ElBillet
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Catalunya aprueba unos Presupuestos con una fuerte alza fiscal y dos nuevos impuestos ambientales
Cataluña cuenta desde este viernes con unos nuevos Presupuestos, que incluyen la creación de dos nuevos impuestos ambientales pioneros en España y también una sustancial subida de algunas figuras impositivas, entre ellas el tramo autoómico del IRPF para las rentas de entre 90.000 euros y 175.000 euros, que consolidará a Catalunya como la comunidad donde este tributo es más elevado.
Las cuentas salen adelante en el Parlament con el voto de JxCat y ERC, y la abstención de los aliados de Podemos en la comunidad, los comunes. "Tras años de austeridad, abrimos una nueva etapa", ha explicado en el pleno el número dos de la Generalitat y consejero de Economía, el republicano Pere Aragonès.
Cs, PSC y PP las rechazarán porque consideran que se han quedado "desfasadas" por el impacto del cobi19 ya que de hecho, el preacuerdo se cerró antes del inicio del estado de alarma. Por su parte, varias entidades sociales también las rechazan ya que, según dicen, no revierten los recortes, frente a lo que asegura el Govern.
Son unas cuentas marcadamente expansivas, ya que incorporan un sustancial incremento del gasto público, cifrado en los 3.000 millones de euros. Servirán en parte, para cubrir los 1.800 millones que según las primeras estimaciones, costará la lucha contra el Covi-19 a la red sanitaria pública.
A este dato, hay que añadir las ayudas, subvenciones y bonificaciones que la Generalitat pondrá en marcha este año para diferentes colectivos, como pymes, entidades deportivas y empresas culturales. De estas forma pretende que todos estos sectores puedan afrontar la caída en la facturación que ha supuesto el estado de alarma.
El número dos de la Generalitat, responsable de Economía y Hacienda y próximo candidato de ERC a las elecciones catalanas, Pere Aragonès, junto a Albert Castellanos, número dos de la conselleria, en una imagen de archivo.ELENA RAMÓNEXPANSIÓN
Alza fiscal en plena desaceleración económica
Las cuentas prevén una alza fiscal. Era una de las condiciones de los comunes para facilitar la aprobación de los Presupuestos, y este objetivo se ha mantenido pese a la crisis sanitaria, económica y social que está suponiendo la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
A la creación de un nuevo subtramo en el tramo autonómico del IRPF, este año nacerán dos nuevos impuestos ambientales pioneros en España.
Uno de ellos grabará las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por parte de la automoción, y se inspira en el principio quién contamina, paga. El otro es un canon por el impacto que tienen en el ecosistema los centros en los que se produce energía y las redes de telecomunicaciones.
Ambas figuras impositivas cuentan con la frontal oposición de la patronal de la gran empresa catalana, Fomento del Trabajo, y varios agentes del sector.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, en cuanto al recargo sobre el CO2, esta semana la Generalitat anunció que en su primer año de entrada en vigor, activará una bonificación, que será proporcional a la duración del estado de alarma. Esta decisión ya ha causado malestar entre las entidades ecologistas, partidarias de esta figura impositiva.
En el tributo donde no va a haber cambios es en el que pagarán las eléctricas y las operadoras de telecomunicaciones. Por este concepto, se prevén ingresar hasta diciembre 72,6 millones de euros. En 2021, el primer año en el que el impuesto estará totalmente en vigor, la cifra ascenderá a 145,1 millones.
Otra alza significativa tendrá lugar en el impuesto de Sucesiones y Donaciones . Esta reforma fue otra exigencia de los comunes, con el objetivo de pasar página a las bonificaciones que impulsó el expresidente Artur Mas a principios de 2011, justo después de aterrizar en la Generalitat.
Habrá una jovenlandesatoria para que las empresas tengan más tiempo parar abonar el gravamen sobre los refrescos con exceso de azúcar, que se puso en marcha en 2017, y la tasa turística. De hecho, el sector hotelero es uno de los más afectados por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, ya que el estado de alarma ha significado prácticamente su cierre y las perspectivas para la temporada son muy negativas.
No se cumplirá con el déficit, como en 2019
El mandatario autonómico, Quim Torra (JxCat), junto al número dos de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), el pasado febrero.ELENA RAMÓNEXPANSIÓN
La portavoz del Ejecutivo autonómico, Meritxell Budó, ha dado por hecho este jueves que la Generalitat no podrá dar cumplimiento al objetivo de déficit de 2020.
De hecho, justo antes de que empezase el confinamiento, se dio a conocer que no lo hizo en 2019, y que el déficit fue del 0,56%, cinco veces más que el tope impuesto por el Ministerio de Hacienda, que era del 0,1%.
El Govern exige al Estado no tener ningún tope este año ni tampoco cumplir con la Ley de Estabilidad Financiera y la regla de gasto. Además, reclama al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos más medidas de liquidez.
A la espera de que la Generalitat haga públicas sus estimaciones sobre cuál será el impacto de la crisis sanitaria, social y económica que está implicando el cobi19 en cuanto al PIB catalán, la recaudación tributaria y el objetivo de déficit de 2020, Budó ha destacado este jueves que el objetivo del Govern es reformar las cuentas.
En este sentido, tiende la mano a los partidos de la oposición, aunque ha reconocido que en los últimos días no ha habido ningún contacto con Cs, PSC y PP. Estas tres fuerzas lamentan que hoy se aprueben unas cuentas "desfasadas" y Cs, que lidera la oposición en el Parlament, llegó a recurrirlas, aunque sus peticiones no fueron admitidas a trámite.
Continuidad al 'procés'
El partido naranja, los socialistas catalanes y los populares cuestionan en su conjunto estas cuentas, que permitirán a la Generalitat y a sus empresas públicas gestionar más de 36.000 millones de euros.
de derechasda del Parlament de Catalunya, en una imagen de archivo.ELENA RAMONEXPANSION
Los medios públicos autonómicos, TV3 y Catalunya Ràdio, gestionarán 253 millones de euros, de los que 240 millones proceden de una tras*ferencia directa de la Generalitat. Los partidos de la oposición han intensificado durante los últimos días sus críticas a ambas estaciones, por su sesgo gubernamental.
Cs y PP también cuestionan el Diplocat, un organismo paradiplomático que puso en marcha Artur Mas y que jugó un papel clave a la hora de internacionalizar la agenda separatista. Se desmanteló tras la aplicación del artículo 155, en otoño de 2017, y una de las primeras decisiones que tomó Torra fue su reapertura.
La intervención del autogobierno por parte del Estado también supuso clausurar la red de 'embajadas', que también se pusieron de nuevo en marcha. Para este año, se destinan 73 millones para "acción exterior" y "cooperación al desarrollo".
Otras partidas que la oposición insta a replantear son los 7,7 millones para subvenciones a medios en catalán o aranés, 32 millones para publicidad institucional, 13,7 millones para la controvertida Agencia de Ciberseguridad y 530 millones para el Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació (CTTI), un órgano tecnológico que también jugó un papel clave en las votaciones ilegales del 1-O y el 9-N, donde se preguntó a los ciudadanos sobre su apoyo a una eventual secesión.
Rechazo a la austeridad
Aragonès (ERC), ha rechazado las políticas de austeridad para hacer frente a la crisis del cobi19: "Es momento de una política expansiva".
"No prevemos una reducción del gasto público. Sí que puede haber un aplazamiento de inversiones no prioritarias", ha avisado el vicepresident esta mañana en una entrevista en TV3, informa Europa Press.
Incertidumbre
El cobi19 ha hecho estallar por los aires el calendario político. Ante las reiteradas discrepancias entre los dos socios del Govern, JxCat y ERC, en enero el mandatario autonómico, Quim Torra, anunció que después de la aprobación de las cuentas, anunciaría el fin de la legislatura y la fecha en la que se celebrarían unas nuevas elecciones catalanas.
Días atrás, Torra vio "fuera de toda lógica" convocar unas elecciones "en estos momentos" en Catalunya, que serían los quintos comicios autonómicos en diez años, y los cuartos anticipados. En cualquier caso, desde principios de año está condenado por la justicia. Fue inhabilitado por haberse negado a descolgar, hace justo un año, unas pancartas soberanistas del Palau de la Generalitat, durante la campaña de las elecciones generales de abril de 2019.
Cataluña cuenta desde este viernes con unos nuevos Presupuestos, que incluyen la creación de dos nuevos impuestos ambientales pioneros en España y también una sustancial subida de algunas figuras impositivas, entre ellas el tramo autoómico del IRPF para las rentas de entre 90.000 euros y 175.000 euros, que consolidará a Catalunya como la comunidad donde este tributo es más elevado.
Las cuentas salen adelante en el Parlament con el voto de JxCat y ERC, y la abstención de los aliados de Podemos en la comunidad, los comunes. "Tras años de austeridad, abrimos una nueva etapa", ha explicado en el pleno el número dos de la Generalitat y consejero de Economía, el republicano Pere Aragonès.
Cs, PSC y PP las rechazarán porque consideran que se han quedado "desfasadas" por el impacto del cobi19 ya que de hecho, el preacuerdo se cerró antes del inicio del estado de alarma. Por su parte, varias entidades sociales también las rechazan ya que, según dicen, no revierten los recortes, frente a lo que asegura el Govern.
Son unas cuentas marcadamente expansivas, ya que incorporan un sustancial incremento del gasto público, cifrado en los 3.000 millones de euros. Servirán en parte, para cubrir los 1.800 millones que según las primeras estimaciones, costará la lucha contra el Covi-19 a la red sanitaria pública.
A este dato, hay que añadir las ayudas, subvenciones y bonificaciones que la Generalitat pondrá en marcha este año para diferentes colectivos, como pymes, entidades deportivas y empresas culturales. De estas forma pretende que todos estos sectores puedan afrontar la caída en la facturación que ha supuesto el estado de alarma.
El número dos de la Generalitat, responsable de Economía y Hacienda y próximo candidato de ERC a las elecciones catalanas, Pere Aragonès, junto a Albert Castellanos, número dos de la conselleria, en una imagen de archivo.ELENA RAMÓNEXPANSIÓN
Alza fiscal en plena desaceleración económica
Las cuentas prevén una alza fiscal. Era una de las condiciones de los comunes para facilitar la aprobación de los Presupuestos, y este objetivo se ha mantenido pese a la crisis sanitaria, económica y social que está suponiendo la esa época en el 2020 de la que yo le hablo.
A la creación de un nuevo subtramo en el tramo autonómico del IRPF, este año nacerán dos nuevos impuestos ambientales pioneros en España.
Uno de ellos grabará las emisiones de dióxido de carbono (CO2) por parte de la automoción, y se inspira en el principio quién contamina, paga. El otro es un canon por el impacto que tienen en el ecosistema los centros en los que se produce energía y las redes de telecomunicaciones.
Ambas figuras impositivas cuentan con la frontal oposición de la patronal de la gran empresa catalana, Fomento del Trabajo, y varios agentes del sector.
Sin embargo, hay que tener en cuenta que, en cuanto al recargo sobre el CO2, esta semana la Generalitat anunció que en su primer año de entrada en vigor, activará una bonificación, que será proporcional a la duración del estado de alarma. Esta decisión ya ha causado malestar entre las entidades ecologistas, partidarias de esta figura impositiva.
En el tributo donde no va a haber cambios es en el que pagarán las eléctricas y las operadoras de telecomunicaciones. Por este concepto, se prevén ingresar hasta diciembre 72,6 millones de euros. En 2021, el primer año en el que el impuesto estará totalmente en vigor, la cifra ascenderá a 145,1 millones.
Otra alza significativa tendrá lugar en el impuesto de Sucesiones y Donaciones . Esta reforma fue otra exigencia de los comunes, con el objetivo de pasar página a las bonificaciones que impulsó el expresidente Artur Mas a principios de 2011, justo después de aterrizar en la Generalitat.
Habrá una jovenlandesatoria para que las empresas tengan más tiempo parar abonar el gravamen sobre los refrescos con exceso de azúcar, que se puso en marcha en 2017, y la tasa turística. De hecho, el sector hotelero es uno de los más afectados por la esa época en el 2020 de la que yo le hablo, ya que el estado de alarma ha significado prácticamente su cierre y las perspectivas para la temporada son muy negativas.
No se cumplirá con el déficit, como en 2019
El mandatario autonómico, Quim Torra (JxCat), junto al número dos de la Generalitat, Pere Aragonès (ERC), el pasado febrero.ELENA RAMÓNEXPANSIÓN
La portavoz del Ejecutivo autonómico, Meritxell Budó, ha dado por hecho este jueves que la Generalitat no podrá dar cumplimiento al objetivo de déficit de 2020.
De hecho, justo antes de que empezase el confinamiento, se dio a conocer que no lo hizo en 2019, y que el déficit fue del 0,56%, cinco veces más que el tope impuesto por el Ministerio de Hacienda, que era del 0,1%.
El Govern exige al Estado no tener ningún tope este año ni tampoco cumplir con la Ley de Estabilidad Financiera y la regla de gasto. Además, reclama al Gobierno del PSOE y Unidas Podemos más medidas de liquidez.
A la espera de que la Generalitat haga públicas sus estimaciones sobre cuál será el impacto de la crisis sanitaria, social y económica que está implicando el cobi19 en cuanto al PIB catalán, la recaudación tributaria y el objetivo de déficit de 2020, Budó ha destacado este jueves que el objetivo del Govern es reformar las cuentas.
En este sentido, tiende la mano a los partidos de la oposición, aunque ha reconocido que en los últimos días no ha habido ningún contacto con Cs, PSC y PP. Estas tres fuerzas lamentan que hoy se aprueben unas cuentas "desfasadas" y Cs, que lidera la oposición en el Parlament, llegó a recurrirlas, aunque sus peticiones no fueron admitidas a trámite.
Continuidad al 'procés'
El partido naranja, los socialistas catalanes y los populares cuestionan en su conjunto estas cuentas, que permitirán a la Generalitat y a sus empresas públicas gestionar más de 36.000 millones de euros.
de derechasda del Parlament de Catalunya, en una imagen de archivo.ELENA RAMONEXPANSION
Los medios públicos autonómicos, TV3 y Catalunya Ràdio, gestionarán 253 millones de euros, de los que 240 millones proceden de una tras*ferencia directa de la Generalitat. Los partidos de la oposición han intensificado durante los últimos días sus críticas a ambas estaciones, por su sesgo gubernamental.
Cs y PP también cuestionan el Diplocat, un organismo paradiplomático que puso en marcha Artur Mas y que jugó un papel clave a la hora de internacionalizar la agenda separatista. Se desmanteló tras la aplicación del artículo 155, en otoño de 2017, y una de las primeras decisiones que tomó Torra fue su reapertura.
La intervención del autogobierno por parte del Estado también supuso clausurar la red de 'embajadas', que también se pusieron de nuevo en marcha. Para este año, se destinan 73 millones para "acción exterior" y "cooperación al desarrollo".
Otras partidas que la oposición insta a replantear son los 7,7 millones para subvenciones a medios en catalán o aranés, 32 millones para publicidad institucional, 13,7 millones para la controvertida Agencia de Ciberseguridad y 530 millones para el Centre de Telecomunicacions i Tecnologies de la Informació (CTTI), un órgano tecnológico que también jugó un papel clave en las votaciones ilegales del 1-O y el 9-N, donde se preguntó a los ciudadanos sobre su apoyo a una eventual secesión.
Rechazo a la austeridad
Aragonès (ERC), ha rechazado las políticas de austeridad para hacer frente a la crisis del cobi19: "Es momento de una política expansiva".
"No prevemos una reducción del gasto público. Sí que puede haber un aplazamiento de inversiones no prioritarias", ha avisado el vicepresident esta mañana en una entrevista en TV3, informa Europa Press.
Incertidumbre
El cobi19 ha hecho estallar por los aires el calendario político. Ante las reiteradas discrepancias entre los dos socios del Govern, JxCat y ERC, en enero el mandatario autonómico, Quim Torra, anunció que después de la aprobación de las cuentas, anunciaría el fin de la legislatura y la fecha en la que se celebrarían unas nuevas elecciones catalanas.
Días atrás, Torra vio "fuera de toda lógica" convocar unas elecciones "en estos momentos" en Catalunya, que serían los quintos comicios autonómicos en diez años, y los cuartos anticipados. En cualquier caso, desde principios de año está condenado por la justicia. Fue inhabilitado por haberse negado a descolgar, hace justo un año, unas pancartas soberanistas del Palau de la Generalitat, durante la campaña de las elecciones generales de abril de 2019.