MAESE PELMA
me gusta depilarme los huevones y tocármelos
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Oh, qué horrible y anticuado tener delitos de blasfemia en pleno siglo XXI oh, qué modernos somos. Oh. Quitemos los delitos de blasfemia e inventemos los delitos de blasfemia contra nosotros. Así nadie podrá blasfemar contra nosotros y nuestra ideología pero sí contra la ideología de nuestros enemigos.
ji ji jo jo ju ju
Y todo esto ante la impasibilidad del poble espanyol, aborregado y acobardado
¿Sabéis qué otro delito de blasfemia sigue actualmente vigente?
elpais.com
Regocíjase el País en que llevan dos décadas los jueces en la empresa de destrozarle la vida a un librero
Los tribunales le persiguen por su inequívoco discurso de repruebo desde hace más de dos décadas
Prohibido leer en Democracia.
Dice La Razón de jovenlandia
Es uno de los episodios más tristes de la historia librera de Barcelona. Durante años, desde la calle Séneca de la capital catalana, una pretendida librería trató de dar a conocer todo tipo de literatura partidaria del nacionalsocialismo. En una época en la que nos persiguen las "Fake News", desde ese establecimiento, dirigido por Pedro Varela Geiss, se dio cobijo a una serie de títulos que tenían como denominador común la negación del Holocausto siguiendo postulados racistas.
ji ji jo jo ju ju
Y todo esto ante la impasibilidad del poble espanyol, aborregado y acobardado
¿Sabéis qué otro delito de blasfemia sigue actualmente vigente?
Gallardón reformará el Código Penal para castigar el antisemitismo
También agilizará la concesión de la nacionalidad a los sefardíes expulsados de España
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Regocíjase el País en que llevan dos décadas los jueces en la empresa de destrozarle la vida a un librero
Los tribunales le persiguen por su inequívoco discurso de repruebo desde hace más de dos décadas
Prohibido leer en Democracia.
Dice La Razón de jovenlandia
https://www.larazon.es/cataluna/emp...-varela_202405136641dca8c0b95c0001876d92.html
Es uno de los episodios más tristes de la historia librera de Barcelona. Durante años, desde la calle Séneca de la capital catalana, una pretendida librería trató de dar a conocer todo tipo de literatura partidaria del nacionalsocialismo. En una época en la que nos persiguen las "Fake News", desde ese establecimiento, dirigido por Pedro Varela Geiss, se dio cobijo a una serie de títulos que tenían como denominador común la negación del Holocausto siguiendo postulados racistas.
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