Desadaptado Dimensional
Madmaxista
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https://www.elconfidencial.com/espa...-a-asturias-con-el-ojo ciego-al-aire_3570867/
La increíble historia de cómo el periódico de Gijón publicó que Renfe encargó unos trenes que no cabían en los túneles y nadie hizo caso durante nueve días; hasta que el presidente cántabro prendió la mecha y la ministra entregó cabezas
Ocurre que algo falla en esta indignación coordinada entre el Gobierno, Asturias y Cantabria. Un fallo en el sistema que explicaría varias cosas interesantes sobre el funcionamiento del laberinto territorial español: por qué unas noticias tienen impacto y otras no, cómo funcionan los escándalos políticos cuando llegan a los medios, por qué Revilla la lía cada vez que abre la boca, qué pasa en el silencioso oasis socialista asturiano y por qué en España se maltrata a los trenes que no van a alta velocidad.
Todos los elementos estaban encima de la mesa, por tanto, para que se activara el escándalo de los trenes, pero nada ocurrió en Asturias hasta que El Diario Montañés y Revilla se subieron a la ola nueve días después. *Y cuando decimos nada, queremos decir NADA. Silencio sepulcral, no ya del gobierno asturiano, también de la oposición (mientras tanto, en el Ministerio de tras*portes dando palmas con las orejas tras haber esquivado la bala). ¿Por qué no pasó nada en Asturias?* Entre algunos protagonistas de la historia circulan varias teorías (complementarias) sobre el asunto: red socialista de intereses, obsesión con Pajares (que tapa todo lo demás), pax asturiana como régimen y potencia mediática de Revilla. Vamos por partes.
Dicho lo cual, Barbón zanjó la rueda de prensa sin decir ni pío sobre los trenecitos.*
Ramón Muñiz, periodista del periódico gijonés El Comercio, publicó el 24 de enero: "Feve sigue sin recibir los trenes que encargó hace tres años por una confusión en sus dimensiones". "Aportó al adjudicatario datos incorrectos de los gálibos". La exclusiva se publicó nueve días antes de la noticia de El Diario Montañés que indignó a Revilla. Entre medias, un silencioso agujero asturiano que se ve desde el espacio.
Se da la circunstancia de que el día que El Comercio sacó su exclusiva fantasma (no por falsa, sino porque pasó desapercibida, ahora veremos por qué), estaba en Asturias Isabel Pardo de Vera, secretaria de Estado de tras*portes y ex presidenta de Adif. Pardo y el presidente Barbón dieron una rueda de prensa sobre los retrasos en la variante de Pajares, obra pública maldita (20 años de preparativos y 4.000 millones de gasto) que se le ha vuelto a hacer bola a un Gobierno: se prometió que el AVE asturiano estaría operativo para las elecciones autonómicas de mayo, pero habrá que esperar unos meses más. Al final de la comparecencia Pardo/Barbón sobre Pajares, el periodista de El Comercio preguntó sobre la chapucilla de los trenes de Cercanías.
Barbón, presidente del Principado, no pidió cuentas al Ministerio de tras*portes hasta que Revilla encendió el petardo y se vio forzado a hacerlo. Hubo maniobras socialistas para poner sordina al asunto. Ahora bien: lo raro no es que Barbón mirara hacia otro lado para no enfangar al Ministerio de tras*portes, pues entra dentro del juego político por perverso que parezca. *Lo asombroso es que la oposición política asturiana participara en el voto de silencio*
"En Asturias, agachamos la cabeza. Llega la número dos del Ministerio de tras*portes a Oviedo cuando salta la noticia, y no hay un político, empresario o sindicalista que sea capaz de armarse de valor y pedirle explicaciones... Todo el mundo se da por satisfecho. En nuestro costado, una región como Cantabria, donde la clase política se mueve en unas coordenadas más normales, su presidente responde airado al fracaso de los trenes y el Gobierno de España mueve pieza instantáneamente... Lo más llamativo es que todo el arco político asturiano respondió de la misma manera. Nadie le da importancia a semejante desastre. La apatía, la falta de compromiso con el territorio, la incapacidad para defender los intereses de la región es el denominador común desde la extrema izquierda hasta la extrema derecha", contó Juan Neira en El Comercio.