivent, Rey, Mallorca
@Matías Vallés - 31/07/2008
La brújula de la laboriosidad de los presidentes del Gobierno apunta hacia Mallorca. Los dos despachos en Marivent con el Rey enmarcan tradicionalmente las vacaciones presidenciales, su apertura y cierre. Zapatero nunca ha sido parco en el descanso, y en el primer día de agosto –también llamado mañana– simultaneará el último consejo de ministros del curso, la entrevista con Juan Carlos de Borbón en Palma y el inicio de su descanso en el Coto de Doñana.
Aunque haya anunciado una interrupción en su veraneo consolidado para tomarle el pulso a la crisis –también llamada desaceleración–, se abandona a la hipótesis de cuatro semanas de asueto. Reforzará lazos familiares y ningún estudio sociológico demuestra que los países funcionen peor con su Gobierno de vacaciones, con lo cual se dan el pasaporte dos pájaros protegidos de un tiro. Todo ello si el fuego no lo impide, porque los incendios forestales han insistido en amenazar el dilatado reposo del líder socialista.
Un analista malintencionado concluiría que Zapatero se apresura en visitar al Rey porque es el único apoyo incondicional que le queda, una vez que los partidos políticos le han refrendado la pérdida de su carisma en la ronda de esta semana. No cabe desmerecer la amabilidad regia, cuando se piensa en que Don Juan Carlos se desplazó en persona al hotel Mardavall, para recoger al presidente kazajo Nursultan Nazarbayev. A continuación, ambos jefes de Estado se desplazaron a un restaurante.
Qué ser humano sin un inmenso poder energético y cinegético –el monarca ha participado en más de una cacería en Kazajistán– tiene el honor de presumir de esa atención personalizada a cargo de un monarca. El código de Marivent, que desentraña el margen temporal existente entre el despacho de comienzo y de finalización de las vacaciones, confirma que González y Aznar se aburrían probablemente en su veraneo, por lo que nunca alcanzaron las marcas establecidas por el hoy inquilino de Doñana. Es obligada la precisión de que el antecesor del actual presidente fue un 'workaholic' mientras desempeñó el cargo. Nada que ver con el actual José María Aznar y familia, que el lunes fueron clientes muy especiales en la reapertura del centro de belleza y tratamientos de alto 'standing' que Flavio Briatore posee en Kenia. En verano, Mallorca es la raíz de las noticias más inesperadas.
La última visita de Zapatero a Mallorca coincidió con un mitin preelectoral, en el que negó la crisis con las salvas de ordenanza, y entonó un canto a la inmi gración desmentido por su política postelectoral. Curiosamente, en la visita veraniega a Mallorca ha sido precedido por Sonsoles Espinosa. La esposa del presidente pasó una semana en la isla, preparando el concierto inaugural del Festival de Pollença que dirige el barítono Joan Pons. La segunda dama fue contratada por la Coral Universitaria como refuerzo de voces para interpretar la misa réquiem de Verdi. Su nombre figura en una agencia, por si alguien quiere enriquecer una boda con una voz cuya portadora generará más de un comentario.
A continuación se desplazó a Menorca, la isla donde la familia disfrutó de sus primeras vacaciones tras la llegada a La Moncloa. Unas fotos de sus hijas en la prensa rosa truncaron la continuidad de ese ocio. En una entrevista, Zapatero ofreció una versión algo más edulcorada al autor de estas líneas. "Ser presidente del Gobierno supone que te rodee un sistema de seguridad que hace complicados los desplazamientos y las estancias de este tipo. Por eso, en los últimos días he veraneado más en Doñana, en una finca pública que reúne buenas condiciones desde ese punto de vista. Pero no tenga dudas de que volveré a Menorca, una isla maravillosa que nos cautivó a mí y a mi familia desde el primer momento". Además, las vacaciones presidenciales tienen la duración suficiente para repartirse en múltiples geografías.
Zapatero, vacaciones, Marivent, Rey, Mallorca
@Matías Vallés - 31/07/2008
La brújula de la laboriosidad de los presidentes del Gobierno apunta hacia Mallorca. Los dos despachos en Marivent con el Rey enmarcan tradicionalmente las vacaciones presidenciales, su apertura y cierre. Zapatero nunca ha sido parco en el descanso, y en el primer día de agosto –también llamado mañana– simultaneará el último consejo de ministros del curso, la entrevista con Juan Carlos de Borbón en Palma y el inicio de su descanso en el Coto de Doñana.
Aunque haya anunciado una interrupción en su veraneo consolidado para tomarle el pulso a la crisis –también llamada desaceleración–, se abandona a la hipótesis de cuatro semanas de asueto. Reforzará lazos familiares y ningún estudio sociológico demuestra que los países funcionen peor con su Gobierno de vacaciones, con lo cual se dan el pasaporte dos pájaros protegidos de un tiro. Todo ello si el fuego no lo impide, porque los incendios forestales han insistido en amenazar el dilatado reposo del líder socialista.
Un analista malintencionado concluiría que Zapatero se apresura en visitar al Rey porque es el único apoyo incondicional que le queda, una vez que los partidos políticos le han refrendado la pérdida de su carisma en la ronda de esta semana. No cabe desmerecer la amabilidad regia, cuando se piensa en que Don Juan Carlos se desplazó en persona al hotel Mardavall, para recoger al presidente kazajo Nursultan Nazarbayev. A continuación, ambos jefes de Estado se desplazaron a un restaurante.
Qué ser humano sin un inmenso poder energético y cinegético –el monarca ha participado en más de una cacería en Kazajistán– tiene el honor de presumir de esa atención personalizada a cargo de un monarca. El código de Marivent, que desentraña el margen temporal existente entre el despacho de comienzo y de finalización de las vacaciones, confirma que González y Aznar se aburrían probablemente en su veraneo, por lo que nunca alcanzaron las marcas establecidas por el hoy inquilino de Doñana. Es obligada la precisión de que el antecesor del actual presidente fue un 'workaholic' mientras desempeñó el cargo. Nada que ver con el actual José María Aznar y familia, que el lunes fueron clientes muy especiales en la reapertura del centro de belleza y tratamientos de alto 'standing' que Flavio Briatore posee en Kenia. En verano, Mallorca es la raíz de las noticias más inesperadas.
La última visita de Zapatero a Mallorca coincidió con un mitin preelectoral, en el que negó la crisis con las salvas de ordenanza, y entonó un canto a la inmi gración desmentido por su política postelectoral. Curiosamente, en la visita veraniega a Mallorca ha sido precedido por Sonsoles Espinosa. La esposa del presidente pasó una semana en la isla, preparando el concierto inaugural del Festival de Pollença que dirige el barítono Joan Pons. La segunda dama fue contratada por la Coral Universitaria como refuerzo de voces para interpretar la misa réquiem de Verdi. Su nombre figura en una agencia, por si alguien quiere enriquecer una boda con una voz cuya portadora generará más de un comentario.
A continuación se desplazó a Menorca, la isla donde la familia disfrutó de sus primeras vacaciones tras la llegada a La Moncloa. Unas fotos de sus hijas en la prensa rosa truncaron la continuidad de ese ocio. En una entrevista, Zapatero ofreció una versión algo más edulcorada al autor de estas líneas. "Ser presidente del Gobierno supone que te rodee un sistema de seguridad que hace complicados los desplazamientos y las estancias de este tipo. Por eso, en los últimos días he veraneado más en Doñana, en una finca pública que reúne buenas condiciones desde ese punto de vista. Pero no tenga dudas de que volveré a Menorca, una isla maravillosa que nos cautivó a mí y a mi familia desde el primer momento". Además, las vacaciones presidenciales tienen la duración suficiente para repartirse en múltiples geografías.