Silent Weapon
Madmaxista
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I Parte
Wall Street sufre su peor crisis desde la Gran Depresión. Los mercados globales de créditos están paralizados, la pirámide ficticia de valores de las viviendas se ha derrumbado, rescates y compras inesperadas son ejecutados por firmas privadas y gobiernos.
Los políticos se disputan las culpas, los bancos quiebran, las bolsas zozobran, los medios especulan a cada minuto, los ciudadanos se miran a los bolsillos. La crisis financiera desatada en los Estados Unidos es un gran caos que arrastra en espiral a la economía mundial.
La avalancha
Estados Unidos creó para sí y para el mundo un sistema financiero divorciado de la actividad productiva, que dejó de estar al servicio de la creación de riqueza material y en cambio creó mecanismos de multiplicación de dinero para beneficio de los especuladores.
Uno de los nichos hacedores de dinero fue el mercado inmobiliario, alrededor del cual se infló una gigantesca burbuja que explotó en agosto del 2007, arrastrando consigo al sistema financiero y la economía norteamericana y mundial. Desde entonces, un millón y medio de familias norteamericanas perdieron sus viviendas por falta de pago.
Las instituciones bancarias, que otorgaron préstamos suicidas para la adquisición de inmuebles a personas sin solvencia, empezaron a derrumbarse como castillos de naipes, en lo que ha sido calificado por la agencia Bloomberg como la peor ola de fracasos bancarios desde 1992.
Estos son algunos de los hitos más significativos en los últimos meses:
El distrito financiero de Wall Street 11 de enero: El primer banco prestamista hipotecario de EE.UU, el Countrywide Financial, quiebra por la magnitud de sus préstamos de riesgo y es comprado por el Bank of America en 2 500 millones de dólares.
16 de marzo: Víctima de una crisis de confianza y amenazado por la falta de liquidez cae el banco de inversiones Bear Stearns. Es comprado por el JP Morgan Chase, que se benefició del aporte de 30 000 millones de dólares de la Reserva Federal a cambio de títulos dudosos.
13 de julio: Indy-Mac, uno de los principales bancos hipotecarios del país se derrumba por el continuo retiro de fondos de los inversionistas, presionados por la crisis crediticia. Es intervenido por el gobierno.
7 de septiembre: Los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, que poseen o garantizan un total de 5 billones de dólares en deudas hipotecarias, son puestos bajo la tutela del Tesoro, después de enormes pérdidas acumuladas por las bajas en el mercado inmobiliario y un insuficiente plan de rescate. Unos 200 mil millones de dólares destinó el gobierno a la operación.
15 de septiembre: Quiebra el banco de inversiones Lehman Brothers, tras perder un 73% de su valor en la bolsa. El grupo es desmantelado y sus actividades en EE.UU son retomadas por el banco británico Barclays, mientras que en Asia-Pacífico, Europa y Medio Oriente, pasan al japonés Nomura Holdings. Se desata el clímax de la crisis.
16 de septiembre: Ante la falta de liquidez del gigantesco banco asegurador estadounidense American Internacional Group (AIG), la Reserva Federal (FED) le hace un préstamo de 85 mil millones de dólares a cambio de una nacionalización, en la que el banco central norteamericano recibiría el 79,9% del capital de la aseguradora.
21 de septiembre: Los afamados bancos de inversiones Goldman Sachs y Morgan Stanley se vieron obligados a convertirse en bancos comerciales sujetos a un mayor control de las autoridades, con lo que el sistema financiero norteamericano se quedó sin bancos de inversiones.
25 de septiembre: Se produce la quiebra más grande de una institución de depósitos en la historia de EE.UU cuando cierra el Washington Mutual, la mayor caja de ahorros y préstamos del país con 119 años de historia. Las actividades bancarias del grupo fueron absorbidas por JP Morgan Chase por 1 900 millones de dólares.
12 de octubre: La FED emite un inusual comunicado dominical en el que aprueba la toma del control del banco Wachovia, el cuarto más grande del país, por su rival Well Fargo, tras varios días de disputa con Citigroup por la adquisición de la entidad. Wachovia había perdido un 75% de sus valores en lo que va de año.
El resultado de la avalancha es la desaparición de los endiosados bancos de inversiones en EE.UU, el fin del mito de la independencia de la banca central del poder político, la apocalipsis del Consenso de Washington y de los dogmas económicos neoliberales.
DESCONCIERTO
Los gurúes de la economía se apoderan de los medios por estos días con sus predicciones. Ninguno puede quedar inmutable ante el desconcierto de los bancos, las bolsas y los mercados. La crisis que está enterrando “la mano invisible” que según Adam Smith debe regular los mercados, desata pasiones y teorías.
El Director Gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Khan, ha dicho sin ambages: “…nos enfrentamos a la anarquía financiera: la opacidad, la codicia, la irresponsabilidad de un sistema que se desarrolla sin relación con la economía real…Las finanzas deben ser controladas”.
Thomas Friedman, analista de The New York Times comentó: “Siempre creí que el gobierno de Estados Unidos era un sistema político único, diseñado por genios para que pudiera ser manejado por petulantes. Me equivoqué. Ningún sistema puede ser lo suficientemente lúcido como para sobrevivir a este nivel de incompetencia e imprudencia de parte de la gente encargada de manejarlo”.
El subdirector del departamento de investigaciones del propio FMI, Charles Collyns señaló: “Ahora está claro que estamos viendo el impacto más peligroso sobre los mercados desde los años ´30, planteando una gran amenaza para el crecimiento global”.
Ed Pasley, experto del Center for América, anunció: “Sin acceso a créditos o el acceso sólo a créditos costosos, las compañías no tendrán más alternativas que recortar sus gastos, recortar empleos y dejar de invertir”.
Kenneth Rogoff, execonomista jefe del FMI remarcó: “EE.UU se encamina hacia una recesión más profunda de la que hablábamos hace tres meses, porque el sistema financiero explotó desde dentro”.
El más reciente galardonado con el Premio Nobel de Economía, el investigador, profesor y columnista de The New York Times, Paul Krugman, comentó al conocer el premio: “Me reprocho no haber entendido la amplitud del efecto dominó financiero. Vi que reventaría una burbuja y que causaría mucho daño, pero no me di cuenta de cuán grande iba a ser el daño”.
Martin Wolf, analista económico del Financial Times, escribió: “…murió el sueño del capitalismo global de libre mercado. Durante tres décadas nos hemos movido hacia sistemas financieros regidos por el mercado. Con su decisión de rescatar a Bear Stearns la Reserva Federal, institución responsable de la política monetaria de EE.UU, principal protagonista del capitalismo de libre mercado, declaró el final de esta época”.
Otro galardonado con el Premio Nobel, Paul Samuelson certificó tajantemente: “Esta debacle es para el capitalismo lo que la caída de la URSS fue para el comunismo”.
Récords
Cada día de crisis insoluble se establecen nuevas marcas difíciles de superar. La zozobra financiera rompe más récords que Michael Phelps.
-El valor bursátil de las empresas cotizadas en la Bolsa de Nueva York cayó el “lunes neցro” del 29 de septiembre en 777,68 puntos, lo que significa 1 millón 200 mil millones de dólares, la cifra mayor de pérdidas en un solo día desde que se mide el índice Dow Jones.
En las jornadas del 6 al 10 de octubre, la bolsa tuvo su peor semana en la historia, al perder 18,2% de sus valores. En la recordada crisis de 1987, las pérdidas fueron de 13,7%.
The Wall Street Journal calcula que las acciones de EE.UU perdieron 8.4 billones de dólares en valores desde el pico de las bolsas el pasado año.
-El crédito al consumo se contrajo en agosto por primera vez en la última década, al caer en un 3,7%, informó la Reserva Federal.
-Las ventas de nuevas casas en agosto y septiembre cayeron al mínimo registrado en los últimos 17 años, mientras que los precios son los más bajos en 4 años, anunció el Departamento de Comercio, en una confirmación del deterioro del inflado sector inmobiliario.
Uno de cada 6 estadounidenses debe más hipoteca que el valor real de sus casas; esto representa 12 millones de familias.
-El sector manufacturero registró un brusco descenso en septiembre, hasta el nivel más bajo desde octubre de 2001.
-La deuda nacional de Estados Unidos llegó a los 10.3 billones de dólares. La astronómica cifra ha hecho quedar obsoleto el emblemático Reloj de la Deuda Nacional (National Debt Clock) instalado en Nueva York desde 1989. El relo, ubicado cerca de Times Square, tiene 13 dígitos, uno menos que los necesarios para exhibir en tiempo real, el gigantesco débito adquirido durante la presidencia de Bush. El actual inquilino de la Casa Blanca recibió como herencia un superávit de 115 mil millones de dólares.
A esa enorme deuda aporta el déficit presupuestario, que llegó a la apabullante cifra de 455 000 millones de dólares al concluir el año fiscal 2007-2008. Para el 2009 se pronostica 1 billón de dólares de déficit, al sumarse los multimillonarios números del rescate bancario
-En el mayor recorte desde marzo de 2003, 159 mil norteamericanos quedaron desempleados en septiembre. Más de 760 mil norteamericanos se han quedado sin empleo en los 9 meses del 2008, con lo que la cifra total de trabajadores desempleados en Estados Unidos sobrepasa los 9 millones.
Otros 6,1 millones de norteamericanos sólo tienen empleo a tiempo parcial, sin seguro médico ni vacaciones pagadas.
-La popularidad de Bush es de sólo 25%, según una encuesta de Gallup. Al Congreso le va peor, con un 17% de aceptación.
Sparring de políticos
El desastre financiero ha puesto guantes de boxeo a los políticos en Washington, que se acusan mutuamente de la tragedia. La campaña electoral ha azuzado la pelea. La administración Bush, el Secretario del Tesoro Paulson y Wall Street son los sacos de golpeo preferidos.
El candidato Barack Obama, que se ha consolidado al frente de las encuestas a la vez que se profundiza la crisis, ha expresado: “Dijeron que querían que el mercado operara libremente, pero lo dejaron operar de forma salvaje y al hacerlo pisotearon nuestros valores de justicia, equilibrio y responsabilidad hacia los demás”.
Su oponente John McCain, acérrimo defensor hasta ayer del libre albedrío financiero y quien el mismo día de la quiebra de Lehman Brothers dijo que las bases de la economía norteamericana eran sólidas, ha señalado: “Tenemos que reparar el sistema. Tenemos problemas fundamentales en el sistema. Las calles están pagando una multa por los excesos y la avaricia en Washington D.C y en Wall Street (…) hoy en Washington y –me temo que en Wall Street- la avaricia se premia, el exceso se premia y la corrupción se premia”. (sic)
La representante demócrata de origen puertorriqueño Nydia Velázquez opinó: “Este es el resultado de una filosofía fracasada que ha dejado a Wall Street hacer lo que le diera la gana al darle a las corporaciones todos los subsidios contributivos y la desregulación que pidieron, mientras la gente común y corriente paga los platos rotos”.
El conservador senador republicano Jim Bunning, de Kentucky, ironizó: “En lugar de celebrar el 4 de julio el año próximo, los estadounidenses estarán celebrando el Día dela Bastilla; el mercado libre para todo propósito está muerto en Estados Unidos”.
A Bush, por su parte, no le ha quedado más remedio que tratar de ponerle buena cara a la tormenta: “…tengan fe, la economía se recuperará con el paso del tiempo. Ojalá yo pudiera chasquear los dedos y hacer que todo esto se detenga, pero no es así como funcionan las cosas”.
Debacle global
Nadie escapa a los efectos de la crisis, aunque unos estén más resguardados que otros. La globalización de mercados e inversiones y las múltiples manos que convergen en la pirámide ficticia del sector inmobiliario extienden el bichito financiero como plaga. La desconfianza y la incertidumbre predominan en todos lados.
Los más recientes acontecimientos muestran la amplitud del fenómeno:
-La Bolsa de Tokio cayó el 8 de octubre a su nivel mínimo histórico desde octubre de 1987, en un fuerte batacazo a las esperanzas recuperadoras de la economía japonesa. Una de las principales aseguradoras del país, la Yamato Life Insurance, fue a la bancarrota.
-En el Viejo Continente han quebrado 5 bancos en Alemania, 4 en Gran Bretaña, 2 en Dinamarca y también en el Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo). Los dos principales bancos italianos están contaminados por una ola de desconfianza que desmoronó sus cotizaciones en la bolsa
-Un fenómeno inédito se ha producido en el legendario sistema financiero suizo, cuando sus dos bancos más importantes, el UBS y el Credit Suisse, fuertemente golpeados por la crisis hipotecaria, son objeto de rumores y especulaciones sin cesar, que hacen a los ciudadanos preguntarse preocupados si deben retirar sus ahorros de estas instituciones y deporsitarlos en algunos bancos más pequeños y menos expuestos a las turbulencias globales.
-La misma incertidumbre y los rumores sobre problemas de liquidez han desatado el pánico entre los clientes del ICICI Bank, una de las principales instituciones bancarias de la India, y los del Bank of East Asia, el tercero más importante de Hong Kong.
-Islandia está en un estado de tanto peligro que el país está al borde de la ruina financiera. El gobierno suspendió todas las operaciones en su mercado accionarios durante tres días y tomó el control de los tres bancos más importantes del país. Las autoridades negocian con Rusia y el FMI préstamos multimillonarios para sobrevivir. Islandia, con 300 mil habitantes, es un claro ejemplo del auge crediticio mundial que se ha desmoronado. La economía islandesa está ampliamente basada en su sistema financiero. Sus activos bancarios crecieron en los últimos años en cerca de nueve veces su Producto Interno Bruto y su banca se convirtió en un importante actor financiero internacional.
“La crisis financiera mundial le recordó a Islandia y a otros países, que cuando un huracán atraviesa el océano en ruta a un continente poderoso, generalmente pasa sobre las pequeñas islas dejando una dustracción sustancial”, valoró el jefe de estado islandés Olafur Ragnar Grimsson.
-En Brasil, las operaciones de la bolsa han sido detenidas numerosas veces los últimos días por el hundimiento de los precios de las acciones a los niveles más bajos en dos años y su moneda, el real, tocó su menor nivel desde 1999. El Banco Central brasileño informó que en la primera quincena de octubre salieron de su sector financiero unos 3 500 millones de dólares.
Fuego graneado
La propagación de las llamas provoca reacciones en todas partes. Los dardos contra Washington y Wall Street provienen de la izquierda y la derecha, del mundo desarrollado y del subdesarrollado, de académicos y políticos. Cambio, nueva era, fin del liderazgo norteamericano son los vocablos más frecuentemente empleados.
Dimitri Medvédev, Presidente de Rusia “La época de la dominación de una única economía y una única divisa quedó relegada al pasado de una vez por todas…Debemos trabajar juntos para crear un nuevo sistemas económico-financiero, basado en los principios de la multiporalidad, la supremacía de la ley y la consideración de los intereses mutuos”. (Dimitri Medvédev, Presidente de Rusia)
“…un modelo económico perverso está llegando a su fin. Ahora está crujiendo esa arquitectura financiera, que consideró al mundo como un casino; era como jugarse al mundo a los dados. Hay un crujir de esa economía que vaya daño le ha hecho a los pueblos del mundo” (Hugo Chávez, Presidente de Venezuela)
“Estamos ante un cambio geopolítico histórico, en el cual el equilibrio de poder en el mundo está siendo alterado de manera irrevocable. La era del liderazgo global estadounidense, que se remonta a la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin”. (John Gray, Profesor de Filosofía de la London School of Economics)
“Recuerdo que nos decían que nunca rescatáramos compañías atribuladas…pero en el último año, la FED ha rescatado docenas de bancos, corporaciones hipotecarias y otras empresas en problemas”. Mahathir Mahammad, Ex Primer Ministro de Malasia)
“Lo que pasa actualmente empezó en Estados Unidos en el sector económico y financiero (…)no se trata ya sólo de la irresponsabilidad de personas concretas, sino de la irresponsabilidad de un sistema que pretendía ser el líder.” (Vladimir pilinguin, Primer Ministro de Rusia)
“Los Estados Unidos tienen hoy un deber ético con el mundo entero, para entrar a resolver esta crisis que allí mismo de ha originado (…) Esa nación se da el lujo de tener un alto déficit fiscal, un alto déficit comercial y, al mismo tiempo, ser el país mayor deudor del mundo” (Álvaro Uribe, Presidente de Colombia)
“¿Qué queda entonces de la superpotencia EE.UU? Su poder estaba construido sobre barro financiero. Con el desplome de la hegemonía del dólar, llegó a su fin. El sistema financiero estadounidense ha quedado desacreditado por años. Esto es el fin del capitalismo estadounidense, del ejemplo que por décadas se nos ensalzó como modelo a seguir. Y no es poco, aunque no sea ni por mucho, el fin del capitalismo como sistema mundial.” (Michael R. Krätke, Analista y Profesor de política económica y derecho fiscal de la Universidad de Amsterdam, Holanda)
“La idea de un mercado todopoderoso sin reglas y sin intervención política es una locura…la era de la autorregulación se acabó. El laissez-faire se acabó” (Nicolas Zarkozy, Presidente de Francia)
“Por años los países ricos y los centros financieros internacionales nos enseñaban a América Latina a organizar y modernizar nuestros mercados y nuestro Estado y vemos que los países ricos, por falta de regulación, entran en crisis”. (Michelle Bachelet, Presidenta de Chile)
“Los países emergentes…no pueden ahora volverse víctimas del casino que los banqueros estadounidenses hicieron en su país”. (Luis Inacio Lula da Silva, Presidente de Brasil)
“El fin de la Unión Soviética y de la bipolaridad del mundo en 1991 había provocado la conquista del mundo por el sistema de producción capitalista y la instalación de una ideología neoliberal como teoría de legitimidad (…) El objetivo declarado era llegar a una autorregulación total del mercado. Pues bien, esa teoría está hecha trizas, el neoliberalismo está hecho trizas. Para convencerse basta interrogar a las familias estadounidenses que perdieron sus casas”. (Jean Ziegler, ex relator especial de la ONU para el derecho a la alimentación y Profesor Emérito de Sociología de la Universidad de Ginebra)
Yo tengo un plan
“I have a plan”, es la frase favorita de los candidatos en las elecciones norteamericanas cuando van a hablar de cualquier tema. Es también la de Bush cuando trata de dar la imagen de que hará frente a la crisis, a la que sus excesivas políticas desregulatorias, sus escandalosos gastos militares y los enormes déficits generados han contribuido sobremanera.
El 3 de octubre, el inquilino de la Casa Blanca promulgó su Ley de rescate del sistema financiero norteamericano tras la aprobación por las dos cámaras del Congreso, no sin antes enfrentar una revuelta inicial, con tintes electorales, de los Representantes de su propio partido.
El rescate legislado alcanza los 850 mil millones de dólares. De ellos, 700 mil millones estarán a disposición del gobierno para intentar el salvamento. Una parte será dedicada a la compra de activos invendibles acumulados por los bancos durante la burbuja inmobiliaria. Otro monto de 250 mil millones de dólares se ha decidido destinar, siguiendo el ejemplo británico, a la compra de acciones preferenciales de los bancos de manera temporal, según anunció el Secretario del Tesoro. Las nueve mayores entidades bancarias fueron casi obligadas a aceptar la inversión del gobierno que llegará hasta un 3% de los activos. Esto implica una nacionalización parcial de la banca norteamericana, toda una herejía para los fundamentalistas neoliberales que han conducido la economía mundial por estos oscuros derroteros.
Los otros 150 mil millones se agregaron al proyecto original con el objetivo de endulzar el voto de senadores y representantes. Se utilizarán en desgravaciones fiscales e incentivos para empresas e individuos que inviertan en energías renovables o compren autos ecológicos. También para atender intereses particulares como los 2 millones de dólares asignados a un fabricante de juguetes de madera del estado de Oregon, los 100 millones concedidos a pistas de carreras de automóviles o los 192 millones destinados para el ron importado de Puerto Rico e Islas Vírgenes (¿Bacardí?), según un análisis del plan realizado por la organización Contribuyentes por el Sentido Común.
Las enormes cifras se suman a los 30 mil millones invertidos en Bear Stearn, los 200 mil millones destinados al rescate de Freddie Mac y Fannie Mae, los 85 mil millones prestados a AIG y también los 25 mil millones aprobados para rescatar a la General Motors, Chrysler y Ford, las grandes empresas automovilísticas duramente golpeadas por la crisis.
Pero los multimillonarios gastos, no son suficientes para levantar al fatigado sistema financiero norteamericano. The Wall Street Journal calificó el plan de Paulson como un “bálsamo” pero “poco probable que pueda evitar que la mayor economía del mundo caiga en una recesión”. El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz lo tildó de tan ineficaz como “realizar una tras*fusión de sangre masiva de sangre a una persona que sufre una grave hemorragia interna”.
El rico inversionista George Soros declaró hace unos días en CNN: “El Plan Pulson fue mal concebido…Básicamente el mismo tipo de ingeniería financiera que nos causó problemas es que quieren emplear para resolverlos, y ése es el error. Ahora el mercado está colapsando. Simplemente no es capaz de definir qué es lo que habría que hacer”.
El Secretario del Tesoro Henry Paulson fue presidente de Goldman Sachs, uno de los bancos precursores del empaquetamiento de las hipotecas estadounidenses en exóticos instrumentos financieros, que se vendieron y revendieron como dulces ante la convicción de que el valor de la vivienda no caería y cuya depreciación pronunciada desencadenó el imparable efecto dominó que viven los mercados globales. Paulson amasa una fortuna personal calculada en 700 millones de dólares, buena parte de ella acumulada en sus años en Goldman Sachs.
Ante el estancamiento de la situación, la Reserva Federal coordinó con otros bancos centrales el recorte en medio punto de los tipos de intereses, anunció un aumento de su refinanciamiento a los bancos en octubre y noviembre por unos 900 mil millones de dólares para mitigar la falta de liquidez y la compra de grandes cantidades de deudas a corto plazo sin respaldo, conocidos como papeles comerciales, lo que convertiría al banco central norteamericano en prestamista directo de las empresas, un hecho casi inédito que aumenta el riesgo para los contribuyentes y multiplica los billetes a emitir sin respaldo en la economía real.
Los candidatos presidenciales también han lanzado sus promesas mirando hacia los electores: “Tengo un plan para conservar el valor de vuestras casas y aumentarla nuevamente comprando préstamos hipotecarios”-dijo MCcCain. “Para los estadounidenses que podrían perder sus hogares, hoy también propongo una jovenlandesatoria de tres meses de las ejecuciones hipotecarias (…) exhorto al Congreso a que apruebe un plan para que el Servicio de Recaudación Interna pueda enviar la primera ronda de recortes tributarios lo antes posible, También deberíamos extender y ampliar los subsidios de desempleo a aquellos estadounidenses que perdieron sus trabajos y les resulta difícil encontrar uno nuevo en esta economía débil”- propuso Obama.
Pero muy pocos creen que los candidatos tengan la llave mágica que abra el camino al Edén.
Wall Street sufre su peor crisis desde la Gran Depresión. Los mercados globales de créditos están paralizados, la pirámide ficticia de valores de las viviendas se ha derrumbado, rescates y compras inesperadas son ejecutados por firmas privadas y gobiernos.
Los políticos se disputan las culpas, los bancos quiebran, las bolsas zozobran, los medios especulan a cada minuto, los ciudadanos se miran a los bolsillos. La crisis financiera desatada en los Estados Unidos es un gran caos que arrastra en espiral a la economía mundial.
La avalancha
Estados Unidos creó para sí y para el mundo un sistema financiero divorciado de la actividad productiva, que dejó de estar al servicio de la creación de riqueza material y en cambio creó mecanismos de multiplicación de dinero para beneficio de los especuladores.
Uno de los nichos hacedores de dinero fue el mercado inmobiliario, alrededor del cual se infló una gigantesca burbuja que explotó en agosto del 2007, arrastrando consigo al sistema financiero y la economía norteamericana y mundial. Desde entonces, un millón y medio de familias norteamericanas perdieron sus viviendas por falta de pago.
Las instituciones bancarias, que otorgaron préstamos suicidas para la adquisición de inmuebles a personas sin solvencia, empezaron a derrumbarse como castillos de naipes, en lo que ha sido calificado por la agencia Bloomberg como la peor ola de fracasos bancarios desde 1992.
Estos son algunos de los hitos más significativos en los últimos meses:
El distrito financiero de Wall Street 11 de enero: El primer banco prestamista hipotecario de EE.UU, el Countrywide Financial, quiebra por la magnitud de sus préstamos de riesgo y es comprado por el Bank of America en 2 500 millones de dólares.
16 de marzo: Víctima de una crisis de confianza y amenazado por la falta de liquidez cae el banco de inversiones Bear Stearns. Es comprado por el JP Morgan Chase, que se benefició del aporte de 30 000 millones de dólares de la Reserva Federal a cambio de títulos dudosos.
13 de julio: Indy-Mac, uno de los principales bancos hipotecarios del país se derrumba por el continuo retiro de fondos de los inversionistas, presionados por la crisis crediticia. Es intervenido por el gobierno.
7 de septiembre: Los gigantes hipotecarios Fannie Mae y Freddie Mac, que poseen o garantizan un total de 5 billones de dólares en deudas hipotecarias, son puestos bajo la tutela del Tesoro, después de enormes pérdidas acumuladas por las bajas en el mercado inmobiliario y un insuficiente plan de rescate. Unos 200 mil millones de dólares destinó el gobierno a la operación.
15 de septiembre: Quiebra el banco de inversiones Lehman Brothers, tras perder un 73% de su valor en la bolsa. El grupo es desmantelado y sus actividades en EE.UU son retomadas por el banco británico Barclays, mientras que en Asia-Pacífico, Europa y Medio Oriente, pasan al japonés Nomura Holdings. Se desata el clímax de la crisis.
16 de septiembre: Ante la falta de liquidez del gigantesco banco asegurador estadounidense American Internacional Group (AIG), la Reserva Federal (FED) le hace un préstamo de 85 mil millones de dólares a cambio de una nacionalización, en la que el banco central norteamericano recibiría el 79,9% del capital de la aseguradora.
21 de septiembre: Los afamados bancos de inversiones Goldman Sachs y Morgan Stanley se vieron obligados a convertirse en bancos comerciales sujetos a un mayor control de las autoridades, con lo que el sistema financiero norteamericano se quedó sin bancos de inversiones.
25 de septiembre: Se produce la quiebra más grande de una institución de depósitos en la historia de EE.UU cuando cierra el Washington Mutual, la mayor caja de ahorros y préstamos del país con 119 años de historia. Las actividades bancarias del grupo fueron absorbidas por JP Morgan Chase por 1 900 millones de dólares.
12 de octubre: La FED emite un inusual comunicado dominical en el que aprueba la toma del control del banco Wachovia, el cuarto más grande del país, por su rival Well Fargo, tras varios días de disputa con Citigroup por la adquisición de la entidad. Wachovia había perdido un 75% de sus valores en lo que va de año.
El resultado de la avalancha es la desaparición de los endiosados bancos de inversiones en EE.UU, el fin del mito de la independencia de la banca central del poder político, la apocalipsis del Consenso de Washington y de los dogmas económicos neoliberales.
DESCONCIERTO
Los gurúes de la economía se apoderan de los medios por estos días con sus predicciones. Ninguno puede quedar inmutable ante el desconcierto de los bancos, las bolsas y los mercados. La crisis que está enterrando “la mano invisible” que según Adam Smith debe regular los mercados, desata pasiones y teorías.
El Director Gerente del Fondo Monetario Internacional, Dominique Strauss-Khan, ha dicho sin ambages: “…nos enfrentamos a la anarquía financiera: la opacidad, la codicia, la irresponsabilidad de un sistema que se desarrolla sin relación con la economía real…Las finanzas deben ser controladas”.
Thomas Friedman, analista de The New York Times comentó: “Siempre creí que el gobierno de Estados Unidos era un sistema político único, diseñado por genios para que pudiera ser manejado por petulantes. Me equivoqué. Ningún sistema puede ser lo suficientemente lúcido como para sobrevivir a este nivel de incompetencia e imprudencia de parte de la gente encargada de manejarlo”.
El subdirector del departamento de investigaciones del propio FMI, Charles Collyns señaló: “Ahora está claro que estamos viendo el impacto más peligroso sobre los mercados desde los años ´30, planteando una gran amenaza para el crecimiento global”.
Ed Pasley, experto del Center for América, anunció: “Sin acceso a créditos o el acceso sólo a créditos costosos, las compañías no tendrán más alternativas que recortar sus gastos, recortar empleos y dejar de invertir”.
Kenneth Rogoff, execonomista jefe del FMI remarcó: “EE.UU se encamina hacia una recesión más profunda de la que hablábamos hace tres meses, porque el sistema financiero explotó desde dentro”.
El más reciente galardonado con el Premio Nobel de Economía, el investigador, profesor y columnista de The New York Times, Paul Krugman, comentó al conocer el premio: “Me reprocho no haber entendido la amplitud del efecto dominó financiero. Vi que reventaría una burbuja y que causaría mucho daño, pero no me di cuenta de cuán grande iba a ser el daño”.
Martin Wolf, analista económico del Financial Times, escribió: “…murió el sueño del capitalismo global de libre mercado. Durante tres décadas nos hemos movido hacia sistemas financieros regidos por el mercado. Con su decisión de rescatar a Bear Stearns la Reserva Federal, institución responsable de la política monetaria de EE.UU, principal protagonista del capitalismo de libre mercado, declaró el final de esta época”.
Otro galardonado con el Premio Nobel, Paul Samuelson certificó tajantemente: “Esta debacle es para el capitalismo lo que la caída de la URSS fue para el comunismo”.
Récords
Cada día de crisis insoluble se establecen nuevas marcas difíciles de superar. La zozobra financiera rompe más récords que Michael Phelps.
-El valor bursátil de las empresas cotizadas en la Bolsa de Nueva York cayó el “lunes neցro” del 29 de septiembre en 777,68 puntos, lo que significa 1 millón 200 mil millones de dólares, la cifra mayor de pérdidas en un solo día desde que se mide el índice Dow Jones.
En las jornadas del 6 al 10 de octubre, la bolsa tuvo su peor semana en la historia, al perder 18,2% de sus valores. En la recordada crisis de 1987, las pérdidas fueron de 13,7%.
The Wall Street Journal calcula que las acciones de EE.UU perdieron 8.4 billones de dólares en valores desde el pico de las bolsas el pasado año.
-El crédito al consumo se contrajo en agosto por primera vez en la última década, al caer en un 3,7%, informó la Reserva Federal.
-Las ventas de nuevas casas en agosto y septiembre cayeron al mínimo registrado en los últimos 17 años, mientras que los precios son los más bajos en 4 años, anunció el Departamento de Comercio, en una confirmación del deterioro del inflado sector inmobiliario.
Uno de cada 6 estadounidenses debe más hipoteca que el valor real de sus casas; esto representa 12 millones de familias.
-El sector manufacturero registró un brusco descenso en septiembre, hasta el nivel más bajo desde octubre de 2001.
-La deuda nacional de Estados Unidos llegó a los 10.3 billones de dólares. La astronómica cifra ha hecho quedar obsoleto el emblemático Reloj de la Deuda Nacional (National Debt Clock) instalado en Nueva York desde 1989. El relo, ubicado cerca de Times Square, tiene 13 dígitos, uno menos que los necesarios para exhibir en tiempo real, el gigantesco débito adquirido durante la presidencia de Bush. El actual inquilino de la Casa Blanca recibió como herencia un superávit de 115 mil millones de dólares.
A esa enorme deuda aporta el déficit presupuestario, que llegó a la apabullante cifra de 455 000 millones de dólares al concluir el año fiscal 2007-2008. Para el 2009 se pronostica 1 billón de dólares de déficit, al sumarse los multimillonarios números del rescate bancario
-En el mayor recorte desde marzo de 2003, 159 mil norteamericanos quedaron desempleados en septiembre. Más de 760 mil norteamericanos se han quedado sin empleo en los 9 meses del 2008, con lo que la cifra total de trabajadores desempleados en Estados Unidos sobrepasa los 9 millones.
Otros 6,1 millones de norteamericanos sólo tienen empleo a tiempo parcial, sin seguro médico ni vacaciones pagadas.
-La popularidad de Bush es de sólo 25%, según una encuesta de Gallup. Al Congreso le va peor, con un 17% de aceptación.
Sparring de políticos
El desastre financiero ha puesto guantes de boxeo a los políticos en Washington, que se acusan mutuamente de la tragedia. La campaña electoral ha azuzado la pelea. La administración Bush, el Secretario del Tesoro Paulson y Wall Street son los sacos de golpeo preferidos.
El candidato Barack Obama, que se ha consolidado al frente de las encuestas a la vez que se profundiza la crisis, ha expresado: “Dijeron que querían que el mercado operara libremente, pero lo dejaron operar de forma salvaje y al hacerlo pisotearon nuestros valores de justicia, equilibrio y responsabilidad hacia los demás”.
Su oponente John McCain, acérrimo defensor hasta ayer del libre albedrío financiero y quien el mismo día de la quiebra de Lehman Brothers dijo que las bases de la economía norteamericana eran sólidas, ha señalado: “Tenemos que reparar el sistema. Tenemos problemas fundamentales en el sistema. Las calles están pagando una multa por los excesos y la avaricia en Washington D.C y en Wall Street (…) hoy en Washington y –me temo que en Wall Street- la avaricia se premia, el exceso se premia y la corrupción se premia”. (sic)
La representante demócrata de origen puertorriqueño Nydia Velázquez opinó: “Este es el resultado de una filosofía fracasada que ha dejado a Wall Street hacer lo que le diera la gana al darle a las corporaciones todos los subsidios contributivos y la desregulación que pidieron, mientras la gente común y corriente paga los platos rotos”.
El conservador senador republicano Jim Bunning, de Kentucky, ironizó: “En lugar de celebrar el 4 de julio el año próximo, los estadounidenses estarán celebrando el Día dela Bastilla; el mercado libre para todo propósito está muerto en Estados Unidos”.
A Bush, por su parte, no le ha quedado más remedio que tratar de ponerle buena cara a la tormenta: “…tengan fe, la economía se recuperará con el paso del tiempo. Ojalá yo pudiera chasquear los dedos y hacer que todo esto se detenga, pero no es así como funcionan las cosas”.
Debacle global
Nadie escapa a los efectos de la crisis, aunque unos estén más resguardados que otros. La globalización de mercados e inversiones y las múltiples manos que convergen en la pirámide ficticia del sector inmobiliario extienden el bichito financiero como plaga. La desconfianza y la incertidumbre predominan en todos lados.
Los más recientes acontecimientos muestran la amplitud del fenómeno:
-La Bolsa de Tokio cayó el 8 de octubre a su nivel mínimo histórico desde octubre de 1987, en un fuerte batacazo a las esperanzas recuperadoras de la economía japonesa. Una de las principales aseguradoras del país, la Yamato Life Insurance, fue a la bancarrota.
-En el Viejo Continente han quebrado 5 bancos en Alemania, 4 en Gran Bretaña, 2 en Dinamarca y también en el Benelux (Bélgica, Holanda y Luxemburgo). Los dos principales bancos italianos están contaminados por una ola de desconfianza que desmoronó sus cotizaciones en la bolsa
-Un fenómeno inédito se ha producido en el legendario sistema financiero suizo, cuando sus dos bancos más importantes, el UBS y el Credit Suisse, fuertemente golpeados por la crisis hipotecaria, son objeto de rumores y especulaciones sin cesar, que hacen a los ciudadanos preguntarse preocupados si deben retirar sus ahorros de estas instituciones y deporsitarlos en algunos bancos más pequeños y menos expuestos a las turbulencias globales.
-La misma incertidumbre y los rumores sobre problemas de liquidez han desatado el pánico entre los clientes del ICICI Bank, una de las principales instituciones bancarias de la India, y los del Bank of East Asia, el tercero más importante de Hong Kong.
-Islandia está en un estado de tanto peligro que el país está al borde de la ruina financiera. El gobierno suspendió todas las operaciones en su mercado accionarios durante tres días y tomó el control de los tres bancos más importantes del país. Las autoridades negocian con Rusia y el FMI préstamos multimillonarios para sobrevivir. Islandia, con 300 mil habitantes, es un claro ejemplo del auge crediticio mundial que se ha desmoronado. La economía islandesa está ampliamente basada en su sistema financiero. Sus activos bancarios crecieron en los últimos años en cerca de nueve veces su Producto Interno Bruto y su banca se convirtió en un importante actor financiero internacional.
“La crisis financiera mundial le recordó a Islandia y a otros países, que cuando un huracán atraviesa el océano en ruta a un continente poderoso, generalmente pasa sobre las pequeñas islas dejando una dustracción sustancial”, valoró el jefe de estado islandés Olafur Ragnar Grimsson.
-En Brasil, las operaciones de la bolsa han sido detenidas numerosas veces los últimos días por el hundimiento de los precios de las acciones a los niveles más bajos en dos años y su moneda, el real, tocó su menor nivel desde 1999. El Banco Central brasileño informó que en la primera quincena de octubre salieron de su sector financiero unos 3 500 millones de dólares.
Fuego graneado
La propagación de las llamas provoca reacciones en todas partes. Los dardos contra Washington y Wall Street provienen de la izquierda y la derecha, del mundo desarrollado y del subdesarrollado, de académicos y políticos. Cambio, nueva era, fin del liderazgo norteamericano son los vocablos más frecuentemente empleados.
Dimitri Medvédev, Presidente de Rusia “La época de la dominación de una única economía y una única divisa quedó relegada al pasado de una vez por todas…Debemos trabajar juntos para crear un nuevo sistemas económico-financiero, basado en los principios de la multiporalidad, la supremacía de la ley y la consideración de los intereses mutuos”. (Dimitri Medvédev, Presidente de Rusia)
“…un modelo económico perverso está llegando a su fin. Ahora está crujiendo esa arquitectura financiera, que consideró al mundo como un casino; era como jugarse al mundo a los dados. Hay un crujir de esa economía que vaya daño le ha hecho a los pueblos del mundo” (Hugo Chávez, Presidente de Venezuela)
“Estamos ante un cambio geopolítico histórico, en el cual el equilibrio de poder en el mundo está siendo alterado de manera irrevocable. La era del liderazgo global estadounidense, que se remonta a la Segunda Guerra Mundial llegó a su fin”. (John Gray, Profesor de Filosofía de la London School of Economics)
“Recuerdo que nos decían que nunca rescatáramos compañías atribuladas…pero en el último año, la FED ha rescatado docenas de bancos, corporaciones hipotecarias y otras empresas en problemas”. Mahathir Mahammad, Ex Primer Ministro de Malasia)
“Lo que pasa actualmente empezó en Estados Unidos en el sector económico y financiero (…)no se trata ya sólo de la irresponsabilidad de personas concretas, sino de la irresponsabilidad de un sistema que pretendía ser el líder.” (Vladimir pilinguin, Primer Ministro de Rusia)
“Los Estados Unidos tienen hoy un deber ético con el mundo entero, para entrar a resolver esta crisis que allí mismo de ha originado (…) Esa nación se da el lujo de tener un alto déficit fiscal, un alto déficit comercial y, al mismo tiempo, ser el país mayor deudor del mundo” (Álvaro Uribe, Presidente de Colombia)
“¿Qué queda entonces de la superpotencia EE.UU? Su poder estaba construido sobre barro financiero. Con el desplome de la hegemonía del dólar, llegó a su fin. El sistema financiero estadounidense ha quedado desacreditado por años. Esto es el fin del capitalismo estadounidense, del ejemplo que por décadas se nos ensalzó como modelo a seguir. Y no es poco, aunque no sea ni por mucho, el fin del capitalismo como sistema mundial.” (Michael R. Krätke, Analista y Profesor de política económica y derecho fiscal de la Universidad de Amsterdam, Holanda)
“La idea de un mercado todopoderoso sin reglas y sin intervención política es una locura…la era de la autorregulación se acabó. El laissez-faire se acabó” (Nicolas Zarkozy, Presidente de Francia)
“Por años los países ricos y los centros financieros internacionales nos enseñaban a América Latina a organizar y modernizar nuestros mercados y nuestro Estado y vemos que los países ricos, por falta de regulación, entran en crisis”. (Michelle Bachelet, Presidenta de Chile)
“Los países emergentes…no pueden ahora volverse víctimas del casino que los banqueros estadounidenses hicieron en su país”. (Luis Inacio Lula da Silva, Presidente de Brasil)
“El fin de la Unión Soviética y de la bipolaridad del mundo en 1991 había provocado la conquista del mundo por el sistema de producción capitalista y la instalación de una ideología neoliberal como teoría de legitimidad (…) El objetivo declarado era llegar a una autorregulación total del mercado. Pues bien, esa teoría está hecha trizas, el neoliberalismo está hecho trizas. Para convencerse basta interrogar a las familias estadounidenses que perdieron sus casas”. (Jean Ziegler, ex relator especial de la ONU para el derecho a la alimentación y Profesor Emérito de Sociología de la Universidad de Ginebra)
Yo tengo un plan
“I have a plan”, es la frase favorita de los candidatos en las elecciones norteamericanas cuando van a hablar de cualquier tema. Es también la de Bush cuando trata de dar la imagen de que hará frente a la crisis, a la que sus excesivas políticas desregulatorias, sus escandalosos gastos militares y los enormes déficits generados han contribuido sobremanera.
El 3 de octubre, el inquilino de la Casa Blanca promulgó su Ley de rescate del sistema financiero norteamericano tras la aprobación por las dos cámaras del Congreso, no sin antes enfrentar una revuelta inicial, con tintes electorales, de los Representantes de su propio partido.
El rescate legislado alcanza los 850 mil millones de dólares. De ellos, 700 mil millones estarán a disposición del gobierno para intentar el salvamento. Una parte será dedicada a la compra de activos invendibles acumulados por los bancos durante la burbuja inmobiliaria. Otro monto de 250 mil millones de dólares se ha decidido destinar, siguiendo el ejemplo británico, a la compra de acciones preferenciales de los bancos de manera temporal, según anunció el Secretario del Tesoro. Las nueve mayores entidades bancarias fueron casi obligadas a aceptar la inversión del gobierno que llegará hasta un 3% de los activos. Esto implica una nacionalización parcial de la banca norteamericana, toda una herejía para los fundamentalistas neoliberales que han conducido la economía mundial por estos oscuros derroteros.
Los otros 150 mil millones se agregaron al proyecto original con el objetivo de endulzar el voto de senadores y representantes. Se utilizarán en desgravaciones fiscales e incentivos para empresas e individuos que inviertan en energías renovables o compren autos ecológicos. También para atender intereses particulares como los 2 millones de dólares asignados a un fabricante de juguetes de madera del estado de Oregon, los 100 millones concedidos a pistas de carreras de automóviles o los 192 millones destinados para el ron importado de Puerto Rico e Islas Vírgenes (¿Bacardí?), según un análisis del plan realizado por la organización Contribuyentes por el Sentido Común.
Las enormes cifras se suman a los 30 mil millones invertidos en Bear Stearn, los 200 mil millones destinados al rescate de Freddie Mac y Fannie Mae, los 85 mil millones prestados a AIG y también los 25 mil millones aprobados para rescatar a la General Motors, Chrysler y Ford, las grandes empresas automovilísticas duramente golpeadas por la crisis.
Pero los multimillonarios gastos, no son suficientes para levantar al fatigado sistema financiero norteamericano. The Wall Street Journal calificó el plan de Paulson como un “bálsamo” pero “poco probable que pueda evitar que la mayor economía del mundo caiga en una recesión”. El Premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz lo tildó de tan ineficaz como “realizar una tras*fusión de sangre masiva de sangre a una persona que sufre una grave hemorragia interna”.
El rico inversionista George Soros declaró hace unos días en CNN: “El Plan Pulson fue mal concebido…Básicamente el mismo tipo de ingeniería financiera que nos causó problemas es que quieren emplear para resolverlos, y ése es el error. Ahora el mercado está colapsando. Simplemente no es capaz de definir qué es lo que habría que hacer”.
El Secretario del Tesoro Henry Paulson fue presidente de Goldman Sachs, uno de los bancos precursores del empaquetamiento de las hipotecas estadounidenses en exóticos instrumentos financieros, que se vendieron y revendieron como dulces ante la convicción de que el valor de la vivienda no caería y cuya depreciación pronunciada desencadenó el imparable efecto dominó que viven los mercados globales. Paulson amasa una fortuna personal calculada en 700 millones de dólares, buena parte de ella acumulada en sus años en Goldman Sachs.
Ante el estancamiento de la situación, la Reserva Federal coordinó con otros bancos centrales el recorte en medio punto de los tipos de intereses, anunció un aumento de su refinanciamiento a los bancos en octubre y noviembre por unos 900 mil millones de dólares para mitigar la falta de liquidez y la compra de grandes cantidades de deudas a corto plazo sin respaldo, conocidos como papeles comerciales, lo que convertiría al banco central norteamericano en prestamista directo de las empresas, un hecho casi inédito que aumenta el riesgo para los contribuyentes y multiplica los billetes a emitir sin respaldo en la economía real.
Los candidatos presidenciales también han lanzado sus promesas mirando hacia los electores: “Tengo un plan para conservar el valor de vuestras casas y aumentarla nuevamente comprando préstamos hipotecarios”-dijo MCcCain. “Para los estadounidenses que podrían perder sus hogares, hoy también propongo una jovenlandesatoria de tres meses de las ejecuciones hipotecarias (…) exhorto al Congreso a que apruebe un plan para que el Servicio de Recaudación Interna pueda enviar la primera ronda de recortes tributarios lo antes posible, También deberíamos extender y ampliar los subsidios de desempleo a aquellos estadounidenses que perdieron sus trabajos y les resulta difícil encontrar uno nuevo en esta economía débil”- propuso Obama.
Pero muy pocos creen que los candidatos tengan la llave mágica que abra el camino al Edén.