RogerLeFlur
Madmaxista
- Desde
- 1 Mar 2020
- Mensajes
- 2.050
- Reputación
- 6.986
Un estudio de la Universitat Pompeu Fabra catalana aborda "la singularidad genética" de los vascos, y apunta a la "barrera de lenguaje" como "posible baluarte" que fomentó el aislamiento de la población ante los distintos eventos históricos que propiciaron los contactos con otras civilizaciones y, en consecuencia, la confluencia de culturas y lenguajes en el resto de la pen
Se trata del primer estudio que explica el verdadero origen de una población cuya lengua, el euskera, no tiene relación alguna con ninguna indoeuropea. Hasta este jueves, se habían llevado a cabo numerosas investigaciones que señalaban la peculiaridad de los rasgos culturales y biológicos de los vascos, pero ninguna había podido ser precisada.
El estudio -impulsado por la Universitat Pompeu Fabra y publicado en la revista 'Current Biology'- ha reunido a un equipo de investigación internacional para llevar a cabo el muestreo geográfico "más exhaustivo hasta el momento", con más de 600.000 marcadores genéticos a lo largo de todo el genoma por el ADN de los 1.970 individuos analizados (actuales y de épocas antiguas).
"Por primera vez se han realizado análisis locales y a gran escala a partir de datos del genoma completo que abarcan toda la región franco-cantábrica, combinando la frecuencia alélica y los métodos basados en el haplotipo", destacan en el estudio, liderado por David Comas, investigador principal en la UPF y en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE).
Los resultados del estudio -que ha contado con un equipo de lingüistas y genetistas- revelan que la barrera cultural de un lenguaje tan distinto como es el euskera "pudo promover el aislamiento de la población vasca ante los contactos poblacionales posteriores", como la influencia del imperio romano o la ocupación islámica de la península ibérica.
Y es que, según apuntan, los hallazgos demuestran una "clara diferenciación" de los vascos respecto a las poblaciones circundantes, así como una "fuerte heterogeneidad genética" muy relacionada con la geografía. Esta distinción, aseguran, "es el resultado de una continuidad genética" que se remonta a la Edad de Hierro, muy caracterizada por "periodos de aislamiento y falta de flujo genético reciente, que podría haberse visto reforzado por la barrera lingüística".
Representación con colores de la mezcla y estructura genética en el País Vasco; el verde simbolizando los vascos, y el azul y rojo la mezcla con las poblaciones circundantes.UPF/ André Flores-Bello
"El muestreo incluyó microrregiones dentro del País Vasco y también en las áreas circundantes", explica el primer autor del artículo, André Flores-Bello, en un comunicado del IBE. "De este modo, obtuvimos muestras de una región geográfica donde siempre se ha hablado euskera, otras donde históricamente se ha hablado, pero se ha perdido y regiones donde nunca se ha hablado", añade, en referencia a las 18 zonas de los actuales territorios español y francés de la región franco-cantábrica que se incluyeron en el estudio.
Tras comparar a la población vasca con otras poblaciones europeas actuales y con datos de ADN antiguo, concluyen que su composición genética es similar al resto de poblaciones de Europa Occidental, "pero presentan unas ligeras diferencias", mantenidas desde hace 2.500 años por no haberse mezclado tanto con otras poblaciones. "Por ejemplo, no encontramos influencia procedente del norte de África que sí se ve en la mayoría de poblaciones de la Península Ibérica ni tampoco se encuentra la huella de otras migraciones como la romanización", explica David Comas.
Modelización del posible flujo genético posterior a la Edad de Hierro en la Península Ibérica.Current Biology.
¿Cómo de diferentes son entre ellos?
Una vez confirmada su diferenciación, el siguiente paso fue determinar cómo de diferentes son entre ellos. Así, hallaron que, dentro del País Vasco, las poblaciones más próximas geográficamente presentaron más parecidos genéticos, básicamente por la historia que comparten. Además, observaron que las zonas periféricas habían recibido más influencias de otras poblaciones históricas que aquellas más centrales y, por tanto, más aisladas.
"Hasta ahora se pensaba que estos (los dialectos) se formaron a partir de la Edad Media, pero postulamos que pueden haber surgido mucho antes y por eso se relacionan con la estructura genética", explica Comas, catedrático de Antropología Biológica del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (DCEXS) de la UPF.
En definitiva, el estudio abre la puerta a una línea de investigación mucho más concreta gracias al enfoque multidisciplinar que combina distintas áreas de conocimiento (historia, lingüística, genética) y permite potenciar una investigación más completa. "La gran cantidad de marcadores y muestras que empleamos junto a la sofisticación computacional nos permiten resolver cuestiones que hasta ahora no podíamos abordar y abren la puerta al conocimiento de la historia más local y más reciente de nuestra especie", concluye Comas.
Se trata del primer estudio que explica el verdadero origen de una población cuya lengua, el euskera, no tiene relación alguna con ninguna indoeuropea. Hasta este jueves, se habían llevado a cabo numerosas investigaciones que señalaban la peculiaridad de los rasgos culturales y biológicos de los vascos, pero ninguna había podido ser precisada.
El estudio -impulsado por la Universitat Pompeu Fabra y publicado en la revista 'Current Biology'- ha reunido a un equipo de investigación internacional para llevar a cabo el muestreo geográfico "más exhaustivo hasta el momento", con más de 600.000 marcadores genéticos a lo largo de todo el genoma por el ADN de los 1.970 individuos analizados (actuales y de épocas antiguas).
"Por primera vez se han realizado análisis locales y a gran escala a partir de datos del genoma completo que abarcan toda la región franco-cantábrica, combinando la frecuencia alélica y los métodos basados en el haplotipo", destacan en el estudio, liderado por David Comas, investigador principal en la UPF y en el Instituto de Biología Evolutiva (IBE).
Los resultados del estudio -que ha contado con un equipo de lingüistas y genetistas- revelan que la barrera cultural de un lenguaje tan distinto como es el euskera "pudo promover el aislamiento de la población vasca ante los contactos poblacionales posteriores", como la influencia del imperio romano o la ocupación islámica de la península ibérica.
Y es que, según apuntan, los hallazgos demuestran una "clara diferenciación" de los vascos respecto a las poblaciones circundantes, así como una "fuerte heterogeneidad genética" muy relacionada con la geografía. Esta distinción, aseguran, "es el resultado de una continuidad genética" que se remonta a la Edad de Hierro, muy caracterizada por "periodos de aislamiento y falta de flujo genético reciente, que podría haberse visto reforzado por la barrera lingüística".
"El muestreo incluyó microrregiones dentro del País Vasco y también en las áreas circundantes", explica el primer autor del artículo, André Flores-Bello, en un comunicado del IBE. "De este modo, obtuvimos muestras de una región geográfica donde siempre se ha hablado euskera, otras donde históricamente se ha hablado, pero se ha perdido y regiones donde nunca se ha hablado", añade, en referencia a las 18 zonas de los actuales territorios español y francés de la región franco-cantábrica que se incluyeron en el estudio.
Tras comparar a la población vasca con otras poblaciones europeas actuales y con datos de ADN antiguo, concluyen que su composición genética es similar al resto de poblaciones de Europa Occidental, "pero presentan unas ligeras diferencias", mantenidas desde hace 2.500 años por no haberse mezclado tanto con otras poblaciones. "Por ejemplo, no encontramos influencia procedente del norte de África que sí se ve en la mayoría de poblaciones de la Península Ibérica ni tampoco se encuentra la huella de otras migraciones como la romanización", explica David Comas.
¿Cómo de diferentes son entre ellos?
Una vez confirmada su diferenciación, el siguiente paso fue determinar cómo de diferentes son entre ellos. Así, hallaron que, dentro del País Vasco, las poblaciones más próximas geográficamente presentaron más parecidos genéticos, básicamente por la historia que comparten. Además, observaron que las zonas periféricas habían recibido más influencias de otras poblaciones históricas que aquellas más centrales y, por tanto, más aisladas.
Pero lo que más les llamó la atención fue que observaron "mucha compartimentación" en una región extremadamente pequeña; algo poco habitual en áreas con tamaño reducido. Según señalan, lo más probable es que se debiera a los dialectos del euskera, que podrían haber surgido mucho antes de lo que se creía y haber constituido a la vez una barrera interna en el propio territorio, que no estandarizó la lengua estándar (batua) hasta 1968 (y solo se utilizó ampliamente desde la década de 1980)."Hasta ahora se pensaba que los dialectos se formaron a partir de la Edad Media, pero pueden haber surgido mucho antes"
"Hasta ahora se pensaba que estos (los dialectos) se formaron a partir de la Edad Media, pero postulamos que pueden haber surgido mucho antes y por eso se relacionan con la estructura genética", explica Comas, catedrático de Antropología Biológica del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (DCEXS) de la UPF.
En definitiva, el estudio abre la puerta a una línea de investigación mucho más concreta gracias al enfoque multidisciplinar que combina distintas áreas de conocimiento (historia, lingüística, genética) y permite potenciar una investigación más completa. "La gran cantidad de marcadores y muestras que empleamos junto a la sofisticación computacional nos permiten resolver cuestiones que hasta ahora no podíamos abordar y abren la puerta al conocimiento de la historia más local y más reciente de nuestra especie", concluye Comas.