Ridao: 'Zapatero me dijo que Solbes era el problema'

JuanJuan

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Si tan bueno era el pacto: ¿Por qué se oponía Solbes?

Me da la impresión de que nos han vuelto a engañar como a tontitos.




"Oye, Joan, que sepas que estoy sobre el tema. Dile a Ridao que hable con Elena, y a ver si nos ponemos de acuerdo. Esto hay que arreglarlo". Es sábado 11 de julio y son las 9.00 horas. Joan Puigcercós, presidente de Esquerra Republicana de Catalunya, está en ese momento en su despacho del partido, en Barcelona. Quien le habla por teléfono es el presidente del Gobierno.

"Oye, Joan, ya he hablado con Puigcercós. Nosotros estamos con ganas de llegar a un acuerdo. Habla con Elena, pero ten en cuenta que los recursos que podamos arrancar tienen que poder adjudicarse también a otras comunidades". No ha pasado ni media hora desde la anterior conversación, pero esta vez es Joan Ridao, secretario general de ERC y portavoz de su grupo en el Congreso, quien, sentado en su despacho a muy pocos metros del de Puigcercós, recibe la llamada de José Luis Rodríguez Zapatero.

'Solbes era el problema' de Zapatero | España | elmundo.es
 
Patriotismo de izquierdas. Entrevista a Boadella y Carta de JosŽ Bono

ALBERT BOADELLA
¡Son los ricos los que se quieren largar de la familia!

«Una Cataluña independiente está vinculado a la Unión Europea y dependerá de si los grandes Estados de la Unión Europea entran en este juego».

La primera condición para tratar una enfermedad es acertar en el diagnóstico. Creemos que Boadella, en su entrevista, se acerca con extraordinaria intuición a un diagnóstico certero cuando, a la pregunta de si ve posible una Cataluña republicana e independiente, contesta que «eso está vinculado a la Unión Europea y dependerá de si los grandes estados de la UE entran en este juego». Y puesto que nadie entra en un juego para perder, sino para ganar, la cuestión que nos plantea la perspicaz reflexión de Boadella es qué tienen que ganar los grandes estados de la UE –Francia y Alemania, para hablar sin rodeos– entrando en «este juego» de la fragmentación de España.

El proyecto de nueva Constitución, la ruptura del pacto de estabilidad...a través de ellas, Francia y Alemania pretenden imponer una nueva distribución del poder en Europa; han hecho explícito que lo que obliga a los demás, para ellos es papel mojado y utilizan abiertamente la reducción de los fondos que aportan a la solidaridad europea (¿os suena, por cierto, el razonamiento?) como amenaza hacia los países más débiles y que más se oponen a sus planes de supremacía.

La izquierda de nuestro país, que históricamente ha estado tan ciega ante la permanente y decisiva intervención de los grandes centros de poder mundial sobre la vida política española, debería tomar en consideración las palabras de un historiador francés cuando afirma que «políticamente débil, España será tratada por el extranjero como zona de influencia (...) España escapó a la suerte de satélite que aceptó Portugal, pero sus riquezas y su posición no cesaron de atraer sobre ella las intrigas extranjeras». (Historia de España. Pierre Villar).

No hay mejor forma de debilitar a un país que manteniéndolo constantemente sometido a tensiones internas tan fuertes que lleguen, incluso, a poner en peligro su propia unidad. ¿Es concebible la existencia de Gibraltar sin Inglaterra? ¿O de Panamá sin EE UU? ¿Lo serían una Cataluña o una Euskadi independientes sin la intervención de las grandes potencias europeas?

Mientras la izquierda no sea capaz de quitarse la venda que hasta hoy le ha impedido ver cómo la política de las grandes potencias en los últimos 200 años ha consistido en mantener debilitada a España a cualquier precio para «imponerle tratados ominosos y pactos leoninos», difícilmente será capaz de comprender la verdadera naturaleza de estos «demonios internos» que recurrentemente aparecen en los momentos claves de nuestra historia contemporánea. Ni de hacer frente con éxito a las fuerzas que se oponen al avance de un proyecto de tras*formación y de progreso para España.
 
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