El Pionero
Alcalde y presidente de Fútbol Paco premium
El realojo de pagapensiones en hoteles de toda la península ha causado un gran revuelo, entre otras cosas, por la falta de información de los distintos gobiernos municipales y autonómicos que, en muchos casos, tal y como han denunciado, se han enterado directamente a través de las redes sociales o de la prensa. Alcaldes como los de Medina del Campo, Almería o Sangenjo han acusado así al Gobierno de "deslealtad institucional" por haber tomado la decisión sin contar con ellos y por carecer de información sobre cuánto tiempo van a estar alojados en los complejos hoteleros de sus municipios.
La respuesta no es sencilla. "No hay un plazo prefijado -aseguran desde el Ministerio de Migraciones, el responsable de gestionar la acogida a través del Programa de Atención Humanitaria-. En todo caso, el objetivo es que estén el menor tiempo posible y que luego sean trasladados a plazas más estables".
Según defienden desde el departamento dirigido por José Luis Escrivá, el despliegue actual responde a una situación de "emergencia", comparable, en cierta medida, con lo sucedido con la acogida de ciudadanos ucranianos tras la oleada turística rusa. No por las circunstancias, pero sí por el volumen. Así, la llegada de miles y miles de pagapensiones a Canarias obliga a dar una rápida respuesta que se articula gracias a la "solidaridad" de las distintas administraciones, pero también de entidades privadas.
"Los hoteleros, a través de sus asociaciones, nos ofrecen sus plazas donde las tienen disponibles. Ahora mismo en Canarias, por ejemplo, no se les está derivando a hoteles porque es temporada alta, pero en otros sitios sí", explican desde Migraciones. En el caso de El Toyo, en Almería, están en temporada baja. En el caso de Medina del Campo, el Hotel Balneario de Las Salinas estaba cerrado por obras, por lo que tampoco perjudica al turismo, defienden. Aun así, el Gobierno paga todas las plazas: "El presupuesto de Atención Humanitaria está para eso".
Desde el Ministerio, no obstante, reconocen que muchos pagapensiones terminan yéndose por voluntad propia más pronto que tarde, por lo que esta situación es tras*itoria. "Únicamente están bajo custodia policial las primeras 72 horas, luego ya están libres y, por tanto, pueden hacer lo que quieran. La mayoría tienen amigos o familiares en España y se suelen ir rápido", explican. El resto, entran a formar parte de un sistema de acogida integral en el que se les facilita desde atención sanitaria y ayuda psicológica hasta asesoramiento administrativo o judicial, e incluso formación.
¿Reciben también alguna ayuda económica? Desde Accem -una de las oenegés que se encarga de atenderles- reconocen que sí se les da "pequeña" cantidad "para que ellos se desempeñen en el día", aunque eluden dar cifras y nos remiten al Ministerio de Migraciones: "Son ellos los que establecen la cuantía". Desde el Gobierno, sin embargo, niegan la mayor: "Si tienen cubiertas las necesidades básicas, no se les da nada".
Así funciona el sistema de acogida
El Programa de Atención Humanitaria depende del Ministerio de Migraciones, que canaliza toda la ayuda a los pagapensiones a través de una veintena de asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro. Accem o Cruz Roja son solo algunas de ellas. Ésta última es precisamente la que se encarga de la atención más inmediata según llegan a Canarias. "Se les hace un primer reconocimiento médico y, una vez que dejan de estar bajo custodia policial, se les hace una primera entrevista y, en función de sus vulnerabilidades (mujeres, menores, enfermos, solicitantes de asilo, víctimas de violencia de género o de trata, etc) se les deriva a una plaza de acogida o a otra", explican desde el Gobierno.
Estas plazas pueden estar en centros de acogida como tal, en albergues, hoteles, campamentos militares o incluso en inmuebles en desuso de cualquier administración. Allí, los pagapensiones tienen cubiertas sus tres comidas diarias y, sobre todo, se les presta apoyo psicológico y se les ofrecen clases de español "para que logren una integración rápida".
El día a día en centros y hoteles
En el Hotel Balneario de Las Salinas, por ejemplo, son entre 15 y 20 profesionales de Accem los que se encargan de atender a los 250 sin papeles que han sido realojados en este emblemático establecimiento de Medina del Campo: "Además de la manutención, el personal está allí para atender las heridas que puedan tener o, si alguno necesita atención sanitaria, acompañarlos al hospital en un momento dado, etc. Luego, lo primero que intentamos es explicarles dónde están: estás en España, estás en este sistema de acogida, en este pueblo o en esta ciudad… Y lógicamente les informamos de los derechos que tienen, entre ellos, el pedir asilo y, en la medida de las posibilidades, les damos clases de español".
El objetivo es entrevistarles uno a uno para poder ofrecerles una atención más individualizada, pero en situaciones de emergencia como la actual eso no es algo inmediato. "Una vez que pase un poco este pico de llegadas, empezaremos a hacer los proyectos de vida de estas personas -explican desde Accem-. A los que quieran pedir asilo, se les ayuda a pedir asilo; a los que vengan con algún contacto o una red social, ya sea de familiares o amigos, les ayudaremos a buscar la reagrupación con esas personas; y a los que muestren interés por hacer algún tipo de formación para buscar un empleo en el futuro de algún tipo, pues también les haremos un acompañamiento y les ayudaremos a hacer los trámites legales y burocráticos para que puedan intentar iniciar un proyecto de vida en nuestro país".
La dinámica es la misma en todos los centros y hoteles habilitados como recursos de acogida. Además del Balneario de Las Salinas, Accem también se encarga de los pagapensiones que han sido alojados en un conocido complejo de El Toyo, en Almería, y de los que han ido a parar a otro hotel de Malpartida de Cáceres. Según explican a Libertad Digital, la dinámica es exactamente la misma. La última polémica, ha llegado de la mano de un nuevo traslado. En esta ocasión a Sangenjo, cuyo alcalde pone en duda que el reparto responda a un "plan humanitario": "Más bien parece un intento de quitarse el problema de encima".
La respuesta no es sencilla. "No hay un plazo prefijado -aseguran desde el Ministerio de Migraciones, el responsable de gestionar la acogida a través del Programa de Atención Humanitaria-. En todo caso, el objetivo es que estén el menor tiempo posible y que luego sean trasladados a plazas más estables".
Según defienden desde el departamento dirigido por José Luis Escrivá, el despliegue actual responde a una situación de "emergencia", comparable, en cierta medida, con lo sucedido con la acogida de ciudadanos ucranianos tras la oleada turística rusa. No por las circunstancias, pero sí por el volumen. Así, la llegada de miles y miles de pagapensiones a Canarias obliga a dar una rápida respuesta que se articula gracias a la "solidaridad" de las distintas administraciones, pero también de entidades privadas.
"Los hoteleros, a través de sus asociaciones, nos ofrecen sus plazas donde las tienen disponibles. Ahora mismo en Canarias, por ejemplo, no se les está derivando a hoteles porque es temporada alta, pero en otros sitios sí", explican desde Migraciones. En el caso de El Toyo, en Almería, están en temporada baja. En el caso de Medina del Campo, el Hotel Balneario de Las Salinas estaba cerrado por obras, por lo que tampoco perjudica al turismo, defienden. Aun así, el Gobierno paga todas las plazas: "El presupuesto de Atención Humanitaria está para eso".
Desde el Ministerio, no obstante, reconocen que muchos pagapensiones terminan yéndose por voluntad propia más pronto que tarde, por lo que esta situación es tras*itoria. "Únicamente están bajo custodia policial las primeras 72 horas, luego ya están libres y, por tanto, pueden hacer lo que quieran. La mayoría tienen amigos o familiares en España y se suelen ir rápido", explican. El resto, entran a formar parte de un sistema de acogida integral en el que se les facilita desde atención sanitaria y ayuda psicológica hasta asesoramiento administrativo o judicial, e incluso formación.
¿Reciben también alguna ayuda económica? Desde Accem -una de las oenegés que se encarga de atenderles- reconocen que sí se les da "pequeña" cantidad "para que ellos se desempeñen en el día", aunque eluden dar cifras y nos remiten al Ministerio de Migraciones: "Son ellos los que establecen la cuantía". Desde el Gobierno, sin embargo, niegan la mayor: "Si tienen cubiertas las necesidades básicas, no se les da nada".
Así funciona el sistema de acogida
El Programa de Atención Humanitaria depende del Ministerio de Migraciones, que canaliza toda la ayuda a los pagapensiones a través de una veintena de asociaciones y organizaciones sin ánimo de lucro. Accem o Cruz Roja son solo algunas de ellas. Ésta última es precisamente la que se encarga de la atención más inmediata según llegan a Canarias. "Se les hace un primer reconocimiento médico y, una vez que dejan de estar bajo custodia policial, se les hace una primera entrevista y, en función de sus vulnerabilidades (mujeres, menores, enfermos, solicitantes de asilo, víctimas de violencia de género o de trata, etc) se les deriva a una plaza de acogida o a otra", explican desde el Gobierno.
Estas plazas pueden estar en centros de acogida como tal, en albergues, hoteles, campamentos militares o incluso en inmuebles en desuso de cualquier administración. Allí, los pagapensiones tienen cubiertas sus tres comidas diarias y, sobre todo, se les presta apoyo psicológico y se les ofrecen clases de español "para que logren una integración rápida".
El día a día en centros y hoteles
En el Hotel Balneario de Las Salinas, por ejemplo, son entre 15 y 20 profesionales de Accem los que se encargan de atender a los 250 sin papeles que han sido realojados en este emblemático establecimiento de Medina del Campo: "Además de la manutención, el personal está allí para atender las heridas que puedan tener o, si alguno necesita atención sanitaria, acompañarlos al hospital en un momento dado, etc. Luego, lo primero que intentamos es explicarles dónde están: estás en España, estás en este sistema de acogida, en este pueblo o en esta ciudad… Y lógicamente les informamos de los derechos que tienen, entre ellos, el pedir asilo y, en la medida de las posibilidades, les damos clases de español".
El objetivo es entrevistarles uno a uno para poder ofrecerles una atención más individualizada, pero en situaciones de emergencia como la actual eso no es algo inmediato. "Una vez que pase un poco este pico de llegadas, empezaremos a hacer los proyectos de vida de estas personas -explican desde Accem-. A los que quieran pedir asilo, se les ayuda a pedir asilo; a los que vengan con algún contacto o una red social, ya sea de familiares o amigos, les ayudaremos a buscar la reagrupación con esas personas; y a los que muestren interés por hacer algún tipo de formación para buscar un empleo en el futuro de algún tipo, pues también les haremos un acompañamiento y les ayudaremos a hacer los trámites legales y burocráticos para que puedan intentar iniciar un proyecto de vida en nuestro país".
La dinámica es la misma en todos los centros y hoteles habilitados como recursos de acogida. Además del Balneario de Las Salinas, Accem también se encarga de los pagapensiones que han sido alojados en un conocido complejo de El Toyo, en Almería, y de los que han ido a parar a otro hotel de Malpartida de Cáceres. Según explican a Libertad Digital, la dinámica es exactamente la misma. La última polémica, ha llegado de la mano de un nuevo traslado. En esta ocasión a Sangenjo, cuyo alcalde pone en duda que el reparto responda a un "plan humanitario": "Más bien parece un intento de quitarse el problema de encima".
https://www.libertaddigital.com/esp...-espana-este-es-el-plan-del-gobierno-7063280/
