España en la Hispanidad tiene una posición intermedia entre la de Asturias en España y el Reino Unido en el conjunto de los Five Eyes.
En tiempos de la Constitución de Cádiz la Península aún retenía cerca del 50% de la población del imperio, pero hoy anda en el 10%. Ese es su suelo de poder real, aunque por su economía algo más pujante y jugando la baza de ser la cuna cultural puede permitirse una asignación de poder algo mayor. A día de hoy es incomprensible que España aporte más de la mitad de los fondos de las instituciones iberoamericanas, pero esto es consecuencia de la subordinación ideológica que afecta a aquellos países.
En el pasado, se ha dicho ya que Madrid fue Washington; México, Nueva York; y Lima, Los Ángeles, y no es descabellado. En un futuro, la necesaria asimilación de Brasil en el bloque obliga a una diarquía entre México y Brasil como gigantes líderes, con España en un tercer puesto, y otros como Colombia o Argentina en el cuarto o quinto.
Como capital real o simbólica del conjunto, además de propuestas como la de Panamá, cruce de dos océanos y dos continentes, recientemente se propuso una de las islas de Cabo Verde, por estar situadas entre los tres continentes de mayor presencia lusohispánica.