El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
Instrumentalizada y utilizada políticamente. Así es como dice sentirse María, una de las residentes del Colegio Mayor Universitario Santa Mónica de Madrid, al que se dirigieron los polémicos cánticos machistas de sus vecinos del Elías Ahúja la noche del pasado domingo. Un sentimiento que, afirma, comparten muchas compañeras en el centro, ofendidas no por los gritos proferidos desde el edificio de enfrente, sino por el "juicio" sobre los hechos sin haber recabado previamente su opinión como afectadas.
"Lo primero que nos sienta mal es que se hablase en nuestro nombre y se enfocase el debate en una dirección bastante clara, sin que antes nadie se interesara por ninguna de las versiones de las partes involucradas. Se dijo que estábamos ofendidas, que estábamos asustadas, sin consultarnos. Y no es así. Ha sido siempre una broma recíproca y consentida. Aunque no se ve en el vídeo, nosotras también contestamos e incluso hay partes en las que ellos cantan apoyándonos", apunta esta estudiante del grado en Ingeniería de Telecomunicaciones.
Ante la evolución de los acontecimientos y la creciente repercusión mediática, que han redundado en la expulsión de varios residentes del Ahúja, las colegialas del Santa Mónica publicaron un comunicado en el que negaban sentirse agraviadas. Una vez expresada su opinión, María asegura que ella y otras compañeras se han visto desautorizadas por algunos sectores: "No nos ha gustado que se nos use como instrumentos políticos, sin preguntarnos antes. Después, se nos ha desacreditado porque lo que decimos no respalda lo que vende, el discurso que quieren imponer".
Otro de los aspectos que ha molestado a las residentes del Santa Mónica es la "estigmatización" del universitario que encabezaba los cánticos desde la de derechasda del colegio masculino, que ha acabado expulsado del centro. "Se ha criminalizado a un chico que, según me han dicho mis amigos del Ahúja, era un estudiante brillante y una buenísima persona. Toda la culpa ha recaído sobre él cuando es algo en lo que hemos participado todos, ellos y nosotras. Por más que ahora nos hayamos pronunciado en su descargo, ya ha quedado señalado", lamenta.
"Lo importante es romper el techo de cristal"
La polémica saltó con la publicación en redes de un vídeo en el que los estudiantes coreaban a las chicas del centro vecino: "¡pilinguis, salid de vuestras madrigueras como conejas. Sois unas pilinguis ninfómanas. Os prometo que vais a amar todas en la capea! ¡Vamos, Ahúja!". Tras la arenga inicial, sus compañeros subieron las persianas y, alumbrados por la luz de las habitaciones, corearon consignas habituales entre los usuarios del colegio, que fueron respondidas por residentes del Santa Mónica.
Tras la reacción de condena suscitada, con declaraciones del presidente Sánchez, Núñez Feijóo, la ministra de Igualdad, Irene Montero -que lo calificó de "terror sensual"-, y el resto de fuerzas políticas; residentes del Santa Mónica emitieron un comunicado en el que tildaban de "inadecuadas e irrespetuosas" las frases vertidas, pero señalaban que, "sin entender su contexto, eran fácilmente malinterpretables". "Si estas palabras no se pronunciasen en este ámbito de las novatadas, estarían completamente fuera de lugar y las consideraríamos machistas. Sin embargo, no entendemos que lo sean, pues se trata de una broma en la que participamos todos", subrayan María y sus compañeras.
"Por todo ello, no estamos de acuerdo en que se nos retrate como agresores y víctimas. Si nosotras no lo consintiésemos, no se haría. Además, nos parece bastante frívolo que, habiendo temas de violencia machista realmente graves con mujeres que siguen muriendo a manos de sus parejas, se esté dando tanta relevancia a algo que ambas partes coincidimos en tomar como una broma", recalca. Así, María tiene muy claro que lo "importante" es romper el "techo de cristal" en las aulas, en su caso, en las del grado en Ingeniería de Telecomunicaciones: "Lo estamos logrando. La mitad de la clase somos mujeres, algo inédito hasta ahora, y jamás hemos percibido conductas machistas hacia nosotras".
"Lo primero que nos sienta mal es que se hablase en nuestro nombre y se enfocase el debate en una dirección bastante clara, sin que antes nadie se interesara por ninguna de las versiones de las partes involucradas. Se dijo que estábamos ofendidas, que estábamos asustadas, sin consultarnos. Y no es así. Ha sido siempre una broma recíproca y consentida. Aunque no se ve en el vídeo, nosotras también contestamos e incluso hay partes en las que ellos cantan apoyándonos", apunta esta estudiante del grado en Ingeniería de Telecomunicaciones.
Ante la evolución de los acontecimientos y la creciente repercusión mediática, que han redundado en la expulsión de varios residentes del Ahúja, las colegialas del Santa Mónica publicaron un comunicado en el que negaban sentirse agraviadas. Una vez expresada su opinión, María asegura que ella y otras compañeras se han visto desautorizadas por algunos sectores: "No nos ha gustado que se nos use como instrumentos políticos, sin preguntarnos antes. Después, se nos ha desacreditado porque lo que decimos no respalda lo que vende, el discurso que quieren imponer".
Otro de los aspectos que ha molestado a las residentes del Santa Mónica es la "estigmatización" del universitario que encabezaba los cánticos desde la de derechasda del colegio masculino, que ha acabado expulsado del centro. "Se ha criminalizado a un chico que, según me han dicho mis amigos del Ahúja, era un estudiante brillante y una buenísima persona. Toda la culpa ha recaído sobre él cuando es algo en lo que hemos participado todos, ellos y nosotras. Por más que ahora nos hayamos pronunciado en su descargo, ya ha quedado señalado", lamenta.
"Lo importante es romper el techo de cristal"
La polémica saltó con la publicación en redes de un vídeo en el que los estudiantes coreaban a las chicas del centro vecino: "¡pilinguis, salid de vuestras madrigueras como conejas. Sois unas pilinguis ninfómanas. Os prometo que vais a amar todas en la capea! ¡Vamos, Ahúja!". Tras la arenga inicial, sus compañeros subieron las persianas y, alumbrados por la luz de las habitaciones, corearon consignas habituales entre los usuarios del colegio, que fueron respondidas por residentes del Santa Mónica.
Tras la reacción de condena suscitada, con declaraciones del presidente Sánchez, Núñez Feijóo, la ministra de Igualdad, Irene Montero -que lo calificó de "terror sensual"-, y el resto de fuerzas políticas; residentes del Santa Mónica emitieron un comunicado en el que tildaban de "inadecuadas e irrespetuosas" las frases vertidas, pero señalaban que, "sin entender su contexto, eran fácilmente malinterpretables". "Si estas palabras no se pronunciasen en este ámbito de las novatadas, estarían completamente fuera de lugar y las consideraríamos machistas. Sin embargo, no entendemos que lo sean, pues se trata de una broma en la que participamos todos", subrayan María y sus compañeras.
"Por todo ello, no estamos de acuerdo en que se nos retrate como agresores y víctimas. Si nosotras no lo consintiésemos, no se haría. Además, nos parece bastante frívolo que, habiendo temas de violencia machista realmente graves con mujeres que siguen muriendo a manos de sus parejas, se esté dando tanta relevancia a algo que ambas partes coincidimos en tomar como una broma", recalca. Así, María tiene muy claro que lo "importante" es romper el "techo de cristal" en las aulas, en su caso, en las del grado en Ingeniería de Telecomunicaciones: "Lo estamos logrando. La mitad de la clase somos mujeres, algo inédito hasta ahora, y jamás hemos percibido conductas machistas hacia nosotras".
Residentes del Santa Mónica: "No nos ha gustado que se nos use como instrumentos políticos sin preguntarnos"
Instrumentalizada y utilizada políticamente. Así es como dice sentirse María, una de las residentes del Colegio Mayor Universitario Santa Mónica...
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