Reflexiones sobre el terrorismo sionista: incluye dos víctimas españolas

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El Estado judío ni por un momento fue un Estado como los demás, tampoco lo pretendió. Ya antes de su fundación el terror fue su herramienta fundamental para expulsar de sus tierras a la población palestina. Cuando el 29 de noviembre de 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas aprueban la partición de Palestina, sin consulta alguna a los palestinos, los judíos apenas representaban el 32% de la población total, pese a lo cual se les asignó un 55% de las tierras. Añadamos a la imposición de este trágala, que en 1947, los judíos habían adquirido la propiedad sólo del 5,8% de las tierras. No obstante todos estos favoritismos en pro de los colonos judíos, la población palestina en la parte destinada a los judíos seguía representando el 50% del total. Una situación incómoda para la viabilidad de un naciente “Estado judío”.

Antes y después de la creación del Estado de Israel, la violencia se apoderó de esas tierras. También con víctimas españolas. Así en diciembre de 1947 fallece el religioso español Luis Orio Moreno, al ser disparado intencionadamente y mientras se encontraba en la terraza de su convento desde una casa judía situada enfrente. El testimonio procede del que era cónsul español adjunto en Jerusalén, Manuel Allendesalazar . Veinte días después de este atentado, el mismo cónsul moría al volar terroristas de la Haganah, antecesor del ejército de Israel, el hotel Semiramis en el que este se hospedaba.

Cuatro meses después de la declaración de independencia del Estado sionista, el mediador de las Naciones Unidas en Palestina, Conde Folke Bernadotte, sobrino del Rey de Suecia, y ante el problema de la masa de refugiados expulsados de sus tierras, declaraba:
“Ninguna solución puede ser equitativa y completa si ella no reconoce el derecho de los refugiados árabes a volver a sus territorios, de los cuales han sido expulsados”
Al día siguiente de realizar esta declaración, terroristas judíos le asesinaron. Entre ellos, un amigo íntimo de David Ben Gurion, el primer ministro del Estado judío en aquel momento. El grupo que llevó a cabo el asesinato actuaba bajo las órdenes de Yitzhak Shamir.

Cuando en 1949, el Estado judío solicita su ingreso en las Naciones Unidas, se le pone como condición que debía dar cumplimiento a la Resolución 194 del 11 de diciembre de 1948 que permitiría el regreso a sus tierras de todos los refugiados palestinos previamente expulsados de las mismas. Israel fue admitida pese a incumplir esa Resolución. La incumple hasta el día de hoy y agravando la situación durante décadas con la creación de nuevos refugiados. El padrinazgo protector de los EEUU de Truman y la Unión Soviética de Stalin, lo hicieron posible.

Como excepcional es que dos terroristas lleguen a ocupar el puesto de primer ministro de un país. Junto al ya citado Yitzhak Shamir, añadamos a Menachem Begin, responsable en 1946 de la voladura del hotel King David en Jerusalén. 91 muertos y 45 heridos, entre los muertos hubo 17 judíos. Los británicos ofrecieron 2000 libras esterlinas por la captura de Begin. Unos años más tarde la graciosa reina de Inglaterra se sentiría honrada con la compañía del muy honorable Mr. Begin. La cabeza de Begin pasó de tener precio a ser inapreciable.

Los atentados realizados por terroristas sionistas, como en el caso del hotel King David, no sólo no evitaban las víctimas judías, en ocasiones estas se buscaban deliberadamente. Así en la segunda mitad de noviembre de 1940, con la finalidad de denunciar la política de imposición de trabas por parte de Gran Bretaña a la llegada de pagapensiones judíos a Palestina y conmover a la opinión pública mundial, corresponde nuevamente a la Haganah colocar una bomba en el buque Patria, en el que se hacinaban 1.783 pagapensiones judíos. El hundimiento del buque dejó 257 personas ahogadas. Las autoridades judías achacaron el hundimiento a la desesperación de los pagapensiones retenidos, tratando de esconder su responsabilidad.

Pero si hay un arte mortal en la que se ha destacado el Estado de Israel es la de realizar atentados y atribuírselos a sus enemigos. Valgan dos ejemplos como muestra. En primer lugar, la campaña de bombas y violencias contra las comunidades judías en países árabes con la finalidad de forzar la salida de estas comunidades hacia la entidad sionista necesitada de colonos que contrarrestaran la todavía numerosa presencia palestina. Documentada está la que tuvo lugar en Irak en los años 1950 y 1951.

El segundo ejemplo, sí no es mayor por la hipocresía que expone, sí por las consecuencias que pudo haber alcanzado. Tuvo lugar en 1967 frente a las costas egipcias y en plena guerra de agresión de Israel, Francia y Gran Bretaña contra el Egipto de Násser. Incidente del USS Liberty - Wikipedia, la enciclopedia libre

El USS Liberty pudo lanzar un mensaje de socorro a la flota de los EEUU en el mediterráneo. Fue recibida por el USS Saratoga, que envió 4 cazas para ayudar al barco atacado y por el portaviones USS America que hizo despegar otros cuatro aviones, pero que en esta ocasión estaban cargados con bombas atómicas. El objetivo de estos cuatro últimos aviones era atacar a… ¡el Cairo!. De alguna manera los servicios de inteligencia israelíes habían conseguido engañar a los norteamericanos haciéndoles creer que Egipto era la responsable del ataque y dando por seguro que el barco USS Liberty se hundiría y no podría emitir señal alguna.

El USS Liberty no se hundió, los aviones ya en camino fueron devueltos a su base y todo el incidente fue ocultado. La tripulación fue obligada a obedecer la orden de mantener silencio sobre lo ocurrido durante 35 años.

No, el Estado de Israel no es un Estado como otro cualquiera. Sus obras conocidas le delatan y, probablemente, sean superadas por las que desconocemos. Hoy, en Gaza, actúa como lo viene haciendo desde su fundación. Nada nuevo. Los palestinos siguen sufriendo y nosotros callando.

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