Vlad_Empalador
Será en Octubre
Los olvidados de las ayudas del Gobierno: "¿Qué nos queda? El cierre"
Las ayudas para autónomos se limitan a 95 actividades, lo que deja fuera a peluquerías, centros de estética, autoescuelas, academias, tiendas de recuerdos o jugueterías, entre otros
JM Cadenas
PREMIUM
"Son unas ayudas que llegan muy tarde y son insuficientes", lamenta el presidente de ATA, Lorenzo Amor. Considera que los 7.000 millones destinados supondrán "una décima parte" de las pérdidas que han tenido las empresas. En cualquier caso, el principal problema es que el plan excluye a muchas actividades: "No sé qué criterio objetivo se ha utilizado para que una casa de apuestas pueda acceder a la ayuda, pero un centro de estética o una peluquería, no".
En concreto, se podrán acoger 95 sectores de actividad; principalmente aquellos que actualmente son beneficiarios de otras herramientas como los ERTE, lo que Amor cree que es "un error". "En una tienda de souvenirs es lógico que no haya muchos ERTE: son directamente autónomos", explica.
Con la redacción actual se quedarían fuera, entre otros, peluquerías, centros de estética, autoescuelas, academias, tiendas de souvenirs, comercio de decoración, talleres mecánicos, alquileres de bicicletas, floristerías, bodegas o jugueterías. "Espero que el Gobierno, que se ha jactado de no dejar a nadie atrás, no deje atrás a las 8.000 tiendas de souvenirs que hay en España, a las peluquerías o a los centros de estética", aduce el presidente de ATA.
José Luis Azañón, propietario de la cadena de peluquerías Rizos, no comprende la decisión del Gobierno cuando su sector se encuentra en una situación "dramática". Su sector, concede, se fundamenta en gran parte en eventos y reuniones que, con las restricciones, prácticamente han desaparecido. "El confinamiento ha impuesto el teletrabajo, con lo cual ni siquiera tengo la necesidad de ponerme guapo para el trabajo; esto ha hecho que la gente distancie muchísimo sus visitas a los salones de peluquería".
Todo esto -unido a un cambio en su IVA en 2012 que hizo que pasase del tipo reducido al general- ha resultado en el cierre de 18.000 peluquerías el año pasado. "Y hay otras 12.000 en riesgo de cierre inminente", advierte Azañón.
En este contexto, no aparecer en la lista de 95 actividades supuso "un jarro de agua fría, no; lo siguiente" en un sector en el que lo normal no son cadenas como la suya, sino el autoempleo: "la única forma de ganar dinero en este sector es por volumen", admite. "Con una bajada de facturación del 40% no tienes ni para cobrar tu salario", arguye. "Si llegan las ayudas y no podemos acudir a ellas, ¿qué nos queda? Nos queda el cierre".
Si bien Azañón entiende que se ayude a otros sectores, cree que al ser el suyo uno "muy atomizado" hace que ni siquiera reciban la atención de los sindicatos: "nosotros no tenemos voz, somos el gran olvidado". Esto ha hecho que se dé una situación particular en la que la propia competencia la hacen aquellas personas que han tenido que cerrar sus peluquerías y ofrecen servicios a domicilio "sin ningún tipo de control sanitario ni ningún tipo de control fiscal". A pesar de ello, no les culpa: "tienen que llevar comida a sus casas".
Vittorio, un profesor de italiano afincado en Barcelona, se encuentra en una situación similar: "El autónomo tiene que pagar 300 euros al mes. Si el negocio está bien y facturas 1.600 o 2.000 euros no es un problema, pero si con la esa época en el 2020 de la que yo le hablo facturas 700 estás trabajando para dar el dinero al Estado; te quedas sin nada".
Éste fue su caso en enero, asegura, cuando tuvo que pagar su cuota tras haber facturado apenas 60. "Los autónomos somos considerados sarama", explota al tiempo que acusa al Estado: "no hace nada". "Los impuestos los piden siempre, pero cuando se trata de ayudar no te dan nada".
Lorenzo Amor espera que el Gobierno corrija eso "inmediatamente". "No estoy pidiendo café para todos", matiza, "pero sí que no se deje a nadie atrás". "Si los recursos que hay son los que hay, hay que socializarlos para que lleguen a quien los necesita", resume.
Por su parte, Nadia Calviño recalcó en una entrevista en Telecinco que el objetivo del Gobierno es dar ayudas a las empresas que se encontrasen en una buena situación en 2019. En cualquier caso, aseguró "si hay que hacer algún ajuste, se hará", por lo que el Ejecutivo contempla la posibilidad de que la lista aumente.
Mientras, empresas como la juguetería Reyes Magos, situada en la calle Bravo Murillo de Madrid, tratarán de mantenerse a flote. José Melero, uno de sus propietarios, lamenta que "no viene gente a la tienda" por el bichito. Y ahora, el golpe de no estar entre las ayudas. "No estamos teniendo suerte, evidentemente".
En su caso, además, las comparaciones tampoco terminan de sostenerse: "se lo dan a todos los sectores... No entiendo qué diferencia hay entre una tienda de ropa y una juguetería".
Melero espera "que llegue un cambio y se puedan dar las ayudas a todos los colectivos, no solamente a unos sí y otros no". A pesar de ello, recuerda que, aunque así fuese, "hay un montón de sectores involucrados y poco dinero a repartir". Pero el primer paso es entrar en la lista. ¿Y si no? "Pues a seguir luchando y trabajando fuerte para poder aguantar esto. No hay más".
Las ayudas para autónomos se limitan a 95 actividades, lo que deja fuera a peluquerías, centros de estética, autoescuelas, academias, tiendas de recuerdos o jugueterías, entre otros
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- Dinero fresco El Gobierno prima a comunidades del PSOE en las ayudas directas con hasta diez veces más dinero y las del PP se revuelven
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"Son unas ayudas que llegan muy tarde y son insuficientes", lamenta el presidente de ATA, Lorenzo Amor. Considera que los 7.000 millones destinados supondrán "una décima parte" de las pérdidas que han tenido las empresas. En cualquier caso, el principal problema es que el plan excluye a muchas actividades: "No sé qué criterio objetivo se ha utilizado para que una casa de apuestas pueda acceder a la ayuda, pero un centro de estética o una peluquería, no".
En concreto, se podrán acoger 95 sectores de actividad; principalmente aquellos que actualmente son beneficiarios de otras herramientas como los ERTE, lo que Amor cree que es "un error". "En una tienda de souvenirs es lógico que no haya muchos ERTE: son directamente autónomos", explica.
Con la redacción actual se quedarían fuera, entre otros, peluquerías, centros de estética, autoescuelas, academias, tiendas de souvenirs, comercio de decoración, talleres mecánicos, alquileres de bicicletas, floristerías, bodegas o jugueterías. "Espero que el Gobierno, que se ha jactado de no dejar a nadie atrás, no deje atrás a las 8.000 tiendas de souvenirs que hay en España, a las peluquerías o a los centros de estética", aduce el presidente de ATA.
José Luis Azañón, propietario de la cadena de peluquerías Rizos, no comprende la decisión del Gobierno cuando su sector se encuentra en una situación "dramática". Su sector, concede, se fundamenta en gran parte en eventos y reuniones que, con las restricciones, prácticamente han desaparecido. "El confinamiento ha impuesto el teletrabajo, con lo cual ni siquiera tengo la necesidad de ponerme guapo para el trabajo; esto ha hecho que la gente distancie muchísimo sus visitas a los salones de peluquería".
Todo esto -unido a un cambio en su IVA en 2012 que hizo que pasase del tipo reducido al general- ha resultado en el cierre de 18.000 peluquerías el año pasado. "Y hay otras 12.000 en riesgo de cierre inminente", advierte Azañón.
En este contexto, no aparecer en la lista de 95 actividades supuso "un jarro de agua fría, no; lo siguiente" en un sector en el que lo normal no son cadenas como la suya, sino el autoempleo: "la única forma de ganar dinero en este sector es por volumen", admite. "Con una bajada de facturación del 40% no tienes ni para cobrar tu salario", arguye. "Si llegan las ayudas y no podemos acudir a ellas, ¿qué nos queda? Nos queda el cierre".
Si bien Azañón entiende que se ayude a otros sectores, cree que al ser el suyo uno "muy atomizado" hace que ni siquiera reciban la atención de los sindicatos: "nosotros no tenemos voz, somos el gran olvidado". Esto ha hecho que se dé una situación particular en la que la propia competencia la hacen aquellas personas que han tenido que cerrar sus peluquerías y ofrecen servicios a domicilio "sin ningún tipo de control sanitario ni ningún tipo de control fiscal". A pesar de ello, no les culpa: "tienen que llevar comida a sus casas".
Vittorio, un profesor de italiano afincado en Barcelona, se encuentra en una situación similar: "El autónomo tiene que pagar 300 euros al mes. Si el negocio está bien y facturas 1.600 o 2.000 euros no es un problema, pero si con la esa época en el 2020 de la que yo le hablo facturas 700 estás trabajando para dar el dinero al Estado; te quedas sin nada".
Éste fue su caso en enero, asegura, cuando tuvo que pagar su cuota tras haber facturado apenas 60. "Los autónomos somos considerados sarama", explota al tiempo que acusa al Estado: "no hace nada". "Los impuestos los piden siempre, pero cuando se trata de ayudar no te dan nada".
Lorenzo Amor espera que el Gobierno corrija eso "inmediatamente". "No estoy pidiendo café para todos", matiza, "pero sí que no se deje a nadie atrás". "Si los recursos que hay son los que hay, hay que socializarlos para que lleguen a quien los necesita", resume.
Por su parte, Nadia Calviño recalcó en una entrevista en Telecinco que el objetivo del Gobierno es dar ayudas a las empresas que se encontrasen en una buena situación en 2019. En cualquier caso, aseguró "si hay que hacer algún ajuste, se hará", por lo que el Ejecutivo contempla la posibilidad de que la lista aumente.
Mientras, empresas como la juguetería Reyes Magos, situada en la calle Bravo Murillo de Madrid, tratarán de mantenerse a flote. José Melero, uno de sus propietarios, lamenta que "no viene gente a la tienda" por el bichito. Y ahora, el golpe de no estar entre las ayudas. "No estamos teniendo suerte, evidentemente".
En su caso, además, las comparaciones tampoco terminan de sostenerse: "se lo dan a todos los sectores... No entiendo qué diferencia hay entre una tienda de ropa y una juguetería".
Melero espera "que llegue un cambio y se puedan dar las ayudas a todos los colectivos, no solamente a unos sí y otros no". A pesar de ello, recuerda que, aunque así fuese, "hay un montón de sectores involucrados y poco dinero a repartir". Pero el primer paso es entrar en la lista. ¿Y si no? "Pues a seguir luchando y trabajando fuerte para poder aguantar esto. No hay más".
