Douglas MacArthur
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No es magia, son tus impuestos!
Sánchez bate su propio récord: la plantilla del Estado crece el triple que el empleo privado
6:00 - 11/01/2024
Los datos de afiliación a cierre de 2023 revelan que el mercado laboral resistió a la incertidumbre económica y política, con un crecimiento de los ocupados del 2,7%. Pero esta 'resiliencia' no se repartió con la misma intensidad en todos los sectores. Mientras los asalariados del sector privado aumentaron un 3% y los autónomos apenas un 0,45%, los empleados públicos lo hicieron en un 3,5%. Entre estos, la mayor subida con diferencia la anotan los del Estado, que aumentaron un 8,02%. Se trata del mayor repunte anual desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa.
Según la Tesorería General de la Seguridad Social, diciembre marcó una cifra de 2,98 millones de empleados públicos, un 14,3% del total de los ocupados. De ellos, 1,8 millones, el 60,8%, corresponden a las autonomías y 733.399, un 25,6%, a los ayuntamientos. Los trabajadores estatales suman 434.567, un 14,6% del total. Pero su incremento es proporcionalmente muy superior, algo que ha resultado especialmente llamativo en un año electoral como 2023.
El calendario de los comicios ha frenado el 'bombardeo' de ofertas de empleo público territorial como las que se produjeron en el ejercicio precedente. Esto ha llevado a una reducción neta de los funcionarios 'propiamente dichos', a duras penas compensado por el resto de los empleados públicos. Esto se ha notado especialmente en los entes locales, que apenas han elevado su plantilla en un 0,004%, tras la pérdida de 9.000 funcionarios. Las comunidades autónomas perdieron otros 77.300, pero en su caso sí lograron compensarlo por un incremento de 128.400 afilados públicos en educación y 13.600 en sanidad y servicios sociales. Con ello el empleo público neto creció un 3,93%.
Pero en el sector estatal ha ocurrido lo contrario. El incremento de la afiliación se explica por la suma de 18.083 funcionarios. Una cifra que contrasta con la de 192 profesionales jurídicos, por ejemplo, en un año marcado por las movilizaciones en Justicia. Esto revela una visión muy diferente del empleo público.
Servicios esenciales frente a funcionarios 'a dedo'
Las comunidades y ayuntamientos destinan el grueso de su oferta a servicios públicos en educación, sanidad y servicios sociales en los que tiene competencias, algo que se vio claramente en la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, cuando la contratación de sanitarios disparó un 6%% el empleo público. En la Administración central se prioriza el relevo de funcionarios. Aquí se incluyen policías, militares, los trabajadores de los ministerios y de empresas públicas o de organismos como Hacienda (o la propia Seguridad Social). Pero también figuran a los asesores nombrados 'a dedo' por el Gobierno.
La Tesorería no desglosa cómo se reparte la cifra, pero sí deja claro que desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa la plantilla que depende directamente de las decisiones del Consejo de Ministros ha aumentado más que la del resto de administraciones. Y es una tendencia que se ha acelerado en el último año, cuando el empleo público estatal se disparó un 8,02%, mientras el agregado de las otras dos administraciones solo lo hizo un 2,77%.
Pero el incremento de los asalariados de la administración central es más llamativo si se compara con lo ocurrido en el sector privado, que cerró 2023 con 17,8 millones de ocupados sumando asalariados y autónomos, un 2,5% más que en el ejercicio anterior. Es decir, menos de un tercio de lo que creció el empleo público estatal. Aunque también hay diferencias por tio de empleo privado: mientras los contratados por empresas crecieron un 3%, los autónomos lo hicieron apenas un 0,46%, prolongando la tendencia de estancamiento de los años precedentes.
Un análisis de la serie histórica muestra que en los años de recuperación de la crisis financiera (2013-2018), los asalariados del sector privados crecían más que los funcionarios estatales. Esa tendencia se invierte a partir de 2018, coincidiendo con el cambio de Gobierno. La única excepción fue 2021. En ese ejercicio la creación de empleo privado subió un 5,08%, aunque en gran parte se debe a la reactivación de la economía, tras un desastroso 2020 en el que los asalariados de las empresas se desplomaron un 3,9%.
En cualquier caso, la recuperación del empleo privado en 2022 y 2023 ha sido sostenida pero menos intensa que en los años tras la crisis financiera. Por el contrario, el Estado ha acelerado su contratación .
Más de 180.000 plazas convocadas
En parte esta tendencia se debe al envejecimiento de las plantillas. El Gobierno del PP aprovechó para reducir la plantilla pública frenando la reposición de puestos vacantes, aunque la llegada del PSOE a La Moncloa revertió la tendencia, con el argumento de garantizar la prestación de servicios de calidad y el trabajo de cuerpos y fuerzas de seguridad y de la Justicia. Pero a la hora de la verdad, siete de cada diez puestos se dirigen a la Administración General del Estado, es decir, en los ministerios y organismos dependientes de ellos.
Este matiz no ha impedido al Ejecutivo presumir de "récords" en las ofertas de empleo. En 2023 fueron 39.574 puestos, un 15,8% más que en 2022 y un 71% más que en 2018. En los últimos 5 años se han convocado 183.443 plazas, frente a las 63.394 que convocó el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Eso sí, la creación de empleo neto es menor, de 117.346 afiliados medios, aunque supera en un 36% la que Sánchez se encontró al llegar a La Moncloa en junio de 2018. La discrepancia se explica porque buena parte de estos puestos se destinan a sustituir funcionarios que han superado la edad de retiro.
Aunque el aumento neto de los ocupados de 2023 es el más alto de la serie, lo que apunta a que muchos de los últimos fichajes en las administraciones no se deben precisamente a las oposiciones para la sustitución de puestos esenciales.
En este sentido hay que recordar que el actual Ejecutivo de coalición es el que más ministerios tiene de la historia democrática, con 22 departamentos, cuatro de ellos elevados a la categoría de vicepresidencia. Una estructura que, más que a la eficiencia, responde a la necesidad de repartir cuota de poder entre Podemos y Sumar.
Sánchez bate su propio récord: la plantilla del Estado crece el triple que el empleo privado
- El Gobierno eleva un 8% sus empleos mientras la economía privada solo lo hace un 2,5%
- Los funcionarios del Estado crecen mientras CCAA y ayuntamientos los reducen
- PSOE y Sumar triplican la oferta de empleo público que hizo el PP y supera los 180.000
6:00 - 11/01/2024
Los datos de afiliación a cierre de 2023 revelan que el mercado laboral resistió a la incertidumbre económica y política, con un crecimiento de los ocupados del 2,7%. Pero esta 'resiliencia' no se repartió con la misma intensidad en todos los sectores. Mientras los asalariados del sector privado aumentaron un 3% y los autónomos apenas un 0,45%, los empleados públicos lo hicieron en un 3,5%. Entre estos, la mayor subida con diferencia la anotan los del Estado, que aumentaron un 8,02%. Se trata del mayor repunte anual desde que Pedro Sánchez llegó a La Moncloa.
Según la Tesorería General de la Seguridad Social, diciembre marcó una cifra de 2,98 millones de empleados públicos, un 14,3% del total de los ocupados. De ellos, 1,8 millones, el 60,8%, corresponden a las autonomías y 733.399, un 25,6%, a los ayuntamientos. Los trabajadores estatales suman 434.567, un 14,6% del total. Pero su incremento es proporcionalmente muy superior, algo que ha resultado especialmente llamativo en un año electoral como 2023.
El calendario de los comicios ha frenado el 'bombardeo' de ofertas de empleo público territorial como las que se produjeron en el ejercicio precedente. Esto ha llevado a una reducción neta de los funcionarios 'propiamente dichos', a duras penas compensado por el resto de los empleados públicos. Esto se ha notado especialmente en los entes locales, que apenas han elevado su plantilla en un 0,004%, tras la pérdida de 9.000 funcionarios. Las comunidades autónomas perdieron otros 77.300, pero en su caso sí lograron compensarlo por un incremento de 128.400 afilados públicos en educación y 13.600 en sanidad y servicios sociales. Con ello el empleo público neto creció un 3,93%.
Pero en el sector estatal ha ocurrido lo contrario. El incremento de la afiliación se explica por la suma de 18.083 funcionarios. Una cifra que contrasta con la de 192 profesionales jurídicos, por ejemplo, en un año marcado por las movilizaciones en Justicia. Esto revela una visión muy diferente del empleo público.
Servicios esenciales frente a funcionarios 'a dedo'
Las comunidades y ayuntamientos destinan el grueso de su oferta a servicios públicos en educación, sanidad y servicios sociales en los que tiene competencias, algo que se vio claramente en la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, cuando la contratación de sanitarios disparó un 6%% el empleo público. En la Administración central se prioriza el relevo de funcionarios. Aquí se incluyen policías, militares, los trabajadores de los ministerios y de empresas públicas o de organismos como Hacienda (o la propia Seguridad Social). Pero también figuran a los asesores nombrados 'a dedo' por el Gobierno.
La Tesorería no desglosa cómo se reparte la cifra, pero sí deja claro que desde que Pedro Sánchez llegó a la Moncloa la plantilla que depende directamente de las decisiones del Consejo de Ministros ha aumentado más que la del resto de administraciones. Y es una tendencia que se ha acelerado en el último año, cuando el empleo público estatal se disparó un 8,02%, mientras el agregado de las otras dos administraciones solo lo hizo un 2,77%.
Pero el incremento de los asalariados de la administración central es más llamativo si se compara con lo ocurrido en el sector privado, que cerró 2023 con 17,8 millones de ocupados sumando asalariados y autónomos, un 2,5% más que en el ejercicio anterior. Es decir, menos de un tercio de lo que creció el empleo público estatal. Aunque también hay diferencias por tio de empleo privado: mientras los contratados por empresas crecieron un 3%, los autónomos lo hicieron apenas un 0,46%, prolongando la tendencia de estancamiento de los años precedentes.
Un análisis de la serie histórica muestra que en los años de recuperación de la crisis financiera (2013-2018), los asalariados del sector privados crecían más que los funcionarios estatales. Esa tendencia se invierte a partir de 2018, coincidiendo con el cambio de Gobierno. La única excepción fue 2021. En ese ejercicio la creación de empleo privado subió un 5,08%, aunque en gran parte se debe a la reactivación de la economía, tras un desastroso 2020 en el que los asalariados de las empresas se desplomaron un 3,9%.
En cualquier caso, la recuperación del empleo privado en 2022 y 2023 ha sido sostenida pero menos intensa que en los años tras la crisis financiera. Por el contrario, el Estado ha acelerado su contratación .
Más de 180.000 plazas convocadas
En parte esta tendencia se debe al envejecimiento de las plantillas. El Gobierno del PP aprovechó para reducir la plantilla pública frenando la reposición de puestos vacantes, aunque la llegada del PSOE a La Moncloa revertió la tendencia, con el argumento de garantizar la prestación de servicios de calidad y el trabajo de cuerpos y fuerzas de seguridad y de la Justicia. Pero a la hora de la verdad, siete de cada diez puestos se dirigen a la Administración General del Estado, es decir, en los ministerios y organismos dependientes de ellos.
Este matiz no ha impedido al Ejecutivo presumir de "récords" en las ofertas de empleo. En 2023 fueron 39.574 puestos, un 15,8% más que en 2022 y un 71% más que en 2018. En los últimos 5 años se han convocado 183.443 plazas, frente a las 63.394 que convocó el Ejecutivo de Mariano Rajoy.
Eso sí, la creación de empleo neto es menor, de 117.346 afiliados medios, aunque supera en un 36% la que Sánchez se encontró al llegar a La Moncloa en junio de 2018. La discrepancia se explica porque buena parte de estos puestos se destinan a sustituir funcionarios que han superado la edad de retiro.
Aunque el aumento neto de los ocupados de 2023 es el más alto de la serie, lo que apunta a que muchos de los últimos fichajes en las administraciones no se deben precisamente a las oposiciones para la sustitución de puestos esenciales.
En este sentido hay que recordar que el actual Ejecutivo de coalición es el que más ministerios tiene de la historia democrática, con 22 departamentos, cuatro de ellos elevados a la categoría de vicepresidencia. Una estructura que, más que a la eficiencia, responde a la necesidad de repartir cuota de poder entre Podemos y Sumar.
