No esta nada mal.
República. Pareciera que en el manual de todo periodista faltase esta palabra, por eso me gusta tanto decirla, porque creo que está tan silenciada que un poco de ayuda no le vendría mal. Ningún gran medio habla de la república, ningún gobierno desde los 70 lo hace tampoco, ¿cuál es el problema?, ¿acaso es un tabú hablar de elegir por sufragio universal a todos los cargos que representen al pueblo?, ¿es tan horrible organizar el estado bajo una organización territorial que lo federalice?. Este es un artículo que pretende hablar de la república, la española, la que hubo, la que asesinaron y la que vendrá. Rompiendo los tópicos del pasado, dando datos para rescatar del olvido un sueño, rompiendo el silencio de las víctimas, esas de las que nadie curó las heridas, por eso no pueden volverse a abrir y por supuesto, del futuro, que no puede ser sino igualitario, libre y justo, o dicho de otra forma; REPUBLICANO.
Yo, que no viví ni la dictadura ni la tras*ición no entiendo ese afán por el silencio. Me indigna la frase sobre las heridas[1], me extraña que todos los gobiernos cierren filas con la monarquía y que todos los medios sean tan complacientes con la Casa Real. No sé por que todos dan la espalda a la república, sobre todo cuando ellos mismos (gobiernos y medios) se auto denominan demócratas mientras apoyan a un jefe de estado con cargo vitalicio - siempre me dijeron que los cargos vitalicios eran de los dictadores -. Viendo esa gran contradicción se me hace muy complicado asociar democracia con monarquía.
Por otra parte observando el avance que supuso la II República para el país es muy complicado seguir al lado del dictado de los medios y gobiernos actuales y muy fácil situarse en su favor y desear otra como la segunda.
Para empezar habría que comentar los aspectos constitucionales de la II república, ya que la constitución es la norma suprema y la que ordena las conductas de la sociedad.
La constitución de la II República proclama en su artículo 2 que “Todos los españoles son iguales ante la ley”, principio de igualdad que niega la actual constitución al recoger por una parte en su artículo 56 “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad” y por otra en su artículo 64 que “De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden”[2], subiendo al rey por encima incluso de la ley al no ser nunca responsable de lo que haga.
Otros aspectos constitucionales remarcables de la Segunda República son su pacifismo ” España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional”, su postura contraria a los privilegios “No podrán ser fundamentos de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sesso, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios”.
En cuanto a los obreros y trabajadores la república proclama en su constitución que “La República asegurará a todo trabajador las condiciones necesarias de una existencia digna” y cumpliendo con ello redujo la jornada laboral a las 8 horas, reconoció los derechos de asociacion y sindicacion, decretó la Ley del Descanso Dominical para todos los trabajadores, regularizó el derecho a huelga y regularizó el trabajo nocturno obligando a los patronos a permitir 8 horas de sueño para los trabajadores.[3]
A los campesinos y pescadores la constitución republicana dedicó las siguientes palabras “La República protegerá al campesino y a este fin legislará, entre otras materias, sobre el patrimonio familiar inembargable y exento de toda clase de impuestos, crédito agrícola, indemnización por pérdida de las cosechas, cooperativas de producción y consumo, cajas de previsión, escuelas prácticas de agricultura y granjas de experimentación agropecuarias, obras para riego y vías rurales de comunicación.” El primer gobierno republicano aprobó la ley de Reforma Agraria en 1932 donde se recogía la expropiación de los latifundios, pero no se pudo llevar a cabo por falta de dinero para las idemnizaciones y dos años después con la toma de la derecha radical del poder la reforma quedó anulada hasta que, más adelante, en 1936 el Frente Popular pudo continuar con la reforma.
La II República buscaba la tras*formación de la sociedad, anhelaba la democracia participativa y para ello se necesitaba un pueblo alfabetizado. Se empezó por formar y dignificar la figura del profesorado, la constitución republicana les dio libertad de cátedra, el gobierno les subió el sueldo hasta hacerlo digno (una subida de 3.000 pesetas), y los formó. El estudio de la enseñanza se elevó a carrera universitaria lo que ayudó a elevar en igual grado la imagen del profesor. Como reciclaje de los maestros se les exigía tener en bachillerato completo antes de entrar en las escuelas normales donde se enseñaba pedagogía y había un último año práctico.
La educación que la II república diseñó era laica, pública, mixta, obligatoria y gratuita. Se inspiraba en ideales de solidaridad humana y hacía del trabajo el eje de su actividad metodológica. Conceptos de educación en valores muy avanzados para la época.
Se creó un proyecto en el que se preveían 27,000 nuevos colegios, de los que sólo se pudieron construir casi 10,000 por circunstancias golpistas[4]. Aún así en 2 años de república se construyeron más colegios que en todo el siglo monárquico anterior. Pero la república no se quedó ahí y creó las misiones pedagógicas para llevar la cultura a los rincones más inaccesibles de la geografía española. Bibliotecas itinerantes, proyecciones cinematográficas, teatro, museos ambulantes… eran llevados por maestros, conocidos escritores y poetas por aldeas perdidas.
La república española invertía el dinero del pueblo en el pueblo, y lo podía hacer porque el dinero no se empleaba como antes en mantener obsoletas instituciones ni proteger injustos privilegios.
La república siguiendo los principios de libertad e igualdad se separó de la religión. Libertad para decidir e igualdad que garantizase que nadie estuviera por encima de nadie en el espacio público, de confluencia social. El estado republicano no tiene religión oficial, saca las confesiones religiosas de las escuelas, relegándolas a sus centros de educación privados, desarrolla una ley especial para acabar en el plazo máximo de dos años con el presupuesto del clero, prohíbe y disuelve los bienes de todas las confesiones religiosas que estatutariamente “además de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado. Sus bienes serán nacionalizados y afectados a fines benéficos y docentes”. No les permite poseer más bienes que los que justifiquen para sus fines privativos, les exige acatar los presupuestos tributarios y les prohibe ejercer la actividad industrial y el comercio. Aunque eso no significa que atacase a la iglesia; respetó a los que profesasen alguna fe católica ya que en la constitución republicana recogía que “todas las confesiones podrán ejercer sus cultos privadamente”, que “la condición religiosa no constituirá circunstancia modificativa de la personalidad civil ni política” y permitía a las confesiones religiosas a enseñar sus doctrinas en sus propios centros.
No se debe olvidar la preocupación de la república por las mujeres, por primera vez se les concedió el derecho al voto y el derecho a ser elegidas para cualquier cargo público, en el año 1932 se aprobaron las leyes de matrimonio civil y de divorcio, las que reconocían el divorcio por mutuo acuerdo y el derecho a la patria potestad de la progenitora sobre los hijos. Estas leyes fueron las más progresistas de Europa en ese momento.
Todas estas iniciativas republicanas encontraron a sus enemigos en la burguesía, los grandes latifundistas, la iglesía católica y el ejército, los cuales veían como sus privilegios que les aupaban por encima del resto de la sociedad se iban recortando en favor del pueblo. Y es cuando llega el golpe de estado, que deviene en guerra civil y acaba violentamente con la legalidad democrática.
Haciendo un análisis no muy profundo ni muy técnico se puede observar que cuando el pueblo, siguiendo las normas impuestas por las clases altas logra la toma del poder y empieza la construcción de un estado socialista de democracia participativa y de forma pacífica, los mismos que han hecho las reglas lo declarasen nulo y lo derribasen sin más. La desesperanza de que si ganan unos siempre será nulo.
Cuando el fascismo ganó la guerra civil con las miradas pasivas de las democracias europeas de fondo se instauró una brutal represión contra los que apoyaron el régimen anterior y se glorificó y se colmaron de honores a los vencedores. Monumentos ensalzan el recuerdo del fascismo que asesinó a la república, edificios con placas de la simbología fascista; calles, plazas y polideportivos aún conservan los nombres de los que fusilaron, y nombres de sus consignas.
La represión, debido al silencio impuesto desde entonces no ha tenido una cuantificación exacta. Dependiendo de quien lo diga incluso no ha existido nunca represión en el periodo de la dictadura fascista de Franco. Asi que considero correcto acudir sólo a las familias que perdieron familiares por la dura represión fascista y que han llevado sus nombres hasta los tribunales de justicia, siendo así son 143,353 los que sufrieron la represión. Asesinados en cunetas, fusilados en iglesias, llevados por engaño al campo de concentración nancy de mauthausen, trasladados a campos de concentración españoles - aqui hubo campos de concentración - y obligados al exilio. Llevados a ese injusto destino sin nisiquiera un juicio justo, apenas un juicio sumarísimo sin garantías para los denunciados que sólo esperaban la condena por apoyar al gobierno republicano y pertenecer a alguna organización contraria al régimen fascista de Franco.
Unos 180 campos de concentración fueron los construidos para reprimir a los disidentes políticos, en tre ellos destacan el Campo de Los Merinales en Sevilla[5], el Campo de Formentera[6] o el campo de concentración en Albatera, provincia de Alicante[7]. Además de la dura represión en esos campos se sometía a los presos a explotación laboral, construyendo mausoleos de culto religioso (el Valle de los Caidos), lineas de ferrocarril, presas y pantanos.
Las fosas comunes era la forma más frecuente de enterrar a los fusilados, en el cementerio de San Rafael se ha encontrado una fosa con 4,000 republicanos fusilados[8]. Sólo en Asturias se han declarado 16,000 fusilados por la dictadura despúes de la guerra[9]. Un genocidio que sumado a las 220,000 personas que tuvieron que exiliarse permamentemente da una idea del alcance de la represión fascista[10].
Llegados a este punto cabe comentar algunas frases que se dicen sobre la república. Se suele comentar que “los dos bandos fusilaron”, pero la realidad es que una parte sólo defendía el régimen legal democráticamente constituido. Falangistas pasaban por los pueblos españoles antes del golpe asesinando a los republicanos. No creo que sea lícito quejarse por los muertos que ellos mismos provocaron al dar un golpe de estado, golpe que fue para salvaguardar sus privilegios, para defender la desigualdad que ello representaba y les daba una vida de placer mientras el pueblo llevaba una vida de miseria. De todas formas cuando se habla de la memoria histórica la mayor parte de los fusilados por el fascismo fue en su periodo después de la guerra, habiendo paz. Los republicanos nunca mataron ni fusilaron en su tiempo de gobierno donde la paz gobernaba el país.
Otra frase indignante es la que emplean para denostar el proceso que debe abrirse sobre la memoria histórica. No hay que abrir las heridas del pasado dicen los mismos que no han condenado el franquismo por su afinidad política con ese periodo histórico. Yo me pregunto que heridas se van a abrir, si las de los republicanos nunca se han cerrado. El franquismo se glorificó a si mismo y sumieron en el silencio a los que lucharon para defender la libertad, su sueño de igualdad representado de forma democrática en el gobierno del Frente Popular que eligieron en el año 1936. Nadie enjuició a sus asesinos, ni a sus torturadores, el aparato represor del fascismo sigue intocable aún hoy, sus ministros están hoy reconvertidos en diputados, los torturadores son hechos comisarios de la policía por obra y gracia del PSOE[11], ninguna institución ha anulado los juicios sumarísimos por lo que se justifica y se da legalidad a la represión franquista, nadie ha indemnizado a las victimas, ni ha hecho nada por recuperar la memoria histórica. De hecho, por lo que he podido ver, y eso que por mi edad he llegado tarde, se ha respetado y se respeta la decisión que el general Franco tomó de imponer a dedo a Juan Carlos en la jefatura del estado, y en mi humilde opinión eso no es cerrar ninguna herida. Me parece humillar la memoría de los republicanos.
No estoy dispuesto a ser súbdito, quiero ser cuidadano en una sociedad libre, democrática y participativa. Anhelo que los representantes del pueblo sean escogidos por este, sin cargos vitalicios, que todos se sometan a la revocabilidad de sus cargos, que el tiempo limite sus periodos de mandato y que sea el pueblo, por sufragio universal, directo y secreto el que decida quien le representa y por cuantos periodos. No soporto la idea de que una familia totalmente inproductiva - unos vagos en lenguaje popular - se lucren con el dinero de los que trabajan y por tiempo ilimitado.
Saber que la pobreza sube cada vez más en España situándose en un 20% y ver como el dinero del pueblo se invierte en instituciones que debieron ser relegadas hace mucho tiempo al olvido y sólo recordarlas al abrir las historias fantásticas de caballeros valientes y hermosas princesas en un contexto de la Edad Media.
Por eso con mucho orgullo me llamo republicano, por que declaro como mis enemigos a la desigualdad, los privilegios de clase, el olvido de los que lucharon hasta la fin por defender los que hoy son mis ideales y la injusticia que representa estar por encima de otros en todos los ámbitos sólo por el mero hecho de nacer.
Mi esperanza es que, aunque pudieron acabar con la II republica, no lo hicieron con sus ideas. En mi generación se cuentan cada vez más republicanos, y no sólo queremos cambiar el modelo del estado y quitar al rey, queremos un cambio profundo, queremos una república solidaria, laica y socialista que cambie las instituciones, que devuelva el sentido a la palabra derecho, que vuelva a hacer público lo que el capitalismo ha privatizado, empezando por la educación y acabando con las empresas públicas. Que devuelva la dignidad a un pueblo que merece ser respetado.
Sólo se ha demorado el momento, la república camina con paso lento pero seguro y esta vez viene para quedarse.
Salud y república PARA SIEMPRE.
jovenlandesado República Archivo del Blog República después de la tras*ición.
República. Pareciera que en el manual de todo periodista faltase esta palabra, por eso me gusta tanto decirla, porque creo que está tan silenciada que un poco de ayuda no le vendría mal. Ningún gran medio habla de la república, ningún gobierno desde los 70 lo hace tampoco, ¿cuál es el problema?, ¿acaso es un tabú hablar de elegir por sufragio universal a todos los cargos que representen al pueblo?, ¿es tan horrible organizar el estado bajo una organización territorial que lo federalice?. Este es un artículo que pretende hablar de la república, la española, la que hubo, la que asesinaron y la que vendrá. Rompiendo los tópicos del pasado, dando datos para rescatar del olvido un sueño, rompiendo el silencio de las víctimas, esas de las que nadie curó las heridas, por eso no pueden volverse a abrir y por supuesto, del futuro, que no puede ser sino igualitario, libre y justo, o dicho de otra forma; REPUBLICANO.
Yo, que no viví ni la dictadura ni la tras*ición no entiendo ese afán por el silencio. Me indigna la frase sobre las heridas[1], me extraña que todos los gobiernos cierren filas con la monarquía y que todos los medios sean tan complacientes con la Casa Real. No sé por que todos dan la espalda a la república, sobre todo cuando ellos mismos (gobiernos y medios) se auto denominan demócratas mientras apoyan a un jefe de estado con cargo vitalicio - siempre me dijeron que los cargos vitalicios eran de los dictadores -. Viendo esa gran contradicción se me hace muy complicado asociar democracia con monarquía.
Por otra parte observando el avance que supuso la II República para el país es muy complicado seguir al lado del dictado de los medios y gobiernos actuales y muy fácil situarse en su favor y desear otra como la segunda.
Para empezar habría que comentar los aspectos constitucionales de la II república, ya que la constitución es la norma suprema y la que ordena las conductas de la sociedad.
La constitución de la II República proclama en su artículo 2 que “Todos los españoles son iguales ante la ley”, principio de igualdad que niega la actual constitución al recoger por una parte en su artículo 56 “La persona del Rey es inviolable y no está sujeta a responsabilidad” y por otra en su artículo 64 que “De los actos del Rey serán responsables las personas que los refrenden”[2], subiendo al rey por encima incluso de la ley al no ser nunca responsable de lo que haga.
Otros aspectos constitucionales remarcables de la Segunda República son su pacifismo ” España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional”, su postura contraria a los privilegios “No podrán ser fundamentos de privilegio jurídico: la naturaleza, la filiación, el sesso, la clase social, la riqueza, las ideas políticas ni las creencias religiosas. El Estado no reconoce distinciones y títulos nobiliarios”.
En cuanto a los obreros y trabajadores la república proclama en su constitución que “La República asegurará a todo trabajador las condiciones necesarias de una existencia digna” y cumpliendo con ello redujo la jornada laboral a las 8 horas, reconoció los derechos de asociacion y sindicacion, decretó la Ley del Descanso Dominical para todos los trabajadores, regularizó el derecho a huelga y regularizó el trabajo nocturno obligando a los patronos a permitir 8 horas de sueño para los trabajadores.[3]
A los campesinos y pescadores la constitución republicana dedicó las siguientes palabras “La República protegerá al campesino y a este fin legislará, entre otras materias, sobre el patrimonio familiar inembargable y exento de toda clase de impuestos, crédito agrícola, indemnización por pérdida de las cosechas, cooperativas de producción y consumo, cajas de previsión, escuelas prácticas de agricultura y granjas de experimentación agropecuarias, obras para riego y vías rurales de comunicación.” El primer gobierno republicano aprobó la ley de Reforma Agraria en 1932 donde se recogía la expropiación de los latifundios, pero no se pudo llevar a cabo por falta de dinero para las idemnizaciones y dos años después con la toma de la derecha radical del poder la reforma quedó anulada hasta que, más adelante, en 1936 el Frente Popular pudo continuar con la reforma.
La II República buscaba la tras*formación de la sociedad, anhelaba la democracia participativa y para ello se necesitaba un pueblo alfabetizado. Se empezó por formar y dignificar la figura del profesorado, la constitución republicana les dio libertad de cátedra, el gobierno les subió el sueldo hasta hacerlo digno (una subida de 3.000 pesetas), y los formó. El estudio de la enseñanza se elevó a carrera universitaria lo que ayudó a elevar en igual grado la imagen del profesor. Como reciclaje de los maestros se les exigía tener en bachillerato completo antes de entrar en las escuelas normales donde se enseñaba pedagogía y había un último año práctico.
La educación que la II república diseñó era laica, pública, mixta, obligatoria y gratuita. Se inspiraba en ideales de solidaridad humana y hacía del trabajo el eje de su actividad metodológica. Conceptos de educación en valores muy avanzados para la época.
Se creó un proyecto en el que se preveían 27,000 nuevos colegios, de los que sólo se pudieron construir casi 10,000 por circunstancias golpistas[4]. Aún así en 2 años de república se construyeron más colegios que en todo el siglo monárquico anterior. Pero la república no se quedó ahí y creó las misiones pedagógicas para llevar la cultura a los rincones más inaccesibles de la geografía española. Bibliotecas itinerantes, proyecciones cinematográficas, teatro, museos ambulantes… eran llevados por maestros, conocidos escritores y poetas por aldeas perdidas.
La república española invertía el dinero del pueblo en el pueblo, y lo podía hacer porque el dinero no se empleaba como antes en mantener obsoletas instituciones ni proteger injustos privilegios.
La república siguiendo los principios de libertad e igualdad se separó de la religión. Libertad para decidir e igualdad que garantizase que nadie estuviera por encima de nadie en el espacio público, de confluencia social. El estado republicano no tiene religión oficial, saca las confesiones religiosas de las escuelas, relegándolas a sus centros de educación privados, desarrolla una ley especial para acabar en el plazo máximo de dos años con el presupuesto del clero, prohíbe y disuelve los bienes de todas las confesiones religiosas que estatutariamente “además de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a autoridad distinta de la legítima del Estado. Sus bienes serán nacionalizados y afectados a fines benéficos y docentes”. No les permite poseer más bienes que los que justifiquen para sus fines privativos, les exige acatar los presupuestos tributarios y les prohibe ejercer la actividad industrial y el comercio. Aunque eso no significa que atacase a la iglesia; respetó a los que profesasen alguna fe católica ya que en la constitución republicana recogía que “todas las confesiones podrán ejercer sus cultos privadamente”, que “la condición religiosa no constituirá circunstancia modificativa de la personalidad civil ni política” y permitía a las confesiones religiosas a enseñar sus doctrinas en sus propios centros.
No se debe olvidar la preocupación de la república por las mujeres, por primera vez se les concedió el derecho al voto y el derecho a ser elegidas para cualquier cargo público, en el año 1932 se aprobaron las leyes de matrimonio civil y de divorcio, las que reconocían el divorcio por mutuo acuerdo y el derecho a la patria potestad de la progenitora sobre los hijos. Estas leyes fueron las más progresistas de Europa en ese momento.
Todas estas iniciativas republicanas encontraron a sus enemigos en la burguesía, los grandes latifundistas, la iglesía católica y el ejército, los cuales veían como sus privilegios que les aupaban por encima del resto de la sociedad se iban recortando en favor del pueblo. Y es cuando llega el golpe de estado, que deviene en guerra civil y acaba violentamente con la legalidad democrática.
Haciendo un análisis no muy profundo ni muy técnico se puede observar que cuando el pueblo, siguiendo las normas impuestas por las clases altas logra la toma del poder y empieza la construcción de un estado socialista de democracia participativa y de forma pacífica, los mismos que han hecho las reglas lo declarasen nulo y lo derribasen sin más. La desesperanza de que si ganan unos siempre será nulo.
Cuando el fascismo ganó la guerra civil con las miradas pasivas de las democracias europeas de fondo se instauró una brutal represión contra los que apoyaron el régimen anterior y se glorificó y se colmaron de honores a los vencedores. Monumentos ensalzan el recuerdo del fascismo que asesinó a la república, edificios con placas de la simbología fascista; calles, plazas y polideportivos aún conservan los nombres de los que fusilaron, y nombres de sus consignas.
La represión, debido al silencio impuesto desde entonces no ha tenido una cuantificación exacta. Dependiendo de quien lo diga incluso no ha existido nunca represión en el periodo de la dictadura fascista de Franco. Asi que considero correcto acudir sólo a las familias que perdieron familiares por la dura represión fascista y que han llevado sus nombres hasta los tribunales de justicia, siendo así son 143,353 los que sufrieron la represión. Asesinados en cunetas, fusilados en iglesias, llevados por engaño al campo de concentración nancy de mauthausen, trasladados a campos de concentración españoles - aqui hubo campos de concentración - y obligados al exilio. Llevados a ese injusto destino sin nisiquiera un juicio justo, apenas un juicio sumarísimo sin garantías para los denunciados que sólo esperaban la condena por apoyar al gobierno republicano y pertenecer a alguna organización contraria al régimen fascista de Franco.
Unos 180 campos de concentración fueron los construidos para reprimir a los disidentes políticos, en tre ellos destacan el Campo de Los Merinales en Sevilla[5], el Campo de Formentera[6] o el campo de concentración en Albatera, provincia de Alicante[7]. Además de la dura represión en esos campos se sometía a los presos a explotación laboral, construyendo mausoleos de culto religioso (el Valle de los Caidos), lineas de ferrocarril, presas y pantanos.
Las fosas comunes era la forma más frecuente de enterrar a los fusilados, en el cementerio de San Rafael se ha encontrado una fosa con 4,000 republicanos fusilados[8]. Sólo en Asturias se han declarado 16,000 fusilados por la dictadura despúes de la guerra[9]. Un genocidio que sumado a las 220,000 personas que tuvieron que exiliarse permamentemente da una idea del alcance de la represión fascista[10].
Llegados a este punto cabe comentar algunas frases que se dicen sobre la república. Se suele comentar que “los dos bandos fusilaron”, pero la realidad es que una parte sólo defendía el régimen legal democráticamente constituido. Falangistas pasaban por los pueblos españoles antes del golpe asesinando a los republicanos. No creo que sea lícito quejarse por los muertos que ellos mismos provocaron al dar un golpe de estado, golpe que fue para salvaguardar sus privilegios, para defender la desigualdad que ello representaba y les daba una vida de placer mientras el pueblo llevaba una vida de miseria. De todas formas cuando se habla de la memoria histórica la mayor parte de los fusilados por el fascismo fue en su periodo después de la guerra, habiendo paz. Los republicanos nunca mataron ni fusilaron en su tiempo de gobierno donde la paz gobernaba el país.
Otra frase indignante es la que emplean para denostar el proceso que debe abrirse sobre la memoria histórica. No hay que abrir las heridas del pasado dicen los mismos que no han condenado el franquismo por su afinidad política con ese periodo histórico. Yo me pregunto que heridas se van a abrir, si las de los republicanos nunca se han cerrado. El franquismo se glorificó a si mismo y sumieron en el silencio a los que lucharon para defender la libertad, su sueño de igualdad representado de forma democrática en el gobierno del Frente Popular que eligieron en el año 1936. Nadie enjuició a sus asesinos, ni a sus torturadores, el aparato represor del fascismo sigue intocable aún hoy, sus ministros están hoy reconvertidos en diputados, los torturadores son hechos comisarios de la policía por obra y gracia del PSOE[11], ninguna institución ha anulado los juicios sumarísimos por lo que se justifica y se da legalidad a la represión franquista, nadie ha indemnizado a las victimas, ni ha hecho nada por recuperar la memoria histórica. De hecho, por lo que he podido ver, y eso que por mi edad he llegado tarde, se ha respetado y se respeta la decisión que el general Franco tomó de imponer a dedo a Juan Carlos en la jefatura del estado, y en mi humilde opinión eso no es cerrar ninguna herida. Me parece humillar la memoría de los republicanos.
No estoy dispuesto a ser súbdito, quiero ser cuidadano en una sociedad libre, democrática y participativa. Anhelo que los representantes del pueblo sean escogidos por este, sin cargos vitalicios, que todos se sometan a la revocabilidad de sus cargos, que el tiempo limite sus periodos de mandato y que sea el pueblo, por sufragio universal, directo y secreto el que decida quien le representa y por cuantos periodos. No soporto la idea de que una familia totalmente inproductiva - unos vagos en lenguaje popular - se lucren con el dinero de los que trabajan y por tiempo ilimitado.
Saber que la pobreza sube cada vez más en España situándose en un 20% y ver como el dinero del pueblo se invierte en instituciones que debieron ser relegadas hace mucho tiempo al olvido y sólo recordarlas al abrir las historias fantásticas de caballeros valientes y hermosas princesas en un contexto de la Edad Media.
Por eso con mucho orgullo me llamo republicano, por que declaro como mis enemigos a la desigualdad, los privilegios de clase, el olvido de los que lucharon hasta la fin por defender los que hoy son mis ideales y la injusticia que representa estar por encima de otros en todos los ámbitos sólo por el mero hecho de nacer.
Mi esperanza es que, aunque pudieron acabar con la II republica, no lo hicieron con sus ideas. En mi generación se cuentan cada vez más republicanos, y no sólo queremos cambiar el modelo del estado y quitar al rey, queremos un cambio profundo, queremos una república solidaria, laica y socialista que cambie las instituciones, que devuelva el sentido a la palabra derecho, que vuelva a hacer público lo que el capitalismo ha privatizado, empezando por la educación y acabando con las empresas públicas. Que devuelva la dignidad a un pueblo que merece ser respetado.
Sólo se ha demorado el momento, la república camina con paso lento pero seguro y esta vez viene para quedarse.
Salud y república PARA SIEMPRE.
jovenlandesado República Archivo del Blog República después de la tras*ición.