hijodeputin
Madmaxista
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Ya al final de esta década de pecados y dispendios mil, mientras esperamos el momento de perdernos en el abismo sin fondo de una nueva década que se presume desierta y silenciosa, es hora de echar la vista atrás, hacer recuento y sopesar. Vayamos por partes.
COMO COMENZABAMOS
Corrian los últimos días del año 2009, por aquel entonces económicamente la crisis ya se habia hecho notar. Un par de años antes la quiebra de Lehman puso en alerta a todo el sector financiero. La crisis inmobiliaria que se desató en los estados unidos cruzó el charco y se cebó con virulencia con la clase obrera y media española. Tanto es así que en un sólo año, 2010, aumentó en 1 millón el número de ciudadanos en riesgo de exclusión social.
A finales de ese año, 2009, las señales que venian del gobierno eran típicamente tranquilizadoras y negacionistas.
Zapatero afirma que sin las medidas del Plan E el paro estaría en el 20%
asegurando que la recuperación era inminente, mientras que desde el Banco de España, y por la mediación de su director, el conocido Miguel Angel Fernandez Ordoñez, se daban también señales de una recuperación que al final y como sabemos nunca llegó a producirse.
Las cifras de paro a lo largo del año 2010 fueron más contenidas que en años precedentes y posteriores, debido a la inyección de dinero del conocido como plan E, un plan en el que el gobierno de Rodriguez Zapatero invirtió 10.000 millones de euros, con el objeto de revertir el proceso de destrucción de empleo, pero volviendo al paradigma de la construcción, que tanto dinero público habia dilapidado en los años de la primera década del siglo, millones en obras de dudosa utilidad, algunas de ellas se pueden leer aqui:
Lo peor del despilfarro: 30 obras públicas que han costado más de 6.000 millones
como es el caso del aeropuerto de ciudad real, de coste unos 1300 millones de euros y que recientemente ha sido reabierto, sin vuelos.
Llegados al año 2010 ya eran muchas las empresas que habían caido, algunas de renombre, otras no tanto y muchas de ellas pequeñas, alguna cooperativa, la gran mayoría con algún tipo de relación con el sector de la construcción, que como se decía entonces, suponía el 25 %, en palabras de algún político, del PIB. Un PIB que por más crisis que hubiera jamás perdió la compostura, algo que un buen puñado de economistas no logró entender. Ya en aquellos tiempos en el foro empezamos a plantearnos la posibilidad de que todo tipo de cifras estuvieran, digamos tocadas. Cualquier indicador macro podía estar severamente manipulado y todos aquellos que se divulgaban periódicamente y que sin duda tenian un impacto en la opinión pública, a través de los medios de información, lo estaban.
Los primeros años de la década estuvieron conformados por toda una retahila de protestas, mal encauzadas y producto del hartazgo del populacho, con los políticos. Así a cada concentración le seguía otra, en 2010, 2011 o 2012 fundamentalmente, con variopintos nombres, generalmente rodeando el congreso o rodeando algún acto público, escrachando a algún político o sencillamente realizando una concentración de protesta o manifestación, muchas de ellas convocadas desde sindicatos u organizaciones nacidas al efecto o creadas ad hoc, no entraré en quien estaba detrás o quien se beneficiaba, sobre todo por haber participado en alguna y no tener en absoluto constancia de que hubiera algún tipo de mano de color, en la mayoria de los casos, más aún cuando la asistencia a dichas concentraciones era casi testimonial y en muchas ocasiones no dejaban de ser un puñado de chavales acompañados por algunos mayores, lo cual no animaba a la gente a concentrarse posteriormente.
Paralelamente, en el mundo inmobiliario nacían plataformas como afectados por la hipoteca, dejando constancia de que los usuarios se movilizaban, mientras que en el otro lado, eran los bancos y la aparición de holdings, conocidos como fondos buitre, los que hacían acto de presencia, para arramblar con un mercado de vivienda prácticamente inexistente. Fueron los años en los que vimos a gente suicidarse por no poder pagar hipotecas y ser desahuciados, pero también en que la sociedad de una manera más o menos organizada(no de forma suficiente claro está), a través de movimientos como el 15M, indignados o la mencionada PAH, se mostró públicamente rabiosa por una situación que no hacia más que empeorar(y como sabemos ha seguido haciéndolo).
LA INDIGNACIÓN Y EL RENACIMIENTO POLÍTICO
Fruto de todo un movimiento de indignación y nacidos en el mundo mediático, nacieron formaciones políticas como podemos, de la mano de Pablo Iglesias Turrión, un profesor suplente universitario, que supo capitalizar la indignación con un discurso coherente y que conectaba perfectamente con las necesidades de la gente, sobre todo de aquellos que habían sido golpeados por la crisis. También supo sacar rédito de esa situación Albert Rivera, ya ex líder de la formación política Ciudadanos, ambos, pero no únicos, llamados a realizar un profundo cambio en el bipartidismo, que era percibido por mucha gente como el causante o quizá como el catalizador de una situación que muchos de ellos no podían soportar por más tiempo.
Por suerte o por desgracia, muchos de los nuevos grupos tocaron poder bastante pronto, sin tener ninguna experiencia previa y ello mientras se articulaban cambios dentro de dichas formaciones a la vez que sus políticas y programas eran de todo menos concretas e inmutables. Si el discurso de sus lideres era en muchas ocasiones intachable, el contenido programático y la actuación, tanto de los lideres como de aquellos cercanos a ellos, dejaba en ocasiones perplejo a los potenciales votantes, produciéndose, incluso en un mismo mes, cambios notables en la política.
La irrupción de nuevas formaciones, detonada sin duda por una situación económica que se estaba prolongando en el tiempo, no tuvo el efecto que desde dichas organizaciones se esperaba. La representación de las mismas ha tenido poca capacidad de cambiar hechos dentro del panorama político español, y cuando ha sido así, como el caso de podemos, que no olvidemos llegó a tener 69 diputados, se ha diluido por no poder llevar a cabo sus políticas, no pudiendo numéricamente sumar apoyos con el que seria su socio natural, el PSOE. Lo único que sabemos ya a estas alturas es que el rédito político de todas las formaciones surgidas al calor de la crisis está casi acabado, en algunos casos dilapidado por mala gestión política, como es el caso Ciudadanos, en otros casos como podemos, debido al buen hacer de su aliado pero también enemigo natural, puesto que ocupa el mismo espacio político, el PSOE.
ESPAÑA SE ROMPE
Si hay algo en lo que concuerdo con algunos profesores universitarios es en esto, Cataluña no habría intentado un proceso de escisión si no hubiera habido crisis. Como se suele decir, a perro flaco todo son pulgas. En la segunda mitad de la década, Cataluña intentó, sin éxito, llevar a cabo un proceso de independencia, dandole tintes de legalidad a través de su propio ordenamiento jurídico.
El llamado prusés fue un intento, bastante retorcido, por parte de unos pocos, aupados por buena parte de la sociedad catalana eso si, de conculcar el orden constitucional, que como sabemos no permite la independencia de una región. Lo cierto es que de una manera bastante chapucera, en la medida en la que el estado español intentó parar la fallida consulta del 1 de octubre de 2017, la sociedad catalana mostró, por una parte, su deseo de independizarse de españa, y por otro el deseo de muchos catalanes de no ceder a un engaño, articulado como consulta legítima, pero llevado a cabo de una forma, como antes he mencionado, bastante torpe.
Desde muchos ámbitos políticos, alguno de ellos por parte de los ya consolidados partidos del cambio, se dio alas a dicho movimiento independentista. Alguno de sus lideres llego a dar el visto bueno a una consulta, mientras que se afirmaba, y todavía se insiste en ello 3 años después, de que la solución es una vía negociada. Con los resultados de las más recientes elecciones en la mano está meridianamente claro que la posición de determinados partidos, en lo que se refiere al proceso de independencia catalán, ha sido la gota que ha colmado el vaso de su electorado, y así alguno de ellos ha sufrido un castigo electoral, como es el caso de podemos, que siempre se ha posicionado a favor de una hipotética consulta.
Lo demás ya es conocido, por reciente, huida de Carles puigdemont a bélgica y condena, bastante light en opinión de muchos, al resto de lideres y capitanes del llamado prusés. Ni para los constitucionalistas ni para los independentistas parece haber un término medio, tal y como no lo hay para un proceso de independencia, pues una nación-estado o lo es o no lo es, y ahí es imposible que haya un punto de acuerdo. Como dije al principio y me reafirmo, este proceso no se habría producido de no tener como catalizador a la crisis, una crisis que sigue ahí, tan silenciosa y enquistada como negada desde casi todos los ámbitos públicos.
FINAL DE LA DÉCADA, PENSIONES Y VIOGEN
Los temas estrella de finales de la década son aquellos que tienen que ver con el comienzo de la siguiente, algo que va a comprometer el futuro de españa para las próximas generaciones y algo que no se resuelve por falta de voluntad política. Las pensiones y su sostenibilidad son algo clave, que está erosionando las cuentas y sobre todo creando malestar casi en todos los niveles de la sociedad española. Los pensionistas son un grupo amplio y más aún cohesionado, y lo que es clave, con una red familiar de personas dependientes, que los convierte en un colectivo amplio, el más amplio y con mayor poder de decisión y capacidad de cambiar gobiernos.
A ellos fundamentalmente están dirigidas toda una batería de medidas adoptadas en estos últimos tiempos, sea posponer el factor de sostenibilidad de pensiones, sea ligar la cuantía de las mismas al IPC, todas ellas medidas que tienen una repercusión negativa, en palabras de prácticamente cualquier economista, en la economía. Con la conocida hucha de las pensiones liquidada ya sólo queda, en la práctica, tirar de préstamos y de las ayudas del BCE, que tan generoso ha sido con la economía española(a costa de comprometer a las próximas generaciones de españoles hay que añadir), o bien aumentar el expolio fiscal a los españoles para financiar con impuestos unas pensiones, que con la jubilación del baby boom en el horizonte del fin de la próxima década, no hacen sino crecer.
Capítulo aparte merece la violencia de género y su tratamiento en los medios. Para algunos de nosotros esto ha servido para retratar a muchos y muchas, en el ámbito mediático, y definir claramente y sin ambages a mucha gente que se pasea por televisiones o que sienta cátedra o pontifica sobre el tema, a veces en universidades, a veces en las redes sociales y otras desde la prensa escrita, todos ellos siervos de una nueva forma de pensamiento que está siendo identificada con posiciones de izquierda o marxismo cultural, pero insisto no sólo adoptada desde la política, sino también desde otros ámbitos que a priori poco tendrían que ver con ella, estando claro que mucha gente se está mimetizando claramente con dicha forma de pensamiento.
Si a principios y mediados de la década que termina, la viogen era un tema menor, no tratado de soslayo, pero desde luego no el primero en abrir un noticiario, a finales el bombardeo es de tal calibre que en ocasiones el que lee o ve las noticias y escucha a los interlocutores llega a tener la impresión de que vive en un estado distópico y que la realidad se convierte en una suerte de película, en la que la presa es el varón blanco heterosexual, mientras que los cazadores son todos los demás, desde la hembras heterosexuales al resto de varones que se suman a aquellas. Lo cierto es que el hecho, lejos de calmar animos, algo que haria bastante falta, no hace sino añadir crispación a una españa que ha pasado a estar crispada, a principios de la década, a directamente violenta y a punto de desatar la violencia si se dan ciertos condicionantes, algo que era complicado a finales de la década pasada pero que ya no parece tan lejano ahora.
¿COMO ACABARÁ ESTO?
La pregunta del millón. Llegamos a 2020 en un estado de máxima extenuación, la situación económica, pese al bombardeo mediático, está lejos de resolverse, y la pobreza de una parte bastante significativa de la población, ha pasado a ser crónica. Para ese grupo, que Santiago Niño Becerra incluía en su españa 1/3(españa en tres tercios), concretamente el tercio que no, no parece haber solución y si la hay pasa por extender las ayudas existentes, que a todas luces se harán insuficientes, en la medida en que la situación de mucha de esta gente se alargue en el tiempo.
La próxima década verá morir a muchos de los que llamamos generación langosta, padres del baby boom, algunos de los cuales comenzarán a jubilarse a finales de la década. Cuando parte de dicha generación langosta caiga, se producirán hechos bastante relevantes. Por un lado y desde el punto de vista inmobiliario, muchos inmuebles bajarán de precio a la vez que los hijos intentarán soltar lastre. La cantidad de inmuebles en determinadas zonas hará que los precios se desplomen. En muchas localidades, deprimidas económicamente el desplome será de una magnitud no conocida, no teniendo en realidad ninguna repercusión ya que dichas zonas no tendrán demanda por parte de compradores al no presentar ningún aliciente su compra y si un problema en el sentido de suponer gastos.
Allá donde haya fuerte demanda no se producirán bajadas por efecto oferta demanda, las habrá, pero no serán de consideración. La baja natalidad comenzará a hacerse notar en determinadas áreas de españa, se nota ya pero la ausencia de niños, cierre de colegios, guarderías, será el pan nuestro de cada día. Ese promete ser el hilo conductor de la década que está por estrenarse, acompañado de un aumento del ataque desde los medios al varón blanco. Si metemos en la ecuación las políticas llevadas a cabo desde la izquierda(y ojo desde la derecha en su momento), con la inmi gración ilegal, tenemos un cóctel que va a costar bastante digerir y que va a ocasionar no pocos problema de orden público.
Con todo el mayor problema, porque lo es numéricamente, sigue estando en las pensiones. Ya no quedan casi economistas que no aboguen por una reducción, unos mayor y otros menor, de las cuantías de las actuales pensiones. Casi todos, por no decir todos, recomiendan ahorrar para poder compensar esa rebaja. Por contra la temporalidad en el empleo y la escasa cuantía de los salarios, sobre todo de los jóvenes, hace de esa recomendación poco más que una quimera. En línea con los postulados de SNB es probable, aunque no seguro, que a medida que progrese la década, se lleve a cabo algún intento de renta básica. En un país como españa, con las tasas de dependencia que hay, donde los jóvenes apenas pueden salir de casa paterna pasados los 30, y donde la pensiones de viudas, abuelos o padres, soportan en buena medida la economía de gente joven y no tan joven, habrá que ver el impacto que la desaparición de una generación tiene en la economía familiar.
Por supuesto y para terminar, y creo que la cita lo resume todo, porque quien la ha dicho sabe de esto más que nosotros, "las próximas generaciones de españoles vivirán peor que sus padres", y creo firmemente que esto comenzará a visibilizarse sin ir más lejos está década, con toda su crudeza.
COMO COMENZABAMOS
Corrian los últimos días del año 2009, por aquel entonces económicamente la crisis ya se habia hecho notar. Un par de años antes la quiebra de Lehman puso en alerta a todo el sector financiero. La crisis inmobiliaria que se desató en los estados unidos cruzó el charco y se cebó con virulencia con la clase obrera y media española. Tanto es así que en un sólo año, 2010, aumentó en 1 millón el número de ciudadanos en riesgo de exclusión social.
A finales de ese año, 2009, las señales que venian del gobierno eran típicamente tranquilizadoras y negacionistas.
Zapatero afirma que sin las medidas del Plan E el paro estaría en el 20%
asegurando que la recuperación era inminente, mientras que desde el Banco de España, y por la mediación de su director, el conocido Miguel Angel Fernandez Ordoñez, se daban también señales de una recuperación que al final y como sabemos nunca llegó a producirse.
Las cifras de paro a lo largo del año 2010 fueron más contenidas que en años precedentes y posteriores, debido a la inyección de dinero del conocido como plan E, un plan en el que el gobierno de Rodriguez Zapatero invirtió 10.000 millones de euros, con el objeto de revertir el proceso de destrucción de empleo, pero volviendo al paradigma de la construcción, que tanto dinero público habia dilapidado en los años de la primera década del siglo, millones en obras de dudosa utilidad, algunas de ellas se pueden leer aqui:
Lo peor del despilfarro: 30 obras públicas que han costado más de 6.000 millones
como es el caso del aeropuerto de ciudad real, de coste unos 1300 millones de euros y que recientemente ha sido reabierto, sin vuelos.
Llegados al año 2010 ya eran muchas las empresas que habían caido, algunas de renombre, otras no tanto y muchas de ellas pequeñas, alguna cooperativa, la gran mayoría con algún tipo de relación con el sector de la construcción, que como se decía entonces, suponía el 25 %, en palabras de algún político, del PIB. Un PIB que por más crisis que hubiera jamás perdió la compostura, algo que un buen puñado de economistas no logró entender. Ya en aquellos tiempos en el foro empezamos a plantearnos la posibilidad de que todo tipo de cifras estuvieran, digamos tocadas. Cualquier indicador macro podía estar severamente manipulado y todos aquellos que se divulgaban periódicamente y que sin duda tenian un impacto en la opinión pública, a través de los medios de información, lo estaban.
Los primeros años de la década estuvieron conformados por toda una retahila de protestas, mal encauzadas y producto del hartazgo del populacho, con los políticos. Así a cada concentración le seguía otra, en 2010, 2011 o 2012 fundamentalmente, con variopintos nombres, generalmente rodeando el congreso o rodeando algún acto público, escrachando a algún político o sencillamente realizando una concentración de protesta o manifestación, muchas de ellas convocadas desde sindicatos u organizaciones nacidas al efecto o creadas ad hoc, no entraré en quien estaba detrás o quien se beneficiaba, sobre todo por haber participado en alguna y no tener en absoluto constancia de que hubiera algún tipo de mano de color, en la mayoria de los casos, más aún cuando la asistencia a dichas concentraciones era casi testimonial y en muchas ocasiones no dejaban de ser un puñado de chavales acompañados por algunos mayores, lo cual no animaba a la gente a concentrarse posteriormente.
Paralelamente, en el mundo inmobiliario nacían plataformas como afectados por la hipoteca, dejando constancia de que los usuarios se movilizaban, mientras que en el otro lado, eran los bancos y la aparición de holdings, conocidos como fondos buitre, los que hacían acto de presencia, para arramblar con un mercado de vivienda prácticamente inexistente. Fueron los años en los que vimos a gente suicidarse por no poder pagar hipotecas y ser desahuciados, pero también en que la sociedad de una manera más o menos organizada(no de forma suficiente claro está), a través de movimientos como el 15M, indignados o la mencionada PAH, se mostró públicamente rabiosa por una situación que no hacia más que empeorar(y como sabemos ha seguido haciéndolo).
LA INDIGNACIÓN Y EL RENACIMIENTO POLÍTICO
Fruto de todo un movimiento de indignación y nacidos en el mundo mediático, nacieron formaciones políticas como podemos, de la mano de Pablo Iglesias Turrión, un profesor suplente universitario, que supo capitalizar la indignación con un discurso coherente y que conectaba perfectamente con las necesidades de la gente, sobre todo de aquellos que habían sido golpeados por la crisis. También supo sacar rédito de esa situación Albert Rivera, ya ex líder de la formación política Ciudadanos, ambos, pero no únicos, llamados a realizar un profundo cambio en el bipartidismo, que era percibido por mucha gente como el causante o quizá como el catalizador de una situación que muchos de ellos no podían soportar por más tiempo.
Por suerte o por desgracia, muchos de los nuevos grupos tocaron poder bastante pronto, sin tener ninguna experiencia previa y ello mientras se articulaban cambios dentro de dichas formaciones a la vez que sus políticas y programas eran de todo menos concretas e inmutables. Si el discurso de sus lideres era en muchas ocasiones intachable, el contenido programático y la actuación, tanto de los lideres como de aquellos cercanos a ellos, dejaba en ocasiones perplejo a los potenciales votantes, produciéndose, incluso en un mismo mes, cambios notables en la política.
La irrupción de nuevas formaciones, detonada sin duda por una situación económica que se estaba prolongando en el tiempo, no tuvo el efecto que desde dichas organizaciones se esperaba. La representación de las mismas ha tenido poca capacidad de cambiar hechos dentro del panorama político español, y cuando ha sido así, como el caso de podemos, que no olvidemos llegó a tener 69 diputados, se ha diluido por no poder llevar a cabo sus políticas, no pudiendo numéricamente sumar apoyos con el que seria su socio natural, el PSOE. Lo único que sabemos ya a estas alturas es que el rédito político de todas las formaciones surgidas al calor de la crisis está casi acabado, en algunos casos dilapidado por mala gestión política, como es el caso Ciudadanos, en otros casos como podemos, debido al buen hacer de su aliado pero también enemigo natural, puesto que ocupa el mismo espacio político, el PSOE.
ESPAÑA SE ROMPE
Si hay algo en lo que concuerdo con algunos profesores universitarios es en esto, Cataluña no habría intentado un proceso de escisión si no hubiera habido crisis. Como se suele decir, a perro flaco todo son pulgas. En la segunda mitad de la década, Cataluña intentó, sin éxito, llevar a cabo un proceso de independencia, dandole tintes de legalidad a través de su propio ordenamiento jurídico.
El llamado prusés fue un intento, bastante retorcido, por parte de unos pocos, aupados por buena parte de la sociedad catalana eso si, de conculcar el orden constitucional, que como sabemos no permite la independencia de una región. Lo cierto es que de una manera bastante chapucera, en la medida en la que el estado español intentó parar la fallida consulta del 1 de octubre de 2017, la sociedad catalana mostró, por una parte, su deseo de independizarse de españa, y por otro el deseo de muchos catalanes de no ceder a un engaño, articulado como consulta legítima, pero llevado a cabo de una forma, como antes he mencionado, bastante torpe.
Desde muchos ámbitos políticos, alguno de ellos por parte de los ya consolidados partidos del cambio, se dio alas a dicho movimiento independentista. Alguno de sus lideres llego a dar el visto bueno a una consulta, mientras que se afirmaba, y todavía se insiste en ello 3 años después, de que la solución es una vía negociada. Con los resultados de las más recientes elecciones en la mano está meridianamente claro que la posición de determinados partidos, en lo que se refiere al proceso de independencia catalán, ha sido la gota que ha colmado el vaso de su electorado, y así alguno de ellos ha sufrido un castigo electoral, como es el caso de podemos, que siempre se ha posicionado a favor de una hipotética consulta.
Lo demás ya es conocido, por reciente, huida de Carles puigdemont a bélgica y condena, bastante light en opinión de muchos, al resto de lideres y capitanes del llamado prusés. Ni para los constitucionalistas ni para los independentistas parece haber un término medio, tal y como no lo hay para un proceso de independencia, pues una nación-estado o lo es o no lo es, y ahí es imposible que haya un punto de acuerdo. Como dije al principio y me reafirmo, este proceso no se habría producido de no tener como catalizador a la crisis, una crisis que sigue ahí, tan silenciosa y enquistada como negada desde casi todos los ámbitos públicos.
FINAL DE LA DÉCADA, PENSIONES Y VIOGEN
Los temas estrella de finales de la década son aquellos que tienen que ver con el comienzo de la siguiente, algo que va a comprometer el futuro de españa para las próximas generaciones y algo que no se resuelve por falta de voluntad política. Las pensiones y su sostenibilidad son algo clave, que está erosionando las cuentas y sobre todo creando malestar casi en todos los niveles de la sociedad española. Los pensionistas son un grupo amplio y más aún cohesionado, y lo que es clave, con una red familiar de personas dependientes, que los convierte en un colectivo amplio, el más amplio y con mayor poder de decisión y capacidad de cambiar gobiernos.
A ellos fundamentalmente están dirigidas toda una batería de medidas adoptadas en estos últimos tiempos, sea posponer el factor de sostenibilidad de pensiones, sea ligar la cuantía de las mismas al IPC, todas ellas medidas que tienen una repercusión negativa, en palabras de prácticamente cualquier economista, en la economía. Con la conocida hucha de las pensiones liquidada ya sólo queda, en la práctica, tirar de préstamos y de las ayudas del BCE, que tan generoso ha sido con la economía española(a costa de comprometer a las próximas generaciones de españoles hay que añadir), o bien aumentar el expolio fiscal a los españoles para financiar con impuestos unas pensiones, que con la jubilación del baby boom en el horizonte del fin de la próxima década, no hacen sino crecer.
Capítulo aparte merece la violencia de género y su tratamiento en los medios. Para algunos de nosotros esto ha servido para retratar a muchos y muchas, en el ámbito mediático, y definir claramente y sin ambages a mucha gente que se pasea por televisiones o que sienta cátedra o pontifica sobre el tema, a veces en universidades, a veces en las redes sociales y otras desde la prensa escrita, todos ellos siervos de una nueva forma de pensamiento que está siendo identificada con posiciones de izquierda o marxismo cultural, pero insisto no sólo adoptada desde la política, sino también desde otros ámbitos que a priori poco tendrían que ver con ella, estando claro que mucha gente se está mimetizando claramente con dicha forma de pensamiento.
Si a principios y mediados de la década que termina, la viogen era un tema menor, no tratado de soslayo, pero desde luego no el primero en abrir un noticiario, a finales el bombardeo es de tal calibre que en ocasiones el que lee o ve las noticias y escucha a los interlocutores llega a tener la impresión de que vive en un estado distópico y que la realidad se convierte en una suerte de película, en la que la presa es el varón blanco heterosexual, mientras que los cazadores son todos los demás, desde la hembras heterosexuales al resto de varones que se suman a aquellas. Lo cierto es que el hecho, lejos de calmar animos, algo que haria bastante falta, no hace sino añadir crispación a una españa que ha pasado a estar crispada, a principios de la década, a directamente violenta y a punto de desatar la violencia si se dan ciertos condicionantes, algo que era complicado a finales de la década pasada pero que ya no parece tan lejano ahora.
¿COMO ACABARÁ ESTO?
La pregunta del millón. Llegamos a 2020 en un estado de máxima extenuación, la situación económica, pese al bombardeo mediático, está lejos de resolverse, y la pobreza de una parte bastante significativa de la población, ha pasado a ser crónica. Para ese grupo, que Santiago Niño Becerra incluía en su españa 1/3(españa en tres tercios), concretamente el tercio que no, no parece haber solución y si la hay pasa por extender las ayudas existentes, que a todas luces se harán insuficientes, en la medida en que la situación de mucha de esta gente se alargue en el tiempo.
La próxima década verá morir a muchos de los que llamamos generación langosta, padres del baby boom, algunos de los cuales comenzarán a jubilarse a finales de la década. Cuando parte de dicha generación langosta caiga, se producirán hechos bastante relevantes. Por un lado y desde el punto de vista inmobiliario, muchos inmuebles bajarán de precio a la vez que los hijos intentarán soltar lastre. La cantidad de inmuebles en determinadas zonas hará que los precios se desplomen. En muchas localidades, deprimidas económicamente el desplome será de una magnitud no conocida, no teniendo en realidad ninguna repercusión ya que dichas zonas no tendrán demanda por parte de compradores al no presentar ningún aliciente su compra y si un problema en el sentido de suponer gastos.
Allá donde haya fuerte demanda no se producirán bajadas por efecto oferta demanda, las habrá, pero no serán de consideración. La baja natalidad comenzará a hacerse notar en determinadas áreas de españa, se nota ya pero la ausencia de niños, cierre de colegios, guarderías, será el pan nuestro de cada día. Ese promete ser el hilo conductor de la década que está por estrenarse, acompañado de un aumento del ataque desde los medios al varón blanco. Si metemos en la ecuación las políticas llevadas a cabo desde la izquierda(y ojo desde la derecha en su momento), con la inmi gración ilegal, tenemos un cóctel que va a costar bastante digerir y que va a ocasionar no pocos problema de orden público.
Con todo el mayor problema, porque lo es numéricamente, sigue estando en las pensiones. Ya no quedan casi economistas que no aboguen por una reducción, unos mayor y otros menor, de las cuantías de las actuales pensiones. Casi todos, por no decir todos, recomiendan ahorrar para poder compensar esa rebaja. Por contra la temporalidad en el empleo y la escasa cuantía de los salarios, sobre todo de los jóvenes, hace de esa recomendación poco más que una quimera. En línea con los postulados de SNB es probable, aunque no seguro, que a medida que progrese la década, se lleve a cabo algún intento de renta básica. En un país como españa, con las tasas de dependencia que hay, donde los jóvenes apenas pueden salir de casa paterna pasados los 30, y donde la pensiones de viudas, abuelos o padres, soportan en buena medida la economía de gente joven y no tan joven, habrá que ver el impacto que la desaparición de una generación tiene en la economía familiar.
Por supuesto y para terminar, y creo que la cita lo resume todo, porque quien la ha dicho sabe de esto más que nosotros, "las próximas generaciones de españoles vivirán peor que sus padres", y creo firmemente que esto comenzará a visibilizarse sin ir más lejos está década, con toda su crudeza.
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