Recientemente se han celebrado una elecciones en IRAN cuyo resultado definitivo, más que dudoso, todavía está por ver.
En este contexto resulta particularmente interesante el libro “Khomeini's Ghost”, de Con Coughlin, un estudio sobre el auge de la visión que Jomeini tenía de su Irán islámico y revolucionario, que deseaba duradero.
El cuadro resultante de lo escrito por Coughlin no puede más que ser inquietante, pues deja entrever que los clérigos iraníes siempre han acabado por salirse con la suya, ante la pasividad o el desconcierto internacional.
La idea de Jomeini consistía en convertir a Irán en el líder espiritual y político del mundo de la religión del amor, por la fuerza si fuera necesario, y por los medios que fuera preciso emplear, del terrorismo a las armas atómicas. Coughlin deja al descubierto todas las maniobras iraníes para exportar su revolución a medio mundo mediante terceros y la explotación de grupos terroristas, desde Hizbolá a la Yihad Islámica palestina. El recuso al terrorismo queda ampliamente probado.
Esto son sólo alguna de las enseñanzas, entre muchas otras que alberga esta obra, pero que resultan especialmente relevantes en estos momentos, cuando el presidente americano OBAMA quiere sentarse a dialogar con los ayatolás, esos maestros en el engaño, que tienen un plan maestro absolutamente incompatible con nuestros valores e intereses. Por lo que hace a la comunidad europea, se ha rendido políticamente y lo único que parece ambicionar es ampliar sus relaciones comerciales con Teherán, aunque la República Islámica acabe haciéndose con la bomba.
En este contexto resulta particularmente interesante el libro “Khomeini's Ghost”, de Con Coughlin, un estudio sobre el auge de la visión que Jomeini tenía de su Irán islámico y revolucionario, que deseaba duradero.
El cuadro resultante de lo escrito por Coughlin no puede más que ser inquietante, pues deja entrever que los clérigos iraníes siempre han acabado por salirse con la suya, ante la pasividad o el desconcierto internacional.
La idea de Jomeini consistía en convertir a Irán en el líder espiritual y político del mundo de la religión del amor, por la fuerza si fuera necesario, y por los medios que fuera preciso emplear, del terrorismo a las armas atómicas. Coughlin deja al descubierto todas las maniobras iraníes para exportar su revolución a medio mundo mediante terceros y la explotación de grupos terroristas, desde Hizbolá a la Yihad Islámica palestina. El recuso al terrorismo queda ampliamente probado.
Esto son sólo alguna de las enseñanzas, entre muchas otras que alberga esta obra, pero que resultan especialmente relevantes en estos momentos, cuando el presidente americano OBAMA quiere sentarse a dialogar con los ayatolás, esos maestros en el engaño, que tienen un plan maestro absolutamente incompatible con nuestros valores e intereses. Por lo que hace a la comunidad europea, se ha rendido políticamente y lo único que parece ambicionar es ampliar sus relaciones comerciales con Teherán, aunque la República Islámica acabe haciéndose con la bomba.