Fornicious Jr
Madmaxista
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Una planta para reparar blindados y tanques del Ejército, alternativa a la salida de Nissan en Barcelona
El proyecto prevé el mantenimiento de 1.400 vehículos militares, con el nuevo 8x8 como estrella
La solución a la reindustrialización de la planta de Nissan en Barcelona, que a partir del 1 de enero dejará de ser operada por el fabricante automovilístico, podría pasar por la instalación en la capital catalana de un centro de mantenimiento y reparaciones de los vehículos pesados terrestres del Ejército de Tierra, informan a ABC fuentes conocedoras del plan de reindustrialización. Este proyecto hace especial énfasis en el apoyo al ciclo de vida del futuro blindado 8x8 ‘Dragón’ que en diciembre comenzará a construir la UTE Tess Defense formada por cuatro empresas: Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa Placencia y Escribano Mechanical & Engineering.
Las mismas fuentes explican que esta opción es una de las que conformaría el plan alternativo para
ocupar los terrenos de Nissan si finalmente falla la que es ahora la opción preferente, la del fabricante chino de coches eléctricos Great Wall Motor (GWM), y que en los próximos días se conocerá si sale o no adelante. Tras pasar el corte del comité de reindustrialización de Nissan, la oferta de GWM, por inversión, volumen de producción y salvaguarda de empleos es la opción preferida, y en la que se ha estado trabajando en las últimas semanas, si bien las exigencias económicas de última hora del consorcio chino han puesto el proyecto en el alero.
Contraoferta a GWM
Tras la visita la pasada semana de ejecutivos chinos a los terrenos de la Zona Franca, que Nissan abandonará el mes que viene, GWM habría reclamado más ayudas directas más allá de los 100 millones previstos inicialmente, un menor compromiso de recolocación de parte de la plantilla heredada de Nissan, especialmente los de más edad, así como un mejor precio por el alquiler de los terrenos, de 500.000 m², propiedad del Consorcio de la Zona Franca.
Las próximas horas van a ser decisivas. Según ha podido saber este diario, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha mandado hoy una carta a la cúpula de GWM para emplazarles a una última y decisiva reunión telemática el próximo viernes, en la que se intentaría dar a los chinos seguridad y mayores facilidades. No va a ser fácil, reconocen fuentes conocedoras, pero ahora mismo la de GWM sigue siendo la mejor opción. De hecho, el comité de reindustrialización ya ha hecho una contraoferta para intentar retener a los chinos: más ayudas, menor alquiler y condiciones de reincorporación de la plantilla más suaves.
En paralelo, mañana se celebra una nueva reunión del citado comité, asesorado por KPMG, y donde se van a plantear las opciones alternativas en las que se está trabajando. Es ahí donde entrarían en juego los blindados del Ejército de Tierra, con un centro de mantenimiento para el cual las empresas implicadas en la UTE Tess Defence deberían desviar activos y recursos de sus actuales factorías emplazadas en Asturias, Sevilla, Madrid o Guipúzcoa, principalmente.
Este plan B -que ya ha sido presentado a Tess Defence- «consiste en el desarrollo de un sistema de apoyo al ciclo de vida de los vehículos terrestres pesados del Ejército de Tierra, incluyendo la reparación de las grandes reparaciones (overhauls) de los vehículos y sus actualizaciones», según reza en el informe del proyecto. Esto incluiría las reparaciones y mantenimientos que se deben realizar a estos vehículos y blindados militares cada diez años de vida.
De los 500.000 m² con que cuentan las instalaciones de Nissan en la Zona Franca, el centro de mantenimiento de los blindados del Ejército -con especial atención al nuevo 8x8 ‘Dragón’- ocuparía unos 150.000 m²: «100.000 m² para la nave de montaje y pruebas y su almacén logístico y 50.000m² para una pista de rodaje y obstáculos».
El estudio también cifra el impacto de empleo que se generaría con el proyecto de mantenimiento militar en Barcelona: «Se ha calculado una plantilla de 300 personas como la adecuada para la gestión de la cadena de producción, el personal de las actividades I+D y el personal del almacén logístico. Los empleos indirectos que se generarían inducidos por este proyecto multiplicarían por diez esta cifra». En la exposición del modelo de negocio se incluye una flota de vehículos a mantener, reparar o actualizar de unos 1.400 vehículos, una vez que se produzcan nuevas fases del 8x8.
Carros de combate Leopard
Se detalla así en el documento: «En estos momentos estarían incluidos los Pizarro fase I, Pizarro puesto de mando, Leopard 2A4 y 2E (carros de combate o tanques) y Leopard de recuperación ‘Búfalo’, lo que suponen 400 vehículos. Se incorporarán en unos cinco años a esta flota, los Pizarros fase II y posteriormente los 8x8. En total, cerca de 450 vehículos más. Con la futura producción prevista de las nuevas fases de 8x8, se llegaría a constituir una plantilla fija de más de 1.400 vehículos.
En paralelo a este proyecto, y de fallar la opción de GWM, el grueso de las instalaciones de Nissan se las quedaría el proyecto de ‘hub’ de electromovilidad conformado por varias empresas y liderado por QEV, y que ocuparía unos 250.000 m², a la vez que entraría en escena un tercer actor, en este caso vinculado a un operador logístico, probablemente de la alimentación.
El fabricante de motos eléctricas Silence seguiría quedándose los terrenos de Nissan en Montcada, mientras que quedarían en el aire los de Sant Andreu, donde de inicio iba el hub de electromovilidad, que iría en Zona Franca.
El proyecto prevé el mantenimiento de 1.400 vehículos militares, con el nuevo 8x8 como estrella
La solución a la reindustrialización de la planta de Nissan en Barcelona, que a partir del 1 de enero dejará de ser operada por el fabricante automovilístico, podría pasar por la instalación en la capital catalana de un centro de mantenimiento y reparaciones de los vehículos pesados terrestres del Ejército de Tierra, informan a ABC fuentes conocedoras del plan de reindustrialización. Este proyecto hace especial énfasis en el apoyo al ciclo de vida del futuro blindado 8x8 ‘Dragón’ que en diciembre comenzará a construir la UTE Tess Defense formada por cuatro empresas: Santa Bárbara Sistemas, Indra, Sapa Placencia y Escribano Mechanical & Engineering.
Las mismas fuentes explican que esta opción es una de las que conformaría el plan alternativo para
ocupar los terrenos de Nissan si finalmente falla la que es ahora la opción preferente, la del fabricante chino de coches eléctricos Great Wall Motor (GWM), y que en los próximos días se conocerá si sale o no adelante. Tras pasar el corte del comité de reindustrialización de Nissan, la oferta de GWM, por inversión, volumen de producción y salvaguarda de empleos es la opción preferida, y en la que se ha estado trabajando en las últimas semanas, si bien las exigencias económicas de última hora del consorcio chino han puesto el proyecto en el alero.
Contraoferta a GWM
Tras la visita la pasada semana de ejecutivos chinos a los terrenos de la Zona Franca, que Nissan abandonará el mes que viene, GWM habría reclamado más ayudas directas más allá de los 100 millones previstos inicialmente, un menor compromiso de recolocación de parte de la plantilla heredada de Nissan, especialmente los de más edad, así como un mejor precio por el alquiler de los terrenos, de 500.000 m², propiedad del Consorcio de la Zona Franca.
Las próximas horas van a ser decisivas. Según ha podido saber este diario, la ministra de Industria, Reyes Maroto, ha mandado hoy una carta a la cúpula de GWM para emplazarles a una última y decisiva reunión telemática el próximo viernes, en la que se intentaría dar a los chinos seguridad y mayores facilidades. No va a ser fácil, reconocen fuentes conocedoras, pero ahora mismo la de GWM sigue siendo la mejor opción. De hecho, el comité de reindustrialización ya ha hecho una contraoferta para intentar retener a los chinos: más ayudas, menor alquiler y condiciones de reincorporación de la plantilla más suaves.
En paralelo, mañana se celebra una nueva reunión del citado comité, asesorado por KPMG, y donde se van a plantear las opciones alternativas en las que se está trabajando. Es ahí donde entrarían en juego los blindados del Ejército de Tierra, con un centro de mantenimiento para el cual las empresas implicadas en la UTE Tess Defence deberían desviar activos y recursos de sus actuales factorías emplazadas en Asturias, Sevilla, Madrid o Guipúzcoa, principalmente.
Este plan B -que ya ha sido presentado a Tess Defence- «consiste en el desarrollo de un sistema de apoyo al ciclo de vida de los vehículos terrestres pesados del Ejército de Tierra, incluyendo la reparación de las grandes reparaciones (overhauls) de los vehículos y sus actualizaciones», según reza en el informe del proyecto. Esto incluiría las reparaciones y mantenimientos que se deben realizar a estos vehículos y blindados militares cada diez años de vida.
De los 500.000 m² con que cuentan las instalaciones de Nissan en la Zona Franca, el centro de mantenimiento de los blindados del Ejército -con especial atención al nuevo 8x8 ‘Dragón’- ocuparía unos 150.000 m²: «100.000 m² para la nave de montaje y pruebas y su almacén logístico y 50.000m² para una pista de rodaje y obstáculos».
El estudio también cifra el impacto de empleo que se generaría con el proyecto de mantenimiento militar en Barcelona: «Se ha calculado una plantilla de 300 personas como la adecuada para la gestión de la cadena de producción, el personal de las actividades I+D y el personal del almacén logístico. Los empleos indirectos que se generarían inducidos por este proyecto multiplicarían por diez esta cifra». En la exposición del modelo de negocio se incluye una flota de vehículos a mantener, reparar o actualizar de unos 1.400 vehículos, una vez que se produzcan nuevas fases del 8x8.
Carros de combate Leopard
Se detalla así en el documento: «En estos momentos estarían incluidos los Pizarro fase I, Pizarro puesto de mando, Leopard 2A4 y 2E (carros de combate o tanques) y Leopard de recuperación ‘Búfalo’, lo que suponen 400 vehículos. Se incorporarán en unos cinco años a esta flota, los Pizarros fase II y posteriormente los 8x8. En total, cerca de 450 vehículos más. Con la futura producción prevista de las nuevas fases de 8x8, se llegaría a constituir una plantilla fija de más de 1.400 vehículos.
En paralelo a este proyecto, y de fallar la opción de GWM, el grueso de las instalaciones de Nissan se las quedaría el proyecto de ‘hub’ de electromovilidad conformado por varias empresas y liderado por QEV, y que ocuparía unos 250.000 m², a la vez que entraría en escena un tercer actor, en este caso vinculado a un operador logístico, probablemente de la alimentación.
El fabricante de motos eléctricas Silence seguiría quedándose los terrenos de Nissan en Montcada, mientras que quedarían en el aire los de Sant Andreu, donde de inicio iba el hub de electromovilidad, que iría en Zona Franca.