Torrente Ballester
Madmaxista
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Rajoy es el puñetero Amo. Reconócelo; tú también lo piensas
Todos los españoles pidiendo que se presente a la investidura de presidente del gobierno, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, desde el más analfabeto al más experto jurista; desde el medio más afín al más "desafinado"; todos, absolutamente todos piden a Rajoy que se presente a la investidura.
Ya se dijo en su día, sobre el 20D, que "una palabra suya bastó para..." hundir al PSOE y a Ciudadanos, dicha en el extranjero y por la bajini (Podemos, segundo), vamos, que de esta, como sigamos así, lo convierten en dios de una única y todopoderosa religión.
Rajoy es el puñetero Amo. Reconócelo; tú también lo piensas
p.s. Edito. La verdad es que tiene un contrincante que, si se conociera...
Pedro Sánchez era Jefe de gabinete en los bombardeos a civiles en Yusgolavia... y muchísimo más
La verdad es que el "fenómeno Rajoy" es curiosísimo. En 2008, toda la izquierda quería y alababa a Rajoy porque creían que sería fácilmente manipulable. Los suyos no lo querían porque sabían que los dejaría caer.
Ahora toda lo que no es PP está en su contra: ¿temerán que los deje caer o los empuje al precipicio? No sé, pero me da la impresión de que la gente no conoce a Rajoy. Yo también me extrañaba allá por 2008 cuando leía el artículo que voy a copiar en spoiler y que deja bien claro cómo es Rajoy, lo que le hicieron y lo que haría y hará con todos estos que están "acosándole": caerán, tomad nota.
... este artículo -escrito en 2008, cuando lo mejor que se le llamaba a Rajoy era vago y maricomplejines-, por su relación con la actualidad y para que sirva de reflexión a los "listos mediáticos y sus corifeos", que en aquel momento eran todos... ¿Qué pensarán ahora, a 21 de febrero de 2013?
EL CAMBIO. A destacar...
Entre septiembre de 2003 y octubre de 2004 Aznar tuvo apartado a Rajoy de los “puntos calientes” del PP. Rajoy fue nombrado “líder” del PP. Pero estuvo fuera de los entresijos y los tejemanejes del 11-M y de los asesinatos de Leganés, así como de la desaparición de pruebas. No pertenecía ni podía observar al gobierno desde septiembre de 2003, durante ese período previo y posterior a los atentados. No podía ni pudo controlar el aparato del partido, al tener por encima al presidente del Partido Popular, José María Aznar, hasta octubre de 2004; y al equipo nombrado por Aznar y Aguirre hasta mediados de 2008.
Los anti-España alaban a Rajoy, a sabiendas de que así, los anti-demócratas saltarán como una jauría sobre Rajoy por ser defendido por los de izquierdas
Todavía no conocen a Rajoy; merece la pena leer el artículo.
Ampliación
Pues todos siguen a lo suyo.
El PSOE y Ciudadanos exigiendo que Rajoy vaya a una investidura sin apoyos suficientes, como si fuera obligatorio. Sin importar los españoles; importando solo la venganza y el repruebo. ¡Lo tienen claro, por los huevones!
Todavía no se han enterado de varias cosas, entre ellas:
- Rajoy, como presidente del gobierno (aunque esté en funciones), tiene el recurso de acudir a consultar al Consejo de Estado, en cuyo caso nos iríamos a después de octubre.
- Una de las leyes que regula el Consejo de Estado, la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno, fue reformada en 2003 y esta reforma está vigente hasta el 02 de Octubre de 2016; pero Rajoy ya se ocupó de la reforma de la Ley 50/1997, del Gobierno, que entrará en vigor el 2 de octubre de 2016, con las consiguientes aplicaciones a gobiernos, gobiernos en funciones, etc.
- Las normas consultivas y las preceptivas del Consejo de Estado, que son inapelables e intransmisibles a otros órganos u organismos.
- Ley Orgánica del Consejo de Estado. Texto consolidado.
Podrían ser asuntos urgentes:
1.- Posible Consulta al Consejo de Estado.
2.- Informar sobre la posible aprobación, con el gobierno en funciones, del techo de gasto y los presupuestos como caso urgente y necesario.
Gobernar a base de Real Decreto de urgencia es otra forma de alargar la situación hasta que se desgasten "los enemigos".
Ya hay antecedentes "preparatorios":
BOE 183, de 30/07/2016, sobre evaluaciones de ESO y Bachillerato
R. D. 310/2016, V
...
Según el artículo 21.3 de la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno, un Gobierno en funciones como el que aprueba este real decreto debe limitar su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos y abstenerse de adoptar cualesquiera otras medidas, salvo casos de urgencia debidamente acreditados o por razones de interés general cuya acreditación expresa así lo justifique, razones ambas que concurren en este supuesto.
...
Y creo que todo esto es una parte del ya conocido como posible "periodo de reflexión" (Rajoy dixit), si no se llega a acuerdos de investidura. FIN DE LA CITA.
Rajoy metió la pata hasta abajo en el debate previo al 20D. De ahí viene el enfrentamiento irreconciliable entre Pedro Sánchez y Rajoy; un enfrentamiento que es más que posible que estuviera preparado, ya que el moderador de aquel debate del 20D fue un asesor de Pedro Sánchez: Manuel Campo Vidal.
30/11/2014
Los fichajes de Pedro Sánchez para llegar a La Moncloa: Manuel Campo Vidal, Contrapunto…
Acaba de contratar al experto comunicador para mejorar la telegenia y a la agencia para las campañas de publicidad.
La manipulación elevada a su máximo exponente.
Otro al que Rajoy dejará caer, ¡al tiempo!
De la ¡Agencia americana!, ¿qué decir? Ya veremos
18/08/2016
Rajoy irá a la investidura el 30 de agosto y si fracasa las terceras elecciones serían el 25 de diciembre
La mayoría de los menos-media (lo de mass-media les queda grande) dicen que "Rajoy se compromete a firmar las condiciones de Albert Rivera"; pero no es cierto; Rajoy le pasa la "bola" al Congreso (no al gobierno), de manera que los que firman y se comprometen a impulsar las 6 medidas de Ciudadanos son los portavoces parlamentarios del PP y de C's, que no es lo mismo que los presidentes de los partidos o aspirantes a presidentes del gobierno; hay diferencias entre gobierno y Congreso; entre portavoces en el Congreso y presidentes de los partidos, etc.
Mañana, viernes, Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, portavoces parlamentarios de PP y C's, firmarán acuerdo.
Recuerdan lo de Sánchez-Rivera? Pues eso, que no es lo mismo.
Es decir: Rajoy es el puñetero amo, os pongáis como os pongáis y aunque no queráis verlo. Se irá cuando él quiera irse y dejará caer a todo el que haga lo que para él sea incorrecto; pero los dejará caer por su propio peso, sin que se le mueva un pelo y sin gastar energías en enfrentamientos, al más puro estilo Sun Tzu, como desde siempre viene haciendo. Y el que no lo vea es que no puede o no quiere verlo.
ienso:
Todos los españoles pidiendo que se presente a la investidura de presidente del gobierno, desde la extrema izquierda a la extrema derecha, desde el más analfabeto al más experto jurista; desde el medio más afín al más "desafinado"; todos, absolutamente todos piden a Rajoy que se presente a la investidura.
Ya se dijo en su día, sobre el 20D, que "una palabra suya bastó para..." hundir al PSOE y a Ciudadanos, dicha en el extranjero y por la bajini (Podemos, segundo), vamos, que de esta, como sigamos así, lo convierten en dios de una única y todopoderosa religión.
Rajoy es el puñetero Amo. Reconócelo; tú también lo piensas
p.s. Edito. La verdad es que tiene un contrincante que, si se conociera...
Pedro Sánchez era Jefe de gabinete en los bombardeos a civiles en Yusgolavia... y muchísimo más
La verdad es que el "fenómeno Rajoy" es curiosísimo. En 2008, toda la izquierda quería y alababa a Rajoy porque creían que sería fácilmente manipulable. Los suyos no lo querían porque sabían que los dejaría caer.
Ahora toda lo que no es PP está en su contra: ¿temerán que los deje caer o los empuje al precipicio? No sé, pero me da la impresión de que la gente no conoce a Rajoy. Yo también me extrañaba allá por 2008 cuando leía el artículo que voy a copiar en spoiler y que deja bien claro cómo es Rajoy, lo que le hicieron y lo que haría y hará con todos estos que están "acosándole": caerán, tomad nota.
... este artículo -escrito en 2008, cuando lo mejor que se le llamaba a Rajoy era vago y maricomplejines-, por su relación con la actualidad y para que sirva de reflexión a los "listos mediáticos y sus corifeos", que en aquel momento eran todos... ¿Qué pensarán ahora, a 21 de febrero de 2013?
EL CAMBIO. A destacar...
Entre septiembre de 2003 y octubre de 2004 Aznar tuvo apartado a Rajoy de los “puntos calientes” del PP. Rajoy fue nombrado “líder” del PP. Pero estuvo fuera de los entresijos y los tejemanejes del 11-M y de los asesinatos de Leganés, así como de la desaparición de pruebas. No pertenecía ni podía observar al gobierno desde septiembre de 2003, durante ese período previo y posterior a los atentados. No podía ni pudo controlar el aparato del partido, al tener por encima al presidente del Partido Popular, José María Aznar, hasta octubre de 2004; y al equipo nombrado por Aznar y Aguirre hasta mediados de 2008.
Los anti-España alaban a Rajoy, a sabiendas de que así, los anti-demócratas saltarán como una jauría sobre Rajoy por ser defendido por los de izquierdas
Rajoy, de "líder" a Líder. Por Dosydos
Paz Digital.- Por su relación con la actualidad, subimos a portada este artículo -escrito en 2008, cuando lo mejor que se le llamaba a Rajoy era vago y maricomplejines-, por su relación con la actualidad y para que sirva de reflexión a los "listos mediáticos y sus corifeos", que en aquel momento eran todos... ¿Qué pensarán ahora, a 21 de febrero de 2013?
EL CAMBIO. A destacar...
Entre septiembre de 2003 y octubre de 2004 Aznar tuvo apartado a Rajoy de los “puntos calientes” del PP. Rajoy fue nombrado “líder” del PP. Pero estuvo fuera de los entresijos y los tejemanejes del 11-M y de los asesinatos de Leganés, así como de la desaparición de pruebas. No pertenecía ni podía observar al gobierno desde septiembre de 2003, durante ese período previo y posterior a los atentados. No podía ni pudo controlar el aparato del partido, al tener por encima al presidente del Partido Popular, José María Aznar, hasta octubre de 2004; y al equipo nombrado por Aznar y Aguirre hasta mediados de 2008.
Los anti-España alaban a Rajoy, a sabiendas de que así, los anti-demócratas saltarán como una jauría sobre Rajoy por ser defendido por los de izquierdas
Rajoy, de “líder” a Líder
El Cambio
Dosydos
Paz Digital, 04-06-2008.- Se aproxima el XVI congreso del Partido Popular y la lucha por el poder político-mediático pone en escena, como asunto prioritario, los conflictos internos (o así deberían ser, internos) del principal partido de la oposición; el airear los problemas del PP está nublando la percepción de los verdaderos problemas que está sufriendo España, permitiendo que el Gobierno haga o deje de hacer cualquier cosa, sin ningún control frente al PSOE.
Se pretende destruir al PP con el intento de desgaste del Líder del PP, al que los enemigos de España y los enemigos de la democracia pretenden desbancar, unos por unas causas y otros por otras, pero con el mismo objetivo: echar a Rajoy para que no quede un líder fuerte que defienda, al mismo tiempo, la unidad de España y la democracia. Los anti-España alaban a Rajoy, a sabiendas de que así, los anti-demócratas saltarán como una jauría sobre Rajoy por ser defendido por los de izquierdas; los afines a la anti-democracia, herederos o creadores de una ideología dictatorial, utilizan la pelota que les pasa la izquierda para lanzarla hacia Rajoy. De esta manera se alimenta la confrontación; los de izquierdas creen que ganan terreno en su camino hacia la destrucción de España y los extremistas más o menos confesos de derechas creen avanzar hacia la dominación y el poder de un Partido que no les corresponde, para lo que ya tienen otros partidos preparados para absorber a los disidentes, de manera que los disconformes del PP se vayan a ellos, con la esperanza de hacer un trasvase casi total. Lo que hicieron con UCD. Y si la cosa no se resuelve por las buenas, ¡para eso están las armas y los golpes de Estado! Y en ello estamos; por la derecha y por la izquierda presionando, desde dentro traicionando, y mientras la mayoría de los españoles no llegan a fin de mes, pero esos ULTRAalgo no se encuentran entre la media de los españoles y poco les importa que se hunda el templo con todos los filisteos dentro.
Los informativos de la televisión –que es lo que cuenta- abren y cierran con problemas internos del PP; son noticia “por su lengua” los periodistas, noticias nutridas por agencias que las extraen de medios digitales y de papel por el morbo del enfrentamiento político-mediático llenan la hipnotizadora pantalla.
“Todos contra el PP; Caminar separados, golpear juntos”, desde dentro y desde fuera, por la derecha y por la izquierda y desde el centro.
Voy a hacer un inciso para aclarar algunos conceptos relacionados con ciertos términos que se utilizan para denominar a los responsables de grupos sociales, no en sentido estricto y oficioso (que ni los sociólogos se ponen de acuerdo), sino en el sentido que utilizaré más abajo las expresiones: Observador, “líder”, líder y Líder.
A los efectos que nos ocupan en este escrito, llamaremos Líder al jefe del Grupo, cuya responsabilidad y cumplimiento de las normas recae sobre él en términos absolutos; es decir, ante desavenencias, y previas consultas (o no) es su opinión y su autoridad la que se impone. El Líder, entre otras cosas, debe imponer lo que se conoce como disciplina y su autoridad en cualquier Grupo; así funciona la familia, la escuela… y cualquier grupo social que funcione correctamente. Sin la autoridad de un Líder que imponga una disciplina no hay grupo cohesionado que funcione. El verdadero Líder sabrá hacer grupos dentro del grupo y pondrá un líder a liderar cada uno de esos grupos más pequeños. Cada uno de estos líderes debe respetar la disciplina del grupo y del Grupo, debe ser respetado por los componentes de su grupo, y debe respetar a su Líder.
Pero en todo grupo social –léase familia, aula educativa, partido político…- hay elementos discordantes, por incompetentes, traidores o rebeldes o cualquier otra razón. El Líder debe expulsar del Grupo a los insalvables, bien mediante una orden o bien haciendo que se vayan por su propia voluntad, pero no debe echar a los que resulten útiles al Grupo o que de su expulsión se pudieran derivar desavenencias en el Grupo, que suelen ser los más rebeldes o los que viven de la compasión de los demás. A éstos inexpulsables pero discordantes, el verdadero Líder les da una ocupación que les mantenga ocupados; a ser posible, ocupación relacionada con cierta responsabilidad sobre aquello de lo que protestaban; es lo que hace un buen padre o profesor con un joven que tira los papeles al suelo; lo coloca como responsable de orden y limpieza, le hace que sea él el que deba imponer esta disciplina a los demás miembros del grupo. Es lo que hizo Aznar con ciertos personajes del PP vasco, allí en donde están relacionándose a diario y de buen rollito con sus amigos y familiares batasunos, nacionalistas y separatistas; el entonces Líder del PP dio cargos importantes a los que eran íntimos amigos de los socialistas del PSE en el País Vasco (sus escarceos y sus cenas a espaldas de guardaespaldas son más que conocidos por aquellas tierras), les puso como responsables del PP vasco o de Interior y los convirtió en defensores de la integridad de España en vez de defender “violencia no, pero hombre, comprendo que…”. Los ejemplos más representativos son Mayor Oreja y María San Gil, amigos de ciertos individuos de sectores no poco separatistas, dándoles el protagonismo que pretendían dar al terrorismo vasco en una España en la que ni ellos representan a todas las víctimas de ETA, ni mucho menos son representantes de la mayoría de los problemas que tenemos los españoles.
Sin embargo, si para un Líder es relativamente fácil anular o camuflar la discordia, situando como líder del grupo conflictivo al elemento discordante, cuando pretende preparar planes y acciones poco éticas y/o prevé que no las evitará, no es tan fácil deshacerse de lo que llamaremos Observador Indeseable, un elemento que pertenece al grupo de elementos serviciales, respetuosos y exigentes cumplidores de las normas y de la disciplina, y que, además de sus cualidades como elemento del grupo, observa, es inteligente y tiene conocimientos y firmes criterios éticos (estrictos) sobre el asunto que ocupa al grupo: el mejor gobierno de España, para el caso que nos ocupa.
Si el Líder pretende emprender y/o no evitar acciones que no están de acuerdo con los criterios éticos fijados por (y para) el Grupo, mantendrá cerca de él a los líderes de grupos que son de confianza a la hora de “tapar” acciones y de “borrar” pruebas, pero alejará de su entorno al Observador Indeseable, que, por sus características (de inteligencia y sentido ético y de la disciplina), no será expulsado, sino que será destinado a un puesto de alta responsabilidad, se convertirá en “líder” (con comillas), nombrado a dedo por su propio Líder, de manera que el nombramiento como “líder” le obligue a estar alejado de la primera línea de acción del Líder hasta que las acciones sean efectuadas y las huellas, borradas. Es el caso de lo que hizo Aznar con Rajoy.
Rajoy, “líder” (con comillas)
A partir de aquí, y por no alargar las expresiones, utilizaré los términos “sabía”/“no sabía” en el sentido de que no hay datos objetivos que permitan afirmar que, por cargo, tuviera la obligación de saber (o no saber). Aviso también de las repeticiones que leerán en este escrito; son intencionadas.
A poco que se conozca de la historia reciente del PP, y como decíamos muchas veces en Paz Digital, recordará el lector que en enero de 2002, durante el XIV congreso del PP, gobernando con mayoría absoluta, Aznar ratificó que se iba, que dejaría la presidencia del PP y que no se presentaría a las siguientes elecciones. Como dijimos varias veces en Paz Digital, desde principios de 2003, se podría entender el hecho de dar paso a otros como candidatos a La Moncloa, pero no nos encajaba que dejara la Presidencia del PP en su “edad de oro”, si no era porque pensaba en algo más jugoso y posiblemente en algunas acciones poco éticas.
Desde enero de 2002 el tiempo pasaba y Aznar no resolvía su sucesión, algo que, de no tener nada que ocultar, por lógica debería haber hecho en el XIV congreso del PP con la aprobación de los demás miembros. Pero no, Aznar espero al límite. Fue el día 1 de septiembre de 2003 cuando Aznar, siendo presidente del PP y del Gobierno (¡con mayoría absoluta!) propuso a Rajoy como candidato a la Moncloa.
La Dirección Nacional del PP aprobó la candidatura y el día 3 de septiembre de 2003 Rajoy fue retirado del puesto de Observador Inconveniente, despojado de poder (observar), sin ser líder del PP ni de ningún grupo (Aznar seguiría siendo presidente del PP hasta octubre de 2004), Mariano Rajoy se convirtió en candidato a La Moncloa, a sabiendas –tal vez- de que no llegaría a ella, de lo que se encargarían Aznar, Acebes, Zaplana, Aguirre, etc. No hay más que recordar la campaña que hicieron antes de las elecciones de 2004, apoyados por los medios que decían estar en la cuerda del PP, pero que estaban en la cuerda de Aznar (y de caminar camuflados hacia el federalismo de los Estados Unidos… ¿de Iberia?); es decir, los supuestos medios afines estaban en línea de alejar a Rajoy de un puesto desde el que pudiera ver lo que no querían que viera; y llegó la masacre del 11-M.
Pero, puntualicemos. Rajoy, como buen elemento del Grupo, que creía en su ideología y en la defensa de España, pero conocía y respetaba las normas, en 2003 respetó a su Líder y cumplió con la disciplina del grupo sin rechistar. Pasó a ser un “líder” (con comillas) puesto que lideraba –en apariencias- a un grupo de perdedores y tenía como cabeceras de los grupos correspondientes a los mismos líderes nombrados por el Líder Aznar, que vigilarían y torpedearían a Rajoy con la ayuda mediática incondicional de sus supuestos afines, pero en realidad defensores de lo que fuera que propiciara la desmembración de España al estilo del fiel servidor del imperio federal.
De que Rajoy era un “líder” a dedo, y de que entonces no tenía cualidades de líder no creo que dude nadie. En Paz Digital lo dijimos muchas veces y añadíamos, entonces, y mantenemos ahora que Rajoy había sido nombrado para desmembrar al PP y así, mientras se reconstruye otro partido, dar paso a la desmembración de España. Sin embargo, Rajoy ha cambiado, no en ideología sino en su calidad de líder, pasando de “líder” a Líder. Después lo veremos.
Tras la propuesta de Aznar (el 1 de septiembre de 2003) y la aprobación de la Dirección Nacional del PP, el día 3 de septiembre de 2003, Rajoy abandonó todos sus cargos en el Parlamento y en el Gobierno para ocuparse de preparar su candidatura a La Moncloa.
Así es como Rajoy fue alejado por Aznar de todo aquello que se gestara desde el poder del Gobierno de España antes, durante y después de las elecciones generales de 2004 hasta que tomó el poder el PSOE, que había ganado las elecciones. Fue así como Rajoy, al perder las elecciones, no tenía poder en el Gobierno del 11-M, ni sabía nada de acciones, ni de borrado de pruebas, ni de cómplices…; Rajoy había sido alejado en septiembre de 2003, había perdido las elecciones, y seguía alejado de la primera línea de Aznar, y de la primera línea de poder en el PP.
Rajoy, desde fuera del gobierno, había sido candidato a La Moncloa, pero no sabía nada de las acciones del gobierno Aznar ni antes, ni durante ni después del 11-M; como tampoco sabía Rajoy de lo que quisieran ocultarle en el PP, ya que como presidente del PP siguió Aznar hasta octubre de 2004.
Los días 1, 2 y 3 de octubre de 2004 se celebró el XV congreso del PP, que fue presidido por Esperanza Aguirre, siendo presidente del PP José María Aznar.
Tras fijar las líneas para la siguiente etapa del Partido Popular (hasta ahora, junio de 2008), con Aguirre como presidenta del congreso y Aznar como presidente del PP, el día 3 de octubre de 2004 fue clausurado el congreso, que terminó con el nombramiento de Rajoy como presidente del Partido Popular y de Aznar como presidente honorífico.
Durante el XV congreso, antes de ser nombrado Rajoy como Presidente del PP, se encargaron Aznar y la presidenta del congreso, Aguirre, de que los fieles colaboradores de Aznar se quedaran en el partido pegados a Rajoy, controlando sus actos, bien directamente o mediante fieles “peones”; así seguirían, entre otros, Elorriaga, Acebes, Zaplana, Rato, Juan Costa, Mayor Oreja, etc., entre cuyos peones, por su relevancia mediática destaca María San Gil, y de Aznar vendría el seguimiento de sus “medios afines al imperio federal” para hacer ver que Rajoy decía lo que no decía o apoyaba lo que no apoyaba. Rajoy, como “líder” quedaría atado de pies y manos a los últimos actos del gobierno PP, a la gestión que Aznar y sus próximos hicieron del 11-M y a las actividades de toda la legislatura 2004-2008, pero teniendo que soportar el peso de dar fuerza a los españoles masacrados, aterrorizados y con pocas esperanzas.
Entre septiembre de 2003 y octubre de 2004 Aznar tuvo apartado a Rajoy de los “puntos calientes” del PP.
Rajoy fue nombrado “líder” del PP, pero estuvo fuera de los entresijos y los tejemanejes del 11-M y de los asesinatos de Leganés, así como de la desaparición de pruebas, por no pertenecer ni poder observar al gobierno desde septiembre de 2003, durante ese período previo y posterior a los atentados, y por no poder controlar el aparato del partido por tener por encima al presidente del Partido Popular, José María Aznar, hasta octubre de 2004.
De que Rajoy cargó sobre él con una España masacrada, aterrorizada, deshecha y sin esperanzas no cabe duda. De que no lo hizo por dinero (objetivo de muchos líderes), tampoco hay duda. Del sentido de la ética, del respeto a la disciplina de grupo y al Líder de entonces (Aznar), del cumplimiento de las normas por parte de Rajoy, etc., solo hemos podido observar el silencio, que es lo que observamos en cualquiera que, siendo “líder” de un grupo, pretende unos ideales (para España, en este caso) que solo encuentra en el grupo al que pertenece, el PP. Es la única manera de mantenerse firme dentro de las posibilidades, el no hablar de las imposiciones ni de lo imposible. Eso hace un verdadero líder que quiera tras*mitir seguridad, y luchar por sus ideales.
Todo responsable de un grupo debe tragarse los conflictos que no tenga capacidad para resolver, y debe esperar pacientemente, y en silencio, a que se den las circunstancias para que los ideales del grupo puedan convertirse en objetivos concretos no impuestos ni deformados por su anterior Líder; es el momento de la tras*formación y del cambio, no de cambio de ideales ni de ideología, sino todo lo contrario, de marcar los objetivos que puedan plasmar en la realidad los ideales que pretende el grupo; es el momento de cambiar las “lacras” por un caminar hacia adelante, sin olvidar el pasado, de aprovechar lo bueno y aprender de lo malo; es el momento en el que el “líder” puede convertirse en Líder.
EL CAMBIO
Rajoy tiene la primera oportunidad de convertirse en Líder del PP
Rajoy, hasta ahora, ha seguido la doctrina del PP fijada en el XV congreso de octubre de 2004, antes de ocupar Rajoy la presidencia del PP.
Sin opciones para cambiar las imposiciones ni los condicionantes y personajes impuestos por Aznar, que fueron impuestos en el último congreso del PP que se celebró, con el consiguiente bloqueo de información por parte de los líderes de grupos y peones correspondientes a la imposición de Aznar, negándole a Rajoy información de interés, incluso desde su propia sede central; tras ganar el PP las elecciones locales y autonómicas, llegaron las elecciones generales de 2008 y Rajoy ganó en las urnas. Fue el candidato más votado y consiguió quitar votos al PSOE. Otra cosa es que el Rey propusiera como Presidente a Zapatero, habiendo obtenido muchos menos votos que Rajoy (en Madrid, que es en donde se presentaba Rajoy frente a Zapatero) y habiendo conseguido el PP más votos que el PSOE (sin la trampa del PSC), amén del recuento del que habría mucho que decir...
En ese momento, Rajoy tenía dos opciones: irse o quedarse. Si se quedaba, con cuatro años por delante antes de otras elecciones generales, debería dejar atrás el “líder” impuesto (y con imposiciones y torpedos) para convertirse en un verdadero Líder que “hiciera su equipo”, dejando atrás el equipo impuesto por Aznar, que arrastraba además la lacra de una masacre, sin que Rajoy estuviera “manchado” por los atentados del 11-M/Leganés, ni en errores previos, ni durante los atentados ni en la gestión que se hizo de ellos, por estar fuera del gobierno desde septiembre de 2003, y fuera de la presidencia del PP hasta octubre de 2004. En eso debía consistir el CAMBIO de Rajoy. Y así lo hizo.
Pero como todo Líder que crea en lo que pretende conseguir, debe deshacerse de los elementos discordantes de la manera más silenciosa posible y tras*mitiendo la información estrictamente necesaria, procurando que sean ellos los que se vayan, y a la vez que debe situar a estos elementos fuera –si es posible- o dentro con cargos como decíamos al principio de este escrito, debe conseguir que queden conformes con su nueva situación, en unos casos, o propiciar un enfrentamiento abierto en otros, pero sin que el verdadero Líder se ponga a discutir con aquellos de los que quiere desprenderse. Él debe permanecer en su línea, con sus objetivos claros y dejar que sean los incompetentes los que vayan viendo que no tienen cabida en el grupo legal y que se acabaron los tejemanejes y las manipulaciones de unos ideales compartidos por la mayoría del grupo que lidera. En eso está Rajoy. Ése es el cambio, la defensa de los ideales que dice defender el PP y la no defensa de lo indefendible.
EN RESUMEN
El día 1 de septiembre de 2003 Aznar nombró a Rajoy candidato a La Moncloa. El día 3 de septiembre de 2003 Rajoy abandonó todos sus cargos en el Parlamento y en el Gobierno para ocuparse de preparar su candidatura a La Moncloa. Rajoy perdió las elecciones generales de 2004. Aznar siguió siendo Presidente del PP hasta el 3 de octubre de 2004.
Las líneas fundamentales del partido se cambian en el congreso. Las que ha tenido el PP desde octubre de 2004 (XV congreso) vienen marcadas por la doctrina fijada entonces. No nos vamos a pronunciar aquí sobre su contenido ni sobre si habrá cambios de doctrina en el próximo congreso de junio de 2008 (XVI congreso), que tiempo habrá para ello cuando pase; tampoco pretendemos defender a nadie, sino narrar unos hechos a la luz de nuestra opinión, pero nada más lejos de nuestro interés el defender a un "líder", con posibilidades de llegar a Líder (primera oportunidad), que -como tal- debe saber defenderse solo, y con cuyo partido (el PP) no nos une ni siquiera la simpatía incondicional, como no nos une a ningún otro, sino que nuestra política se basa en la defensa de la verdad, de la justicia, de la libertad, de la democracia y de la paz. En ese sentido escribimos estas líneas... y que cada palo aguante su vela. Pero vamos concluyendo...
El último congreso del PP fue el XV congreso, celebrado los días 1, 2 y 3 de octubre de 2004; fue presidido por Esperanza Aguirre, siendo presidente del PP José María Aznar. Tras fijar las líneas del PP para la siguiente etapa (hasta el próximo congreso de junio de 2008), con Aguirre como presidenta del congreso y Aznar como presidente del PP, el día 3 de octubre de 2004 fue clausurado el XV congreso, que terminó con el nombramiento de Rajoy como presidente del Partido Popular y de Aznar como presidente honorífico.
Rajoy, fuera del gobierno desde septiembre de 2003, iniciando la presidencia del partido en octubre de 2004, con unas normas y unos personajes impuestos por Aznar, tiene ahora (en 2008) la primera oportunidad de demostrar si es un verdadero Líder que defiende las ideas de libertad, justicia, paz, democracia y unidad de España.
Rajoy, habiendo dejado atrás muchas de las ataduras de Aznar (incluyendo su abandono de FAES), tendrá la oportunidad de demostrar si es verdadero Líder, si los enemigos de dentro, y los que atacan al PP por la derecha y por la izquierda, jaleados y liderados por sus medios de comunicación “afines al Aznar amigo del imperio federalista” no lo impiden, contando una historia a todas luces falsa, para conseguir que se presente un candidato del tipo de Juan Costa, que, con un más que turbio asunto en su pasado reciente, sería carne de cañón para –una vez nombrado candidato a La Moncloa- acabar con el PP desde sus propios medios afines, apoyados por los marxista-leninistas y por los extremistas antidemócratas de derechas, concluyendo entonces con una guerra civil o con la consecución del objetivo común de los dos primeros grupos: la España federal o “Los Estados Unidos de Iberia”, anunciados en una ya famosa fresa que se publicó el mismo 11-M, todo ello antes de que un partido sustituto del PP tuviera tiempo a reaccionar para salvar a España.
Dosydos
Paz Digital, 04-06-2008
Paz Digital.- Por su relación con la actualidad, subimos a portada este artículo -escrito en 2008, cuando lo mejor que se le llamaba a Rajoy era vago y maricomplejines-, por su relación con la actualidad y para que sirva de reflexión a los "listos mediáticos y sus corifeos", que en aquel momento eran todos... ¿Qué pensarán ahora, a 21 de febrero de 2013?
EL CAMBIO. A destacar...
Entre septiembre de 2003 y octubre de 2004 Aznar tuvo apartado a Rajoy de los “puntos calientes” del PP. Rajoy fue nombrado “líder” del PP. Pero estuvo fuera de los entresijos y los tejemanejes del 11-M y de los asesinatos de Leganés, así como de la desaparición de pruebas. No pertenecía ni podía observar al gobierno desde septiembre de 2003, durante ese período previo y posterior a los atentados. No podía ni pudo controlar el aparato del partido, al tener por encima al presidente del Partido Popular, José María Aznar, hasta octubre de 2004; y al equipo nombrado por Aznar y Aguirre hasta mediados de 2008.
Los anti-España alaban a Rajoy, a sabiendas de que así, los anti-demócratas saltarán como una jauría sobre Rajoy por ser defendido por los de izquierdas
Rajoy, de “líder” a Líder
El Cambio
Dosydos
Paz Digital, 04-06-2008.- Se aproxima el XVI congreso del Partido Popular y la lucha por el poder político-mediático pone en escena, como asunto prioritario, los conflictos internos (o así deberían ser, internos) del principal partido de la oposición; el airear los problemas del PP está nublando la percepción de los verdaderos problemas que está sufriendo España, permitiendo que el Gobierno haga o deje de hacer cualquier cosa, sin ningún control frente al PSOE.
Se pretende destruir al PP con el intento de desgaste del Líder del PP, al que los enemigos de España y los enemigos de la democracia pretenden desbancar, unos por unas causas y otros por otras, pero con el mismo objetivo: echar a Rajoy para que no quede un líder fuerte que defienda, al mismo tiempo, la unidad de España y la democracia. Los anti-España alaban a Rajoy, a sabiendas de que así, los anti-demócratas saltarán como una jauría sobre Rajoy por ser defendido por los de izquierdas; los afines a la anti-democracia, herederos o creadores de una ideología dictatorial, utilizan la pelota que les pasa la izquierda para lanzarla hacia Rajoy. De esta manera se alimenta la confrontación; los de izquierdas creen que ganan terreno en su camino hacia la destrucción de España y los extremistas más o menos confesos de derechas creen avanzar hacia la dominación y el poder de un Partido que no les corresponde, para lo que ya tienen otros partidos preparados para absorber a los disidentes, de manera que los disconformes del PP se vayan a ellos, con la esperanza de hacer un trasvase casi total. Lo que hicieron con UCD. Y si la cosa no se resuelve por las buenas, ¡para eso están las armas y los golpes de Estado! Y en ello estamos; por la derecha y por la izquierda presionando, desde dentro traicionando, y mientras la mayoría de los españoles no llegan a fin de mes, pero esos ULTRAalgo no se encuentran entre la media de los españoles y poco les importa que se hunda el templo con todos los filisteos dentro.
Los informativos de la televisión –que es lo que cuenta- abren y cierran con problemas internos del PP; son noticia “por su lengua” los periodistas, noticias nutridas por agencias que las extraen de medios digitales y de papel por el morbo del enfrentamiento político-mediático llenan la hipnotizadora pantalla.
“Todos contra el PP; Caminar separados, golpear juntos”, desde dentro y desde fuera, por la derecha y por la izquierda y desde el centro.
Voy a hacer un inciso para aclarar algunos conceptos relacionados con ciertos términos que se utilizan para denominar a los responsables de grupos sociales, no en sentido estricto y oficioso (que ni los sociólogos se ponen de acuerdo), sino en el sentido que utilizaré más abajo las expresiones: Observador, “líder”, líder y Líder.
A los efectos que nos ocupan en este escrito, llamaremos Líder al jefe del Grupo, cuya responsabilidad y cumplimiento de las normas recae sobre él en términos absolutos; es decir, ante desavenencias, y previas consultas (o no) es su opinión y su autoridad la que se impone. El Líder, entre otras cosas, debe imponer lo que se conoce como disciplina y su autoridad en cualquier Grupo; así funciona la familia, la escuela… y cualquier grupo social que funcione correctamente. Sin la autoridad de un Líder que imponga una disciplina no hay grupo cohesionado que funcione. El verdadero Líder sabrá hacer grupos dentro del grupo y pondrá un líder a liderar cada uno de esos grupos más pequeños. Cada uno de estos líderes debe respetar la disciplina del grupo y del Grupo, debe ser respetado por los componentes de su grupo, y debe respetar a su Líder.
Pero en todo grupo social –léase familia, aula educativa, partido político…- hay elementos discordantes, por incompetentes, traidores o rebeldes o cualquier otra razón. El Líder debe expulsar del Grupo a los insalvables, bien mediante una orden o bien haciendo que se vayan por su propia voluntad, pero no debe echar a los que resulten útiles al Grupo o que de su expulsión se pudieran derivar desavenencias en el Grupo, que suelen ser los más rebeldes o los que viven de la compasión de los demás. A éstos inexpulsables pero discordantes, el verdadero Líder les da una ocupación que les mantenga ocupados; a ser posible, ocupación relacionada con cierta responsabilidad sobre aquello de lo que protestaban; es lo que hace un buen padre o profesor con un joven que tira los papeles al suelo; lo coloca como responsable de orden y limpieza, le hace que sea él el que deba imponer esta disciplina a los demás miembros del grupo. Es lo que hizo Aznar con ciertos personajes del PP vasco, allí en donde están relacionándose a diario y de buen rollito con sus amigos y familiares batasunos, nacionalistas y separatistas; el entonces Líder del PP dio cargos importantes a los que eran íntimos amigos de los socialistas del PSE en el País Vasco (sus escarceos y sus cenas a espaldas de guardaespaldas son más que conocidos por aquellas tierras), les puso como responsables del PP vasco o de Interior y los convirtió en defensores de la integridad de España en vez de defender “violencia no, pero hombre, comprendo que…”. Los ejemplos más representativos son Mayor Oreja y María San Gil, amigos de ciertos individuos de sectores no poco separatistas, dándoles el protagonismo que pretendían dar al terrorismo vasco en una España en la que ni ellos representan a todas las víctimas de ETA, ni mucho menos son representantes de la mayoría de los problemas que tenemos los españoles.
Sin embargo, si para un Líder es relativamente fácil anular o camuflar la discordia, situando como líder del grupo conflictivo al elemento discordante, cuando pretende preparar planes y acciones poco éticas y/o prevé que no las evitará, no es tan fácil deshacerse de lo que llamaremos Observador Indeseable, un elemento que pertenece al grupo de elementos serviciales, respetuosos y exigentes cumplidores de las normas y de la disciplina, y que, además de sus cualidades como elemento del grupo, observa, es inteligente y tiene conocimientos y firmes criterios éticos (estrictos) sobre el asunto que ocupa al grupo: el mejor gobierno de España, para el caso que nos ocupa.
Si el Líder pretende emprender y/o no evitar acciones que no están de acuerdo con los criterios éticos fijados por (y para) el Grupo, mantendrá cerca de él a los líderes de grupos que son de confianza a la hora de “tapar” acciones y de “borrar” pruebas, pero alejará de su entorno al Observador Indeseable, que, por sus características (de inteligencia y sentido ético y de la disciplina), no será expulsado, sino que será destinado a un puesto de alta responsabilidad, se convertirá en “líder” (con comillas), nombrado a dedo por su propio Líder, de manera que el nombramiento como “líder” le obligue a estar alejado de la primera línea de acción del Líder hasta que las acciones sean efectuadas y las huellas, borradas. Es el caso de lo que hizo Aznar con Rajoy.
Rajoy, “líder” (con comillas)
A partir de aquí, y por no alargar las expresiones, utilizaré los términos “sabía”/“no sabía” en el sentido de que no hay datos objetivos que permitan afirmar que, por cargo, tuviera la obligación de saber (o no saber). Aviso también de las repeticiones que leerán en este escrito; son intencionadas.
A poco que se conozca de la historia reciente del PP, y como decíamos muchas veces en Paz Digital, recordará el lector que en enero de 2002, durante el XIV congreso del PP, gobernando con mayoría absoluta, Aznar ratificó que se iba, que dejaría la presidencia del PP y que no se presentaría a las siguientes elecciones. Como dijimos varias veces en Paz Digital, desde principios de 2003, se podría entender el hecho de dar paso a otros como candidatos a La Moncloa, pero no nos encajaba que dejara la Presidencia del PP en su “edad de oro”, si no era porque pensaba en algo más jugoso y posiblemente en algunas acciones poco éticas.
Desde enero de 2002 el tiempo pasaba y Aznar no resolvía su sucesión, algo que, de no tener nada que ocultar, por lógica debería haber hecho en el XIV congreso del PP con la aprobación de los demás miembros. Pero no, Aznar espero al límite. Fue el día 1 de septiembre de 2003 cuando Aznar, siendo presidente del PP y del Gobierno (¡con mayoría absoluta!) propuso a Rajoy como candidato a la Moncloa.
La Dirección Nacional del PP aprobó la candidatura y el día 3 de septiembre de 2003 Rajoy fue retirado del puesto de Observador Inconveniente, despojado de poder (observar), sin ser líder del PP ni de ningún grupo (Aznar seguiría siendo presidente del PP hasta octubre de 2004), Mariano Rajoy se convirtió en candidato a La Moncloa, a sabiendas –tal vez- de que no llegaría a ella, de lo que se encargarían Aznar, Acebes, Zaplana, Aguirre, etc. No hay más que recordar la campaña que hicieron antes de las elecciones de 2004, apoyados por los medios que decían estar en la cuerda del PP, pero que estaban en la cuerda de Aznar (y de caminar camuflados hacia el federalismo de los Estados Unidos… ¿de Iberia?); es decir, los supuestos medios afines estaban en línea de alejar a Rajoy de un puesto desde el que pudiera ver lo que no querían que viera; y llegó la masacre del 11-M.
Pero, puntualicemos. Rajoy, como buen elemento del Grupo, que creía en su ideología y en la defensa de España, pero conocía y respetaba las normas, en 2003 respetó a su Líder y cumplió con la disciplina del grupo sin rechistar. Pasó a ser un “líder” (con comillas) puesto que lideraba –en apariencias- a un grupo de perdedores y tenía como cabeceras de los grupos correspondientes a los mismos líderes nombrados por el Líder Aznar, que vigilarían y torpedearían a Rajoy con la ayuda mediática incondicional de sus supuestos afines, pero en realidad defensores de lo que fuera que propiciara la desmembración de España al estilo del fiel servidor del imperio federal.
De que Rajoy era un “líder” a dedo, y de que entonces no tenía cualidades de líder no creo que dude nadie. En Paz Digital lo dijimos muchas veces y añadíamos, entonces, y mantenemos ahora que Rajoy había sido nombrado para desmembrar al PP y así, mientras se reconstruye otro partido, dar paso a la desmembración de España. Sin embargo, Rajoy ha cambiado, no en ideología sino en su calidad de líder, pasando de “líder” a Líder. Después lo veremos.
Tras la propuesta de Aznar (el 1 de septiembre de 2003) y la aprobación de la Dirección Nacional del PP, el día 3 de septiembre de 2003, Rajoy abandonó todos sus cargos en el Parlamento y en el Gobierno para ocuparse de preparar su candidatura a La Moncloa.
Así es como Rajoy fue alejado por Aznar de todo aquello que se gestara desde el poder del Gobierno de España antes, durante y después de las elecciones generales de 2004 hasta que tomó el poder el PSOE, que había ganado las elecciones. Fue así como Rajoy, al perder las elecciones, no tenía poder en el Gobierno del 11-M, ni sabía nada de acciones, ni de borrado de pruebas, ni de cómplices…; Rajoy había sido alejado en septiembre de 2003, había perdido las elecciones, y seguía alejado de la primera línea de Aznar, y de la primera línea de poder en el PP.
Rajoy, desde fuera del gobierno, había sido candidato a La Moncloa, pero no sabía nada de las acciones del gobierno Aznar ni antes, ni durante ni después del 11-M; como tampoco sabía Rajoy de lo que quisieran ocultarle en el PP, ya que como presidente del PP siguió Aznar hasta octubre de 2004.
Los días 1, 2 y 3 de octubre de 2004 se celebró el XV congreso del PP, que fue presidido por Esperanza Aguirre, siendo presidente del PP José María Aznar.
Tras fijar las líneas para la siguiente etapa del Partido Popular (hasta ahora, junio de 2008), con Aguirre como presidenta del congreso y Aznar como presidente del PP, el día 3 de octubre de 2004 fue clausurado el congreso, que terminó con el nombramiento de Rajoy como presidente del Partido Popular y de Aznar como presidente honorífico.
Durante el XV congreso, antes de ser nombrado Rajoy como Presidente del PP, se encargaron Aznar y la presidenta del congreso, Aguirre, de que los fieles colaboradores de Aznar se quedaran en el partido pegados a Rajoy, controlando sus actos, bien directamente o mediante fieles “peones”; así seguirían, entre otros, Elorriaga, Acebes, Zaplana, Rato, Juan Costa, Mayor Oreja, etc., entre cuyos peones, por su relevancia mediática destaca María San Gil, y de Aznar vendría el seguimiento de sus “medios afines al imperio federal” para hacer ver que Rajoy decía lo que no decía o apoyaba lo que no apoyaba. Rajoy, como “líder” quedaría atado de pies y manos a los últimos actos del gobierno PP, a la gestión que Aznar y sus próximos hicieron del 11-M y a las actividades de toda la legislatura 2004-2008, pero teniendo que soportar el peso de dar fuerza a los españoles masacrados, aterrorizados y con pocas esperanzas.
Entre septiembre de 2003 y octubre de 2004 Aznar tuvo apartado a Rajoy de los “puntos calientes” del PP.
Rajoy fue nombrado “líder” del PP, pero estuvo fuera de los entresijos y los tejemanejes del 11-M y de los asesinatos de Leganés, así como de la desaparición de pruebas, por no pertenecer ni poder observar al gobierno desde septiembre de 2003, durante ese período previo y posterior a los atentados, y por no poder controlar el aparato del partido por tener por encima al presidente del Partido Popular, José María Aznar, hasta octubre de 2004.
De que Rajoy cargó sobre él con una España masacrada, aterrorizada, deshecha y sin esperanzas no cabe duda. De que no lo hizo por dinero (objetivo de muchos líderes), tampoco hay duda. Del sentido de la ética, del respeto a la disciplina de grupo y al Líder de entonces (Aznar), del cumplimiento de las normas por parte de Rajoy, etc., solo hemos podido observar el silencio, que es lo que observamos en cualquiera que, siendo “líder” de un grupo, pretende unos ideales (para España, en este caso) que solo encuentra en el grupo al que pertenece, el PP. Es la única manera de mantenerse firme dentro de las posibilidades, el no hablar de las imposiciones ni de lo imposible. Eso hace un verdadero líder que quiera tras*mitir seguridad, y luchar por sus ideales.
Todo responsable de un grupo debe tragarse los conflictos que no tenga capacidad para resolver, y debe esperar pacientemente, y en silencio, a que se den las circunstancias para que los ideales del grupo puedan convertirse en objetivos concretos no impuestos ni deformados por su anterior Líder; es el momento de la tras*formación y del cambio, no de cambio de ideales ni de ideología, sino todo lo contrario, de marcar los objetivos que puedan plasmar en la realidad los ideales que pretende el grupo; es el momento de cambiar las “lacras” por un caminar hacia adelante, sin olvidar el pasado, de aprovechar lo bueno y aprender de lo malo; es el momento en el que el “líder” puede convertirse en Líder.
EL CAMBIO
Rajoy tiene la primera oportunidad de convertirse en Líder del PP
Rajoy, hasta ahora, ha seguido la doctrina del PP fijada en el XV congreso de octubre de 2004, antes de ocupar Rajoy la presidencia del PP.
Sin opciones para cambiar las imposiciones ni los condicionantes y personajes impuestos por Aznar, que fueron impuestos en el último congreso del PP que se celebró, con el consiguiente bloqueo de información por parte de los líderes de grupos y peones correspondientes a la imposición de Aznar, negándole a Rajoy información de interés, incluso desde su propia sede central; tras ganar el PP las elecciones locales y autonómicas, llegaron las elecciones generales de 2008 y Rajoy ganó en las urnas. Fue el candidato más votado y consiguió quitar votos al PSOE. Otra cosa es que el Rey propusiera como Presidente a Zapatero, habiendo obtenido muchos menos votos que Rajoy (en Madrid, que es en donde se presentaba Rajoy frente a Zapatero) y habiendo conseguido el PP más votos que el PSOE (sin la trampa del PSC), amén del recuento del que habría mucho que decir...
En ese momento, Rajoy tenía dos opciones: irse o quedarse. Si se quedaba, con cuatro años por delante antes de otras elecciones generales, debería dejar atrás el “líder” impuesto (y con imposiciones y torpedos) para convertirse en un verdadero Líder que “hiciera su equipo”, dejando atrás el equipo impuesto por Aznar, que arrastraba además la lacra de una masacre, sin que Rajoy estuviera “manchado” por los atentados del 11-M/Leganés, ni en errores previos, ni durante los atentados ni en la gestión que se hizo de ellos, por estar fuera del gobierno desde septiembre de 2003, y fuera de la presidencia del PP hasta octubre de 2004. En eso debía consistir el CAMBIO de Rajoy. Y así lo hizo.
Pero como todo Líder que crea en lo que pretende conseguir, debe deshacerse de los elementos discordantes de la manera más silenciosa posible y tras*mitiendo la información estrictamente necesaria, procurando que sean ellos los que se vayan, y a la vez que debe situar a estos elementos fuera –si es posible- o dentro con cargos como decíamos al principio de este escrito, debe conseguir que queden conformes con su nueva situación, en unos casos, o propiciar un enfrentamiento abierto en otros, pero sin que el verdadero Líder se ponga a discutir con aquellos de los que quiere desprenderse. Él debe permanecer en su línea, con sus objetivos claros y dejar que sean los incompetentes los que vayan viendo que no tienen cabida en el grupo legal y que se acabaron los tejemanejes y las manipulaciones de unos ideales compartidos por la mayoría del grupo que lidera. En eso está Rajoy. Ése es el cambio, la defensa de los ideales que dice defender el PP y la no defensa de lo indefendible.
EN RESUMEN
El día 1 de septiembre de 2003 Aznar nombró a Rajoy candidato a La Moncloa. El día 3 de septiembre de 2003 Rajoy abandonó todos sus cargos en el Parlamento y en el Gobierno para ocuparse de preparar su candidatura a La Moncloa. Rajoy perdió las elecciones generales de 2004. Aznar siguió siendo Presidente del PP hasta el 3 de octubre de 2004.
Las líneas fundamentales del partido se cambian en el congreso. Las que ha tenido el PP desde octubre de 2004 (XV congreso) vienen marcadas por la doctrina fijada entonces. No nos vamos a pronunciar aquí sobre su contenido ni sobre si habrá cambios de doctrina en el próximo congreso de junio de 2008 (XVI congreso), que tiempo habrá para ello cuando pase; tampoco pretendemos defender a nadie, sino narrar unos hechos a la luz de nuestra opinión, pero nada más lejos de nuestro interés el defender a un "líder", con posibilidades de llegar a Líder (primera oportunidad), que -como tal- debe saber defenderse solo, y con cuyo partido (el PP) no nos une ni siquiera la simpatía incondicional, como no nos une a ningún otro, sino que nuestra política se basa en la defensa de la verdad, de la justicia, de la libertad, de la democracia y de la paz. En ese sentido escribimos estas líneas... y que cada palo aguante su vela. Pero vamos concluyendo...
El último congreso del PP fue el XV congreso, celebrado los días 1, 2 y 3 de octubre de 2004; fue presidido por Esperanza Aguirre, siendo presidente del PP José María Aznar. Tras fijar las líneas del PP para la siguiente etapa (hasta el próximo congreso de junio de 2008), con Aguirre como presidenta del congreso y Aznar como presidente del PP, el día 3 de octubre de 2004 fue clausurado el XV congreso, que terminó con el nombramiento de Rajoy como presidente del Partido Popular y de Aznar como presidente honorífico.
Rajoy, fuera del gobierno desde septiembre de 2003, iniciando la presidencia del partido en octubre de 2004, con unas normas y unos personajes impuestos por Aznar, tiene ahora (en 2008) la primera oportunidad de demostrar si es un verdadero Líder que defiende las ideas de libertad, justicia, paz, democracia y unidad de España.
Rajoy, habiendo dejado atrás muchas de las ataduras de Aznar (incluyendo su abandono de FAES), tendrá la oportunidad de demostrar si es verdadero Líder, si los enemigos de dentro, y los que atacan al PP por la derecha y por la izquierda, jaleados y liderados por sus medios de comunicación “afines al Aznar amigo del imperio federalista” no lo impiden, contando una historia a todas luces falsa, para conseguir que se presente un candidato del tipo de Juan Costa, que, con un más que turbio asunto en su pasado reciente, sería carne de cañón para –una vez nombrado candidato a La Moncloa- acabar con el PP desde sus propios medios afines, apoyados por los marxista-leninistas y por los extremistas antidemócratas de derechas, concluyendo entonces con una guerra civil o con la consecución del objetivo común de los dos primeros grupos: la España federal o “Los Estados Unidos de Iberia”, anunciados en una ya famosa fresa que se publicó el mismo 11-M, todo ello antes de que un partido sustituto del PP tuviera tiempo a reaccionar para salvar a España.
Dosydos
Paz Digital, 04-06-2008
Todavía no conocen a Rajoy; merece la pena leer el artículo.
Ampliación
Pues todos siguen a lo suyo.
El PSOE y Ciudadanos exigiendo que Rajoy vaya a una investidura sin apoyos suficientes, como si fuera obligatorio. Sin importar los españoles; importando solo la venganza y el repruebo. ¡Lo tienen claro, por los huevones!
Todavía no se han enterado de varias cosas, entre ellas:
- Rajoy, como presidente del gobierno (aunque esté en funciones), tiene el recurso de acudir a consultar al Consejo de Estado, en cuyo caso nos iríamos a después de octubre.
- Una de las leyes que regula el Consejo de Estado, la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno, fue reformada en 2003 y esta reforma está vigente hasta el 02 de Octubre de 2016; pero Rajoy ya se ocupó de la reforma de la Ley 50/1997, del Gobierno, que entrará en vigor el 2 de octubre de 2016, con las consiguientes aplicaciones a gobiernos, gobiernos en funciones, etc.
- Las normas consultivas y las preceptivas del Consejo de Estado, que son inapelables e intransmisibles a otros órganos u organismos.
- Ley Orgánica del Consejo de Estado. Texto consolidado.
Podrían ser asuntos urgentes:
1.- Posible Consulta al Consejo de Estado.
2.- Informar sobre la posible aprobación, con el gobierno en funciones, del techo de gasto y los presupuestos como caso urgente y necesario.
Gobernar a base de Real Decreto de urgencia es otra forma de alargar la situación hasta que se desgasten "los enemigos".
Ya hay antecedentes "preparatorios":
BOE 183, de 30/07/2016, sobre evaluaciones de ESO y Bachillerato
R. D. 310/2016, V
...
Según el artículo 21.3 de la Ley 50/1997, de 27 de noviembre, del Gobierno, un Gobierno en funciones como el que aprueba este real decreto debe limitar su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos y abstenerse de adoptar cualesquiera otras medidas, salvo casos de urgencia debidamente acreditados o por razones de interés general cuya acreditación expresa así lo justifique, razones ambas que concurren en este supuesto.
...
Y creo que todo esto es una parte del ya conocido como posible "periodo de reflexión" (Rajoy dixit), si no se llega a acuerdos de investidura. FIN DE LA CITA.
Rajoy metió la pata hasta abajo en el debate previo al 20D. De ahí viene el enfrentamiento irreconciliable entre Pedro Sánchez y Rajoy; un enfrentamiento que es más que posible que estuviera preparado, ya que el moderador de aquel debate del 20D fue un asesor de Pedro Sánchez: Manuel Campo Vidal.
30/11/2014
Los fichajes de Pedro Sánchez para llegar a La Moncloa: Manuel Campo Vidal, Contrapunto…
Acaba de contratar al experto comunicador para mejorar la telegenia y a la agencia para las campañas de publicidad.
La manipulación elevada a su máximo exponente.
Otro al que Rajoy dejará caer, ¡al tiempo!
De la ¡Agencia americana!, ¿qué decir? Ya veremos
18/08/2016
Rajoy irá a la investidura el 30 de agosto y si fracasa las terceras elecciones serían el 25 de diciembre
La mayoría de los menos-media (lo de mass-media les queda grande) dicen que "Rajoy se compromete a firmar las condiciones de Albert Rivera"; pero no es cierto; Rajoy le pasa la "bola" al Congreso (no al gobierno), de manera que los que firman y se comprometen a impulsar las 6 medidas de Ciudadanos son los portavoces parlamentarios del PP y de C's, que no es lo mismo que los presidentes de los partidos o aspirantes a presidentes del gobierno; hay diferencias entre gobierno y Congreso; entre portavoces en el Congreso y presidentes de los partidos, etc.
Mañana, viernes, Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, portavoces parlamentarios de PP y C's, firmarán acuerdo.
Recuerdan lo de Sánchez-Rivera? Pues eso, que no es lo mismo.
Rajoy irá a la investidura el 30 de agosto y si fracasa las terceras elecciones serían el 25 de diciembre
Rajoy se compromete a firmar las condiciones de Albert Rivera
Rivera ha anunciado tras su cuarta reunión con Mariano Rajoy que el candidato del PP se compromete a firmar "la literalidad" del pacto anticorrupción de seis puntos exigido por Ciudadanos como condición previa al diálogo. De esta manera, el viernes comenzará la negociación entre PP y Ciudadanos para lograr un acuerdo de investidura y que los 32 diputados de Rivera sumen con los 137 de Rajoy."Le he pedido hoy dos cosas: en primer lugar, que firme el PP el pacto anticorrupción, que se comprometa en ese pacto anticorrupción, que tiene que ayudar a que tenga la confianza de la mayoría de la Cámara. Ha aceptado firmarlo mañana", ha afirmado Rivera.
Mañana viernes Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, portavoces parlamentarios de ambas formaciones, rubricarán la firma del acuerdo. En todo caso, cabe recordar que la suma de PP y Ciudadanos no otorga los apoyos necesarios para investir a Rajoy y sigue siendo necesaria, al menos, la abstención del PSOE.
"Ha sido una reunión fructífera. Hemos conseguido lo que queríamos que se pongan en marcha los tiempos de la investidura. Que España tenga certidumbre. Hay un compromiso para abrir una negociación y ahora es ese tiempo, hablar de los principales problemas de los españoles", ha reflexionado Rivera."Un paso decisivo" para Rajoy Tras Rivera, Rajoy ha calificado el consenso alcanzado con Rivera para negociar como "un paso decisivo" y ha confirmado que está en condiciones de afrontar un debate de investidura, pese a que a día de hoy no tiene garantizada una mayoría parlamentaria que le permita sacarla adelante.
Rajoy mantiene su intención de hablar con Pedro Sánchez -la conversación entre ambos líderes ha sido imposible hasta ahora- para comentar la fecha de investidura -pues de ella depende la hipotética fecha de unas nuevas elecciones- y pedirle su "colaboración" para que no haya que acudir de nuevo a las urnas, pues a su juicio sería un "fracaso sin paliativos" del que tendrían "mucha más culpa" quienes están bloqueando la formación de Gobierno. Esto es, culpa al PSOE de lo que pueda pasar.Cuarta cita entre ambos líderesMariano Rajoy se ha reunido con Albert Rivera en la cuarta cita que ambos líderes mantienen tras el 26-J.
Después de que el miércoles el Comité Ejecutivo del PP no tratase las seis exigencias fijadas por Ciudadanos como condición previa para negociar ni fijase fecha de investidura, lo que provocó malestar en el partido naranja.
En la reunión de esta mañana en el Congreso, sí se ha entrado en estas materias.Rajoy, tras la reunión de su Comité Ejecutivo, mostró su intención de abordar tanto con Rivera como con Pedro Sánchez la fecha de la investidura. El motivo lo ha desarrollado María Dolores de Cospedal: el PP ya piensa en una posible fecha de unas terceras elecciones, ante el no del PSOE a apoyar a Rajoy. "Es muy importante que haya un mínimo acuerdo acerca de la fecha del debate de investidura, sobre todo si el bloqueo del PSOE nos lleva de forma irremediable a unas terceras elecciones.
Queremos ver cuál es la fecha más propicia para realizar el debate de investidura".
Rajoy se compromete a firmar las condiciones de Albert Rivera
Rivera ha anunciado tras su cuarta reunión con Mariano Rajoy que el candidato del PP se compromete a firmar "la literalidad" del pacto anticorrupción de seis puntos exigido por Ciudadanos como condición previa al diálogo. De esta manera, el viernes comenzará la negociación entre PP y Ciudadanos para lograr un acuerdo de investidura y que los 32 diputados de Rivera sumen con los 137 de Rajoy."Le he pedido hoy dos cosas: en primer lugar, que firme el PP el pacto anticorrupción, que se comprometa en ese pacto anticorrupción, que tiene que ayudar a que tenga la confianza de la mayoría de la Cámara. Ha aceptado firmarlo mañana", ha afirmado Rivera.
Mañana viernes Rafael Hernando y Juan Carlos Girauta, portavoces parlamentarios de ambas formaciones, rubricarán la firma del acuerdo. En todo caso, cabe recordar que la suma de PP y Ciudadanos no otorga los apoyos necesarios para investir a Rajoy y sigue siendo necesaria, al menos, la abstención del PSOE.
"Ha sido una reunión fructífera. Hemos conseguido lo que queríamos que se pongan en marcha los tiempos de la investidura. Que España tenga certidumbre. Hay un compromiso para abrir una negociación y ahora es ese tiempo, hablar de los principales problemas de los españoles", ha reflexionado Rivera."Un paso decisivo" para Rajoy Tras Rivera, Rajoy ha calificado el consenso alcanzado con Rivera para negociar como "un paso decisivo" y ha confirmado que está en condiciones de afrontar un debate de investidura, pese a que a día de hoy no tiene garantizada una mayoría parlamentaria que le permita sacarla adelante.
Rajoy mantiene su intención de hablar con Pedro Sánchez -la conversación entre ambos líderes ha sido imposible hasta ahora- para comentar la fecha de investidura -pues de ella depende la hipotética fecha de unas nuevas elecciones- y pedirle su "colaboración" para que no haya que acudir de nuevo a las urnas, pues a su juicio sería un "fracaso sin paliativos" del que tendrían "mucha más culpa" quienes están bloqueando la formación de Gobierno. Esto es, culpa al PSOE de lo que pueda pasar.Cuarta cita entre ambos líderesMariano Rajoy se ha reunido con Albert Rivera en la cuarta cita que ambos líderes mantienen tras el 26-J.
Después de que el miércoles el Comité Ejecutivo del PP no tratase las seis exigencias fijadas por Ciudadanos como condición previa para negociar ni fijase fecha de investidura, lo que provocó malestar en el partido naranja.
En la reunión de esta mañana en el Congreso, sí se ha entrado en estas materias.Rajoy, tras la reunión de su Comité Ejecutivo, mostró su intención de abordar tanto con Rivera como con Pedro Sánchez la fecha de la investidura. El motivo lo ha desarrollado María Dolores de Cospedal: el PP ya piensa en una posible fecha de unas terceras elecciones, ante el no del PSOE a apoyar a Rajoy. "Es muy importante que haya un mínimo acuerdo acerca de la fecha del debate de investidura, sobre todo si el bloqueo del PSOE nos lleva de forma irremediable a unas terceras elecciones.
Queremos ver cuál es la fecha más propicia para realizar el debate de investidura".
Es decir: Rajoy es el puñetero amo, os pongáis como os pongáis y aunque no queráis verlo. Se irá cuando él quiera irse y dejará caer a todo el que haga lo que para él sea incorrecto; pero los dejará caer por su propio peso, sin que se le mueva un pelo y sin gastar energías en enfrentamientos, al más puro estilo Sun Tzu, como desde siempre viene haciendo. Y el que no lo vea es que no puede o no quiere verlo.
ienso:
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