Mirad os comparto el comentario desde EL IDADISMO... La religión tiene su origen no en los ritos primarios de la prehistoria que nos enseñan la ortodoxia... Pronto se revelará que en el pasado arcaico ancestral, en los mal llamados atlantes, en su periodo inicial de la primera civilización global mortal, no había mitología divina... la sociedad eran esclavos-as voluntarios-as alrededor de una pequeña élite que les aseguraba protección y alimentos, se dejaba utilizar y no hacia falta mitología religiosa ni ritual de divinidades para controlarlos... Cuando IDAD HUMUS, Dios, se muestra como mortal, no siéndolo, sí humano... pensamiento, psíquico, su relato les explica EL TODO... ahí comienza nuestra revolución social, con este primer contacto, a las puertas del último de los contactos, antes de trascender como sociedad a la vida del pensamiento psíquico, de la consciencia de nuestra conciencia... La élite mortal inició copiando la identidad de Dios para montarse la religión sacerdotal y controlar al colectivo global mortal que mostraba su entrega a Dios y su principio de consciencia social colectiva global mortal, porque tenía muy claro que la única manera de mantenerlos controlados como colectivo tenía que ser una fe individual sin personalidad y sometida al dogma de la doctrina de la fe...
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ESTUDIO: LAS INTERACCIONES CEREBRALES DIFIEREN ENTRE SUJETOS RELIGIOSOS Y NO RELIGIOSOS
Resonancia magnética del cerebro
Un investigador de la Universidad de Auburn se asoció con los Institutos Nacionales de Salud para estudiar cómo las redes cerebrales dan forma a las creencias religiosas de un individuo, encontrando que las interacciones cerebrales eran diferentes entre los sujetos religiosos y no religiosos.
Gopikrishna Deshpande, profesor asistente en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Facultad de Ingeniería Samuel Ginn de Auburn, y los investigadores de los NIH publicaron recientemente sus resultados en la revista Brain Connectivity.
El grupo encontró diferencias en las interacciones cerebrales que involucraban la teoría de la mente, o ToM, red cerebral, que subyace a la capacidad de relacionarse entre las creencias, intenciones y deseos personales de uno con los de los demás. Se encontró que los individuos con una actividad ToM más fuerte eran más religiosos. Deshpande dice que esto apoya la hipótesis de que el desarrollo de las habilidades ToM en los humanos durante la evolución puede haber dado lugar a la religión en las sociedades humanas.
"La creencia religiosa es un atributo humano único observado en diferentes culturas del mundo, incluso en aquellas culturas que evolucionaron de forma independiente, como los mayas en América Central y los aborígenes en Australia", dijo Deshpande, quien también es investigador en el Centro de Investigación de Imágenes por Resonancia Magnética de Auburn. "Esto ha llevado a los científicos a especular que debe haber una base biológica para la evolución de la religión en las sociedades humanas".
Deshpande y los científicos de los NIH estaban siguiendo un estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias,que utilizó imágenes de resonancia magnética funcional, o fMRI, para escanear los cerebros de individuos autodeclarados religiosos y no religiosos mientras contemplaban tres dimensiones psicológicas de las creencias religiosas.
La resonancia magnética funcional, que permite a los investigadores inferir regiones y redes cerebrales específicas que se activan cuando una persona realiza una determinada tarea mental o física, mostró que las diferentes redes cerebrales se activaron por las tres dimensiones psicológicas; sin embargo, la cantidad de activación no fue diferente en los temas religiosos en comparación con los no religiosos.
Para abordar esta anomalía, los investigadores de Deshpande y nih caracterizaron las interacciones entre las diferentes redes cerebrales que se activaron durante el estudio.
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LOS HUMANOS 'PREDISPUESTOS' A CREER EN LOS DIOSES Y EN LA OTRA VIDA
Conceptos como los dioses y la vida después de la fin son básicos para la naturaleza humana.
Un proyecto de investigación internacional de tres años, dirigido por dos académicos de la Universidad de Oxford, encuentra que los humanos tienen tendencias naturales a creer en dioses y en una vida después de la fin.
El proyecto de £ 1.9 millones involucró a 57 investigadores que realizaron más de 40 estudios separados en 20 países que representan una amplia gama de culturas. Los estudios (tanto analíticos como empíricos) concluyen que los humanos están predispuestos a creer en dioses y en una vida después de la fin, y que tanto la teología como el ateísmo son respuestas razonadas a lo que es un impulso básico de la mente humana.
Los investigadores señalan que el proyecto no se provocó probar la existencia de dios o de otra manera, sino que buscó averiguar si conceptos como dioses y una vida después de la fin parecen ser completamente enseñados o expresiones básicas de la naturaleza humana.
'The Cognition, Religion and Theology Project' dirigido por el Dr. Justin Barrett, del Centro de Antropología y Mente de la Universidad de Oxford, se basó en la investigación de una variedad de disciplinas, incluyendo antropología, psicología, filosofía y teología. Dirigieron un cuerpo internacional de investigadores que realizaron estudios en 20 países diferentes que representaban tanto a sociedades tradicionalmente religiosas como ateas.
Los hallazgos se publicarán en dos libros separados por el psicólogo Dr. Barrett en Cognitive Science, Religion and Theology y Born Believers: The Science of Childhood Religion.
El codirector del proyecto, el profesor Roger Trigg, del Centro Ian Ramsey en la Facultad de Teología de la Universidad de Oxford, también ha escrito un libro de próxima aparición, aplicando las implicaciones más amplias de la investigación a cuestiones sobre la libertad de religión en Igualdad, Libertad y Religión (OUP).
Principales hallazgos del Proyecto de Cognición, Religión y Teología:
Los estudios de Emily Reed Burdett y Justin Barrett, de la Universidad de Oxford, sugieren que a los niños menores de cinco años les resulta más fácil creer en algunas propiedades sobrehumanas que comprender limitaciones humanas similares. Se preguntó a los niños si su progenitora sabría el contenido de una caja en la que no podía ver. Los niños de tres años creían que su progenitora y Dios siempre conocerían el contenido, pero a la edad de cuatro años, los niños comienzan a entender que sus madres no lo ven todo y todo lo sabe. Sin embargo, los niños pueden seguir creyendo en agentes sobrenaturales que todo lo ven y que todo lo saben, como un dios o dioses.
• Deborah Kelemen de la Universidad de Boston encuentra que tanto niños como adultos impregnan el mundo natural con un "propósito". Por ejemplo, a los encuestados se les proporcionaron tres posibles respuestas a la pregunta de por qué los osos polares son blancos. Los encuestados adultos, que estaban obligados a proporcionar respuestas rápidamente sin tiempo para pensar, instintivamente dieron respuestas que implicaban un "propósito" en el mundo natural. Responderían que los osos polares eran blancos por razones de camuflaje, en lugar de la explicación mecanicista más científicamente precisa de que un pelaje de oso polar carece de pigmento, o la respuesta sencilla de que los osos polares han sido blanqueados por el sol. Sin embargo, si a los encuestados se les dio más tiempo para responder, optaron por una respuesta "mecanicista", es decir, que los osos polares no tenían pigmento. Los investigadores concluyen que la respuesta inmediata e instintiva fue anulada por una respuesta científica y razonada si los participantes tenían tiempo para reflexionar. Esta investigación amplía la investigación previa de Kelemen que muestra que los niños prefieren explicaciones basadas en el propósito: se les preguntó a los niños por qué las rocas eran puntiagudas y también se encontró que elegían respuestas que implicaban un propósito, diciendo que las rocas eran puntiagudas para que las aves pudieran sentarse sobre ellas.
• Los experimentos con adultos, realizados por Jing Zhu de la Universidad de Tsinghua (China), y Natalie Emmons y Jesse Bering de la Universidad de la Reina, Belfast, sugieren que las personas de muchas culturas diferentes creen instintivamente que alguna parte de su mente, alma o espíritu vive después de la fin. Los estudios demuestran que las personas son "dualistas" naturales que encuentran fácil concebir la separación de la mente y el cuerpo.
El director del proyecto, el Dr. Justin Barrett, del Centro de Antropología y Mente de la Universidad de Oxford, dijo: "Este proyecto no se propuso probar que dios o dioses existen. El hecho de que nos resulte más fácil pensar de una manera particular no significa que sea cierto de hecho. Si observamos por qué las creencias y prácticas religiosas persisten en las sociedades de todo el mundo, concluimos que los individuos vinculados por lazos religiosos podrían ser más propensos a cooperar como sociedades. Curiosamente, encontramos que es menos probable que la religión prospere en las poblaciones que viven en ciudades en países desarrollados donde ya existe una fuerte red de apoyo social".
El codirector del proyecto, el profesor Roger Trigg, del Centro Ian Ramsey de la Universidad de Oxford, dijo: "Este proyecto sugiere que la religión no es solo algo que unos pocos peculiares pueden hacer los domingos en lugar de jugar al golf. Hemos reunido un cuerpo de evidencia que sugiere que la religión es un hecho común de la naturaleza humana en diferentes sociedades. Esto sugiere que es probable que los intentos de suprimir la religión sean de corta duración, ya que el pensamiento humano parece estar arraigado a conceptos religiosos, como la existencia de agentes o dioses sobrenaturales, y la posibilidad de una vida después de la fin o pre-vida.
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¿PODRÍA EL GROSOR DEL CEREBRO APUNTAR A UNA CREENCIA RELIGIOSA MÁS FUERTE?
El "grosor cortical" aumentó entre las personas que le otorgan importancia a la religión, según un estudio.
Los niveles más altos de creencia espiritual autoproclamada parecen reflejarse en un mayor grosor de un área clave del cerebro, según un estudio nuevo.
Investigadores de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York encontraron que la capa externa del cerebro,conocida como la corteza, es más gruesa en algunas áreas entre las personas que le otorgan mucha importancia a la religión.
El estudio involucró a 103 adultos entre las edades de 18 y 54 años que eran hijos y nietos de participantes del estudio deprimidos y de aquellos que no estaban deprimidos.
Un equipo dirigido por Lisa Miller analizó la frecuencia con la que los participantes iban a la iglesia y el nivel de importancia que le dieron a la religión. Esta evaluación se realizó dos veces en el tras*curso de cinco años. Utilizando la tecnología de resonancia magnética, el grosor cortical de los cerebros de los participantes también se midió una vez.
El estudio, publicado el 25 de diciembre en JAMA Psychiatry,reveló que la importancia de la religión o la espiritualidad estaba relacionada con cortezas más gruesas en ciertas partes del cerebro. El efecto fue más fuerte entre aquellos con alto riesgo genético de depresión que entre aquellos con menor riesgo. Esto fue particularmente evidente en una parte del cerebro donde una corteza más delgada podría estar relacionada con un riesgo familiar de desarrollar depresión, anotaron los investigadores.
Aunque la importancia de la religión estaba relacionada con cortezas más gruesas en algunas partes del cerebro, el estudio mostró que la frecuencia de asistencia a la iglesia no tenía la misma asociación. Esto fue cierto independientemente del riesgo genético de depresión de los participantes.
Los hallazgos solo muestran una asociación entre el grosor cortical y la creencia religiosa "y, por lo tanto, no prueban una asociación causal", enfatizaron los autores del estudio.
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Estos artículos te explican el proceso mortal de nuestra simbiosis posible, es el control de la personalidad individualidad para que no pase como pasó en el principio, el colectivo esclavizado del pensamiento individual, despertó, creyeron a Dios, asimilaron la sencillez de dónde venimos, el sentido del tránsito de esta existencia y a dónde trascendemos como consciencia social e individual... la élite esa libertad de la personalidad mortal le destruía sus privilegios … crearon el sacerdocio para controlar como se controla la consciencia en conciencia con directrices mitológicas del dogma de la doctrina de la fe... y hasta hoy tropa, hasta hoy...
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ESTUDIO: LAS INTERACCIONES CEREBRALES DIFIEREN ENTRE SUJETOS RELIGIOSOS Y NO RELIGIOSOS
Resonancia magnética del cerebro
Un investigador de la Universidad de Auburn se asoció con los Institutos Nacionales de Salud para estudiar cómo las redes cerebrales dan forma a las creencias religiosas de un individuo, encontrando que las interacciones cerebrales eran diferentes entre los sujetos religiosos y no religiosos.
Gopikrishna Deshpande, profesor asistente en el Departamento de Ingeniería Eléctrica e Informática de la Facultad de Ingeniería Samuel Ginn de Auburn, y los investigadores de los NIH publicaron recientemente sus resultados en la revista Brain Connectivity.
El grupo encontró diferencias en las interacciones cerebrales que involucraban la teoría de la mente, o ToM, red cerebral, que subyace a la capacidad de relacionarse entre las creencias, intenciones y deseos personales de uno con los de los demás. Se encontró que los individuos con una actividad ToM más fuerte eran más religiosos. Deshpande dice que esto apoya la hipótesis de que el desarrollo de las habilidades ToM en los humanos durante la evolución puede haber dado lugar a la religión en las sociedades humanas.
"La creencia religiosa es un atributo humano único observado en diferentes culturas del mundo, incluso en aquellas culturas que evolucionaron de forma independiente, como los mayas en América Central y los aborígenes en Australia", dijo Deshpande, quien también es investigador en el Centro de Investigación de Imágenes por Resonancia Magnética de Auburn. "Esto ha llevado a los científicos a especular que debe haber una base biológica para la evolución de la religión en las sociedades humanas".
Deshpande y los científicos de los NIH estaban siguiendo un estudio publicado en las Actas de la Academia Nacional de Ciencias,que utilizó imágenes de resonancia magnética funcional, o fMRI, para escanear los cerebros de individuos autodeclarados religiosos y no religiosos mientras contemplaban tres dimensiones psicológicas de las creencias religiosas.
La resonancia magnética funcional, que permite a los investigadores inferir regiones y redes cerebrales específicas que se activan cuando una persona realiza una determinada tarea mental o física, mostró que las diferentes redes cerebrales se activaron por las tres dimensiones psicológicas; sin embargo, la cantidad de activación no fue diferente en los temas religiosos en comparación con los no religiosos.
Para abordar esta anomalía, los investigadores de Deshpande y nih caracterizaron las interacciones entre las diferentes redes cerebrales que se activaron durante el estudio.
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LOS HUMANOS 'PREDISPUESTOS' A CREER EN LOS DIOSES Y EN LA OTRA VIDA
Conceptos como los dioses y la vida después de la fin son básicos para la naturaleza humana.
Un proyecto de investigación internacional de tres años, dirigido por dos académicos de la Universidad de Oxford, encuentra que los humanos tienen tendencias naturales a creer en dioses y en una vida después de la fin.
El proyecto de £ 1.9 millones involucró a 57 investigadores que realizaron más de 40 estudios separados en 20 países que representan una amplia gama de culturas. Los estudios (tanto analíticos como empíricos) concluyen que los humanos están predispuestos a creer en dioses y en una vida después de la fin, y que tanto la teología como el ateísmo son respuestas razonadas a lo que es un impulso básico de la mente humana.
Los investigadores señalan que el proyecto no se provocó probar la existencia de dios o de otra manera, sino que buscó averiguar si conceptos como dioses y una vida después de la fin parecen ser completamente enseñados o expresiones básicas de la naturaleza humana.
'The Cognition, Religion and Theology Project' dirigido por el Dr. Justin Barrett, del Centro de Antropología y Mente de la Universidad de Oxford, se basó en la investigación de una variedad de disciplinas, incluyendo antropología, psicología, filosofía y teología. Dirigieron un cuerpo internacional de investigadores que realizaron estudios en 20 países diferentes que representaban tanto a sociedades tradicionalmente religiosas como ateas.
Los hallazgos se publicarán en dos libros separados por el psicólogo Dr. Barrett en Cognitive Science, Religion and Theology y Born Believers: The Science of Childhood Religion.
El codirector del proyecto, el profesor Roger Trigg, del Centro Ian Ramsey en la Facultad de Teología de la Universidad de Oxford, también ha escrito un libro de próxima aparición, aplicando las implicaciones más amplias de la investigación a cuestiones sobre la libertad de religión en Igualdad, Libertad y Religión (OUP).
Principales hallazgos del Proyecto de Cognición, Religión y Teología:
Los estudios de Emily Reed Burdett y Justin Barrett, de la Universidad de Oxford, sugieren que a los niños menores de cinco años les resulta más fácil creer en algunas propiedades sobrehumanas que comprender limitaciones humanas similares. Se preguntó a los niños si su progenitora sabría el contenido de una caja en la que no podía ver. Los niños de tres años creían que su progenitora y Dios siempre conocerían el contenido, pero a la edad de cuatro años, los niños comienzan a entender que sus madres no lo ven todo y todo lo sabe. Sin embargo, los niños pueden seguir creyendo en agentes sobrenaturales que todo lo ven y que todo lo saben, como un dios o dioses.
• Deborah Kelemen de la Universidad de Boston encuentra que tanto niños como adultos impregnan el mundo natural con un "propósito". Por ejemplo, a los encuestados se les proporcionaron tres posibles respuestas a la pregunta de por qué los osos polares son blancos. Los encuestados adultos, que estaban obligados a proporcionar respuestas rápidamente sin tiempo para pensar, instintivamente dieron respuestas que implicaban un "propósito" en el mundo natural. Responderían que los osos polares eran blancos por razones de camuflaje, en lugar de la explicación mecanicista más científicamente precisa de que un pelaje de oso polar carece de pigmento, o la respuesta sencilla de que los osos polares han sido blanqueados por el sol. Sin embargo, si a los encuestados se les dio más tiempo para responder, optaron por una respuesta "mecanicista", es decir, que los osos polares no tenían pigmento. Los investigadores concluyen que la respuesta inmediata e instintiva fue anulada por una respuesta científica y razonada si los participantes tenían tiempo para reflexionar. Esta investigación amplía la investigación previa de Kelemen que muestra que los niños prefieren explicaciones basadas en el propósito: se les preguntó a los niños por qué las rocas eran puntiagudas y también se encontró que elegían respuestas que implicaban un propósito, diciendo que las rocas eran puntiagudas para que las aves pudieran sentarse sobre ellas.
• Los experimentos con adultos, realizados por Jing Zhu de la Universidad de Tsinghua (China), y Natalie Emmons y Jesse Bering de la Universidad de la Reina, Belfast, sugieren que las personas de muchas culturas diferentes creen instintivamente que alguna parte de su mente, alma o espíritu vive después de la fin. Los estudios demuestran que las personas son "dualistas" naturales que encuentran fácil concebir la separación de la mente y el cuerpo.
El director del proyecto, el Dr. Justin Barrett, del Centro de Antropología y Mente de la Universidad de Oxford, dijo: "Este proyecto no se propuso probar que dios o dioses existen. El hecho de que nos resulte más fácil pensar de una manera particular no significa que sea cierto de hecho. Si observamos por qué las creencias y prácticas religiosas persisten en las sociedades de todo el mundo, concluimos que los individuos vinculados por lazos religiosos podrían ser más propensos a cooperar como sociedades. Curiosamente, encontramos que es menos probable que la religión prospere en las poblaciones que viven en ciudades en países desarrollados donde ya existe una fuerte red de apoyo social".
El codirector del proyecto, el profesor Roger Trigg, del Centro Ian Ramsey de la Universidad de Oxford, dijo: "Este proyecto sugiere que la religión no es solo algo que unos pocos peculiares pueden hacer los domingos en lugar de jugar al golf. Hemos reunido un cuerpo de evidencia que sugiere que la religión es un hecho común de la naturaleza humana en diferentes sociedades. Esto sugiere que es probable que los intentos de suprimir la religión sean de corta duración, ya que el pensamiento humano parece estar arraigado a conceptos religiosos, como la existencia de agentes o dioses sobrenaturales, y la posibilidad de una vida después de la fin o pre-vida.
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¿PODRÍA EL GROSOR DEL CEREBRO APUNTAR A UNA CREENCIA RELIGIOSA MÁS FUERTE?
El "grosor cortical" aumentó entre las personas que le otorgan importancia a la religión, según un estudio.
Los niveles más altos de creencia espiritual autoproclamada parecen reflejarse en un mayor grosor de un área clave del cerebro, según un estudio nuevo.
Investigadores de la Universidad de Columbia en la ciudad de Nueva York encontraron que la capa externa del cerebro,conocida como la corteza, es más gruesa en algunas áreas entre las personas que le otorgan mucha importancia a la religión.
El estudio involucró a 103 adultos entre las edades de 18 y 54 años que eran hijos y nietos de participantes del estudio deprimidos y de aquellos que no estaban deprimidos.
Un equipo dirigido por Lisa Miller analizó la frecuencia con la que los participantes iban a la iglesia y el nivel de importancia que le dieron a la religión. Esta evaluación se realizó dos veces en el tras*curso de cinco años. Utilizando la tecnología de resonancia magnética, el grosor cortical de los cerebros de los participantes también se midió una vez.
El estudio, publicado el 25 de diciembre en JAMA Psychiatry,reveló que la importancia de la religión o la espiritualidad estaba relacionada con cortezas más gruesas en ciertas partes del cerebro. El efecto fue más fuerte entre aquellos con alto riesgo genético de depresión que entre aquellos con menor riesgo. Esto fue particularmente evidente en una parte del cerebro donde una corteza más delgada podría estar relacionada con un riesgo familiar de desarrollar depresión, anotaron los investigadores.
Aunque la importancia de la religión estaba relacionada con cortezas más gruesas en algunas partes del cerebro, el estudio mostró que la frecuencia de asistencia a la iglesia no tenía la misma asociación. Esto fue cierto independientemente del riesgo genético de depresión de los participantes.
Los hallazgos solo muestran una asociación entre el grosor cortical y la creencia religiosa "y, por lo tanto, no prueban una asociación causal", enfatizaron los autores del estudio.
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