Fabs
Madmaxista
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Original en Inglés: What The Bourgeois Bolsheviks Want
El continuo alboroto anti-blanco del Frente Impopular -lumpen millenial-; burguesía , delincuentes neցros, académicos, periodistas y "justicieros sociales del despertar" (pogre capital ¿?) - ha generado más preguntas que respuestas.
Algunos los llaman comunistas, pero los terroristas no tienen demandas económicas. Por el contrario, tienen una estrecha relación con las empresas estadounidenses. Los conservadores están desesperados por vincularlos con el Partido Demócrata, pero no apoyan a Biden y han olvidado a Bernie. Otros desean culpar a los servicios de inteligencia extranjeros por generar un "momentum" de sinergías contra un neoconservadurismo desacreditado, pero los chinos están básicamente sentados tranquilamente y riéndose de Estados Unidos mientras disfrutan del espectáculo.
Los objetivos de la violencia del Frente Impopular (social, económico y físico) son por lo general las personas blancas no educadas en las últimas tendencias de la corrección política (N. del T.: ni en el pensamiento de vanguardia de las "teorías sociales"). El objetivo principal de los ataques son oficiales de policía local, que tienen un salario promedio de $ 52,000 al año, lo que es insignificante en comparación con Shaun King el máximo exponente de Black Lives Matter que cobra $ 21,000 por hablar durante una hora. Todo lo que hacen es "moldear con los puños" (amasar/presionar).
No pertenecen a ningún partido. Repiten eslóganes sin pensar y usan su poder para aplastar a aquellos que no están de acuerdo, debido a la falta de propuestas o ideas políticas. Son un pollo sin cabeza corriendo atacando a cualquier figura o persona con una cara blanca. Sus actos terroristas disfrutan de un grado considerable de inmunidad por parte del Departamento de Justicia, cuyos fiscales y agentes comparten la solidaridad y simpatía de la clase bohemia burguesa con los alborotadores.
En cuanto a la dirección, los alborotadores parecen ser activados en gran parte por la prensa judía, atacando a la lista de monumentos señalados por The New York Times o Washington Post como racistas. Las ideas y la historia del Proyecto 1619, bautizada como ideología institucional oficial por el editor en jefe de la revista New York Times Jake Silverstein, es el único texto importante en el que los anarquistas y el Grupo Black Lives Matter parecen inspirarse.
Entonces, ¿qué quieren?
Entonces la pregunta es, ¿qué quieren los alborotadores? Los trabajos y el poder (N. del T.: status) de sus colegas mayores.
La teoría de la sobreproducción de la élite de Peter Turchin apoya parcialmente esta opinión. Cuando se trata de las sociedades en la cúspide de la guerra civil, Turchin ha encontrado un patrón: las universidades producen un exceso de abogados, académicos y otros profesionales ambiciosos que compiten por puestos gerenciales que superan en número las ofertas de trabajo.
El resultado de esto en el contexto estadounidense ha sido el colapso silencioso de la compensación otorgada por el estatus legal y social, los medios y el trabajo académico.
Más del 50% de los profesores universitarios de hoy son adjuntos, trabajadores a tiempo parcial que ganan alrededor de $ 3,000 por curso de tres créditos. Los números son aún más desiguales, si seleccionamos para la generación, por ejemplo, profesores del Milenio. El 75% de los profesores universitarios no están en camino a la tenencia, una garantía de libertad académica que ahora es poco más que una reliquia.
En el campo legal, solo el 63% de los graduados en derecho capacitados obtienen empleo en su campo. Muchas de estas personas continúan trabajando para firmas de litigios anti-blancas sin fines de lucro financiadas por oligarcas, donde generalmente ganan menos de $ 40,000 al año a pesar de estar cargados de deudas. Este parece ser el caso de al menos uno de los dos anarquistas arrestados por lanzar bombas en un mitin.
En los media, un periodista independiente, alguna vez pudo mantenerse a sí mismo y a su familia. Esto ya no es cierto en la era de la publicación digital, que se ha convertido en una pasantía extendida para aquellos que aspiran a trabajar en un verdadero periódico o corporación. Las principales figuras de la publicación digital, como la editora en jefe lesbiana de color de HuffPo, Lydia Polgreen, o el EIC judío de Buzzfeed, Ben Smith, se han trasladado a mediados de 2020 a pastos verdes. La mayoría de los periodistas independientes millennials, que proviene en su mayoría de hogares ricos, viven en apartamentos estrechos en Brooklyn con otros como ellos, racionando su "Whole foods" tofu extra enriquecido y el suministro de Ketamina hasta que mamá y papá tras*fieran dinero a fin de mes.
El resultado de esto es que en los campos políticamente importantes de la educación superior, los medios y la ley se promociona a fanáticos liberales de izquierda, en su mayoría judíos y blancos, pero también algunos no blancos de clase alta, que 1) requieren un origen privilegiado (de clase alta) para que las familias complementen sus ingresos indefinidamente, 2) debe demostrar un fervor ideológico particular en el avance de la agenda de la clase dominante para obtener un trabajo y progresar, especialmente si son de ascendencia europea no judía.
Esto ayuda a explicar el fenómeno del "bolchevique burgués". El terror más sangriento está ocurriendo dentro de nuestras instituciones, con una clase más joven de demagogos llenos de repruebo vendiendo las cabelleras (o "arrancando las cabezas") de sus colegas mayores para reemplazarlos.
Los hambrientos y despreciados profesionales millenials están cansados de calentar el banco y esperar a que los liberales mayores se retiren. Muchos de los liberales blancos adultos que son expulsados de puestos administrativos en la academia, los medios de comunicación y otras instituciones importantes todavía creen en alguna forma en la libertad de expresión y no necesariamente quieren apiolar personas por su raza.
Los macabros y demoníacos profesionales de la clase media millenial, en su mayoría desviados sensuales blancos, trepas oportunistas y judíos, tienen aliados en la súper élite judía.
Muchos se rascaron la cabeza cuando el heredero judío del New York Times, A.G. Sulzberger, se puso del lado de los jóvenes extremistas en su sala de redacción por la publicación de un artículo de opinión del senador estadounidense, que llevó al despido del editor de opinión James Bennett, de 54 años.
Algunos afirmaron que era una cobardía del establecimiento neoliberal, pero Sulzberger está ansioso por acceder. Los judíos del New York Times han ido recientemente a la guerra con el Pittsburgh Post-Gazette y su editor por resistir una revuelta interna de los Millenial y defender un artículo de opinión llamado "El racismo es el nuevo macartismo". El New York Times luego escupió vitriolo contra el periódico después de pedirle a dos jóvenes "periodistas" del personal que abiertamente apoyan a Black Lives Matter que se abstengan de cubrir los disturbios.
En la prestigiosa Cambridge, la oficial de asuntos externos de la facultad inglesa, la judía Lisa Gold, respondió al clamor de protestas de descontento contra la teoría crítica de Priyamvada Gopal por alegar que "las vidas de los blancos no importan" promocionándola a profesor a tiempo completo.
En términos generales, los académicos en ciencias duras ignoran los absurdos de lo que se enseña en humanidades en sus escuelas. Pero ya no. En la Universidad de Plymouth, un activista dio a los administradores una larga lista de tuits a los que el aclamado físico Dr. Mike McCulloch había dado "like". Ahora está bajo investigación.
Los anarquistas en particular han presentado acusaciones de acoso sensual y racismo para desalojar a la vieja guardia y convertir las instituciones populares en circos de los que son cabecillas. El trabajo de los miembros de "antifa" como Jamie Peck y otros como ella para incriminar/acosar a los hombres asociados con la marca Vice por agresión sensual permitió a las personas en su círculo social infiltrarse y hacerse cargo de la sala de noticias y comentarios de la compañía. Vice pasó de ser un bastión de la libertad de expresión tras*gresora, publicando Jim Goad bajo la dirección de Gavin McInnes, a una publicación que parece contratar solo a rabiosos correctores políticos rabiosos de "antifa".
La mayoría de los Millennials con educación universitaria no creen en el derecho a la libertad de expresión, a un juicio justo o la democracia -un número que se acercaría al 100% si solo encuestamos a aquellos en los medios, la ley, el gobierno o las clases académicas.
Por esta razón, los judíos parecen estar acelerando su ascenso al poder en un momento en que los liberales de los baby boomers, de opiniones débiles (N del T. : de "moderadas a progres"), continúan (profesionalmente estancados) en los mismos puestos una vez pasado el pico de su madurez. La promesa de tener su momento "a punto de llegar" alentará a los Millennials profesionales al acecho a duplicar su llamado a favor de políticas psicóticas e impopulares favorecidas por la élite.
Los judíos poderosos están supervisando y alentando estas revoluciones internas en las salas de redacción, las estaciones del FBI y las salas de juntas corporativas porque los Millennials que han trabajado para ellos han sido seleccionados por el fanatismo contra los blancos del que los judíos sienten que deben aprovecharse para poner fin al aumento del populismo blanco a través de la fuerza.
La buena noticia es que los Millennials blancos fuera de estas pequeñas camarillas también se están radicalizando en la dirección del nacionalismo y el racialismo.
El resultado de esta revolución kosher será la coronación de Millennial Yagodas y Dzerzhinsky, los dispensadores de terror en nuestro país en lo que los judíos perciben como una emergencia nacional de la conciencia blanca.
Los ataques del Frente impopular a la mayoría se intensificarán a medida que los boomers comiencen a desaparecer. Una era de violencia y lucha está por venir que hace que las actuales excentricidades de la izquierda parezcan pura tontería.
