¿Qué sucedió en Afganistán para que los soviéticos decidieran invadir, cuando resulta que el presidente era un comunista feroz y sanguinario?

"En 1921, tan pronto los ingleses le habían permitido una política exterior independiente, Afganistán firmó un Tratado de Amistad con el nuevo régimen soviético. Fue el primer país en hacerlo.​

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Aunque modestas, las relaciones entre ambos países tuvieron cierto contenido. En 1926 firmaron un Tratado de No Agresión y la URSS comenzó a proporcionar a Afghanistán instructores militares, armamento y aviones. En 1928 Kabul abrió su primera ruta aérea internacional; fue con Moscú, precisamente. Para la década de los 30, la URSS era el principal socio politico y comercial de Afganistán.​

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El Rey Zahir Shah, durante la II Guerra Mundial, llevó a cabo una política exterior a tres bandas muy inteligente: se dejaba querer por los agentes alemanes que le tiraban los tejos y al mismo tiempo bandeaba hábilmente entre soviéticos y británicos. La política exterior de Zahir Shah podría resumirse en un “no te cases con nadie”. No quiso entrar en el Pacto de Bagdad, promovido por EEUU, y se aprovechó todo lo que pudo de la ayuda soviética, sin convertirse en un estado cliente. La Guerra Fría, bien jugada, ofrecía a los Estados que no ocupaban una posición geoestratégica crítica la posibilidad de extraer beneficios de los dos bandos.​

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En 1973 su primo Daud, que había sido Primer Ministro hasta 1963 en que Zahir le cesó y llevaba diez años muy dolido (así son los asuntos humanos: un ego herido puede desatar un desastre), le dio un golpe de estado con el apoyo del PDPA (Partido Democrático Popular de Afganistán = Partido Comunista) y de oficiales comunistas en las FFAA (muchos oficiales se habían formado en la URSS de donde habían vuelto con algo más que con una buena capacitación militar; habían vuelto convertidos al comunismo). Daud implantó una república autoritaria, en la que cualquier disidencia o atisbo de oposición podia llevar a un individuo a la guandoca o a sitios peores".​

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" Si el PDPA [comunista] hubiera consistido en un grupo de exaltados despegados de la realidad, las cosas ya habrían sido complicadas. Lo malo es que el PDPA consistía en dos grupos de exaltados despegados de la realidad y que se odiaban entrañablemente. Por un lado estaba el Khalq, cuyos líderes provenían de las zonas rurales y de las tribus pashtunes. Sus líderes principales eran Nur Mohamed Taraki y Hafizullah Amin. El Khalq pensaba que había que hacerse con el poder sí o sí y que el comunismo podía imponerse en Afghanistán en un par de fines de semana utilizando el manual de instrucciones del padrecito Stalin y del Gran Timonel Mao. El Parcham lo componían intelectuales urbanos y su líder era Babrak Karmal. El Parcham pensaba que Afganistán todavía no estaba maduro para el comunismo. Tanto durante el régimen de Daud, como tras su caída, los soviéticos harían esfuerzos ímprobos para que el Khalq y el Parcham dejasen de entrematarse y colaborasen un poquito. Fracasaron rotundamente".​

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"En los tiempos de la guerra de Afganistán, se dijo que con la oleada turística del país, los soviéticos habían querido acercarse a las aguas calientes del Índico. Esto fue propaganda occidental, aunque coló. La actuación de los soviéticos en Afganistán fue más defensiva que ofensiva. Buscaban protegerse, no amenazar a otros".​

La decision soviética de invadir Afghanistán (3)​

Vinculación con la CIA​

Durante la década de 1950 y principios de los 60, Amín asistió al Colegio de Profesores de la Universidad de Columbia y a la Universidad de Wisconsin. Este fue un período de apogeo de la CIA al interior de las universidades, en el cual, con impresionantes sobornos y amenazas, trataban de reclutar estudiantes extranjeros en EE. UU. para actuar como sus agentes cuando volvieran a casa. Durante este período, por lo menos un presidente de la Asociación de Estudiantes de Afganistán, Zia H. Nurzay, ya trabaja con la CIA en los Estados Unidos y más tarde se convirtió en presidente de la tesorería de Afganistán. Uno de los estudiantes afganos que Nurzay y la CIA trató en vano de reclutar, Abdul Latif Hotaki, declaró en 1967 que un buen número de los funcionarios claves en el gobierno de Afganistán estudiaron en EE. UU. En 1963, Amín se convirtió en jefe de esa Asociación, que recibía parte de su financiación de la Fundación Asia, de derechasda principal de la CIA en Asia durante muchos años. Al mismo tiempo, Amín se asoció a esta fundación.1 Fue en esta época que, según documentos presentados por Karmal tras la caída de Amín, habría de ser reclutado por la CIA, con el objetivo de socavar la Revolución, exterminar a los mejores cuadros del Partido y deslizarse al terreno de la contrarrevolución.23​

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En septiembre de 1979, mes en que Amín tomó el poder, el cargo de negocios estadounidenses en Kabul, Bruce Amstutz, comenzó a celebrar encuentros amistosos con él para asegurarle que no tenía que preocuparse por sus aliados soviéticos, siempre y cuando los EE. UU. mantuvieran una fuerte presencia en Afganistán. Para finales de mes, Amín hizo un llamamiento especial a Amstutz para mejorar las relaciones con EE. UU. Dos días más tarde en Nueva York, el canciller afgano expresó los mismos sentimientos a funcionarios del Departamento de Estado.1​

En el libro Fidel Castro: biografía a dos voces, el entrevistador Ignacio Ramonet le pregunta a Fidel por Amín:​

I.R.: Usted conoció a algunos líderes marxistas que tuvieron, en el poder, un comportamiento detestable y criminal. Pienso, por ejemplo en Hafizullah Amín, de Afganistán, y en Ieng Sary, de Kampuchea, coautor del genocidio de Camboya en 1975. ¿Qué recuerdo conserva de ellos?​

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F.C.: En Afganistán, en 1979, Amín, que era primer ministro, lideró un grupo secreto que conspiró contra el presidente Muhammad Taraki, mientras éste estaba precisamente de visita en La Habana, y en pocos días, en julio de ese año, produjo en Kabul una conspiración palaciega que terminó con la fin de Taraki, a quien asesinaron en secreto, y con la toma del poder por Amín, que se convirtió en presidente. Ese asesinato, desaprobado por Brézhnev, conduce a la intervención de los soviéticos en diciembre de 1979.​

Amín era un personaje en cierta forma parecido a Pol Pot. Nosotros habíamos tenido oportunidad de conocer a Amín en abril de 1978, después del triunfo de la revolución en Afganistán. ¡Usted no podía imaginar persona más amable![...]​

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He tenido, en efecto, el extraño privilegio de conocer en apariencia algunos personajes en apariencia perfectamente normales, bien educados, con una cultura occidental, graduados en Europa o Estados Unidos, y que después hicieron cosas espantosas, abominables. Es como si, en cierto momento, la gente se volviese loca. Parece que hay personas cuyas neuronas cerebrales no están adaptadas para la complejidad de los problemas que surgen en un proceso revolucionario. Y cometen ignominiosos actos de locura que no cesan de asombrarme.27​

El asesinato de un embajador de Estados Unidos​

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Este trasfondo ayudó a preparar al dúo para la siguiente serie de descubrimientos que iban a realizar preparando el trabajo preliminar para un viaje con un equipo de cámaras a Afganistán en 1981. Este trabajo de preparación involucró a Paul y Liz interactuando con una red de agentes altamente ubicados en posiciones dominantes. dentro del Departamento de Estado y el complejo industrial de los medios, cuya increíble superposición con el asesinato y el encubrimiento del presidente Kennedy y la gestión de la anterior guerra de Vietnam es impactante.​

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A su llegada a Afganistán en 1981, el dúo también reconstruye las misteriosas anomalías del asesinato del embajador estadounidense en Kabul, Adolph Dubs, el 14 de febrero de 1979. No pasó mucho tiempo antes de que la pareja descubriera que el embajador Dubs había estado trabajando encubiertamente. en una agenda que se oponía totalmente a los planes de la Comisión Trilateral para la región y, si tenía éxito, amenazaba con interrumpir todos los diseños de Brzezinski.​

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Después de todo, fue Dubs, quien había encabezado la Misión de Estudio sobre Controles Internacionales del Tráfico y Producción de Narcóticos para el Comité Selecto del Senado sobre Abuso y Control de Narcóticos solo seis meses antes de su estación en Kabul y entendió mejor que nadie dónde y cómo el mundo el complejo de producción de drojas funcionó.​

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Durante decenas de reuniones y entrevistas realizadas con funcionarios de Afganistán, Paul se enteró de que el embajador Dubs tenía al menos 14 reuniones secretas con el presidente Hafizullah Amin, quien claramente no era el tipo de persona que retrataban los medios occidentales. Amin no solo no era marxista, no era de ninguna manera prosoviético ni siquiera un de la religión del amor serio. Cada vez se acumulaban más pruebas de que Amin era poco más que una herramienta oportunista de la CIA que interactuaba estrechamente con su enemigo nominal Gulbuddin Hekmatyar (otro activo de la CIA) en un esfuerzo por llevar la producción mundial de heroína a Afganistán. Como descubren Paul y Liz, ambos hombres estaban realmente unidos como miembros de la misma tribu Ghilzai que durante mucho tiempo había tratado de imponer su dominio sobre Kabul.​

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Este objetivo formaba parte del objetivo de Amin de socavar las fuerzas nacionalistas asociadas con el rey Daoud dentro de la PPR durante la revolución Saur de abril de 1978 que depuso al rey.​

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Sin embargo, cuando Dubs comenzó a negociar un plan que evitaba que los soviéticos cayeran en una trampa afgana y al mismo tiempo enriquecieran a Amin, se tuvo que hacer algo para salvar el guión de Zbigniew.​

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Como Paul y Liz descubren en el tras*curso del tiempo, esta conexión con la CIA finalmente demostró la ruina de Amin y también resolvió el hecho paradójico de que a pesar de ser un presidente afgano nominalmente prosoviético, las fuerzas soviéticas no perdieron el tiempo matándolo el 27 de diciembre de 1979 cuando Rusia comenzó oficialmente la entrada militar.​

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Si bien los registros oficiales aún culpan de la fin del embajador Dubs a una combinación de fuerzas militares soviéticas y afganas hasta el día de hoy, los autores demuestran que abundantes pruebas apuntan a la mano de la inteligencia occidental que dio forma al tiroteo que mató a los tres secuestradores y al embajador en habitación 117 del Hotel Kabul. La principal de estas pruebas es la presencia de agentes de la CIA y la DEA en la escena del crimen, evidencia de que Dubs estaba vivo después del famoso tiroteo y de que su cuerpo fue movido después de su asesinato para que pareciera que las balas del La ventana posiblemente lo haya apiolado, 2) disparado varias veces con una pistola calibre .22 a quemarropa ... muy probablemente por un jefe de policía sociópata de Kabul, Mohammed Lal, que también apareció muerto meses después.​

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Rusia cae por la trampa​

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El asesinato de Dubs proporcionó a Zbigniew la propaganda necesaria para alimentar el fuego de la histeria antirrusa entre los estadounidenses crédulos, por un lado, al tiempo que justificaba la creación de una nueva política de guerra asimétrica clandestina que cambió para siempre el destino de la historia mundial.​

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El único sacrificio necesario por parte de Brzezinski era el asesinato de un diplomático molesto que quería evitar una guerra mundial, y el sacrificio de un activo de la CIA de alto rango [el presidente Amin] que desempeñaría el papel de un Lee Harvey Oswald afgano, asumiendo la La culpa principal del caos que estallaría bajo el suave vientre de Rusia.​

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Además, el evento que desencadenó el llamado "Vietnam de Rusia", proporcionó la prueba viviente que necesitaba la tesis ficticia del Equipo B al demostrar que Rusia realmente tenía el deseo de dominar el mundo.​

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Esto, a su vez, alimentó el pozo de dinero conocido como Operación Ciclón, que invirtió miles de millones de dólares en el patrocinio de movimientos terroristas que pronto se tras*formarían en Al-Qaeda y el surgimiento de la zona de producción de heroína más grande del mundo justo en el corazón de la Isla Mundial de Mackinder. Además, justificó el impulso de Zbigniew por la doctrina de guerra nuclear limitada de "respuesta flexible" de 1980, que pasó a dar forma al programa de Dominio de Espectro Completo que ahora rodea a Rusia y China.​

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Cuando se le preguntó en una entrevista de 1998 si lamentaba haber desempeñado un papel impulsor en la creación de Al Qaeda, Zbigniew Brzezinski respondió:​

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“ ¿Arrepentirse de qué? Esa operación secreta fue una excelente idea. Tuvo el efecto de llevar a los rusos a la trampa afgana y ¿quieres que me arrepienta? El día en que los soviéticos cruzaron oficialmente la frontera, le escribí al presidente Carter: Ahora tenemos la oportunidad de darle a la URSS su guerra de Vietnam. De hecho, durante casi 10 años, Moscú tuvo que llevar a cabo una guerra insoportable para el gobierno, un conflicto que provocó la desmoralización y finalmente la desintegración del imperio soviético ”.​

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Un año antes de esta entrevista, Brzezinski escribió un libro venenoso llamado "El gran tablero de ajedrez" que se convirtió en la luz guía para el Proyecto neoconservador para un nuevo siglo estadounidense dirigido por los mismos neoconservadores que emergieron al poder bajo su patrocinio en la década de 1970 como Donald Rumsfeld. , Richard Perle, Paul Wolfowitz, Richard Helms y Dick Cheney donde declaró:​

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“ En resumen, para los Estados Unidos, la geoestrategia euroasiática implica la gestión intencionada de estados geoestratégicamente dinámicos y el manejo cuidadoso de los estados geopolíticamente catalíticos, de acuerdo con los intereses gemelos de Estados Unidos en la preservación a corto plazo de su poder global único y en la tras*formación a largo plazo de la misma en una cooperación global cada vez más institucionalizada. Para ponerlo en una terminología que se remonta a la era más brutal de los imperios antiguos, los tres grandes imperativos de la geoestrategia imperial son evitar la colusión y mantener la dependencia de seguridad entre los vasallos, mantener a los afluentes dóciles y protegidos, y mantener alejados a los bárbaros. viniendo juntos ".​

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Si bien el pequeño espacio asignado para esta revisión no puede hacer justicia al alcance de esta historia, que lleva al lector a los escalones más altos de la antigua nobleza europea e incluso a unas pocas sociedades secretas subestimadas, las lecciones que se comunican tienen tanto, si no hay más aplicabilidad ahora, cuarenta años después, cuando los EE. UU. se apartan de su propio libertinaje afgano y las cepas mutantes del Islam radical patrocinado por Occidente / Arabia Saudita continúan plagando al mundo en la forma de ISIS-K, H. La única diferencia entre 2021 y 1981 es que hoy, una Alianza Multipolar liderada por Rusia, China y unida por una creciente variedad de grandes naciones y muchas otras han creado un nuevo paradigma basado en una arquitectura alternativa coherente de seguridad, cultura y finanzas capaz de desafiar la hegemonía unipolar distópica que Zbigniew Brzezinski creía que debería gobernar el Nuevo Orden Mundial.​

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